Capítulo 05

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Frances

Camino directo al pueblo con una Rachell inconsciente en mis brazos. Desde que volvimos a Liverpool ha sido un caos total; no comprendo por qué regresamos, ¡ah verdad! ¡Ése estúpido recital! Y sumale, los padres de Ro, por fin vendrían a su hogar, por eso, Ro estaba feliz de volver, deben estar desesperados buscando a su hija.

Llevamos tres días encerrados en esta mansión, miró de medio lado el lugar, no es una mansión cualquiera. Se siente un gran poder encima de esta.

El aura de aquel hombre no está comparado con su clon miniDemonio, son muy idénticos, aunque ese hombre llamado Alek, si trabajara en sus poderes, puede llegar ser más fuerte que los demás, pero no tan fuerte cómo Ro

Ella si es una mujer fuerte, ni ellos pudieron ver más allá de su aura maligna. Ro la supo guardar muy bien y más en esta casa. Ella se dio cuenta de inmediato quienes eran. Aunque todavía había dudas en su mirada.

Pero ella ya debe comprender más o menos quien es ella y por qué existimos nosotros.

¡O eso creo!

Pero, normales no lo son y mira cómo la han dejado.

—Frances.. —susurra, la abrazó más a mi —Lo siento.

—No te disculpes, no has hecho nada malo. Antes aguantaste, ¡esa chica es una maldita loca!.

—Lo mismo le dije a ella —vuelve a susurrar. Trata de reír, le duelen las heridas.

—Ya vamos al hospital más cercano.

—Dormiré un rato —se acurruca un poco más en mis brazos y cierra sus ojos, a ella unas simples suturas no la van a recuperar y si no se alimenta con unos buenos humanos, Ro podra morir, aquellas almas que consumió la primera noche, no eran muchas. Además ella debía alimentarse diariamente, por su nivel de poder.

Otros demonios malditos, podrían llegar a durar más de un mes.

El sol está apuntó de salir, camino un poco más rápido; al llegar al hospital me adentro a este.

Unas enfermeras nos ven y corren a auxiliarnos, cierro mis ojos con fuerzas. Lo siento pero así me es difícil evitar que se acerquen a ella.

Una de las enfermeras se desmaya, todos corren a ayudarla, suspiro, ese fue su último día, Rachell está inconsciente, por eso se alimentó sin pedirlo, su cuerpo está pidiendo almas.

Tomó el pie de Ro y entierro mi uña. Así los médicos pueden proceder sin necesidad de morir.

Es algo que suelo hacer con ella, para así canalizar su concentración en mí; al llegar al cuarto que es solo para Ro y después de que le limpiará las heridas, los doctores comenzaron a indagar en ella pero no encontraban el por qué su anemia o el descontrol de su sangre, oh su estado de inconsciencia. No les podía decir más, o estaré en serios problemas, los podían matar si llegasen a saber de nosotros.

Raquell esta conectada al respirador, ya sus heridas estaban sanando poco a poco, le quitó todos los vendajes, no tenía cicatrices, debió pasar demasiado tiempo para que se recuperará.

Comienza a voltearse, pero toma una de las sábanas con fuerza. Le debe estar hirviendo su interior, debe estar en las últimas.

—¡Roro, por favor, recustate! Iré a buscar algunos cuerpos para que puedas comer — tomó su mano, debía hacer algo, salgo de la habitación y buscare personas que ya estén en su estado de muerte, para así traerla y no levantar sospechas alguna.

.........

Rachell

¡Este maldito dolor me está matando!

Trato de parpadear, pero me pesa la vista, mejor dejo mis ojos cerrados, bastante me cuesta respirar, ¡maldita loca!, está terminando su cometido, me está matando poco a poco, no puedo hablar casi, el veneno de las dagas no me deja, tengo sed, mucha sed.

—Osea que jamás me voy a librar de ustedes dos, le dije a tu amante que te sacará de nuestras vidas, pero ellos aquí, como unas cucarachas asquerosas.

Esa voz... Hago un intento de mueca

—Que triste que no puedas hablar —escucho sus pasos, comienza a caminar, siento que me cargan, entierro mis uñas en su brazo en modo de defensa propia —Oye, tras de que te sacó de aquí me haces daño, qué manera de dar las gracias, inhumana. ¿Quieres morir?

Quisiera responder pero.. No puedo, maldito desgraciado, claro que es él, me empujó al lago y tras de eso, osa tratame mal, yo no les pedí que me llevarán a su casa, ellos fueron los que me secuestraron.

Escucho cuando mueven una puerta, él seguía caminando a paso firme, escucho sus latidos del corazón, sigo sin poder abrir mis ojos, comienzo a oler sangre, ¿donde me vino a traer Frances?, ¿donde carajos está Fran?

Aprieto un poco más su agarre y me acurrucó más en su pecho, parezco una niña indefensa, aunque en estos instantes lo soy, no sé lo que este hombre quiera hacerme,  ¿donde me vaya a llevar?, o, si me va a matar de verdad.

¿Que he hecho para merecer esto?, comienzo a escuchar sonidos y voces con desesperación.

—No te preocupes. No está pasando nada, solo te llevo a un lugar donde la gente está por morir.

—Doctor Shepard, ¿que hace usted acá y con...? —detiene su andar.

—La señorita se escapó de su cuarto y la estoy llevando a su habitación, y haz me un favor. No te metas en mis asuntos, te he dicho miles de veces que si no es importante. ¡No me molesten! —hasta yo temblaría con semejante regaño.

Siento un cálido calor, pero no es de este hombre, él emite un frío inmundo, horrible, como si él...

—Yo... —por fin puedo hablar, pero este atarban... aaagg

—Cállate, ya estamos por llegar y apenas te alimentes y te recuperes, te vas y qué sea rápido. Quiero que te retires de mi vista —suspira fuertemente —¡Ah, otra cosa...!

—No le diré a nadie tu pequeño secreto, Doctor Shepard — susurro, él suelta una pequeña risa.

—Eso es lo de menos, dejame terminar de hablar, eres una molestia —suspira con pesadez.

Siento que me sienta en una silla, esta se comienza a mover, no puedo más con este dolor.

—¡Debería dejarte morir! . —abro mis ojos con asombro, ¿qué es esto que siento?, temor, mis labios tiemblan, no quiero morir. Quien dijo que quería morir, tal vez alguna vez lo pensé pero no quiero morir. —Soy tu dueño, soy tu jefe, así que debes obedecerme y... —había recibido ya una fuerte cantidad de almas, así que quite su mano de un golpe, me paro para alejarme de él.

—Crees que no me sé esta clase de hechizos, no soy tuya en primer lugar, ni de ese hombre y mucho menos del asqueroso de cabellos blanco, y dejame decirte algo bien y que quede en claro, ¡me importa poco quienes sean ustedes!, yo no los bosque, ustedes son los que no me dejan de acechar, así que, ustedes deben dejarme en paz, dejarme vivir mi vida como la he vivido hasta ahora. —él se acerca a mí, su cara asesina me dice que este será nuestro último encuentro, bye mamá, papá, Frances, nos veremos en el otro mundo.

Cierro los ojos al escuchar un fuerte puño en la pared —¿Quién carajos, te crees que eres maldita basura? —está vez si me va a...

Abro mis ojos con enfado, este hombre suelta un fuerte olor a azufre, un fuego dorado envuelve su cuerpo. Lo empujó con fuerza, no me voy a dejar dominar.

—Déjame en paz, tu y tus locos familiares, los quiero lejos de mi —lo hago retroceder cada vez que señaló su pecho, hasta sacarlo del cuarto, cierro la puerta con llave y quedó sola ya con los cuerpos moribundos en sus camas, todavía tengo hambre, así que, mi cuerpo se movió solo, y comencé a devorar esos cuerpos, ya con más fuerza, me lance por la ventana del hospital y corrí lo más rápido que podía, necesito escapar de esta horrible realidad.

No me detengo, no miro hacia atrás, solo dejo que mis pies descalzos corran hasta encontrar algún indicio del camino a mi casa, debo irme de ahí y que mis padres también huyan de allá.

Abrí mis ojos con miedo, me han tomado de la mano con fuerza, lo que me faltaba...

........

Frances

—Roro, ¿por qué corres así?, ya estás... ¿Cómo es posible que corras?, estabas débil, además necesitas..

—Aaahh, Fran eres tú, no me asustes de ese modo, no importa como este yo parada, solo, vamos a casa, necesito empacar mis cosas y nos vamos a la tuya, debemos llevar a mis padres, ni se como explicar esto.

—¿Qué ha ocurrido cuando yo no estaba?, ese hombre.... —ella pone su mano en mis labios y niega

—No quiero saber más de esa gente, solo quiero que me dejen en paz, todavía no se porque se ensañaron conmigo, se que tu si lo debes saber, pero no te forzare para que me digas las cosas, así que, vamos y tu no digas nada. —me ordenó un poco molesta, quien sabe que paso en ese hospital.

Lo único que hice fue sellar mi boca como si de un candado de verdad tuviera, metí mis manos a los bolsillo de mi pantalón y me dispuse a caminar detrás de ella hasta llegar a la mansión, ella estaba fatal, así que decidí callar.

Pasada una hora por fin llegamos a su casa pero... Aquella mansión estaba en muy mal estado, Roro separa en la entrada aterrada y con una cara de muerta me mira, ella tenía miedo, sus ojos me lo decían, además de que sabíamos que sus padres estarían estos tres días buscando de ella, y nosotros ni por enterados ya que pasamos esos días en cautiverio.

Ella ingresa corriendo al igual que yo, ambos nos pusimos pálidos. Había sangre por toda la casa, Ro cae de rodilla y llora con fuerza, yo solo me úbico a su lado. En silencio, la cabeza de su madre estaba debajo de la mesa del comedor y su padre...

Levantó a Ro del suelo pero ella no quería, estaba muy molesta, sus emociones le están jugando una muy mala jugada y ella todavía no se recupera de su mal golpe vivido por esa gente. Aunque estoy seguro que, fueron ellos quienes hicieron esto, y justamente debió haber sucedido, ayer en la noche, no cabe duda, fue en el momento que había desaparecido ese hombre, la sangre está fresca. Ro lo va querer matar y con toda la razón.

Mataron a sus padres y de la peor manera, lo que buscan con tanto desespero no es un objeto es a ella, y lo están dejando muy en claro.

—Vamos Ro. No hay nada en casa.

Ella se para del suelo en silencio, toma la cabeza de su madre y se va directo al jardín, mejor la dejó sola, se que es sentir ese dolor. De que te maten a tus padres. O mejor no saberlo. Ya que te los secuestran, o no saber si están vivos o muertos, no sabes que es mejor.

Toda mi vida, desde que estoy con Ro, solo he sabido mentir.

........

Había pasado una hora desde que Ro regresó totalmente sucia del jardín, debió haber enterrado la cabeza de Moli en su jardín con sus flores favoritas, miró hacia el jardín, debe estar en medio de los árboles, junto a los duraznos y las glicinias.

¡Cómo es que a Ro no le afecta la Glicinia! Esa flor nos puede llegar a matar

Miró a Ro, ella niega y va en silencio al despacho de su padre, este olía horrible. Había muchos decesos en este, eran pequeños trozos de órganos no consumidos, aquel hombre tenía demasiada hambre.

Veo que Ro se tensa, empuña sus manos y camina hacia lo que sería el escondite secreto de su padre y de ella.

Nadie sabía de esto hasta ahora. Ella camina hacia aquel librero; la biblioteca de su padre es enorme, en esta habían varias maletas enormes de color negro, me pasé tres de esas valijas enormes, me siento como si fuera de una mafia.

Ella me mira con el ceño muy fruncido, tenía ganas de asesinar, una sed de venganza que no podía con ella misma.

Supongo que lo que ella quiere hacer es vengar a su familia, pero... No la dejaré. Mi deber es mantenerla con vida, esa fue la promesa que les hice a ellos. Yo no... Yo soy su protector y es mi deber como amigo estar a su lado y acompañarla.

—Fran, vamos en la camioneta, ya subí las maletas, ahora tu, ponle gasolina a la casa y quema todo, ya tengo aquí los documentos más importantes y los de mis padres, no necesito más, después se compra lo necesario.

Asiento y aceptó su petición ante su orden, suspiro, tomó aire al terminar de llenar la casa de gasolina, Enciendo el fósforo y lo tiró al aire, lo más lejos que pueda corro hacia la camioneta y Ro comienza avanzar, miro por el espejo cómo se va quemando la mansión, Ro no miro, ella solo se digno a manejar en silencio, con sus ojos perdidos, su brillo, su bello brillo se había perdido en su totalidad.

¡Maldito desgraciado, que fue lo que le hiciste!.

........

Alek

Al llegar a la mansión, noto que todo estaba en silencio, mejor para mi, no he podido descansar desde que esa chica estaba aquí en la casa y más el escándalo de mi familia, ni que fuera alguien importante, bueno, lo que mi padre dio a entender es que si, pero.. ¡Quien putas se cree que es ella!, ni ellos lo saben, además no podían leer su cantidad de poder, aunque se me hace extraño que de la nada pueda derrotar a uno de los nuestros.

—Hijo, ¡debemos hablar! —me detuve, miró de reojo a mi padre, él tenía una mirada de asesino que no podía con ella. Asiento e ingreso a su despacho y abra cadabra, como si de una invocación fuera, mi familia completa estaba aquí, menos mi madre o estaríamos completos

—¿Qué pasa? —me siento en el enorme y mullido sofá de su despacho. —Mejor dicho ¿Qué hicieron? —miró a mis hermanas.

—¿Por qué siempre lo malo debemos hacerlo nosotras?, a mi no me mires. —Meredy se defiende y se sienta a mi lado.

—¡A mi ni me hables! Es más, querido hermano, has muerto para mi, lo que hiciste no te lo voy a perdonar..

—Ajam... Y que más — miro a mi primo, ignorando a Susan, es su problema si se enoja, total, me importaba una mierda si iba a tomar esa actitud conmigo.

—¡Maté a su familia! —no era necesario preguntar cuál familia, estaba más que claro de quién habla este cabron

Cierto mis ojos con fuerza, y me paro con gran velocidad, y lo ahorcó, me importaba quien era la chica, asesino gente inocente por un capricho, no se lo iba a tolerar

—Qué te dije Dermes ¡QUÉ TE DIJE!.

Sabía que esto iba a tener consecuencias...

................ ................ .............
Continuará.

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