Cuando ambos se sentaron en forma de círculo en el mundo de los vivos, yo abajo estaba siendo arrastrado por el escenario por Jenell y Ruslan. En el momento que agarré el micrófono y comencé a hablar ellos colocaban las manos sobre el puntero y cerraban los ojos para alcanzar mayor concentración.

 Hanuel propuso decir una frase con el fin de acelerar la invocación, en lugar de sentarse a esperar que algo viniera. Explicó que había encontrado en Internet cientos de indicaciones y pasos a seguir para lograr una invocación con éxito. Había averiguado sobre el tema, era de su interés y la vida de niña rica la tenía tan desesperada como para tratar algo diferente.

Les indicó cómo pronunciar la frase espiritista:

—Oh, espíritus cercanos a nosotros, los llamamos —proclamaron los tres al unísono en un idioma antiguo.

Y en ese mismo instante, en el infierno, yo veía el portal en el que me tiraría segundos después.

Quién diría que Internet tenía razón en algo.