18

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

El tiempo da miedo, se escurre entre tus dedos, se deshace con un suspiro. Me aterra el tiempo porque nos acerca al inevitable final, porque quiero deterlo para disfrutar de esos momentos mágicos y acelerarlo en aquellos otros horribles. Es egoísta, nunca se para, sigue su rumbo, no se acelera, no me permite llevar mejor las esperas ni me devuelve momentos que nunca pensé que dejasen de ser míos.

Desde pequeña he odiado el tiempo. Abstracto, complejo, una de las pocas cosas que los seres humanos no podemos controlar. Tal vez por eso nos aterra, porque nos va quitando cosas, momentos y personas sin ser conscientes de ello hasta que ya es demasiado tarde. Viendo a través de un cristal, pensando que nunca volverás a ver su sonrisa, que nunca volverá a abrazarte más, que ese ser que nadie a visto nunca, que nadie a dominado ni a conocido, nos quita el instante, nos arruina la vida con un chasquido y nos la ilumina en un segundo.

El tiempo nos une a personas, el tiempo nos permite perdernos, reflexionar, conocernos, aprender, vivir...Pero nos arrebata a seres queridos, nos duele, nos hace sufrir a una velocidad injusta, nos quita demasiado pronto las sonrisas.

El tiempo es ese aliado contra el que todos luchan, nadie quiere quedarse sin tiempo en un mundo donde los minutos parecen segundos y donde los años, horas. Hemos dejado que el paso del tiempo vaya transcurriendo sin pensar en ello, es más fácil huir de la terrible realidad y es que, con cada segundo que estás leyendo esto, tu rueda del tiempo se va agotando.

Las canas, arrugas, la soledad...No tenía suficiente maldad como para encima marcar el resto de nuestro finito tiempo con marcas imborrables, aunque muchos paguen por quitarse de su rostro el paso del tiempo.

Me da miedo mirar atrás, ya sin tiempo, y arrepentirme de no haberme arriesgado más, no haber vivido, reído, no haber seguido cuando me caí, no haber abrazado más fuerte a esa persona...Tengo miedo de que la aguja marque el final y el polvo de la vida se vaya delante de mis ojos con muchos sueños por cumplir, decepcionada de la niña que fui o de la mujer en la que una vez me convertí. Trato de aferrarme a la cuerda del tiempo pero nunca logro alcanzarla.

El tiempo, siempre he temido al tiempo tal vez porque nunca lo he entendido tal vez porque en realidad siempre ha sido honesto. No nos regala esperanza, solo va marcando la cuenta atras desde nuestro primer llanto. Cuánto temo al tiempo, cuánto temo a la vida.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro