[27] La Traición

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Para poner al corriente: Los cuatro se se escaparon de la OIP, fueron a parar a la casa de una adolescente, ella junto a su primo Apolo, los alojaron en la casa de su abuela, la cual estaba deshabitada, los cuatro estaban pasandola bien hasta que alguien llegó a alarmarlos con una noticia, quedando en suspenso.

Ahora si, disfruten del capítulo. ♡ Los quiero mucho!


Capítulo Veintisiete



El frío se apoderaba del ambiente, las hojas de los árboles se movían al compás del viento, lento y apenas visible, a lo lejos se escuchaba el ruido de algo acercándose, amenazando con acabar con aquél sereno silencio que resguardaba el lugar.

Cuatro hombres se bajaron de un camión, adentrándose al bosque con cautela, a pasos lentos y agigantados, atentos a cualquier movimiento.

—¿Los ves?—Susurró uno de ellos, provocando que todos lo mirasen con furia.

—Cierra la boca, Erick.—Murmuró el líder del escuadrón amenazándole con la mirada.

—Gilbert, Gilbert ¿Me copias?

Todos se quedaron quietos al escuchar la voz en la radio.

—Sí, ¿Qué sucede?—Cuestionó él líder, con la mirada fija hacía al frente.

—Ya todos estamos en posición, a tú señal, cambio.

Gilbert miró sobre su hombro a los tres hombres con las armas listas para atacar, miró hacia su alrededor, asegurándose de que no hubiese nada, levantó la radio y la acercó a su cara.

—Ahora.

Veintiocho hombres salieron del bosque, apuntando con sus armas y rodeando al pequeño grupo de chicos que se encontraban distraídos.

—¡Al suelo, todos al suelo!—Ordenó Gilbert, acercándose mientras los señala con el arma.

Rowan fue la primera en tirarse al suelo, Persephone gritó y trató de correr hacia la vieja casa pero antes de que llegará un dardo le impacto en la espalda, cayendo en segundos sobre el suelo.

—¡Ya me oyeron, todos al suelo!

Crew y Waggoner, aturdidos, hicieron caso a la petición, Rowan levantó la miraba, al verse rodeada, sin salida, el pánico se apoderó de ella, sus manos comenzaron a temblar mientras las lágrimas caían al suelo, la dificulta de respirar la estaba ahogando, Crew se percató de la agonía de Rowan así que trató de acercarse un poco pero uno de los hombres corrió hacía él y lo amenazó poniéndole el arma en la cabeza.

—Rowan, tranquila, escúchame, todo va a estar bien—Crew estaba a punto de perder el control, se sentía impotente y asustado—, no voy a permitir que te hagan daño, lo prometo.

Waggoner miró a Ash, arrugó su entrecejo y apretó sus manos en un puño, la ira apoderándose de su interior lo hizo olvidar que veintiocho armas lo apuntaban.

—Lo siento chicos, es lo mejor para todos, ustedes deben de estar encerrados.—Balbuceo Ash, al ver la fría mirada de Waggoner sobre ella, retrocedió lentamente con las extremidades temblorosas

Le hicieron creer que ellos eran un peligro para la sociedad, creando un concepto erróneo sobre aquellos desdichados chicos, ahora les temía, los miraba cómo una niña miraría al monstruo debajo de su cama.

Waggoner se puso de pie, levantó ambas manos al aire haciendo que una ola invisible impactará a Ash contra la camioneta, su mente nublaba por la furia no le permitió darse cuenta que un dardo se dirigía a su dirección.

—¡Blanco!—Alarmó Crew con la poca valentía que le quedaba.

Waggoner cayó al suelo en el mismo instante en el que Crew llamó su atención. Todas las armas apuntaron hacía los únicos dos conscientes, tendidos sobre el suelo, con los sentimientos a flor de piel. El llanto de Rowan triplicó la impotencia de Crew, quería ponerse de pie e intentar algo al respecto pero sabía que si lo hacía iban a dispararle, solo le quedaba tratar de mantener la calma.

—Dispárales Isaac.—Decretó Gilbert con tono autoritario, se giró y caminó hacía él delgado y alto hombre que lo miraba con los ojos bien abiertos— Erick, dile a Éver que traiga el camión ¡Todos, suban a los experimentos al camión!

—Señor, creo que está muerta.—Enunció uno de ellos mientras trataba de mover a Ash con el pie.

—Ya no es nuestro asunto.—Gilbert se giró y caminó hacia el camión— ¡Isaac! Ayúda a Paúl a meter los cuerpos al camión, ¡Rápido, rápido!

Dos camiones de color gris, sin letras ni logo aparecieron, estacionandose cerca del camión, dónde los cuerpos de los cuatro yacen sobre el suelo, uno sobre otro, inconsistentes.

—¡Es hora de irnos!—Avisó Gilbert subiendo al camión.

Los camiones se pusieron en marcha, yéndose uno tras otro, regresando de nuevo el sereno silencio del lugar, con una chica sobre el suelo, una camioneta con la luz encendida y una vieja casa nuevamente abandonada.

Frente a un pequeño edificio, localizado en un lugar apartado de toda civilización, los tres camiones se estacionaron, dos hombres con batas blancas salieron a recibir la visita, Gilbert bajó del camión y se acercó hacia ellos.

—Pudimos capturar a los cuatro, con total éxito.—Informó Gilbert mientras guiaba a los dos hombres hacía el camión dónde se encontraban los experimentos.

—Perfecto.—Habló Ronny mientras esperaba con ansias— ¿Están todos bien?

Gilbert asintió abriendo la puerta, dejando ver a cuatro cuerpos esparcidos sobre el suelo del camión.

—Tuvimos suerte.—Mencionó Adrien, apareciendo detrás de Ronny— Llevenlos adentro.—Ordenó caminando hacia el edificio.

Ronny se acercó al camión para poder observarles mejor, quería asegurarse de que estuvieran bien. Sintió su corazón estrujarse al ver sus aspectos, delgados pálidos y con tierra en sus ropas.

—¡Apresúrense!—Ronny decretó caminando a pasos agigantados para adentrarse al edificio.

Y por tercera vez, su libertad fue arrebatada.



NDA/

¡Hola, hola!
Me siento feliz de haber regresado.
Gracias por leer, perdí muchos lectores por mi ausencia así que muchas muchas gracias por estar aquí.

No olvides presionar la ☆

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