Los cuatro meses de castigo pasaron de volada para Lincoln Loud, quien pudo recobrar su vida de antes después de esta amarga pesadilla... Bueno, casi en su totalidad.

Volvió a la escuela, sus amigos lo aceptaron de vuelta en su grupo, a él y a Clyde que salió bajo libertad condicional, y reforzó su amistad con Ronnie Anne Santiago, su tan preciada amiga de la infancia a la que se dedicó a visitar en la gran ciudad todos los fines de semanas a partir de entonces hasta que se graduaron e ingresaron a la misma universidad. Lo que les permitió reconectarse y gozar de su mutua compañía como en los viejos tiempos. Unas veces iban al cine, otras al arcade, otras al parque de diversiones y demás.

–¿Entonces, lo tuyo con Charlie se terminó? –le preguntó ella un día que paseaban por el parque tomando un rico helado–. ¿Fue todo?

–Así parece –asintió él, cabizbajo, pero resignado–, y no la culpo después de lo que le hice.

–Lo siento. ¿Estás bien?

–No. Pero lo voy a estar.

Había ratos que a Lincoln se le pasaba por la cabeza tomar la mano de Ronnie Anne, quien muy en el fondo aguardaba hiciera eso. Pero tanto él y ella sabían que no debían extralimitarse. Si cabía una mínima posibilidad todavía a que su amistad escalara a algo más, como muchos otros y hasta ellos mismos llegaron a pensar alguna vez, aun no era tiempo, pues todavía quedaban heridas que sanar. No, lo que tenían de momento estaba bien.

–Ahí estás.

La pareja de amigos detuvieron su paso y suspiraron de lo más fastidiados. Lastima que su agradable paseo por el parque se arruinó al cruzárseles en su camino la persona a la que menos deseaban ver.

–¿Ahora que quieres, Chloe? –refunfuñó Lincoln.

–Nunca te vas a librar de mi, Loud –amenazó la muchacha riendo de forma altanera–. ¡Ahora quiero ese culo blanco y pecoso en mi cama!

–Yo me encargo de esto, Linc.

Moviéndose con tal agilidad que Chloe no tuvo ocasión de evadirla, la joven hispana se adelantó a su amigo con una mano oculta en el bolsillo de su pantalón. Con la otra sujetó a la castaña enana de la blusa y la levantó del piso. Acto seguido sacó un gas pimienta en aerosol de los más corrosivos que había en el mercado y apretó la boquilla a fondo hasta vaciarle dos terceras partes en toda la cara.

¡Ssss...!

–¡YAAAAAY...! –aulló Chloe al sentir que la quemaba un ardor de los mil demonios–. ¡MIS OJOS!

Tras lo cual Ronnie Anne la soltó y esta cayó despatarrada al suelo con los ojos rojos, hinchados, lagrimeantes y su nariz picando y moqueando.

–¡HIJA DE PUTA!

–Esa fue sólo una advertencia –avisó Ronnie Anne inclinándose ante ella–. La próxima vez que te acerques a Lincoln, o sepa siquiera que volviste a hablarle, te voy a vaciar el resto de la lata en medio de las piernas, a ver si con eso le bajas a tu calentura.

Agradecido, su amigo el peliblanco la abrazó por detrás.

–Mi héroa.

–¡Eh, tú! –no obstante Ronnie Anne lo apartó de un empujón–. Sin apapachos, rarito, sin apapachos. Todavía tienes un asunto que atender.

–Es verdad –asintió Lincoln.

Con que ella sonrió complacida y lo tomó de la mano para guiarlo fuera del parque, dejando ambos tras de si a Chloe que se retorcía y chillaba ardida, en sentido figurado y literal.

***

Cuando regresaron a la cuadra donde se alzaba el edificio en el que residían los Casagrande, vieron que ya tenían todo preparado. Por lo que Ronnie Anne se llevó a Lincoln a su apartamento para que acabara de alistarse.

A cada lado de la calle estaban montadas las tribunas en las que el publico aguardaba a que iniciara la función. Entre estos se encontraban Bobby, la señora María Santiago, los Casagrande, Sergio, Lalo, los señores McBride, los amigos tanto de Lincoln y Ronnie Anne con sus parejas y toda la familia Loud en general contando desde las hermanas de Lincoln que aun vivían con él en casa y las que ya no, sus padres, los abuelos Leonard y Albert, la tía Ruth y hasta las mascotas. Todo mundo se presentó para la ocasión. Hasta Flip que recorría las tribunas vendiendo bebidas gaseosas, palomitas, dulces y cacahuates.

En medio de las dos tribunas se alzaba un Ring de boxeo, en el que Clyde esperaba luciendo unos pantaloncillos azul oscuro, los guantes reglamentarios y un exosqueleto robótico que Lisa había integrado a sus piernas y cintura para que pudiera movilizarse con mayor facilidad.

A los pocos minutos, Lincoln subió con él al ring vistiendo unos pantaloncillos similares de color anaranjado y calzando ya sus propios guantes. En esto, la multitud pidió a gritos que diera inicio el encuentro.

–¡Tú puedes, Lincoln! –ovacionó Ronnie Anne a su amigo tras ocupar su lugar en las tribunas.

–¡Dale duro, Clyde! –ovacionó Lynn al otro muchacho.

De modo que ambos se acercaron al centro del ring y juntaron los puños a modo de saludo.

Luego que Carl, que fungía de árbitro, les explicara las reglas básicas de no soltar golpes bajos, patadas y cabezazos, Clyde insistió en preguntar a su amigo:

–Lincoln, ¿seguro quieres seguir con esto? Ya te dije que te perdonaba.

–No, no –negó el otro entre risas–. Siento que me libré muy fácil... A no ser, claro, que todavía te duelan la espalda y el trasero, en cuyo caso lo podemos dejar para otro día.

–Descuida, estoy perfectamente bien.

–Pues, entonces, a darle.

–Está bien, tú lo quisiste.

–¿Quieres tocar la campana, Apolo?

–De acuerdo... Ding, ding...

¡Ding! ¡Ding!

Y en lo que empezaban a intercambiar golpes, Luna conectó su guitarra al amplificador para ambientar mejor con su música el encuentro que daría por zanjado este conflicto.

–It's the eye of tiger it's the thrill of the fight.
Rising up to the challenge of our rival.
And the last known survivor stalks his prey in the night,
and he's watching us all with te eye...
Of the Tiger...

FIN

***

Un agradecimiento muy especial para todos ustedes, mis estimados lectores, por el apoyo que le han dado a este escrito, que con toda franqueza no esperaba fuera a tener tan buena recepción :-D

Lo unico que me queda es prometerles que seguiré esforzándome por traerles nuevas parodias iguales o más divertidas a esta a futuro y recordarles lo mucho que aprecio hayan dejado sus votos y reviews que son lo que me motiva a seguir dandole a esto como a moto que no prende XD

Hasta que nos volvamos a leer este 2024 que está por venir, se despide de ustedes su buen amigo StarcoFantasma esperando que la hayan pasado bien y deseándoles de antemano que tengan un feliz año :-)