Nunca hagas de enojar a Val

Valeria Gómez
Hija de Ares, dios de la guerra y de Natalia Gómez.
"La paz nunca fue una opción. Y menos con un imbécil de persona como tú"

Gina

Después de la comida, me fui con Val a dar una pequeña caminata después de desquitar mi ira con el entrenamiento —pero sigo molesta con él—, quería tomar un momento de relajación. Fuimos al lago que había y que encontramos, así que nadie sabe de este lugar de relajación.

—¿Entonces si te unes para hacerme una bromita para Sebas? —le vuelvo a preguntar, porque cómo ya dije ella no acepta fácilmente. Así que no sé si me lo dijo porque sí, o en serio aceptó.

—Ya te dije que sí —responde—. Que sea una pequeña venganza por lo que te hizo en la mañana —me ve de manera divertida.

—Sí.

—Ven, vamos a buscar a los maestros de las bromas —se ríe.

Estuvimos toda la tarde buscando a los Stoll para hacer un plan para la broma del cerebro de trigo.

* * * * *

A la mañana siguiente me levanté tarde porque me puse a leer los libros que mi mamá compró cuando llegó al campamento —o sea, hace mucho tiempo—.
Y me dormí tarde, pero dormir y despertar tarde es mi especialidad.

—Vampira, ya despierta —me susurra mi mamá.

—Cinco minutos más —me di la vuelta, error... Porque me caí de la cama y golpe que me di.

—El karma —grita mi tía Evangeline.

—Ahg, odio dormir fatal —me levanto del suelo mientras me sobaba la parte lastimada.

—Eso pasa por decir 5 minutos más —se burla mi mamá.

—¿Terminaste? —la miro feo.

—No —le lanzo mi almohada y ella se va de la cabaña mientras seguía riendo por mi expresión.

Me cambio por algo cómodo, me hubiera gustado seguir con mi pijama, pero lamentablemente no se puede.

Salgo de la cabaña y vi que no era la única en levantarme tarde, ya que papá apenas salía de su cabaña. Observo que mamá se acerca a él y le da un beso —lindo, pero a la vez asqueroso.

Desayunamos, esta vez me fui con mi tío Percy, mamá hoy quiso comer con la tía Evangeline —cierto, olvidé mencionarlo, ya tenemos mesa para los descendientes de Nix—, y pues sigo medio molesta con mis hermanos —quienes estaban comiendo con papá y la tía Alice.

—¿Sí vas a matar a Sebas? —me pregunta Luke.

—No como hubiera deseado, pero le haré una broma —comento.

—Mientras no le digas a los Stoll que te ayude, eso ya es buena señal —comenta Elizabeth.

>>¿Cómo les digo que ya les pedí ayuda<<.

Termino de desayunar, pedí solamente una quesadilla con una hamburguesa y mi refresco —la quesadilla fue porque una vez Val me dio a probar una y me encantó.

Me dirijo a la arena para entrenar, pero mi paz no dura ni diez minutos. —¿Qué acaso solo saben molestar a las demás personas?— porque llegó Abdiel, uno de tantos hermanos de Val.

—¿Por qué tan sola Di Angelo?—-agh, cae mal.

—¿Será porque se me apetece y me da la gana? —lo miro con cierto enojo, porque todavía no se me pasaba lo de ayer.

—Smith, ya déjala en paz —llega Val, justo a tiempo.

—Vaya, si mi hermanita ya vino a salvar a su amiga, que lindo —¿qué pinche problema tiene conmigo?

—¿Quieres que te vuelva a patear el trasero como la otra vez? —lo reta.

—Eso solo fue suerte Gómez —sí, ellos tampoco se llevan bien.

—Tú lo pediste.

Fue un movimiento y solo vi que Abdiel ya estaba en el suelo.

—¿Sigues diciendo que fue suerte? —estaba agarrando su brazo por atrás.

—¡Sí! Porque eres débil y solo tienes suerte —suelta bruscamente esas palabras.

—¡Mira cabrón, ya me tienes hasta la madre con tu maldito pensamiento! —se le sale el español cuando se enoja.

—No sé que carajo dijiste pero me da igual tu comentario —responde.

—Bien, hasta aquí llegó mi paciencia —le da un golpe en su cara, seguido de una llave y un grito de rendición.

—¿Ahora qué pasó? —llega mi hermano, justo cuando Val tiene sometido a Abdiel con una llave.

—No pues que Abdiel provocó a Val y le terminó dando su merecido en menos de 3 minutos —le resumo.

—Val, ya déjalo, ya aprendió su lección, ¿verdad? —ve serio al hijo de Ares.

—Ay, sí, ya suelta me —Val lo suelta bruscamente y éste se levantó con dificultad para después irse.

—Es un idiota —bufa mi amiga.

—¿Ya se te fue el enojo? —pregunta Nico.

—No —responde secamente.

—No me importa, ven —la toma del brazo y se la lleva.

—¡Oye! ¡No te lleves a mi amiga! ¡Nico Di Angelo Laforêt, vuelve enseguida! —grito.

—Ahora porqué tanto grito —llega Bianca.

—Que nuestro hermano se llevó a mi amiga, y yo quería ir con ella por unos asuntos —hago mi drama.

—No tiene que ver con Sebastián, ¿o sí? —me ve.

—Claro que no. —Por supuesto que sí, pero no te lo pienso decir, porque ya se que terminarías enojándote conmigo.

—Bueno, vamos con papá, tenemos que practicar el viaje sombra —dice.

—Ah ok, si ese es el caso, con tal de no sentirme sola a falta de mi amiga que mi hermano se robó, no tengo problema —la sigo hasta donde está papá.

Nico Jr

—¿Ya me sueltas mi brazo? Se cansó de que lo tengo alzado por tu culpa —le suelto su brazo—. Oye, no porque estés molesto significa que te vas a desquitar conmigo Di Angelo Laforêt.

—No me llames así —sí, estaba molesto, pero no sabia la razón.

—Te llamo como yo quiera, porque quiero y porque puedo. Y un nieto de dos de los grandes no me va a intimidar —se cruza de brazos.

—Solo por ser hija de Ares te crees muy valiente —he de admitirlo, tiene agallas para enfrentarme así

—No, no me lo creo, lo soy —me ve desafiante.

Saco mi espada y por inercia ella también.

—Veamos si eres tan buena como hablas —la reto.

—Ya veremos —ataca primero.