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Anne: No tenías que hacerlo -Susurró a su novia a través de la ventana.

Marcy: Yo quería hacerlo -Contestó, mirándola como si fuese la más hermosa mujer que la chica de ojos verdes había visto en el mundo. Y así se sentía Anne Boonchuy siempre que estaba a su lado.

La chica de la ventana era capaz de convertir simples gestos en proezas que ninguna persona podría igualar.

Anne: Pero debió de costarte mucho dinero, Marcy... Solo esta rosa hubiese sido suficiente.

Marcy: ¿No te gustó mi regalo? -Una mueca de tristeza pareció en su rostro, y de inmediato la chica de ojos color azul se arrepintió por no haberse explicado mejor ante su novia.

Después de tantos malentendidos ocasionados por el Asperger de la chica de la ventana algo debía de haber aprendido.

Anne: ¡Me encantó! -Se apresuró a aclarar, una inmensa sonrisa apareciendo en el rostro de su novia, mariposas en su estómago agitándose ante la acción. ¿Cómo era posible que Marcy la hiciera sentir así con solo un gesto? El universo nunca lo sabría-... Pero el dinero que usaste para comprar esto...

Marcy: No te preocupes por eso. Era parte de mi fondo universitario, y sinceramente tú lo valías -Informó dulcemente, una luz iluminando sus ojos.

Anne frunció el entrecejo casi al instante.

Anne: ¡Marcy! ¡¿Gastaste dinero de tu fondo universitario en mí?!

Marcy: Si -Afirmó encogiéndose en hombros, como si realmente no importase demasiado este hecho.

Anne: ¡Marcy! ¡Tu educación es más importante que yo!

Marcy: No voy a ir a la universidad, Anne Banana... Mamá dice que no me dejara ir hasta que mi corazón no esté mejor, y dudo que eso suceda. Y, aunque pudiese ir, no lo haría. Quiero ser fotógrafa, Anne Banana... Solo necesito un par de buenas cámaras, materiales y unos cuantos meses en un buen curso. Nada demasiado costoso... Y si necesito dinero trabajaré. Es sencillo.

Anne: Aun así creo que gastar todo ese dinero...

Marcy: No permitiré que sigas hablando, Anne Banana. Quería regalarte flores, y eso fue lo que hice. Ahora solo mírame a los ojos y sonríe, porque amo verte sonreír.

***

Había llegado el día.

Faltaba poco para la operación de Sprig. La boda era en treinta minutos.

El sacerdote ya había llegado el hospital, al igual que el Juez. También los invitados, quienes eran solo los padres de Sprig, los padres de Ivy, su mejor amigo, Anne, Marcy, Amity y Luz.

Ivy estaba en el baño de la habitación de aquel hospital, preparándose. Dado que se trataba de Sprig, novio de la hija del dueño del lugar, tenía la mejor habitación y los mejores cuidados.

Marcy, Anne, Amity, Luz y Ivy estaban dentro del lugar, demasiado amplio y hermoso como para ser realmente un baño de hospital dónde una desconsolada novia lloraba sobre su sencillo vestido blanco, sabiendo que posiblemente, en menos de un día, ya sería viuda.

Anne observaba a su novia rodear torpemente con sus brazos a su pequeña amiga, sabiendo que la chica no estaba cómoda con la idea de hacerlo. Anne sabía que lo hacía porque su corazón no le permitía dejar a su amiga sola en un momento así. La conocía bien.

Amity y Luz apenas se miraban. O, mejor dicho, Amity apenas miraba a Luz. La morena había intentado hablar con su amiga un par de veces al llegar, pero la chica peliverde simplemente se alejaba, como si le doliese estar cerca de ella. Finalmente, Luz parecía haberse rendido.

Anne: Ivy, no llores. Sé que es difícil, pero Sprig no querría verte así.

Ivy: ¿Cómo lo sabes? ¿Cómo puedes pedirme que no llore? -No estaba molesta, estaba dolida. Y esto era cien veces peor.

La chica simplemente suspiró y se sentó junto Ivy en el suelo de aquel baño.

Anne: Hace ocho meses mi mamá recibió una llamada de mi abuela. Tenía cáncer terminal e iba a morir pronto. Muy pronto. Tomamos el primer vuelo disponible, y finalmente la encontramos en su habitación, con una enfermera tan estúpida que dudo que en realidad lo fuese... Yo no la veía seguido, pero la quería como no puedes imaginarte... Me dolía estar perdiéndola, así que comencé a llorar. Cuando me vio, ella simplemente me pidió que dejara de llorar, pero le dije que no. Le dije que lloraría porque ella iba a morirse, y era yo quien iba a sufrir por no tenerla. Le dije que lloraría hasta que ella se fuera, e incluso después de eso. Le dije que jamás dejaría de llorar porque me estaba destrozando -A este punto ya estaba llorando, Amity y Luz acercándose a ella y envolviéndola con sus brazos, olvidando por esos momentos todo lo sucedido días atrás-. Entonces ella comenzó a llorar, Ivy. Lloró, y yo jamás la había visto hacerlo. Yo estaba tan enojada y dolida porque ella iba a dejarme que, simplemente, no pude recordar que no había sido su elección... Fue entonces cuando comenzó a ahogarse. Sabía que se estaba yendo, e iba a morir llorando, todo por mi culpa. Comencé a gritar... Mis padres me sacaron de la habitación, y ella murió quince minutos después... Si hubiese sabido que eso sucedería habría sonreído. Falsamente, pero lo habría hecho. Y tal vez ella habría vivido un poco más, y habría podido decirle cuánto la quería... Y no habría muerto llorando... Está bien llorar, Ivy. Pero no cerca de él. Vas a romperlo. Más de lo que ya lo está... Te va a doler como la mierda, pero no llores, porque si no tú te sentirás como una.

Finalmente, Anne se entregó a las lágrimas, recordando el momento, abrazándose fuertemente a Amity y sintiendo las caricias de Luz en su espalda. Sabía que Marcy también deseaba abrazarla. Lo sabía porque la conocía bien. También sabía que habría decidido quedarse junto a Ivy, abrazándola con torpeza.

Ivy la necesitaba más.

Marcy: Recuerdo ese día -Escuchó susurrar a Marcy. Anne se alejó un poco del abrazo de Amity y la miró. La chica abrazaba a Ivy fuertemente, y, por primera vez, no parecía incomoda. Tal vez ella necesitaba un abrazo también-... Yo la vi morir, Anne Banana... Yo lo estaba mirando todo a través de la ventana y ella solo... No fue bonito y no fue ni un poquito bueno, pero no pude alejarme. Lo siento.

Anne: Seguro pensaste que yo era una pésima persona...

Anne observó como su novia negaba con la cabeza, una pequeña sonrisa en sus labios.

Marcy: Tal vez suene cruel, pero pensé que eras muy bonita.

[...]

Ivy finalmente había dejado de llorar y había limpiado sus lágrimas. Amity y Luz se ocuparon del maquillaje, y por primera vez desde que había sucedido lo del beso las chicas bromearon entre sí. Finalmente, la pequeña chica se miró al espejo, encontrando una sonrisa en su rostro.

Marcy: Te ves hermosa, Ivy-Susurró acercándose a su amiga, abrazándola como si en verdad quisiera hacerlo. Anne sabía, por el brillo en los ojos de Marcy, que estaba sufriendo en su interior, pero quería ocultarlo. Por su amiga. Por Sprig. Y, tal vez, por ella misma.

Lo cierto es que Ivy realmente estaba hermosa. Su cabello suelto en ondas, su sencillo vestido, sus zapatillas, su ligero maquillaje y su sonrisa, completamente sincera. Anne pensó que esa sonrisa en su rostro debía estar allí siempre.

[...]

La ceremonia fue sencilla, pero, aun así, hermosa. Podría describirla, pero hacerlo me tomaría mucho tiempo, y aun así no podría llegar a explicar la belleza del evento. Intentaría escribir los votos de Ivy, pero no podría lograr que las palabras tuviesen el mismo impacto. Podría intentar hablarles sobre las miradas que Sprig dirigió a Ivy en la ceremonia, pero decir que la miraba como si fuese la mujer más hermosa del mundo no sería suficiente. Ninguna palabra sería lo suficientemente buena, de eso estoy completamente segura. No puedo decir que el intercambio de anillos fue hermoso, porque la palabra se queda corta. No puedo explicar cuán conmovedora fue la ceremonia, pero decir que incluso el juez dejó escapar una que otra lágrima podría darles una ligera pista.

Anne y Marcy estuvieron abrazadas todo el tiempo, Anne rodeando los hombros de su novia, que lloraba discretamente sobre su hombro. La chica de los lazos sabía cuánto le dolía a su novia perder a uno de sus dos mejores amigos, así que simplemente se dedicaba a limpiar sus lágrimas con sus pulgares, y de vez en cuando con tiernos besos.

Cuando Anne volteó a ver a Luz grandes lágrimas resbalaban por sus mejillas y, aunque intentaba deshacerse de ellas, simplemente no lo lograba. Amity la miraba fijamente con los ojos humedecidos, dudando en sí debía abrazarla o no.

Lo hizo.

Lo hizo y Luz se aferró a ella, escondiendo su rostro en su cuello, la chica más alta acariciando su espalda dulcemente con sus manos. Anne suspiró. En otro momento habría sonreído, pero ahora viendo a el mejor amigo de Sprig, llorar mientras se abrazaba fuertemente a la madre del chico, mientras el padre mordía sus uñas, intentando retener sus lágrimas, simplemente no pudo hacerlo. Una lágrima bajó por su mejilla al ver a los padres de Ivy abrazarse fuertemente, como si estuviesen perdiendo a su propia hija.

En parte lo estaban haciendo.

Una vez que pierdes a alguien a quien amas no vuelves a ser completamente tu.

[...]

Sprig miraba fijamente el anillo que tenía en su dedo y luego el que había en el de Ivy, sonriendo, abrazándola mientras la chica estaba recostada en aquella pequeña camilla junto a su cuerpo. Anne seguía abrazada a Marcy, que había permanecido callada. No había soltado su mano durante toda la ceremonia, y tampoco la soltó después de ésta. Sabía que en cuánto lo hiciera tendría un ataque de pánico. Lo notaba en el ligero temblor en sus manos.

Amity y Luz se habían alejado luego de unos minutos, apenas mirándose. Ahora Amity estaba hablando con el mejor amigo de Sprig, un chico bastante callado que había terminado reconociendo como el ex novio de una de sus primas. Luz había ido al baño. Anne sabía, por el tiempo que llevaba dentro, que estaba llorando. Los padres de Ivy y Sprig seguían allí también, observando a la pareja sin decir nada.

Sprig: Ivy... -Escucho decir a Sprig. Era la única palabra que parecía recordar.

Ivy: Dime amor -Preguntó besando su hombro, abrazándolo fuertemente, como si de esta forma pudiese mantenerlo más tiempo a su lado.

Sprig: Ivy...- Volvió a decir, señalando los anillos que ambos compartían.

Ivy: ¿Qué sucede con los anillos? ¿No te gustan? ¿Quieres cambiarlos? Tal vez podamos retrasar la operación un día y buscar otros...-En sus ojos Anne noto que Ivy realmente deseaba que Sprig le pidiera esto. La chica solo parecía estar suplicando por un día más.

Pero el chico negó con su cabeza, una mueca de dolor apareciendo en su rostro al hacerlo. En sus últimos días el dolor era constante para el chico debido al creciente tumor.

Con delicadeza tomó la mano de Ivy entre las suyas y la besó antes de tomar el anillo y sacárselo, para luego colocárselo de nuevo con cierta torpeza. Después, comenzó a mover su dedo índice de un lado a otro y finalmente llevo su mano a su corazón.

Todas las personas en la sala entendieron. Casi todos, supo Anne de inmediato. Su novia no habría entendido este gesto debido a su Asperger, pero podría explicárselo más tarde.

Ivy: No me lo quitaré jamás. Lo prometo -Susurró, sus ojos humedeciéndose.

Sprig no le pidió a Ivy que no llorara. Anne jamás supo si no lo hizo porque solo lograba recordar una palabra o porque sabía que en ese momento su novia necesitaba hacerlo, pero el chico simplemente limpió las lágrimas de ella con besos y la abrazó con fuerzas.

En sus ojos, Anne vio el deseo del chico de quedarse un poco más.

[...]

Los doctores buscaron a Sprig diez minutos después.

El chico se despidió de Ivy con un beso que, la pequeña jamás olvidaría. No separaron sus manos hasta que la distancia entre ambos fue tan grande que podrían haber perdido sus brazos.

En cuánto la pequeña supo que Sprig no la estaba viendo simplemente se derrumbó sobre el suelo y comenzó a llorar. Anne sabía que su novia quería correr a abrazarla, así que liberó su mano. Cuando vio a Marcy abrazar a su amiga y llorar junto a ella supo que ambas estaban destrozadas, y no pudo hacer nada más que correr y abrazarlas a ambas. En menos de unos minutos, Amity y Luz se habían unido.

[...]

Marcy: Los médicos dijeron que podía vivir.

Ivy: Ellos siempre van a intentar darte algo a lo que aferrarte, Marcy. Tú lo sabes más que nadie.

[...]

Sprig murió cinco horas después.


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