CAPÍTULO CUATRO: DULCES SUEÑOS MOJADOS

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Rebeca tardó pocos segundos en darle significado a la confesión de Charlotte. Si los Dillards eran sus suegros, quiere decir que... Katia era la novia de la chica del pelo rizo.

— No jodas—  fue lo primero que pudo expresar luego de semejante noticia— ¿Katia era tu novia?

— Sí...

— ¿Y por qué se dejaron? ¿Cómo se conocieron?

Charlotte sonríe al ver la cara de perplejidad y a la misma vez de curiosidad de Rebeca.

— Bueno... Nuestra historia fue complicada. Puedo resumirla en que ella no fue lo suficientemente madura como para sobrellevar nuestra relación.

— En los medios dicen que ha tenido varias parejas... Hombres. No dicen nada de que sea lesbiana.

— Los medios solo dicen lo que los demás quieren oír o peor, por lo que los demás les pagan para que todos escuchen. No les hagas caso.

— Pero... Revelar que ella es lesbiana, sería como que una bomba mediática, ¿por qué no difundirla?

— Rebeca, en este mundo hay gente tan ignorante... Tan cortas de mente. Digamos que existen personas que prefieren decir que son promiscuas antes de aceptar el hecho de que son del ambiente. Y de eso se ha encargado Katia. Como ya te dije es una ignorante.

— ¿Los Dillards sabían lo de ustedes?

— No, para ellos yo era solo la mejor amiga de su hija. Katia nunca hubiera aceptado lo nuestro públicamente.

— Ya voy entendiendo... ¿Crees que la actitud rebelde de Katia se deba a que guarda para sí lo que es realmente?

— Al no liberarse, no encuentra otra opción que matarse a sí misma entre el alcohol y los escándalos. A esa mujer sí que le encanta ser el centro de atención. Además, siento que es una campaña en contra de su padre. No sé si sabes, pero su esposa, la mamá de Katia, murió y él se volvió a casar al poco tiempo...

— Sí lo vi... Pero Charlotte, ¿por qué no te quedaste con ella para apoyarla? Claramente es alguien que necesita comprensión y amor.

— Ella así lo quiso... Mis padres le pagaron y amenazaron para que me dejara... Y para que se acostara con otro tipo...— dicide omitir la parte de la doble traición, ya que alguien a quien estimaba, estaba envuelto en el asunto.— Rebeca, esto no es una novela... Algo así no debe pasar. Su deber era advertirme y no dejar que eso pasara...

— Pero...

— Pero nada, Rebeca.

— ¿Se dejaron por eso? ¿Aún tú sabiendo la verdad?

— No, aún cuando lo supe, fui por ella. Ya sabes ese momento en el que creemos vivir en una película romántica... La busqué y le dije que la perdonaba... Que aún la amaba, apesar de que accedió al chantaje de mis padres... — apesar de que los dos la traicionaron, piensa para sí.

— ¿Y qué pasó?

— Me dijo que no estaba segura de sentir lo mismo. Que pese a que las cosas pasaron cómo pasaron, haber estado con ese hombre la había confundido. Que era joven para algo serio y que quería experimentar más... Y luego tuvo el descaro de pedirme un trío amoroso, pues el tipo nos quería a las dos en la misma cama.

— Qué hija de puta y él es un descarado.  

— Algo así, Rebeca.... Aunque ella no era así cuando la conocí. O al menos creí haber conocido a alguien diferente.

— Tus padres...

— Ellos formaron parte de mi desilusión amorosa, pero no puedo odiarlos. Gracias a ellos descubrí quién era realmente Katia... Sé que ella pasó por muchas cosas, pero eso no justifica su actitud hacia alguien que le dio todo... De todos modos, le ofrecí mi amistad y realmente quería ayudarla, pero ella no quería ser ayudada. Simplemente terminamos y cada quien por su camino.

Rebeca se sorprende al percatarse del nivel de confianza que está surgiendo entre las dos. Prácticamente la conoce hace algunas horas, pero siente que la conoce de toda la vida.

La noche llegó y sobre sus cabezas un manto de estrellas las cobija. El frío las abraza ferozmente, pero el alcohol lo hace tolerable. Ambas ríen y hablan sobre temas al alzar.
Luego de un ataque de risas por parte de ambas, se hace un profundo silencio. Las dos se miran fijamente a los ojos y Rebeca puede sentir su alma a través de Charlotte. La piel se le eriza y para cortar la electricidad que se está produciendo entre ellas, se le ocurre una idea alocada.
Rebeca se pone de pie y le extiende su mano a la chica del pelo rizo.

— ¿Qué vas a hacer?

— Algo muy loco...

— ¿Qué cosa?

— Hace un poco de calor, ¿no crees?

— No, al contrario... Creo que ya estás borracha, Rebeca.

— ¡Qué va ser!

Ríen como solo dos personas con alcohol en la sangre pueden hacerlo; sin control y a toda boca. Rebeca comienza a quitarse  el pantalón corto, pero sin retirar su blusa. Jamás se la quitaría.

— ¿Qué haces, mujer?

— Refrescándome un poco... ¡Vamos al agua!

— ¿Qué? ¿Estás loca? El agua debe estar congelá'.

— No importa, vamos.

Charlotte sonríe y también se quita la ropa, quedando así en ropa interior. Agarradas de la manos corren hacia el agua. Para sorpresa de Rebeca, el agua no está tan fría, al menos, no cómo esperaba. Las féminas comienzan a jugar dentro del agua; salpicándose agua de sal mientras ríen como si de dos viejas amigas se tratasen. Agitadas y con la respiración irregular, sus caras quedan una frente a la otra. Rebeca observa los grandes labios de la morena y piensa en que de seguro cualquier hombre se moriría por probarlos.
¡Qué hombre ni que hombre!... Ella también desea rozar los suyos con los de ellas. Sus rostros se aproximan significativamente. Está a punto de ocurrir algo de lo que Rebeca se arrepentirá por el resto de sus días... ¿Y si no se arrepiente? ¿Si esos gruesos labios que están a centímetros de los suyos resultan ser adictivos? ¿Y si...

— ¡AUCHH!—  grita Rebeca de repente cortando así lo que estaba a punto de ocurrir.

— ¿Qué te pasa?— pregunta con la preocupación pasando por su facciones.

—¡ME ARDE! — un lastimero chillido sale ee su garganta.

— ¿Qué te arde?—  cuestiona Charlotte con cara de preocupación.

— La pierna...— contesta entre dientes.

— Ven, salgamos del agua.

Una vez fuera del mar, Rebeca observa el área de donde procede el fuerte ardor de la pierna izquierda. Su pierna está completamente roja y tiene líneas del mismo color, como si le hubieran dado correazos.

— Algo me picó...

— Más bien te rozó... Se trata de un agua viva. Tranquila el ardor te pasará, pero tienes que orinar y untarte en la quemadura.

— ¿Qué?

— Como oyes, ve y orina.

— No... No haré eso.

— Tienes que hacerlo para que no te arda más. De todos modos te pondré hielo para la hinchazón.

Rebeca admira la autoridad y con la seguridad que Charlotte maneja la situación... Si no fuera por el agua viva, ¿de verdad hubiera permitido que ese beso fuera correspondido? No lo sabe, pero se pregunta qué le estará pasando por la mente a Charlotte en estos instantes. En el tiempo que Rebeca lleva sentada en la sábana, mientras Charlotte le coloca hielo, esta última actúa como si hace algunos minutos nada hubiera estado a punto de pasar. Ciertamente Rebeca asumió la misma actitud, pero en su interior muchos sentimientos la aplastan. Aún no cree el hecho de que estaba a punto de besar a alguien que conoció hoy... Y no solo eso, sino a punto de besar a otra mujer.

De regreso a casa en el auto hay un gran silencio. De esos realmente incómodos. Rebeca no deja de pensar en toda la locura de esta noche. Otros miles de pensamientos la consumen... El casi beso, el esbelto cuerpo de la morena... Inmediatamente quiere borrar ese pensamiento de su mente. ¿Qué estará pensando Charlotte? Rebeca la observa de reojo y esta está completamente concentrada en la carretera.

Charlotte se percata de que está siendo observada y voltea a ver a la mujer que la está mirando detenidamente.

— ¿Qué te pasa, Rebeca? ¿En qué piensas?

— En que no volveré a meterme al agua a obscuras. ¡Maldita agua viva!

Ambas se miran... Charlotte sabe que eso es en lo menos que Rebeca está pensando en estos momentos; Rebeca sabe que Charlotte conoce que no piensa en eso, pero por alguna razón, ya sea por nerviosismo o por relajar la evidente tensión entre las dos, ambas ríen sin parar.

— Sí, fue una pésima idea...

Rebeca cierra la puerta de su apartamento. Se recuesta en esta y toma un suspiro.

— ¿Dónde estabas, hermana mayor?

Rebeca lleva sus manos a su pecho debido al susto; no se esperaba ver a su hermana sentada en el sofá. Mucho menos que la estuviera esperando; siempre es Rebeca la que la espera. Mira el reloj que está pegado a la pared; son las diez y media.

— Llegaste temprano...

— Eh... La fiesta estaba de lo más aburrida. Aja, pero no esquives mi pregunta, ¿dónde estabas? Porque con Rodrigo no era...

— ¿Lo llamaste?

— ¿Qué querías que hiciera? No contestabas el celular y además no me dijiste nada...

— Ah, ¿ahora sabes cómo se siente?

— No evadas la pregunta...

— Estaba con una amiga.

— ¿Qué amiga? Si tú no tienes amigos...

— Bueno, bueno ¿y este interrogatorio?

— ¿Y ese nerviosismo?

— ¿Cuál nerviosismo?

— Hermana mayor, te conozco...-Coral abre la boca en actitud de asombro.- No me digas que se las estás pegando... ¡Sí, dime que sí! Dime que hay otro y que a este lo amas más que a Rodrigo... Por favor...

— Coral, por Dios, no seas disparatera.

Ante los ojos de Coral, Rodrigo nunca ha sido santo de su devoción. Ella piensa que su hermana mayor merece a alguien mejor. Pero, bueno, siempre ha respetado esa relación y la decisión de su hermana en aceptar ser novia de Rodrigo, por más estúpido e inmaduro que este le parezca.

— Entonces, ¿qué amiga?

— Una que conocí hoy.

Coral la mira extrañada.

— ¿Y ya es tu amiga?

— Bueno... Solo conocida. Es que como te habías ido y ya que estoy peleada con Rodrigo, no tuve otra opción que llamarla. Solo quería distraerme y celebrar.

— ¿Celebrar qué?

— ¡Que pronto comenzaré en Arquitectura Dillard's!

— ¡No! ¿De verdad?

— ¿Te llamaron otra vez?

— ¡Sí!

Ambas hermanas comienzan a dar saltos de emoción.

— Espera, ¿por qué estás enojada con Rodrigo?— el momento eufórico se acabó de sopetón.- Quiere decir que metí las cuatro al llamarlo.

— Probablemente mañana aparezca y me haga un espectáculo de celos y comience a especular cosas que no son. Fue que no llegué a nuestro almuerzo, luego se molestó, me colgó en la cara...

— Ay, Rebeca, yo no sé porqué sigues con él. Es celoso, machista, poco romántico... El sitio más fino que te puede llevar es a Sizzler.

 —No empieces, Coral... Sabes que a pesar de nuestras altas y bajas, él me quiere mucho y yo a él.

— Si, si, como digas. Me voy a acostar.

— Yo también. Te amo.

— Yo más.

Rebeca deposita un tierno beso en la frente de su hermana y luego se dirige hacia su habitación.
Ya bañada y con su pijama puesta, se acuesta en su cama. El mar de pensamientos vuelve a ahogarla. Luego de varios minutos de reflexión, llega a la conclusión de que debe enterrar lo que hoy estuvo a punto de pasar. Por ello, decide encender su teléfono móvil y llamar a su novio para arreglar todo. Concluyó que su confusión se debe al enojo que tenía con Rodrigo. Piensa que se estaba desquitando de la manera equivocada. Debe arreglar con él para que todo vuelva a caer en su lugar. Marca su número, pero este no contesta. Debe estar durmiendo, así que decide enviarle un texto.

Amor, de verdad lamento lo de esta tarde. Sabes lo mucho que te amo y no me gusta que estemos enojados. Esta mañana estaba con una amiga que necesitaba ser escuchada. Esta noche también estaba con ella... Si quieres te la presento. Sé que debes estar pensando lo peor... Pero nada que ver. Dulces sueños. Espero poder mañana hablar contigo. Besos.

Envía el texto y justo en ese momento llegó un mensaje.

Buenas noches... Que tengas dulces sueños mojados y... que estos ardan mucho. LOL

Rebeca sonríe. Esta chica es única, piensa para sí. Se coloca los audífonos y Arjona la arrulla con canciones que hablan sobre si el Norte fuera el Sur y sobre cuestionamientos acerca de la crueldad del amor hasta quedar profundamente dormida.

La última imagen que le vino a la mente antes de rendirse a la oscuridad, fue la de esa mujer de pelo rizo con sonrisa perfecta. No sé si lo han leído, pero una vez alguien dijo que el amor se trata de quién invade tu mente justo antes de cerrar los ojos; antes de sumergirte a la inconsciencia que te lleva a los pensamientos y recuerdos atesorados en la subconsciencia... De eso se trata; de la última persona que tu mente evoca.

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¡Hola, hola! ¿Cómo están?

Bueno, espero que haya sido de su agrado este capítulo... Como ya les dije, vamos poco a poco.
La historia va tomando forma. ^.*
Los amo mucho, mucho, mucho.

Pronto les daré una GRAN noticia, pero no quiero adelantarme. Es una sorpresa para todos ustedes. ¿Qué será!? Se los digo después. xD

Saludos a mis amigas que me apoyan siempre HazelBalvin-Rvrz & lunaangela2 ! Dos de mis favoritas siempre ❤️

¡Muah!


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