La noche pasó de lo más normal posible, sin embargo ella no dejó de pensar en él toda la velada y cuando los invitados ya se habían retirado, le mataba la curiosidad por saber más sobre el indigente que había llegado a su casa. Su hermano no pasó desapercibido el comportamiento extraño de su hermana, así que se le acercó preguntando cómo se encontraba y qué era lo que sucedía, ya que había notado que la chica se había dirigido a su habitación sin mediar palabra con alguno de los miembros de la familia, ni había mencionado algo acerca de lo que fue la reunión.

La habitación de Gisselle se encontraba justo en dirección a la choza donde guardaban la leña, así que a través de las ventanas de su habitación observaba la vieja casa donde se encontraba aquel hombre con grandiosa apariencia, que a la vez era misteriosa. Por alguna razón aquella chica veía en dirección hacia el lugar donde el joven pasaba la noche teniendo la esperanza de poder verlo, al menos una vez más antes de que a la mañana partiera con rumbo desconocido. Ella no contestó, ni se inmutó ante la presencia de su hermano en aquel lugar.

Sin embargo Antonio, pudo notar que el brazalete que esta portaba, tenía un brillo singular, aunque él sabía que era de oro, este poseía uno distinto a cualquier oro existente. Por alguna razón presentía que aquel objeto tenía mucho que ver en el comportamiento de su hermana. A pesar de quedarse con la duda sobre lo que ocurría no mencionó nada a sus padres sobre la actitud de su hermana, mucho menos su comportamiento extraño luego de haber visto al joven a quien le habían dado posada.

Los días pasaron y Gisselle aun habiendo velado toda la noche aquella casita, no pudo ver a Alestor a la mañana siguiente... ni en los próximos días, ni en las siguientes semanas. Tenía la esperanza de poder verlo de nuevo, pero no encontraba una explicación ante lo que estaba pasando y era obvio que no les preguntaría a sus padres sobre aquel indigente. La chica a penas y se separaba de aquella ventana, no se movía de ahí más que para ir al baño o cuando su madre le llevaba algo de comer, aunque de 5 días, sólo hacía de dos a tres tiempos. Isaac y Ester preocupados por la situación en la que se encontraba su hija, acudieron a un médico para buscar solución a aquel problema. Aquel médico que en realidad, curaba las enfermedades a base de magia blanca, logró descifrar lo que a Gisselle le estaba acechando.

Quizás uno de los errores más grandes que pudo cometer Gisselle fue el no hablar con sus padres sobre aquel valioso regalo, y por parte de Antonio no mencionar algo sobre ese ostentoso obsequio. Que ni Isaac, ni Ester tuvieran cuidado de lo que su hija portaba, o podría mencionarse la entrada de aquel misterioso hombre a su casa, del cual no supieron nada, pues antes del amanecer ya había abandonado el hogar. Luego de aquella visita Gisselle había cambiado.

Al final, el médico lo único que recomendó fue que aprovecharan sus días al máximo con la chica, pues sus últimos momentos en aquel lugar estaban por llegar. No dio a conocer el verdadero resultado de lo que estaba pasando, sino sólo indicó que la chica entró en demencia, por ingerir alguna sustancia dañina. Pero el médico brujo, sabía que la chica había caído ante algún tipo de hechizo, producto de una maldición heredada. Sus padres no encontraban respuesta ante aquello, ya que no les era creíble que ella consumiera algo fuera de la comida aquel día se había servido y no podían tener la confianza en que ella respondería a sus respuestas, pues había dejado de hablar.

Audrey llevaba días observando la situación en la que se encontraba la familia de Isaac, sonreía, satisfecha por cumplir su objetivo. Aunque Isaac aún no sabía que ella tenía que ver en lo que estaba ocurriendo, se encontraba emocionada, su venganza se estaba llevando a cabo

La noche en que Alestor, ingresó a la casa, el conjuro que Audrey había creado mucho tiempo atrás, surtió efecto. La venganza por haber llevado a su fin a Claire, cayó sobre Gisselle, el brazalete activo aquel conjuro cuando los ojos de la chica se fijaron en Alestor, ojos de deseo, de atracción... el brazalete esa noche tomó un brillo distinto, ya que la persona que activaba ese conjuro, sería aquella que sintiera lo mismo, que Claire sintió por Isaac, años atrás, a diferencia que en esta ocasión, sería con Alestor.

Audrey aprovechando la singular belleza que su hijo poseía, decidió que la persona que sintiera lo que alguna vez hizo sentir a aquella que tanto apreciaba... moriría por sus mismos deseos, con la diferencia que esta nunca tuvo contacto con Alestor, sino que él fue capaz de adentrarse en sus pensamientos y sueños, que fue lo que la llevó a perderse, a que se aislara y no volviera a hablar. En sus sueños y visiones, ella veía todo lo que anhelaba tener con Alestor, sin siquiera tenerlo cerca.

En su último sueño, Gisselle pudo observar a Alestor junto a una mujer muy bien parecida que parecía madura, junto a ellos era su padre, joven al lado de una chica muy linda de la misma apariencia, donde ellos comenzaban a realizar actos amorosos entre sí, la mujer que se encontraba con Alestor, le susurró: Agradece a tu padre, él te trajo hasta acá. Mientras sentía como en su vientre atravesaba una daga de plata, en las manos de Isaac.

Gisselle murió una tarde en su habitación, quejándose del dolor y gritando repetidas veces el nombre de su padre, maldiciéndole. Nadie entendió nada, hasta que Isaac vislumbró en aquella vieja y pequeña casa donde habían acogido al desconocido meses atrás a Audrey, joven y con sonrisa maliciosa, como años atrás, al lado de aquel hombre, al que habían ayudado. Al voltear su vista a Gisselle, en su muñeca observó el mismo brazalete que alguna vez había visto a Claire.

Isaac, por la culpa que en su interior existía, escribió una carta, pidiendo perdón a su esposa e hijo por sus errores en el pasado y a las dos noches de haber muerto Gisselle, se quitó la vida en un árbol cercano a la vieja casita. 

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Esta historia llega hoy a su fin, primero que nada quiero aclarar que la historia no es tan extensa porque fue un proyecto que realicé hace aproximadamente un año para un concurso. 

Pensé en algún momento extenderla o modificarla de alguna manera, pero sabía que si hacía algo de eso, la historia probablemente perdería su idea principal, y prefiero que quede intacta aunque sí admito que arreglé algunas cosas que creí en aquel entonces estarían bien, pero no. Hubo más que todo un tipo de edición, sin modificar la trama en sí.

De corazón espero haya sido de su agrado y disfruten de ella.