En el Infierno, Parte 2

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¡Hey! ¿Cómo están amigas y amigos!

Ya es 30 de enero, así que es momento de actualizar. Y nos encontramos ante un capítulo lleno de dudas e inseguridad por parte de nuestros protagonistas. ¿Cómo se sentirían sí se encontraran en una situación similar?

En esta ocasión no hay mucho que comentar, así que solo espero que el capítulo sea de su agrado. Nos leemos abajo.

Gravity Falls Es una obra perteneciente a Disney. Todo lo escrito y expresado dentro de este Fanfic tiene como propósito principal el enriquecer al Fandom de la misma. Todos los personajes utilizados dentro de esta historia son una creación y propiedad original de la talentosísima y brillante mente e ingenio del animador estadounidense: Alex Hirsch. Nada será utilizado con fines lucrativos o comerciales. ¡Disfrútenlo!

Gravity Falls Fanfic: La Novia de Dipper

Capítulo 35: "En el Infierno, Parte 2"

La negrura de la noche había caído sobre el valle y la preocupación e incertidumbre se reflejaba en las caras largas de los sobrevivientes a la masacre. Sentados en círculo sobre la hierba, alrededor de la cálida fogata y con sus estómagos repletos de la deliciosa carne de venado que pudieron conseguir gracias al trabajo conjunto de Robbie, Soos y el viejo McGucket; se hallaban consternados, inseguros y pensantes ante lo que fuera a suceder a continuación. Sus vidas pacificas tal y como las conocían en el casi desconocido poblado de Gravity Falls, habían llegado a su fin, y ahora solo esperaban la llegada del momento justo para hacer algo al respecto que definiera sus destinos, o aguardar sentados por una trágica e insufrible muerte. Mabel fue la primera en darse cuenta de la tensión en el ambiente, de modo que asumió que quedarse con los brazos cruzados no era la mejor opción.

—¡Vamos, chicos! —Exclamó la niña—. Dejen atrás esas depresivas caras. ¡Arriba esos ánimos! ¿Qué no se suponía que esto era una fiesta?

—¿Fiesta? —Preguntó Dipper desde su lugar, extrañado, escéptico y hasta un poco molesto por las palabras utilizadas por su hermana—. ¿Es enserio? ¿Cómo le puedes llamar a esto una fiesta? Te recuerdo que estamos en medio de un apocalipsis.

—Pues discúlpeme, señor amargado. —Se llevó las manos a la cintura—. Lo único que quería era avivar un poco las cosas por aquí. ¿A dónde se fueron todas esas energías que tenías cuando despertaste? Es como si hubieras perdido la confianza en ti mismo.

—No he perdido mi confianza, Mabel. Es solo que la situación por la que atravesamos no es la más adecuada para celebrar. Muchas personas han muerto y ahora tenemos una misión muy importante que cumplir. Extraer a Bill del cuerpo de Preston Northwest y encontrar al autor del libro son nuestras máximas prioridades para poder derrotar a Bill. Por si eso fuera poco, tampoco sabemos lo que ha ocurrido con nuestros padres. Estoy preocupado... Desconocemos sí se encuentran con vida o no. Sí fueron capturados por los drones de Giffany o sí consiguieron salir de la ciudad a tiempo para ocultarse. Lo único que podemos hacer es esperar, descansar lo suficiente y partir el día de mañana hacia el Almacén del que Blendin nos habló... —Hizo una pausa para mirar hacia el cielo—. Los echo de menos, Mabel... A nuestros padres... —Sus ojos se humedecieron—. Extraño los abrazos y los hot cakes de mamá

—Y las historias tétricas que papá nos contaba antes de dormir... —Complementó Mabel.

—Sí... También las extraño... —Dijo Dipper.

A continuación, Mabel suspiró y se sentó a su lado.

—Tienes razón, Dipper... Quizá este no sea el mejor momento para festejar a costa de todos aquellos que no lo lograron. Seguimos vivos y eso es lo que importa. Además, el tío Stan sigue desaparecido. No sabemos sí Bill aún lo mantiene como su prisionero o sí está...

—No lo digas, Mabel. Espero aún se encuentre con vida. Lo necesitamos para completar el conjuro. Sin él, nunca podremos derrotar a Bill.

—Sí... Lo sé... Es solo que... Todo está sucediendo tan rápido. Nuestras vidas. Nuestro mundo. Todo se fue al diablo. No quisiera que pato viviera en un mundo como este. —Mabel se cruzó de piernas, dejando que su cerdito mascota se aproximara a ella para a continuación colocarlo sobre su regazo y acariciar su cabeza—. Tranquilo, tranquilo Pato... —Lo sujetó entre sus brazos—. Mamá está aquí y te protegerá. Nada malo va a pasarte mientras te encuentres conmigo.

El resto de las personas miró la escena con cierta ternura, incluyendo a Pacifica, quién había preferido sentarse a unos cuantos metros lejos de Dipper dado a su inusual y errático comportamiento, ya que a base de un sutil y casi imperceptible lenguaje corporal, Dipper le había demostrado que por alguna extraña razón, la cual ella no comprendía y que temía por preguntar, ambos tenían que mantenerse distantes. No obstante, el sentimiento de soledad y la sensación de estar rodeada por un grupo de extraños se hacía cada vez más y más fuerte.

Al final, los gestos de amargura retornaron a casi todos los presentes. Sin embargo, fue Soos quién tomó la batuta de la conversación.

—¡NO! —Se levantó de su lugar y en cuestión de instantes, se convirtió en el centro de atención—. No podemos dejarnos caer de esa manera. Escuchen... Es cierto que muchas personas han muerto. Algunas otras fueron capturadas. Como mi novia, Melody. Aun recuerdo el momento en el que Giffany me la arrebató de las manos. Pero a pesar de que juré recuperarla, mis ánimos no han decaído, porque sé que a ella no le hubiera gustado verme así. A ella no le gusta veme triste. Les pido que piensen en sus seres queridos. ¿Creen que a ellos les hubiera gustado verlos en este estado? —Todos comenzaron a murmurar y a comentar entre sí, con la excepción de Dipper y de Pacifica—. Sé que tienen miedo. Admito que yo también lo tengo. Es natural tenerlo cuando es probable que todos muramos el día de mañana. Pero creo que sí esta va a ser nuestra última noche juntos, entonces hagamos que valga la pena. Tal vez jamás podamos volver a divertirnos de nuevo.

—Soos tiene razón. —Wendy prosiguió—. Debemos estar alegres y convertir esta noche en la mejor que este lúgubre valle haya presenciado.

—Si me lo preguntan... Dudo mucho que alguien más aparte de nosotros haya organizado alguna otra fiesta de fin del mundo en kilómetros a la redonda. —Dijo Blendin desde su lugar, pensativo—. A pesar de contar con el campo de supresión de imágenes y de resonancias esta no me parece una buena idea.

—Yo estoy de acuerdo con el gordinflón. —Dijo Robbie—. ¿Qué tal sí esas criaturas o esos robots nos escuchan y nos encuentran? Estaremos acabados.

—Ya escuchaste a Blendin. No hay de qué preocuparse. El campo que colocó alrededor de la cabaña de mi padre modula todos los ruidos del interior. Es completamente seguro. Cualquiera que se encuentre fuera de él no podrá escuchar lo que sucede aquí adentro. Además, nuestro amigo el espectro está supervisando la zona en caso de que Impuros o Drones intenten acercarse. Enseguida regreso. Mi padre tiene una radio portátil y un par de bocinas en su salón para ejercicios. Suele utilizarlos para sus rutinas... Tan solo espero que tenga otros discos a parte de los de Sev'ral Timez.

—Déjame ayudarte, querida. —Linda Susan se dispuso a acompañar a Wendy—. Está oscuro allí adentro, yo sostendré la linterna por ti.

—Muchas gracias, señora.

—Por cierto... Quería preguntarte. Tu papá no está viendo a otras mujeres por el momento... ¿O sí? —Preguntó, ocasionándole un mini infarto a la pelirroja.

—Las chicas y yo nos encargaremos de improvisar un escenario para el karaoke. —Mabel se apuntó a ser parte de la celebración, involucrando a Candy y a Grenda durante el proceso, así como también a los agentes Trigger y Powers, quienes se habían mantenido a la expectativa y en silencio hasta ese momento, mientras trataban de asimilar la enloquecedora situación por la que atravesaban—. Primero necesitaremos recolectar algunos troncos... Eso funcionará. ¿Qué dicen, chicos? ¿Nos ayudan?

—Pero... Jamás he estado en un karaoke. —Dijo Powers—. Ni siquiera tengo una buena voz.

—Eso no importa. —Mabel lo incitó—. El objetivo de un karaoke es hacer el ridículo frente a toda una audiencia para que todos puedan reírse de aquél quien interpreta la melodía.

—En todos estos años al mando de uno de los escuadrones tácticos más importantes del FBI, jamás hice el ridículo... ¿Y ahora lo haré frente a un grupo de niños y pobladores?

—¡Vamos, agente Powers! —Trigger se puso del lado de Mabel—. Será divertido... Ya no tenemos nada que perder más allá de nuestra dignidad. Nuestra labor con el FBI ya es cosa del pasado. Ya nada de eso importa ahora. Sí no disfrutamos de esta noche como una familia, quizá jamás podamos volver a hacerlo.

—¡Oh qué diablos! Lo haré. —Se resignó y aceptó la propuesta, ocasionando que las chicas chocaran las palmas en señal de triunfo.

—¡Oigan ustedes, grupo de mariquitas asustadas! —Dijo el varonil Dan, llamándoles fuertemente la atención a los oficiales Blubs y Durland, así como a Tyler, al viejo McGucket, a Robbie, a Toby Decidido y al "robusto" hombre amante de las pizzas gratis—. Dejen de estar haraganeando y acompáñeme a conseguir más leña para la fogata. Si vamos a tener una verdadera fiesta, procuremos que la llama se mantenga viva durante toda la noche. —Se aproximó hacia el primer árbol que sus ojos pudieron conseguir, para propinarle un sobrio y poderoso golpe el cual lo acabó derribando.

—¡Si señor! —Respondieron todos los hombres en conjunto, como si repentinamente se hubieran convertido en parte de un estricto pelotón de infantería al ser testigos una vez más del porque de la reputación del hombre más poderoso de Oregón.

—No entienden nada... —Las cuerdas bucales de Dipper dejaron escapar un murmuro seguido de un pesado suspiro. Acto seguido, el niño apretó los puños y los dientes.

—¿Dijiste algo, Dipper? —Su hermana se dirigió hacia él, inconsciente de lo que había sobreentendido.

—¡Ustedes no entienden nada! —Alzó la voz, lo suficiente como para que incluso Wendy y Linda Susan, quienes se encontraban cubriendo la labor de hallar la grabadora y los CDS de música, pudieran escuchar—. ¿Cómo se les ocurre pensar en hacer una fiesta cuando estamos en medio de una situación como la que atravesamos? Esto es... ¡Absurdo! —Recalcó, haciendo notar aún más su estado de rabia—. ¿Se dan cuenta de lo egoístas que son? Miles, tal vez millones de personas han muerto, muchas otras se encuentran desaparecidas, mientras que otras más fueron capturadas por los secuaces de Bill... ¿Y ustedes están hablando de hacer una fiesta? ¿Es enserio?

—Dipper... Por favor... Tranquilízate... —Mabel intentó amenguar la alta tensión.

—No me digas que me tranquilice, Mabel... Que tú fuiste la que tuvo la "brillante" idea de hacer un estúpido karaoke en primer lugar... —La apuntó con el dedo—. ¿Quieres pensar unos momentos en nuestros padres? ¿O en el tío Stan? No sabemos si siguen con vida o no... Pero ahora me doy cuenta de que nada de eso te importa. Lo único que te preocupa es tener que volver a interpretar otra de esas horrorosas canciones. ¡Jamás imaginé que fueras tan desconsiderada!

—¿Qué...? ¿De qué estás hablando? Tú eres el que está siendo desconsiderado. —Imitó el tono agresivo de Dipper—. ¿Crees que no me interesa saber qué fue lo que pasó con nuestros padres o con el tío Stan? ¿Crees que no estoy al tanto del peligro que corremos? Lo único que intentábamos hacer, señor amargado... Era tener al menos un poco de diversión. Quería que esta noche fuera especial para todos por ser probablemente la última en la que podríamos convivir al lado de todos nuestros amigos. Hemos pasado por cosas horribles mientras tú te encontrabas en coma. Tú no tienes idea de lo que significa vivir con el miedo de ser descubierto por esos robots o por esas otras feas criaturas... —Los parpados inferiores de Mabel comenzaron a llenarse de lágrimas producidas por el coraje—. Tú no tienes idea de las cosas por las que sufrimos tratando de evitar que nos encontraran. Además, te cuidamos día y noche... ¿Y es así como nos agradeces?

—¡No! Tú eres la que no entiende nada... Sí tan solo pudieran ver lo que yo he visto, no estarían aquí celebrando tan cómodamente... Pero ninguno de ustedes lo entendería.

—¿Y qué se supone que deberíamos entender...? ¿Qué es lo que has visto...?

—Yo... —Sus palabras quedaron estancadas en su garganta—. Lo que vi fue... —Miró con dirección a su hermana y decenas de imágenes provenientes de ese oscuro lugar mejor conocido como "El Abismo" volvieron a convertirse en el centro de enfoque de su cabeza justo antes de salir corriendo hacia el interior del bosque—. ¡Olvídalo...!

—¡Dipper, espera! —Mabel trató de detenerlo. Sin embargo, fue la mano de Pacifica obstruyéndole el paso la que consiguió frenarla.

—¡Alto, Mabel! Yo me ocuparé de hablar con él...

—Aguarda, Pacifica... ¿Estás segura de eso? Jamás había visto a Dipper actuar de ese modo. No quiero que cargues con todo el peso de lidiar tu sola con "Mr. Paranoia".

—Sí... Lo estoy... —Suspiró—. Soy su novia después de todo. Trataré de razonar con él y descubrir qué es lo que le molesta. Ustedes continúen con los preparativos. Lo traeré enseguida.

—Buena suerte... —Concluyó Mabel, juntando sus manos, observando como la rubia se internaba poco a poco dentro del bosque, siguiendo el presunto e incierto camino que Dipper había tomado previamente para alejarse del grupo. Mientras tanto, a escasos cien metros de allí, postrado pecho tierra sobre la firme y gruesa rama de un prominente árbol de pino, se hallaba la esbelta figura de un hombre envuelto en un viejo y polvoso poncho color café, el cual hacía juego con un sombrero vaquero colocado delicadamente sobre su mata de cabello castaño, así como una mascarilla hecha de fibra de kevlar que cubría parcialmente su rostro desde la punta de su nariz hasta su barbilla, dejando visibles un par de intimidantes y avispados ojos amarillos. Firmemente, sujeto entre sus manos, se encontraba un potente rifle de francotirador de peculiares características, mismas que indicaban que no parecían pertenecer a esa época, ya que las propiedades de su avanzada mira telescópica le permitían observar exitosamente a través del campo de invisibilidad de Blendin. A continuación, el hombre rió de forma lunática y sin tentarse el corazón, apuntó con dirección hacia la cabeza de la joven Northwest aun con la contrariedad de que esta se hallaba en pleno movimiento, esquivando los árboles en medio de la oscuridad de la noche para alcanzar a Dipper.

—Ya te tengo...

Continuará...

¿Recuerdan hace unos capítulos cuando las cosas se pondrían peor conforme más y más avanzaran los capítulos? Pues este y el próximo son la mejor prueba de ello. Llevaré a nuestra pareja al borde de la desesperación y eso que aún no comienza la batalla final.

Y hablando de final, hace algún tiempo dije que tenía múltiples finales para este fic, pero fue hasta hace solo pocos días que me decidí cuál será el definitivo y la verdad no puedo estar más extasiado por escribirlo, aunque para eso todavía falta algo de tiempo y tanto Dipper, como Pacifica aún deberán pasar por muchas más cosas antes de que llegue ese momento.

Muchas gracias por leer el capítulo y por continuar fieles a esta historia. Nos leeremos de nuevo el día 13 de febrero para una nueva actualización. ¡Pásenla bien! ¡Chao!

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