Capitulo 15

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La lluvia ya había cesado. Afuera las nubes continuaban grises pero sin ningún rastro de lluvia. En mi todavía estaba ese sentimiento de culpabilidad; el dejar que Raph se haya ido solo me carcomía por dentro.
¿Cómo pude dejar que se fuera?

Ya pasaron horas, de seguro que debe estar sano y salvo sea donde vive, pero ¿y si no?

Desde que lo conocí, el me hacía bastante bipolar con respecto a los sentimientos que sentía por él. Esperen…. ¿siento algo por el?. Ya ni puedo responder mis propias preguntas.

Mi vista se posó en la ventana, creo que caminaría un poco para despejar un poso mi mente de todo esto.

Las calles estaban mojadas por la lluvia, y el olor a humedad es presente. El sol empezaba a asomarse, dentro de poco secaría todo. A medida que me iba aproximando al centro, pequeños locales de ropa empezaron a aparecer. En una vitrina vi una camiseta muy linda y me acerque a verla mejor.

Me vi reflejada en la vidriera del local. Estaba vestida toda de negro, Kyle tenía razón sí que soy toda una emo, pero algo llamo mi atención. Mis ojos… ellos estaban raros. Me acerque aún mas al vidrio; vi que mis ojos grises empezaban a cambiar y en su lugar estaban siendo reemplazados por ojos rojos. Las puntadas que tanto odiaba empezaban a hacerse presentes. Mi reflejo sonreía, mis ojos y cabeza dolían a más no poder. Algo se apoderaba de mí, las voces empezaron a gritarme que me dejara dominar. El temor se apodero de mi mente.

- ¡Ya para!- grité.

Caí de rodillas al suelo y cerré los ojos asustada, esto jamás me había pasado. Con temor volví a abrirlos, mis ojos ya eran los mismos. Mire a través del vidrio, las personas dentro me miraban raro. Me puse de pie y me aleje del lugar, asustada y avergonzada.

(***)

Mi caminar es lento y temeroso. Siempre habia tenido esos dolores de cabeza que ya eran normales, pero que mi reflejo sonría sin que yo lo haga y que mis ojos cambien, eso si que es nuevo. Necesitaba sentarme cuanto antes para asimilar todo lo que me había pasado.

A unos metros divise un pequeño parque. Me acerque a él y me senté en una de las hamacas. Me sostuve de las cadenas y baje la cabeza mirando mis pies.
Realmente me asustaba lo que acababa de pasar. ¿Y si esto se repetía como me controlaría? Porque estoy segura que esto se repetirá y será mucho peor.

De tanto pensar no me di cuenta que alguien había empujado el columpio donde estaba.

- ¿Qué haces aquí?- dije lo más tranquila posible, tratando de ocultar la preocupación de mi voz.

- Pues decidí dar una vuelta y me encontré a una chica sexy en un columpio y decidí acercarme.

- Gracioso con lo de "sexy" Kyle- sonreí apenas.

- Y tú que haces aquí- dijo mirándome con esos hermosos ojos celestes.

- Siempre que la lluvia cesa me gusta salir a caminar, es una “costumbre” que tengo.

- Bueno- dijo recargándose en uno de los postes que sostiene los columpios- yo igual.

Realmente fue bueno hablar con Kyle. Empezamos a hablar de temas triviales, de cosas que no tenían sentido. A medida que hablaba con él, ese nudo en mi garganta y estomago iban desapareciendo. Creo que él se dio cuenta de eso.

- Deberíamos ir a comer algo- anunció.

- Es tarde- dije mirando la hora en mo teléfono.

- ¿Y eso que? Vamos- insistió.

- No lo sé- aparte la vista y apreté las cadenas de los columpios- apenas te conozco.

- ¿Sabes como me llamo?

- Kyle- dije sonando obvia.

- Y tú Victoria ¿eso no te basta para decir que nos conocemos?

- Buen punto.

- Entonces ¿quieres ir a comer conmigo?

- No me cancelaras ¿verdad?- dije levantando una ceja.

- No, esta vez no lo hare- dijo con una sonrisa. Suspire y comence a caminar.

Ambos íbamos en silencio, pero no un silencio incomo sino uno reconfortante. Realmente no sabía que temas hablar con Kyle, esta es mi primera vez saliendo con él. Ahora que lo pienso...

- Kyle... ¿esto es una cita?- dije recalcando la última palabra.

- No había pensado en eso- contesto y volvió su mirada al frente- tómalo como quieras.

- ¿Porque me cancelaste el viernes?- dije sin apartar la mirada de él mientras caminábamos. Kyle guardo un poco de silencio, seguramente formulando la respuesta que fuera a darme.

- Tenia…

- Y no acepto un "tenia mejores cosas que hacer"- lo interrumpí. Esbozó una sonrisa y prosiguió.

- Tenía que arreglar unos temas- dijo serio.

- ¿A que te refieres con eso?

- Me refiero a que tenía que arreglar unos temas con… otro chico- contesto.

Decidí dejar el tema, no lo forzaría ya que si yo me encontrara en su misma situación, tampoco querría eso. Volví mi vista al frente, no me había dado cuenta que ya estábamos en el centro.

Como la mayoría de los restaurantes ya estaban cerrando debido a la hora, decidimos ir a un McDonald’s que está abierto las veinticuatro horas. Entramos al lugar y no había nadie, que suerte. Luego de pedir mi cuarto de libra y Kyle una hamburguesa bastante grande fuimos a sentarnos en uno de los lugares alado de una ventana, siempre para comer me gusta mirar hacia el exterior. Ya sentados ambos empezamos a comer o mejor dicho devorar nuestras hamburguesas. Mi cuarto de libra estaba riquísimo, esto es la gloria.

- Emo cuéntame sobre ti- dijo Kyle con la boca llena de hamburguesa, reí ante eso.

- ¿Que quieres que te diga?- dije riendo. Tomo un poco de su coca cola antes de hablar.

- Lo que tú quieras.

- Te parece si jugamos a ese juego de las veinte preguntas, desde que oí hablar de el siempre quise hacerlo.

- Está bien- me contestó- tu empiezas.

- Cuántos años tienes- dije, el rio.

- ¿En serio me preguntaras eso?- dijo riendo.

- Hey- golpeé su brazo- tú solo responde.

- Tengo diecisiete- dijo- ¿y tu?

- Quince, pero en unos días dieciséis.

- Debes sentirte madura al decir eso.

- No sabes cuanto- rei- te toca.

- ¿En que otro lugar nos vimos? me refiero a que si nos vemos en el instituto pero nos habíamos visto antes.

- Recuerdas la chica que miraste y le giñaste el ojo.

- Hago eso con muchas chicas- dijo sarcástico.

- En el pie- dije seria.

En ese momento mi celular vibro. Lo saque de mi bolsillo trasero y era un mensaje de mi abuela avisándome que tenía que volver a casa.

- Kyle, tengo que volver- dije guardando mi celular y a la vez parándome del asiento.

- Claro, te acompaño- contesto.

Ambos salimos del lugar y nos dirigimos a mi apartamento. New York estando a oscuras me recordaba a cuando Kyle me ataco. Negué con la cabeza, alejando ese mal recuerdo de mí, no dejaría que eso influya en el nuevo Kyle que acababa de conocer hoy, y siendo sincera, este es el que me gusta de verdad.

- Siguiendo con ese jueguito tuyo- me miro- eras tú verdad.

- Si, era yo- sonreí.

- Ya sabía que a esas piernas las había visto en otra parte.

Lo empuje a lo que él rio. Decidimos seguir por un callejón conocido por todos aquí, la mayoría de los taxis cortaban camino por aquí y también hay un pequeño teléfono a monedas. Cuando iba a hacer mi próxima pregunta note que Kyle observaba demasiado sobre su hombro.

- ¿Ocurre algo?- dije mirando hacia donde él lo hacia.

- No, ninguno- me miro- ¿cual era tu pregunta?

Iba a decírsela, pero un puño pasó enfrente de mi cara intersectando en el rostro de Kyle. El retrocedió, por la mueca que puso el golpe le había afectado. Levanto la mira, en ella irradiaba ira y enojo.

- ¡No te dije que te alejaraa de ella!- gritó alguien poniéndole delante de mí.

La expresión seria de Kyle se relajó y esbozo una sonrisa.

- ¿O sino que harás, tortuga?- dijo incorporándose.

Mi vista reconoció con facilidad el vendaje que había en su brazo derecho, seguí subiendo mi vista por ese musculoso brazo hasta centrar mi visión en su caparazón. Por un momento el poso sus hermosos ojos verdes en mi pero rápidamente los enfoco en el chico que tenía enfrente.

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