Pequeños Caramelos

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Ese día en especial la luz del sol se colaba entre los pequeños barrotes de la ventana superior de aquella habitación pequeña. El pequeño rayo de luz se posó sobre sus parpados haciéndole remover por aquella incomodidad, sus ojos hinchados se abrieron con dificultad poco a poco, sin embargo, la emoción le invadió y de inmediato se levantó, frotó desesperadamente sus ojos cubiertos por pequeñas gotas saladas y corrió justo hacía la esquina de su habitación. Al verse frente aquella esquina, con una sonrisa, sumergió sus labios justo sobre un pequeño orificio, aquel traspasaba por completo la pared llegando hasta el otro extremo, donde la luz blanca se hacía también presente, fue entonces que supo que era el momento así que, con la mayor felicidad del mundo canturreó aquella frase tan simple pero significativa quizás para aquel que le escuchaba de detrás de aquella blanca pared.

—Feliz cumpleaños Jimin, arriba, arriba, es tu cumpleaños, feliz cumpleaños — Yoongi se separó con suavidad y colocó su dedo índice dentro de aquel orificio, esforzándose por llegar hasta el otro lado de la pared, al lograrlo, sintió aquella frialdad recorrer su índice, no había respuesta.

Su frente se posó en la fría pared blanca su emoción poco a poco estaba yéndose por la borda, el ruido estaba ausente, incluso su corazón emocionado, dejo poco a poco de latir con esa velocidad, pero fue aquel pequeño rose de detrás de aquella pared que le hizo sentir un brote de felicidad, Jimin, como cada mañana había acariciado su dedo, haciéndole sentir que su soledad era compartida, y que para bien o mal, estaban juntos en esto.

—¿Hoy podré por fin verte Jimin? ¿Saldrás al jardín? Hoy es día de interacción, además es tu cumpleaños, así que las señoritas de blanco podrán dejarte salir... quiero conocerte — frotó aquel pequeño dedo con suavidad sintiendo la calidez humana rozar su propia piel — Jimin...

—No sé Yoongi, cuando ellas suelen visitarme para dejarme esos dulces, suelen murmurar cosas extrañas, no creo que hoy sea la excepción. — Aquella voz se escuchó bajito, a causa de la distancia entre ambos.

—Pero hoy cumples quince años, ¿verdad? — Yoongi sacó su dedo índice y se acercó al agujero para intentar ver al menor desde su pequeña habitación.

Ya no tuvo respuesta, la puerta de su habitación se abrió dejando ver a una de las tantas señoritas de blanco, aquella le dio un par de dulces verdes y con una sonrisa le alentó a Yoongi a que fuese al jardín. No podría darle un abrazo de feliz cumpleaños como lo había planeado toda la noche anterior, si quiera sería capaz de ver cara a cara su rostro. Su ánimo fue decadente, los dulces no le ayudaron a mantenerse en ese estado de ánimo, sin embargo al sentir la luz del sol impregnarse en los poros de su piel y clavar su mirada en aquel amplio jardín pudo sentir de nuevo la alegría apoderarse de su cuerpo joven aún, el motivo de su felicidad era a ese par de fieles compañeros, así que apresurado, corrió hasta ellos

—¡Namjoon! — aquel chico le devolvió la sonrisa, sin embargo su sonrisa se apagó casi de inmediato al ver como su amigo se presentaba como siempre solo.

—¿Otra vez vienes solo, verdad? — Yugyeom preguntó con el mismo tono de todos los días, apagado, sin emoción alguna, arrastrando como siempre, las palabras al hablar.

—Jimin no quiere salir, dice que no le dejan — un puchero se formó en los labios de Yoongi, sus manos nerviosas comenzaron a jugar entre sí sintiendo el nerviosísimo y la inseguridad recorrer su cuerpo.

—Apuesto a que solo está mintiendo y en realidad no quiere verte porque eres tonto, tonto, tonto. ¿O ya te olvidaste de cómo llegaste aquí? Confundiste este lugar con la escuela primaria — Namjoon solo pudo soltar risas exageradas ante el recuerdo de aquella pequeña anécdota

—Estás siendo muy insensible Namjoon —Yugyeom mencionó serio, sin embargo, para Namjoon aquello no tuvo importancia puesto que seguía riendo de la tan trágica historia.

—Pero aun no le conté nada a Jimin — Yoongi se sentó en el pasto abrazando fuerte sus piernas— Quizás... Jimin tenga razón, él dice que las mujeres de blanco quieren asesinarnos y que los dulces que nos dan solo son veneno. Por ello las mujeres esas, no le dejan salir al jardín, porque saben que él les advertirá a todos.

—¡Eso es algo tonto Yoongi, esos dulces solo son por recompensa de nuestro buen comportamiento! Aquellos dulces no hacen más que ayudarnos — Namjoon comentó con un notable enojo en sus palabras —. Además ni si quiera sabes por qué está aquí ese tal Jimin.

—Claro que lo sé... — pronunció mirando a Namjoon levantando considerablemente el tono de voz — Su madre le ha dejado aquí por ser el producto de una violación, él no atraviesa por las mismas condiciones que tu o que Yugyeom, sino que él fue abandonado aquí, me lo contó la noche pasada...

—O quizás eso fue lo que dijo para llamar tu atención Yoongi, todos estamos aquí por una razón, Namjoon está aquí por ser diagnosticado como maniaco depresivo y yo por intentar suicidarme en repetidas ocasiones. —Yugyeom rascó su cabeza y después miró a su par de compañeros — ¿Aún no sabes por qué estás aquí Yoongi? Quizás tu nivel de locura es algo considerable, ¿de verdad, has entrado al lugar incorrecto y ellos solo... te encerraron aquí? No lo creo... solo tienes 15 años.

—No lo sé, eso es lo único que recuerdo — Yoongi dijo sin mayor apretujo y sin darle mayor importancia rodó sobre el pasto con suavidad sintiendo como aquel aroma tan fresco le abrigaba el cuerpo.

El pequeño receso había llegado a su fin, no podían hacer mucho en realidad, eran monitoreados con recelo por aquel grupo disperso de señoritas, lo mucho que podían hacer era sentarse en el pasto y tener una charla amena, cuando aquel terminaba, las señoritas, enfermeras, pedían con amabilidad que regresaran uno a uno a su habitación, los pacientes del hospital no manifestaban ningún comportamiento agresivo, al contrario, se veían agradecidos por salir al jardín y respirar algo más que el aroma a humedad de sus propias habitaciones, incluso aunque fuesen solo un par de minutos.

—Señorita, ¿cuándo podrá Jimin salir y reunirse en el patio con todos nosotros? Tengo muchas ganas de presentarle a mis amigos — Yoongi preguntó mientras era llevado de la mano por aquella mujer de blanco, perteneciente a la tercera edad.

—Ese tema ya fue discutido Yoonie — la mujer se acomodó el mechón de cabello canoso detrás de la oreja y le ayudó a Yoongi a recostarse en la camilla, acto seguido le arropó y acarició aquella cabeza con ternura y bondad.

—Pero, yo quiero conocerlo, el doctor Jang, dice que salir al patio con los demás es bueno — Yoongi miró con suplica los ojos bondadosos que se posaban en los suyos — además, Jimin me ha contado que si ha salido de su habitación, pero solo es cuando todos estamos dentro.

—Abre la boca Yoongi — la mujer ordenó y acto seguido, dejo sobre la lengua del castaño una pastilla de tono magenta, le proporcionó un poco de agua y después se separó de aquel —. Descansa un poco, más tarde te traeré el almuerzo, ¿qué es lo que te apetece hoy? Hoy es un día especial para ti, así que por hoy puedes pedir lo que quieras, será un pequeño secreto entre ambos.

—¿Especial? — más pronto que tarde, Hoseok comenzó a sentir los parpados de los ojos con pesadez, sus ojos se cerraban involuntariamente, sintió sus extremidades adormecidas y finalmente su conciencia se perdió.

—Sí, hoy es tu cumpleaños pequeño Ángel.

༒ La Habitación de los Susurros༒

¿Y si mientras esperas la actualización de este ff te pasas a leer, 1850: Beso Prohibido? La historia contiene ilustraciones ineditas, ya está disponible, la encuentras en mi perfil.

"Yoongi amaba a Jimin y JImin amaba a Yoongi dentro de una época donde su amor no podía ser contado, los besos dulces que solían darse a escondidas, eran el más atroz pecado que un par de hombres en 1850 pudieran cometer"... (Beso prohibido. YG x JM)

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