Capítulo 8

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Había pasado, desde aquel problema y la clase de educación física, una semana. En siete días, contando sábado y domingo, habían pasado muchas cosas. Está bien, no tantas, pero sí las suficientes como para que YoonGi, Seok Jin y TaeHyung formaran parte ahora del Grupo de los Raros. Aunque, claramente, con ellos tres nadie se metía. No solo porque contestaban a las provocaciones de las maneras más atroces, sino porque temían a lo que pudiera hacerles Kim Jennie, una alfa que siempre andaba con unos alfas gigantes que daban miedo. No, nadie iba a meterse con alguno de esos tres, respetaban lo suficiente sus vidas.

JungKook y Jin tenían una extraña relación de amistad, porque cada vez que el omega tenía una oportunidad se sentaba sobre el alfa o se acercaba demasiado a este. La desconfianza en todos seguía intacta hacia los tres nuevos (bien, solo hacia YoonGi y Jin), pero eso no prohibía que no pudieran estar juntos. Así que el omega aprovechaba esos momentos para hablar con él o bueno, mucho no hablaban, al menos no JungKook quien no sabía qué decir. Tal vez sí sabía, pero le avergonzaba decir algo mal y que su pareja destinada se burlara de su estupidez. Era tan difícil estar a su lado.

YoonGi y JiMin, por otro lado, habían tenido más de un encuentro de puros besos, pero nada más. Bien, hablaban bastante por mensajes aunque el tema de JiMin, de tener pene y no vagina, seguía ahí sin ser tocado. El omega realmente no sabía qué pensaba el alfa al respecto y le asustaba preguntar, así que mantenía lo de ellos en puros besos fogosos a escondidas y charlas a través del celular. Era mejor.

TaeHyung y HoSeok...bueno, ellos se llevaban muy bien. No se habían besado ni compartido nada de ese tipo, pero pasaban tiempo juntos y el alfa ayudaba al gama a practicar sus coreografías. Además de que fue a verlo a la presentación que había realizado. Fue agradable verlo feliz, con esa sonrisa hermosa que le gustaba y aplaudiendo emocionado cuando finalizó.

NamJoon por su parte se lamentaba todas las noches de que su vecino y pareja destinada fuera tan santo. Maldición, siempre que hablaban nombraba a Dios y se mostraba algo reacio y asqueado cuando salían por comentarios o cosas que veían el tema del sexo. No era como si él hablara de eso porque sí, simplemente salía el tema por casualidades vergonzosas (como la vez que Alexander lo visitó y justo en la televisión pasaban una escena así) o por cuestiones cotidianas (como cuando se encontraron en el parque cerca de su casa y vieron a una pareja besarse). Sí, con cada día que pasaba el alfa se preguntaba por qué de todos los betas le tuvo que tocar el que ponía a Dios en todas sus oraciones. ¡Por Dios que hasta una monja solía ser más atrevida que ese beta! Y él tan feliz que había estado al conocerlo.

...¡El Grupo de los Raros!...

Ese día, luego de clases, habían quedado de ir a casa de JiMin a hacer el trabajo que les habían encomendado. JungKook iba tranquilo del brazo de su amigo omega, aunque Seok Jin no se veía para nada contento. Le disgustaba verlo del brazo de otro omega que no fuera él, se suponía que era su pareja destinada. Pero sabía que lo asustaría, al menos ya había conseguido ser su amigo y hablar con él sin que quisiera alejarse cada dos segundos o se pusiera tenso (okey, seguía poniéndose tenso pero no tan tenso). Tenía que ser paciente, como esas madres con cuatro hijos berrinchudos a los cuales ignoraban con una paz superior a la del Dalái Lama. Sí, tenía que ser igual, no debía besar a la fuerza al alfa y arrojarlo a la cama para obligarlo a que lo marcara y le hiciera cachorros. No, para eso tenían tiempo. Tiempo y una boda que planear.

Al llegar, una mujer adorable de grandes mejillas y sonrisa dulce los recibió. La casa no era como la mansión de Seok Jin, era más pequeña, con menos habitaciones, pero cálida. Le gustó.

-Si desean puedo llevarles pastel y chocolate caliente.-ofreció ChaeYoung (si mal no recordaba su nombre).

-Después mami, ahora hay cosas que hacer, no te preocupes-la omega acarició la mejilla de su hijo, hija...hije.

Agradeció con la educación que su mami le había enseñado y siguió a los otros dos hacia el piso de arriba donde, tenía entendido, JiMin tenía su cuarto.

Jin juró que pronto se desmayaría por la felicidad pura que lo envolvió al ver el cuarto repleto de rosa. Rosa pastel, rosa oscuro, rosa viejo, rosa claro, rosa. Toda la gama del rosa en un solo lugar, decorado con cientos de peluches, alfombra, corazones, unicornios y flores esparcidas por lugares estratégicos que hacían ver todo como un mundo fantástico. ¡Incluso la cama del omega era como un inmenso castillo blanco con cortinas que simulaban ser las paredes, con ventanas y puertas! Y lo mejor de esa cama era el dragón de madera que tenía encima, como si de verdad fuera de un cuento de hadas.

-Pónganse cómodos, yo iré por los libros.-anunció JiMin antes de irse y dejarlos solos.

Miró a JungKook quien le tendió un almohadón grande con el cual se sentó en el suelo. Lo imitó al instante, sentándose cerca de él pero no tanto como para intimidarlo. Malditos dos centímetros que los separaban. Maldita distancia que no les permitía estar juntos.

¡Maldito alfa que no saltaba a violarlo en esa cama de fantasía!

-Así que...te gusta el anime también.-JungKook asintió sin mirarlo-¿Alguno favorito que tengas?-el alfa negó, el omega tuvo un tic nervioso-A mí me gustan los shonen, me gusta la acción.-mordiéndose el labio resistió las ganas de tocarle el muslo-Mucho.

-Oh...

Si Seok Jin hubiera podido, se hubiera tirado al suelo a llorar dramáticamente. ¿Por qué no podía sacarle más palabras a JungKook? ¿Por qué no le robaba un beso? ¿Por qué no lo ataba a la cama y lo violaba? Muchas preguntas, pocas respuestas.

Suspiró tomando su celular para distraerse, si seguía con esa conversación sin sentido terminaría volviéndose loco. Maldito alfa. Maldito, maldito, maldito. Tenía que ser paciente pero era difícil y su cuota de paciencia se acababa más rápido de lo que se imaginaba. ¿Por qué su pareja destinada tenía que ser el alfa más lerdo de todos? ¿Por qué no era más osado, lo arrojaba a la cama, rompía su ropa y le hacía el amor salvajemente? ¿Por qué sus hormonas estaban tan revolucionadas? ¿Por qué no podía dejar de pensar en sexo? ¿Por qué no fue él el alfa y JungKook el omega? ¿Por qué su vida no era como en Virgen y Embarazado? ¿Por qué la escritora era tan cruel y lo hacía sufrir? ¿Por qué se rompió la cuarta pared? ¿Por qué la escritora se cuestionaba el motivo por el cual Pluto no hablaba siendo que era un perro como Goofy? ¿Por qué?

Tantos por qué y tan pocas respuestas a ellos.

Navegando en sus redes sociales Jin veía algunas publicaciones de TaeHyung, unos videos de sus pasos de baile, y otros de YoonGi de frases poco emotivas o de Epik High. Lo típico. Hasta que vio, en una de las páginas que seguía unas fotos de unos alfas sexys. Bien, en su defensa era una página que subía fotos de modelos de una empresa reconocida que conocía gracias a su mami. Él no tenía la culpa de que subieran fotos de sexys alfas de cuerpos marcados que te hacían babear. Él lo único que había hecho era contribuir a la caridad dándole seguir a la página, nada más.

Sintió la respiración de JungKook cerca de él y vio de reojo al chico mirar lo que él estaba viendo en su celular. Internamente sonrió divertido, un plan maquinándose malvadamente en su cabeza.

-Qué chicos tan guapos-susurró antes de fingir que notaba a JungKook-Oh ¿estabas viendo?

Si todo salía bien, el alfa se pondría celoso. Era su pareja destinada, tenía que ponerse celoso porque veía a otros alfas ¿no?

-Ah, sí, lo siento.-decepcionado lo vio sentarse nuevamente recto en su sitio para empezar a jugar con uno de los peluches de JiMin.

Genial, ni siquiera se ponía celoso. ¿Por qué había intentado algo tan estúpido? A ese alfa siquiera le interesaba de esa manera, o al menos jamás demostró lo contrario. No le molestaría que lo demostrara acercándose más, abrazándolo o incluso tocándole el trasero. Vamos, que lo que más le gustaría sería que fuera un tanto más osado. No era esos omegas tontos que porque le agarran una nalga se enojan con su pareja, él podía fingir enojo pero le encantaría que el alfa marcara territorio de esa forma.

Dejó su celular a un lado, pensando cuando JiMin llegaría con los libros. Tal vez se le habían caído encima y ahora necesitaba ayuda. Lo único emocionante que seguramente le pasaría en ese momento.

-Jin-una voz habló pero Seok Jin no sabía de quién era-Seok Jin...-otra vez esa voz.

Espera, no era una voz cualquiera, era JungKook que le hablaba. Vaya, ¿acaso había pasado un portal dimensional sin notarlo y estaba en otra dimensión?

-¿Sí?

-A ti... ¿te gustan...?-el alfa se cohibió a último momento y negó con la cabeza-No, nada.

-Vamos, sabes que puedes decirme-intentó alentarlo con voz dulce en lugar de sacudirlo de los hombros como realmente quería hacer.

-No es nada, en serio.-Jin se mordió el labio, debía retener las ganas de gritarle para que le dijera qué mierda quería saber-Jin.

-Dime.

-Tienes bonitos labios-JungKook acomodó sus anteojos nervioso y Seok Jin...bueno él se sonrojó por el repentino halago.

¡Ay, su pareja destinada había elogiado sus labios! ¡Eso quería decir que le gustaban! Seguro le gustaría besarlos y...bueno, que los utilizara para otras cosas. Ni que fuera un santo, los fanfics con lemon que lee por las noches le dieron el conocimiento suficiente. Era pura teoría pero cero práctica, había esperado a su alfa para eso. Pero evaluando la situación lo más probable era que terminara en un convento.

-Gracias-sonrió tímidamente-puedes probarlos cuando quieras-murmuró.

-¿Qué?

-Nada-sonrió Seok Jin-por cierto...creo que...tienes algo en la mejilla.

-¿Algo? ¿Qué?-Jin se acercó con el permiso de JungKook que parecía preocupado con lo que sea que tuviera en su mejilla.

El omega sonrió, acercándose y acariciando el lugar hasta que en un rápido movimiento dejó un sutil beso.

-Oh, me pareció-con un poco de suerte, el alfa se daría la vuelta y lo besaría.

Con un poco de suerte. Pero Jin no tenía suerte.

...¡El Grupo de los Raros!...

Seok Jin fue el primero en irse a casa en cuanto terminaron el trabajo. JiMin y JungKook siguieron en la habitación del omega, en un silencio incómodo, al menos para el alfa. Su amigo no dejaba de mirarlo fijamente, como si hubiera cometido un homicidio y no lo hubiera llamado para ayudarlo.

-¿Puedo saber por qué tan lento, Jeon JungKook?

-¿Malos genes?-dijo más como pregunta que como respuesta.

-Y de los peores. Te dejé media hora solo para que te animaras a, no sé, manosear a tu omega. Y por lo que vi solamente estuvieron sentados. Sin hacer nada.

-Él me dio un beso en la mejilla y yo le dije que tenía lindos labios.

-Ajá ¿y eso genera una marca o da cachorros? No. Así que sé más inteligente y comienza a aprovechar los momentos de soledad que les brindo.

-Pero...me da un poco de miedo ¿qué tal si me está usando?-JiMin suspiró.

-Me tomó unos días pensarlo pero me di cuenta de algo. Si Jin quisiera usar a alguien, no te usaría a ti específicamente. Usaría a alguien mejor.

-Gracias, mi autoestima está en las nubes por eso ahora-dijo JungKook rodando los ojos.

-Eso es la ventaja de ser feo, si alguien te coquetea es porque le gustas en serio.

-Pero...

-¡Ya! ¡Eres cansador!-exclamó arrojándole una pantufla-Si mueres virgen será tu culpa.

-Déjame, ya bastante tengo con mi propia consciencia.-se sobó la frente, donde la pantufla había dado directamente.

-Espero que te torture hasta tu muerte...o hasta que te lo folles, lo que ocurra primero-JiMin miró sus uñas-Debo pintarme otra vez. ¿Me pasas mis pinturas de uñas?

JungKook se levantó del almohadón y fue por la caja de madera donde sabía que JiMin guardaba sus pinturas de uñas. Al regresar lo vio tomar el color celeste y el quitaesmalte.

-¿Cómo te va con YoonGi?-preguntó intentando cambiar de tema.

-Aún no sabe que tengo pene, así que bien.-contestó distraído mientras seguía quitándose la pintura.

-Oh, ya veo... ¿crees que reaccione mal cuando se entere de la verdad?

-Prefiero no pensar en eso-la primera uña comenzó a ser pintada-pero al menos ya he probado su boca, y sabe bien. Demasiado bien.

-No quiero detalles.

-A mí me gustaría escuchar detalles de la boca de Jin pero ¡Oh! Ya recuerdo, no la has probado.

JungKook se cruzó de brazos, haciendo un puchero. JiMin no dejaría de molestarlo hasta que besara a Jin.

...¡El Grupo de los Raros!...

-¡Ya no sé qué hacer! ¡Juro que lo secuestraré!-exclamó Jin a su celular que tenía puesto el altavoz.

-Eres un impaciente.-dijo aburrido YoonGi.

-¡Claro, porque tú ya le metiste la lengua hasta la garganta a tu omega! ¡Yo ni siquiera sé si JungKook siquiera tiene lengua! ¡Me voy a volver loco!-exclamó arrojando un peluche de pokemon contra la pared.

-Creo que deberías pedírselo.

-¡Pero la vez que lo hice se fue de mi casa! ¡Ese maldito alfa parece no darse cuenta de las ganas que tengo de que me empotre contra la pared!-dijo Seok Jin enojado hablando tan rápido que se trababa.

-¿Acaso tu celo está cerca? Me sorprende que no se despertara repentinamente cuando encontraste a tu pareja destinada.

-Tonto, eso es un cuento inventado en fanfics. Si pasara de verdad al menos ya habría follado con JungKook.

-No creo, seguro le da un ataque de pánico. Aunque me gustaría que le ocurriera a JiMin. Ayer soñé que me lo follaba en el baño de la escuela, bueno no sería sueño si mañana lo hago realidad.

-Deja de pensar con el pene, Yoon. Estamos hablando de mí y mi virginidad obligatoria por culpa de un alfa que no parece tener las hormonas de un adolescente normal.

-Bien, omega desesperado, cuénteme sus problemas que yo dejaré el celular en la cama y me voy al baño a cagar.

-Tan delicado, Yoon. Bien, como te decía...

Seok Jin habló durante una hora (de los cuales YoonGi escuchó cuarenta minutos porque estuvo veinte minutos en el baño) y luego de contarle todos sus problemas llamó a TaeHyung para contarle lo mismo, solo que con él estuvo hablando por más de tres horas. Sí, era con el que más hablaba de ambos.

-Jinnie ¿todavía no te has ido a dormir?-JiSoo ingresó a su cuarto, encontrando almohadones y peluches por el suelo y a su pequeño omega en la cama sentado y de brazos cruzados.

-Nop-dijo haciendo un puchero, completamente perdido en sus pensamientos.

-¿Puedo saber por qué?

-Porque estoy pensando en cómo conquistar a mi alfa y hacer que salte a violarme.

-Ah, me recuerdas a mí cuando conocí a tu madre en esa primera empresa donde empecé a ser modelo-recordaba con una sonrisa JiSoo sentándose en la cama de su hijo-Yo también anhelaba lo mismo, pero tu madre tardó diez meses en besarme.

-¿Qué? ¿Por qué?

-Muy tímida, era la típica nerd antisocial.-sintetizó la omega.

-Eso quiere decir... ¿Que JungKook tardará diez meses en besarme?

-Y un año y medio en marcarte-Seok Jin sintió su alma irse de su cuerpo y escapar como un fantasmita animado-Pero eso depende. Tal vez no sea así.

-¿Y qué si sí?-preguntó desesperanzado el omega.

-Entonces...solo quedará esperar y ser paciente-Jin se levantó de repente en su colchón.

-¡Ya estoy cansado que todos me digan que sea paciente! ¡No puedo serlo! ¡No puedo, no puedo, no puedo!-gritó en berrinche dando saltitos en su cama.

-Entonces debes hacer algo al respecto, Jinnie.

-¿Pero qué? Lo he intentado todo.

-Menos ser paciente-JiSoo tuvo que esquivar el ataque de peluche volador-ya, pequeño omega berrinchudo. Tal vez debas decírselo.

-¿Que quiero tener sexo con él?

-Sí.

-Lo asustaré.

-Vale la pena el intento.

Seok Jin lo consideró. Sí, valía la pena el intento.

Si hay algun error haganmelo saber porque no lo pude corregir del todo.

Espero que les haya gustado el capitulo! besos!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro