"Рядом с тобой навсегда"

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Se pudo ver el tiempo detenerse, más no se pudo hacer nada para evitarlo.

En un abrir y cerrar, no existían nada más que ellos dos, no había nada más importante.

Sus miradas conectadas, sus cuerpos tan cerca, sus respiraciones chocando, sus corazones latiendo a ritmos altos, todo en combinación hacia del momento algo único en la vida, pero sobretodo, algo que ninguno de los dos pensó que llegaría a ocurrir.

Alya, por su parte, cuestionaba lo que estaba ocurriendo, pensando si todo era real o estaba teniendo otra de sus habituales fantasías exageradamente realistas. Mientras que Masachika pareció perder todo su mal humor de golpe y ahora, lo único que podía sentir era una vergüenza enorme, eso y muchas ganas de que la tierra se lo tragase ahí mismo.

"¡¿Como se me ocurre decirle eso?!" Pensó Masachika desesperado, sabiendo que estaba jodido, la había cagado, se había regalado por completo y ahora estaba en completa evidencia.

"¿Q-que... que dijiste?" Pregunto Alya, con su rostro ruborizado a la máxima potencia, sintiendo que estaba por desmayarse de tanta emoción, sorpresa y ternura. Sin embargo, una pequeña chispa de confusión nació en ella, como una de sospecha que la hacia pensar en lo que esto significaba en realidad. No obstante, Alya de momento decidió ver por sus sentimientos antes que por su sentido común, dejándose llevar por el ambiente y ansiando que la situación escale a mucho más que simples palabras.

Masachika se sentía atrapado, sin escapatoria de la situación, pensaba que su única opción era sincerizarse y esperar que... luego de pasar un momento lindo con Alya, ella no se enoje con el por haberle ocultado que todo este tiempo sabía hablar ruso y claro, que siempre entendía todos esos coqueteos que recibia por parte de ella.

Pero, como por arte de magia, una idea radical y con una probabilidad decente de triunfar llegó a su mente. Al sentirse acorralado, Masachika no lo pensó mucho y decidio obedecer la idea que apareció repentinamente en su cabeza.

"Yo solo... repeti lo que dijiste..." Confesó con una expresión que se esforzaba por parecer despreocupada, pero no engañaba a nadie, su rostro estaba todo sudado de los nervios y sus mejillas pintadas de un tono carmesí oscuro, un claro y visible sonrojo que reflejaba la timidez y vergüenza que sentía en ese momento.

Para Alya, esta información fue... muy... shockeante, más que otra cosa, fue algo que la dejo como en las nubes, totalmente ida de este mundo.

Se quedo unos momentos así, procesando la revelación anterior, mientras que Masachika comenzó a arrepentirse de haberse acobardado nuevamente, peor aún cuando vio como Alya comenzó a temblar de forma asustadiza como si estuviera perdiendo fuerzas, siendo la gota que derramó el vaso, divisar la expresión triste y decepcionada que la chica tenía en su rostro.

"Creo que lo arruine..." Pensó Masachika con una profunda pena, siendo que, casi al instante, tuvo que recibir un golpe no intencional por parte de Alya, quien sólo se desplomó encima de él, como si se hubiera desmayado.

El cuerpo de Alya cayó encima de Masachika, ambos estaban uno encima del otro, pero en una situación donde no podía sentirse como algo romántico, sino más como algo extraño e inesperado, sobretodo para Masachika, quien soportaba el dolor de estar siendo prácticamente aplastado por Alya, quien seguía fuera de sí.

Pasaron unos pocos segundos así, donde Masachika intento quitarse de forma cuidadosa a Alya de encima mientras exigía una explicación. No obstante, la situación sólo cambió cuando Alya recupero el control de su ser, volviendo a la realidad finalmente.

Una leve risa, seguida de una carcajada más fuerte vino por parte de la peliplateada, quien aún con una expresión notablemente deprimida, parecía querer dar la imagen de estar totalmente bien.

"¡Eres un... tonto...!" Quiso decir Alya en un tono de burla, en un intento de cambiar el drama de la situacion, sin embargo, lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos, lágrimas cristalinas que la delataron totalmente, haciendo imposible que Alya pueda fingir estar totalmente bien "Tú... tonto... ¡tonto!" El sentimiento de furia comenzó a llegar a ella, junto al de una tristeza y dolor intenso que solo intensificaba el resto de las emociones que sentía "¡Idiota!" Cerró sus puños con fuerza, dando golpes consecutivos leves en el pecho de Masachika, mientras sentía su cabeza arder por el estrés del momento "¡¿Siempre supiste lo que te estaba diciendo?!" Pregunto, buscando desesperadamente una respuesta honesta por parte de Masachika.

El joven castaño se quedó mudo por unos segundos, dándose cuenta de que su excusa no había funcionado y que Alya había descubierto su secreto. Por más que el estaba seguro de tener la capacidad para manejar la situación hasta el punto de salir impune y con una mentira más agregada a su lista, por esta vez decidio ser completamente honesto por el pensamiento de querer formalizar las ideas, pensamientos y sentimientos que sentía por todo su ser desde hace tiempo.

Sintiendo los golpes de la chica en su pecho una y otra vez, Masachika los detuvo con una mano, observo en seco a Alya, quien se veía con un rostro sumergido en el llanto y el dolor.

Antes de poder decir algo, Alya forcejeo con el para que este mismo la soltara, cosa a la que Masachika se negaba rotundamente.

"¡Eres un idiota!, ¡¿por que me dices esto justo ahora cuando te confesé mis sentimientos?!" Exclamó desesperada, continuando haciendo fuerza por querer escapar del agarre de Masachika "¡¿Siempre estuviste jugando conmigo?!, ¡¿dejabas que yo te dijera todas esas cosas mientras tú te hacías el tonto?!, ¡¿POR QUE TE BURLAS DE MI DE ESTA FORMA TAN CRUEL?!" Reclamo con mucha más furia, queriendo librarse del agarre de Masachika para darle un fuerte golpe en la cara "¡YO REGRESE DE MI VIAJE SOLO PARA VERTE!, ¡ESTABA PREOCUPADA POR TI, TODOS LOS DIAS LO ESTUVE!, ¡CADA NOCHE ANTES DE IRME A DORMIR PENSABA EN COMO ESTARIAS Y DESEABA PRONTO VOLVERTE A VER!" Finalmente, Alya ceso sus intento de librarse de Masachika, pues ya había perdido mucha fuerza. Aún así, este no fue un impedimento para dejar de hablar, solo que ahora lo hacía con un poco menos de intensidad "¡¿Todo para que...?!, ¡¿para descubrir tu secretito?!, ¡¿para descubrir que todo este tiempo siempre supiste lo que sentía y decidiste hacerte el idiota al respecto?!, ¡¿que clase de persona eres?!" La rabia y frustración tomaron lo peor de Alya, claramente, haciendo que diga cosas algo hipócritas sin darse cuenta, pero de todas formas, eran palabras que salian desde su corazón, cargando sus sentimientos en cada palabra dicha.

Masachika, con una expresión de dolor y arrepentimiento, miró a Alya a los ojos con la culpa atomertandolo.

"Lo siento, Alya, no quería lastimarte. Es cierto, siempre supe lo que me decías,  pero tenía miedo de decirte la verdad porque... yo..." Masachika se detuvo en seco, sabiendo que esa parte de su pasado era difícil de procesar para el "No quería pasar por algo tan difícil otra vez... queria conservar tu amistad y seguir viviendo el día a día como lo iba haciendo, pero recientemente me he dado cuenta de que eso fue un error grave..."

Alya, exhausta y con lágrimas en los ojos, miró a Masachika sin poder mantener la compostura. Su mirada sobre el era seria, fría y fuerte, pero también era temerosa, impotente y débil

Masachika tomó una profunda respiración y dijo: "A decir verdad... esto es mayormente tu culpa, Alya, porque al final... tú eras la que seguía confesandose en ruso pensando que yo no entendía nada. Si nunca te decía la verdad de que siempre te entendí cuando te me confesabas en ruso, ¿hubieras seguido así por siempre...?" Pregunto el pelicastaño, tomando una actitud más seria.

Alya se quedó atónita ante las palabras de Masachika, sintiendo como si hubiera recibido un golpe en el estómago. No podía creer que él estuviera culpándola por su propia confusión y dolor.

"¿Cómo puedes decir eso?" Preguntó, su voz temblando de rabia y tristeza. "Yo pensaba que era la única que sentía algo por ti, y tú... solo me estabas mintiendo todo el tiempo..." Quiso excusarse, pero el peso de la verdad comenzaba a ganarle.

Masachika se encogió de hombros, manteniendo su actitud seria. "No te mentí, Alya. Solo no dije la verdad en algo que no era necesario. Mientras que tú me estabas confesando tus sentimientos en un idioma que pensabas que yo no entendía. ¿No te parece un poco hipócrita culparme a mí por no decir la verdad cuando tú estabas haciendo lo mismo?"

Alya se sintió abrumada por la lógica de Masachika, pero su orgullo y dolor no le permitían admitir que él tenía razón.

"No es lo mismo", Dijo, su voz cada vez más débil. "Yo pensaba que era la única que sentía algo por ti. No sabía que tú también... me amabas..." Decir esas palabras aún la hacían temblar, al no poder creérselo. Sin embargo, no podía disfrutar al máximo de la felicidad de saber que Masachika la amaba, pues ahora mismo, existía el riesgo de perder ese amor.

Alya se sintió atrapada en una red de emociones encontradas. Por un lado, sentía rabia y tristeza por la mentira de Masachika, pero por otro lado, no podía negar que ella también había tenido su parte de culpa.

"No es lo mismo" Repitió, tratando de justificar su comportamiento.

Masachika la miró con una expresión de tristeza. "Alya, no te culpo por no saber que yo te amaba. Pero sí te culpo por no intentar hablar conmigo de manera honesta. Si hubieras hecho eso, quizás las cosas hubieran sido diferentes".

Alya se sintió golpeada por las palabras de Masachika. Sabía que él tenía razón, pero no quería admitirlo

"Tú también tienes la culpa" Dijo con algo de irritación, sintiendo pena y rabia al mismo tiempo, tratando de defenderse a toda costa "Tú también me mentiste".

Masachika asintió. "Sí, tengo parte de la culpa. Pero no te mentí por maldad, te mentí por miedo. Miedo a perder tu amistad, miedo a que no sintieras lo mismo por mí, miedo a que nos separemos como me separe de mi amiga de la infancia hace años..." Menciono, recordando brevemente ese momento de su niñez.

Alya se sintió abrumada por la sinceridad de Masachika. No podía negar que él también había tenido sus razones para actuar de esa manera. "Yo... no sé qué hacer..." Aclaro, sintiendo que estaba perdida.

Masachika se acercó a ella y la tomó de la mano. "No tienes que hacer nada, Alya. Solo necesitas escuchar tu corazón. ¿Qué es lo que realmente quieres?" Pregunto con empatia, tomando un valor inusual de repente que hizo sonrojar a Alya "Yo he estado pasando por días horribles últimamente, por eso mismo, estoy dispuesto a formalizar mis sentimientos por ti en lugar de seguir haciendome el tonto, dejando que los días junto a ti pasen de forma tan pasajera. Eso es algo que simplemente no puedo permitir. Pero... no puedo actuar sin que antes tú me correspondas como debe ser... Alya..." Continuo diciendo, empleando posturas, frases y actitudes que aprendio de los muchos mangas y animes de romance que llego a conocer "Asi que... te lo preguntaré directamente... de una forma en la que se que me entenderás..."

Alya guardo silencio, observando con detenimiento a Masachika, quien parecía estar por sorprenderla de una forma que no se esperaba, ni siquiera el mismo.

Con las mejillas ruborizadas, su temperatura alcanzando su punto más alto y con la mente hecha pedazos por todos los escenarios ficticios haciéndose presentes, Alya se preparo para escuchar lo que Masachika tenía para decirle, sabiendo que esta vez, no habría bromas, no habria juegos, ni habría chistes.

"Хочешь быть со мной, навсегда?" (¿Quieres estar conmigo, por siempre?)

Una frase típica de su anime favorito, aquel que consideraba como una obra maestra de la animación japonesa y un bellísima arte por retratar los sentimientos humanos de forma tan explendida y atractiva.

Masachika lo tenía claro, pasar todos esos días con Alya, desde que la conoció hasta ahora, más los días que estuvo solo hicieron que entienda que no quería seguir viviendo más días al lado de Alya de esa forma por más buenos que pudieran parecer, porque al final, esos días llegarian a su fin si permanecían solo como amigos. Masachika comprendía que por no arriesgarse, se estaba perdiendo de algo maravilloso, algo hermoso y mágico que no encontraría en ninguna parte, se estaba perdiendo, de la oportunidad perfecta de ser feliz al lado de la persona más maravillosa que ha conocido.

Estaba dispuesto a cambiar eso, pero claro, ahora todo dependía de Alya y de la respuesta que vaya a darle.

Alya se sintió abrumada por la sinceridad y la emoción en la voz de Masachika. No podía creer que él estuviera siendo tan honesto y vulnerable con ella. Cuando él le preguntó "Хочешь быть со мной, навсегда?" (¿Quieres estar conmigo, por siempre?), Alya sintió que su corazón se detenía.

Miró a Masachika a los ojos y vio la sinceridad y la esperanza en ellos. Sabía que no podía mentirle, no podía decirle que no. Porque la verdad era que ella también lo amaba, con todo su corazón.

Por más que tenía miedo, sabía que no podía arrepentirse, no ahora que veía la oportunidad de iniciar algo hermoso, algo que estuvo buscando desde hace mucho, el amor de su Masachika-san, el chico que con su energía le robo el corazón, algo que nunca nadie más había hecho.

Con una voz temblorosa, Alya respondió en ruso: "Я буду с тобой, рядом... навсегда, потому что я тоже тебя люблю, как солнце любит луну" (Estaré contigo, a tu lado... por siempre, porque yo también te amo, como el sol ama a la luna).

Masachika sonrió, sus ojos brillando con lágrimas de felicidad mientras que sus mejillas se sonrojaban fuertemente por aquella última frase tan linda, sobretodo por el acento ruso de Alya.

En este momento, sabía que había tomado el riesgo correcto, sabía que Alya sentía lo mismo por él y no podía estar más feliz.

Toda la depresión anterior desapareció de golpe al entender que sus sentimientos habían sido correspondidos, por fin, la vida le sonreía, permitiendo que el también pueda sonreír de forma genuina, expresando la sonrisa más grande y agradecida que jamás nadie sobre la tierra tuvo.

Masachika se acercó a Alya y la abrazó fuertemente, sintiendo que su corazón estaba completo. Teniéndola en brazos, pudo distinguir su dulce aroma, su suave tacto y su delicada piel, una sensación cálida lo invadió dejandolo a merced de seguir dejándose llevar por estos estímulos tan acogedores.

"Я тоже тебя люблю, Аля" (Yo también te amo, Alya) Le susurró Masachika en su oído, con una voz que estaba a punto de romperse de lo emocionado y feliz que estaba.

En ese mismo instante, Alya supo que había encontrado su hogar, su refugio, su alma gemela, y que nunca más estaría sola, porque Masachika estaría siempre a su lado, tal y como ella estaría siempre al lado de él.

Como una promesa de dos niños pequeños, una promesa que nunca romperian, sin importar que.

Alya se sintió abrumada por la emoción del momento, sus brazos rodearon a Masachika con fuerza, sintiendo que su corazón latía al unísono con el de él. La voz de Masachika en su oído, susurrando "Я тоже тебя люблю, Аля" (Yo también te amo, Alya), la hizo estremecer de emoción.

Sin saber cómo, sus labios se encontraron en un beso tierno y inexperto, como si fueran dos almas que se estaban descubriendo por primera vez. El beso creció en intensidad, y pronto se encontraron perdidos en la pasión del momento.

La habitación estaba iluminada solo por la luz de la luna, que se filtraba a través de la ventana, creando un ambiente mágico y romántico. Los corazones de Alya y Masachika latían con fuerza, como si estuvieran siguiendo el ritmo de la luna.

Sin palabras, se dejaron llevar por la emoción del momento, y su amor se consumó en un abrazo apasionado, rodeados por la luz de la luna y el brillo de sus corazones.

En ese momento, sabían que nada podría separarlos, que su amor era fuerte y verdadero, y que estarían juntos para siempre. La promesa de dos niños pequeños se había convertido en una realidad, y su amor brillaba como una estrella en el cielo nocturno.

Algo demasiado cliché para el gusto de muchos, si, pero que importa. Un poco de romance puro y verdadero nunca hace daño a nadie.

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Al día siguiente, ambos despertaron juntos, en la misma cama.

No sabían exactamente qué había sucedido, pero si sabían que los había llevado a eso, por lo que solo decidieron rezar porque ese momento de pasión desenfrenada no traiga consecuencias no deseadas.

Ahora que ambos ya eran una pareja oficialmente, tenían muchas cosas que hacer, Masachika podría liberar su actitud más amorosa con Alya sin sentirse avergonzado y Alya podía expresar todo su amor en Ruso, ahora que sabía que Masachika también entendía perfectamente el idioma con el que ella se sentía más cómoda.

Pero antes de que pudieran comenzar con los cariñitos típicos de una pareja recién salida del horno, algo interrumpió su privacidad de forma repentina.

"¡Hermanito, adivina quien regreso-!" Yuki se quedo muda y atónita con lo que sus ojos presenciaban, la hermosa y respetada estudiante Alya, desnuda junto a su hermano al que ella siempre se quiso comer de adentro hacia afuera de forma no literal.

Las miradas de los tres chicos chocaron entre sí, nadie decía palabra alguna, todos estaban completamente desconcertados.

Pero luego de unos largos segundos que parecieron horas, Yuki sintió que tenia la fuerza suficiente para decir algo que rompería la tensión del momento.

"El enamoramiento entre hermanos, también conocido como "lo mejor que puede existir" o como "el mete y fuga más placentero de tu vida" puede ser causado por una combinación de factores psicológicos y ambientales.

Algunos de estos factores incluyen:

- La proximidad y cercanía emocional entre hermanos, especialmente durante la infancia y adolescencia.

- La falta de límites claros y saludables en la relación entre hermanos.

- La búsqueda de afecto y atención en un entorno familiar disfuncional.

- La identificación y emulación de roles y comportamientos entre hermanos.

- La calentura por temas de ovulacion en el caso de las mujeres o porque simplemente son enfermas adictas al pene como los hombres son adictos al porno y a que le metan dedos por el culo.

Es importante destacar que el enamoramiento entre hermanos no es común ni aceptado en la mayoría de las culturas y sociedades, y puede ser perjudicial para la salud mental y emocional de los involucrados. Sin embargo, estos hechos sólo hacen que la experimentación de este estado sea tan agraciado, pues es una experiencia que definitivamente no encontrarás en ningún lado"

Una vez que Yuki terminó de decir todo eso, se fue lentamente y cerró la puerta con fuerza, solo para correr a su habitación y encerrarse en la misma, teniendo la importante labor de atender la ondas de choque que Masachika comenzó a enviar de forma inconsciente hacia su útero.

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