1. Ya nada me queda

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


Mayo de 2005
Hospital San Mungo

Salí de la chimenea al vestíbulo del hospital, por la mañana llegó una lechuza indicando que me presentará pues debían comunicarme algo.

- Buenas tardes, vengo a ver al medimago Sayer- comuniqué a la señorita de la recepción.

- Buenas tardes, el medimago lo espera en su consultorio en el tercer piso- indicó.

Asentí murmurando un gracias y me dirigí al ascensor que me llevaría a la oficina. Desde que esa nota llegó hoy por la mañana una sensación de ansiedad y preocupación se instaló en mi cuerpo.

¿Será posible que la condición de mis padres haya empeorado?

Espero que no... No soportaría perder a alguien más, hace tres años mi abuela falleció. Desde entonces dejé el trabajo de auror y solicité una plaza como maestro de Herbología en Hogwarts...

Llegó a la oficina del medimago y tocó la puerta, desde adentro el medimago me permite la entrada...

- Señor Longbottom, pase y tome asiento, por favor- indica una vez ingreso.

- Buenas tardes- saludo- ¿qué es lo que debe comunicarme?- preguntó directamente.

- Esto es un tema muy delicado...- comienza- usted está al tanto que sus padres no tienen posibilidad alguna de recuperarse- hace una pausa y yo asiento- hay momentos en que presentan episodios de ansiedad que los altera y pueden hacerse daño ellos mismos o al personal y últimamente las pociones que se les administra no están haciendo efecto...

- ¿Y eso que significa?- interrumpí.

- Que los episodios de ansiedad se están presentando más seguido, luego de tantos años el cuerpo se ha hecho inmune a los efectos de las pociones, y si el episodio de ansiedad no es controlado ellos pueden llegar a herirse o incluso llegar a matarse...- el medimago dejó de hablar esperando una reacción de mi parte.

- ¿Existe alguna otra opción para tranquilizarlos?- pregunté luego de unos minutos.

- Con pociones ya es imposible hacerlo, existe otra opción, pero es una que debe ser tomada luego de analizarla muy bien- dijo un poco titubeante.

- ¿Cuál sería?

- Inducirles la muerte...- la palabras quedaron flotando en el aire.

¿Inducirles la muerte? No, eso significaría quedar solo, sin familia... Primero mi abuela y ahora ellos. Un nudo se formó en mi garganta y los ojos picaron por las lágrimas que se acumulaban.

- Señor Longbottom, sé que es una decisión muy difícil, pero es adelantar lo inevitable, así podrán morir en paz, sin dolor...- habló luego de ver que yo no decía nada.

Antes de poder decir nada, el patronus de un oso apareció...

- Medimago Sayer presentarse en el ala de psiquiatría, es de suma importancia...

Este desapareció una vez el mensaje fue entregado, Sayer se puso de pie de inmediato, con una mano me indicó que lo siguiera... Rápidamente entramos al ascensor rumbo a la sala Janus Thickey donde se encontraban mis padres.

Al aproximarnos a la sala, se escuchan gritos y las voces del personal tratando de calmar a alguien... Una enfermera corre al encuentro del medimago.

- El señor Frank se alteró, al parecer debido a una alucinación, intento ahogar a su esposa con una almohada, ella se alteró y no hemos podido controlarla- anuncio la chica no mucho mayor que yo.

- Bien, señor Longbottom, quédese aquí por favor...- comentó el medimago y luego salió corriendo ingresando a la sala.

Cauteloso fui acercándome al vidrio para ver qué sucedía.

La imagen que ví, fue desgarradora, mi padre estaba en el suelo inconsciente, con rasguños en una mejilla y un golpe en la frente y mi madre... Verla fue aún más doloroso. Grandes lágrimas recorrían sus mejillas y huía de cualquiera que se le acercará, pues en sus ojos se podía ver el terror que sentía, gritaba que no la tocarán, que prefería morir a decir alguna información...

De pronto, nuestros ojos se cruzaron, comenzó a caminar lentamente hacía donde estaba yo... Puso su mano sobre el vidrio y yo también.

Habían días en que venía de visita y ella se me quedaba viendo fijamente, como tratando de reconocer quién era yo, sus pupilas se dilataban y sus ojos se cristalizaban por las lágrimas, sin decir una sola palabra ella se levantaba y se iba a su cama...

- Por favor hijo, ayúdame...- su voz sonó distante y afectada por el llanto, luego se desmayó.

Sí, era una dolorosa decisión pero necesaria, mis padres ya habían sufrido mucho debido a su estado mental... Yo he sufrido tanto sin ellos a mi lado, cuando era un niño albergue la esperanza de que un día ellos se recuperarán, con el pasar del tiempo esa esperanza se fue, y ahora al ver el estado en que se encuentran, el dolor, el temor que sienten con esas alucinaciones, sé bien lo que debo hacer...

Aunque eso signifique quedarme solo...

La puerta de la sala se abre y el medimago Sayer, sale abatido por lo que ha pasado.

- Firmaré la autorización para inducirles la muerte, hágamela llegar vía lechuza...- no dí lugar a que el hombre dijera nada, me dí la vuelta rumbo a alguna chimenea par desaparecer de ahí.

▶▶▶

Tres días después del evento en el hospital, el medimago envío los papeles que debía firmar... Al parecer, es un método muggle que están implementando en pacientes que no tienen posibilidad alguna de cura o que ya están muriendo, así evitan una muerte dolorosa.

En los papeles me informaban que mañana mismo se le induciría la muerte a mis padres. Estampe mi firma y envié de vuelta los papeles.

Sin quererlo las lágrimas volvieron a mí, me sentía tan solo en estos momentos. A nadie le he contado la situación...

Abro la primer gaveta de mi escritorio y saco la fotografía de ella... Quisiera que estuviera aquí, reconfortandome con sus palabras...

Fuí un cobarde al dejar que se fuera. Hoy me arrepiento de no haber luchado por ella. Vuelvo a guardar la fotografía, tomó un pergamino para escribirle a Hermione...

Mi única amiga en los años de escuela, mi ayuda cuando me sentía incapaz de poder realizar algún hechizo, mi compañía cuando me sentía solo y relegado por mis compañeros de casa, mi consuelo cuando me insultaban...

Esperó pueda acompañarme mañana, con ella a mí lado me sentiré un poco mejor...

▶▶▶

En toda la noche, no pude conciliar el sueño, luego de enviarle la carta a Hermione, le comuniqué a Mcgonagall lo que ocurre, así también le informe que este año no daré las clases de Herbología.

Luego del entierro de mis padres me iré a Nueva York, la buscaré y espero no sea demasiado tarde.

Me levantó de la cama para tomar una ducha, siento el cuerpo muy tenso, cansado... Hermione me encontrará en San Mungo, agradezco infinitamente su compañía pues sé que estando solo no sería capaz de hacerlo.

Una vez listo, me introduzco a la chimenea, tomó los polvos flu y digo mi destino.

Aparezco de nuevo, en el vestíbulo del hospital, sigo directamente al ascensor a la oficina del medimago. Salgo del ascensor, en el pasillo, sentada en una silla, fuera de la oficina, está mi amiga...

- Hola...- saluda al verme y me da un abrazo, mi agitado corazón lo agradece.

- Hola Hermy- devuelvo el saludo- ¿tienes mucho de haber venido?

- No, hace unos minutos, vine con Draco, él ya está en sus consultas del día- explica la castaña.

En ese instante, la puerta de la oficina del medimago se abre...

- Señor Longbottom, señora Malfoy...- nos saluda a ambos con un apretón de manos- bien, ya está todo listo para proceder, vamos a la sala- nos indica que lo sigamos.

Hermy toma mi mano y me da un suave apretón, regalandome una pequeña sonrisa de ánimo.

Salimos del ascensor, entramos a la sala junto con el medimago. Mis padres están acostados en la cama, al parecer, se encuentran en calma...

- ¿Desea despedirse de ellos?- pregunta cauteloso.

- Sí...- respondo titubeante.

El hombre asiente y sale del lugar, Hermione quiere hacer lo mismo pero no la dejo indicando con la mirada que se quede, ella asiente y vuelve a tomar mi mano.

- Papá, mamá, esto no es nada fácil para mí...- comienzo- pero ya no quiero verlos sufrir, suficiente dolor han tenido desde que están aquí, yo los amo- mis ojos se nublan por las lágrimas- gracias por su ejemplo de valentía y fortaleza- suelto la mano de mi amiga y me acerco a ellos.

Ambos me observan, curiosos, preguntándose quién soy yo... Le dejó un beso en la frente a cada uno...

Una vez salimos de la sala, el medimago y una enfermera ingresan con dos jeringas que contienen un líquido transparente. Luego de inyectarlos, ellos cierran los ojos...

- Estarán bien, han caído en un sueño profundo y poco a poco su corazón se va deteniendo-
habla Hermione.

Ella vuelve a abrazarme y por fin las lágrimas retenidas salen, sacando el dolor que llevo dentro...

Ya nada me queda... Londres ya no es mi lugar, me iré y tal vez encuentre otras razones para seguir adelante, tal vez la encuentre a ella...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro