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Le dolía la cabeza como el infierno, su visión estaba distorsionada entre el mar de lágrimas del que estaba preso/a ahora, imperventila, su respiración es brusca y lastimera, sus músculos son retenidos con salvajismo. Solo ve el notorio rojo caer por su propio rostro, el frió suelo en contacto con su mejilla... El insoportable dolor en su espalda...

Le falta el aire.

No puede respirar bien, le queman los pulmones, su garganta está próxima a rasgarse entre los gritos hilarantes implorado misericordia. Su zona baja palpita y se estremece. Le duele y como si se tratara de un fino cristal, se rompe en sus manos. ¿Cuánto tiempo a pasado?, ¿Desde cuándo empezó todo esto?, Crecer fue la primera parte de lo que vendría a ser su pesadilla, su maldición. Reflejado en el veneno que esa familia podría ofrecerle. El reflejo de su ensangrentado rostro en aquella gema preciosa, solo era el indicio del infierno del que sería protagonista, contando cómo único testigo el ópalo negro.

Por que el mal puede encontrarse hasta en un mansión de ensueño a manos de los que serían tu familia adoptiva. Después de todo, siempre debes tener en cuenta algo, que el destino ahora te convierte en un Bianco, no significa que serás bienvenido.

Los diamantes, las riquezas, ser "hijo/a" de alguien perteneciente a la mafia no es agradable, es una mierda. Por que prefería mil veces haber sido asesinado desde que era infante o que algún Zirus Nuclear lo devorara por completo, quizá era un mejor escape, llorar ya no sirve de nada, todos cierran sus oídos y fingen no oír nada. Los empleados callan ante la imponente realidad de una muerte segura con unos tiros libres, en la cabeza... O en la nuca...

Ya saben el desenlace de sus propias vidas, y no hacen nada para evitarlo. Doce años, cumplir doce años fue lo peor que le pudo haber ocurrido.

— Mi tío ya no está, no tienes a donde huir... Jadis... -se arca a su oído, apartando sus verdes cabellos hacia un lado. Habla con voz ronca —¿Por que lloras?, No hay nada mejor que un buen espectáculo de carmín entre tus piernas, para celebrar tus dulces 12

Amortigua el golpe, amortigua el dolor punzante, las mordidas salvajes y las torturas psicológicas y si el hijo de perra quiere un verdadero espectáculo en carmín. Él se lo entregará muy pronto, la ira crece, el asco y la repulsión se filtran en su cabeza, máquina un escenario sangriento, en donde reventarle la cara era un gran sueño, Jadis no respondió, su mente es transportada a momentos previos en donde su mascota fue degollada y Massimo acribillado a manos de su propio hermano. ¿Qué diferencia hay entre la profundidad y la oscuridad de una sociedad, de un grupo de personas como esta de alta clase y técnicas enfermas?. Sus iris están opacos y sus labios agrietados, es un esclavo.

No es parte de la familia.

No eres un Bianco.

Solo eres un perro abandonado, el cual fue comprado para ser el hijo modelo de Massimo.

Es verdad, no poseía algún lazo sanguíneo con ellos, pero su joven ingenuidad le hizo creer que lo respetarían al ser hijo de aquel difunto y primogénito del "Gran Padre". Pero no fue así, los años pasaron, Maurizio se fijó en él/ella de la peor manera, una bastante retorcida a tal punto de asesinar su propia alma, cada roce le daba náuseas, la impotencia se apodera de su cuerpo mientras con la mirada. Las manchas de sangre tiñen las baldosas, siente la locura y la necesidad insana de cortar, desgarrar y destripar a su verdugo. Aquel que somete e impone su presencia por encima de la suya, ya comprendió que gritar no sirve de nada, lo que si es de utilidad es que tome el maldito revolver y le vuele el cráneo y borre esa maldita sonrisa descarriada.

Pero no sabe cómo usarla y sus crímines son inferiores a los suyo, a diferencia de Mauricio, Jadis es consciente de que jamás mató a una persona con sus propias manos y su falta con la sociedad, solo se reducía a saqueos y estorciones. Por que Mauricio es teje una red mórbida con lo más aterrador que incluso podría llegar a superar cualquier ficción. Las marcas no desaparecen fácil y las huellas repugnantes de sus dedos quedan prácticamente selladas en su piel, quiso en algún punto tomar un maldito veneno para ratas, combinado con legia. La mierda no funcionó, su estómago lo soportó y sus venas no vacilaron. Así como tampoco sus defensas bajaron la inhalar mercurio tras romper el jodido termostato. Lo único que le quedaba era cortarse las venas y hasta en ello parecía inútil, por que las heridas de una forma anormal se cerraban, frustrado/a y enojado/a. Desistió de sus innumerables intentos de suicidios sutiles.

Hasta que intentó pegarse un tiro.

Y la bala rozó su frente. No fue la gran cosa. Su piel se comió el proyectil y medio paso se regeneró. Parece que su destino era ser la víctima o ser el/a victimario/a.

Y escogió ser esta vez el/la verdadero hijo/a de puta de esa mansión.

No tenía la fuerza suficiente e influencia colosal como para hacerlo. Sin embargo, empezaría desde lo profundo de su propia maldad guardada. La maldición de una tentación que jamás debió de ser vista desde esa perspectiva, un infante arruinado y roto por un nido de serpientes, no puede dormir, no puede comer en esas cuatro paredes. Por que son un clan entero, quinientos enemigos viven esa casa, los quiere despellejar a cada uno de ellos.

Su mano temblorosa se desliza sobre la superficie, alcanzando su ópalo negro, cuando algo asquerosamente caliente llenó sus entrañas y empezó a vomitar, cortándose levemente con la punta de aquella preciosa piedra.

— Los alaridos de una persona suelen ser confundidos con los de un animal. Pero no es difícil pensar en ello, después de todo... Somos animales, racionales también —ávidamente declaró Mauricio, para cuando la intromisión desaparece y el peso se va, la puerta se cierra. Jadis exhala.

Esta es la última vez.

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Lastimar.

Golpear.

Degollar.

Matar...

Cuando Jadis probó la sangre agena, la adrenalina aumenta de lleno, su corazón late frenéticamente. No es capaz de oír nada a su alrededor, además de su propia risa destrozada en su propio juego del averno, las gotas rojizas se deslizan entre sus dedos, manchando la poca inocencia que le quedaba, la melodía del crugir de los huesos y el olor de la pólvora fueron un regalo divino y entoces... El crugir de sus huesos lo insitó a desmebrarlo parte por parte. Su cabello estaba mojado, empapado con la lluvia sangrienta, una sangre que no era suya.

— Tenías razón, los humanos somos animales racionales, después de todo — sonrió de manera retorcida.

Y es que jamás se había sentido tan bien en toda su vida.

Los cuerpos estaban regados, escenarios escalofriantes a cada paso, cuchillos enterrados, clavos fijados en los rostros, disparos a quemarropa, formas raras y extrañas de asesinar a una persona. Cama con púas, trampas por doquier, una conexión exacta y bastante precisa que guiaba cada objeto con un solo fin, aliquidar a la familia Bianco. ¿Qué otra mierda puede ser al fin y al cabo?, Por lo menos Massimo tubo la inteligencia suficiente de darle adelantarse y dejarle la mitad de su "negocio familiar" en sus manos. De tan solo ver al Gran Padre protestar con rabia, para después verlo retorcerse de dolor en el suelo... Era gratificante.

El resto de sus primos queridos también fueron aniquilados, pero quería más, quería probar más sensaciones. A qué tipo de personas podría afectarle su muerte, ¿Sería capaz de aniquilar a gente fuera de su núcleo familiar?, un reto bastante tentador, e incluso mandando al diablo su integridad y criterio, Jadis no deja de reír, joder. ¡Qué bien se siente librarse del estrés!, Devorar las luces en su interior nunca antes se habían sentido tan increíblemente complacientes, incluso cuando desprendió la cabeza de Maurizio. Supo que las cosas pasaban por algo, él/ella debía ser el nuevo demonio de la dinastía Bianco.

Como el gran Sociopata empedernido que era, necesitaba con desesperación una distracción a su mente alborotada. Más, ansía más y debe ir a buscarlo, los asesinatos ascendieron, a donde iba la muerta lo acompañaba. La oveja negra del rebaño empezó su casería para cualquiera, realmente no le importa, los dieseis no fueron un desperdicio y lo mejor, era que no tendría ningún problema para dormir por las noches. El beneficio de suprimir el dolor, es que aprietas tus heridas físicas y mentales, a tal punto que olvidas las heridas de otros, buscar el bien para tu propio beneficio, arrasando con vidas no solo de culpables. Si no también de inocentes y a este punto, ya nada le interesa más que coleccionar huesos desprendidos de la piel, la cicatriz es escondida bajo su bandana y Jadis no puede evitar sentir placer al matar, sus músculos están tensos, la rabia aumenta, pero está bien. Eso es lo que más busca.

Y sumergirse en la profundidad de la maldad humana, era lo que deseaba.

Entoces, la leyenda maldita de Jadis Bianco, empezó.

El gobierno de Mozzafiato ya no sabe qué hacer con él, evadir a la ley, continuar con el tráfico de drogas y de armas, la trata de personas... A Jadis lo/a mueve la locura de su propio miedo incontrolable hacia la oscuridad, por que la muerte es fácil de pensar. Pero vivir, es un asunto que solo es para los que tienen coraje y Jadis no es ningun/a cobarde. Fue recluido y catalogado un peligro mundial e incluso fue comparado a la abominación que representaban los Zirus, que estupidez. Ni las prisiones de máxima seguridad o los cuartos acolchonados, oprimían su sed de sangre. La histeria colectiva, la personificación de la venganza contra la muerte, la muerte no lo/a desea con él y Jadis jura que hará hasta lo posible por que el veneno de la vida llamado Karma lo consuma y lo destruya hasta hacerlo polvo.

Su primer castigo.

Ser un Bianco y depender de ese apellido para su beneficio propio.

Segundo castigo.

Haber sido la perra de alguien con tan solo doce años de vida.

Tercer castigo.

Haber nacido y no ser capaz de morir por capricho del destino.

Cuarto castigo.

Estar atado a un trio de idiotas a los que poco o nada le importa ayudar, es más. Ni siquiera comprende como ser tutor de uno de esos mocos le servirá de algo, solo eso un algo necesario para liberar su bestia interior y eso también venía con el Quinto castigo...

Qué uno de ellos, intente acercarse más de la cuenta.

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— Aquí estabas —una voz a sus espaldas, hace que levemente gire su rostro— creí que te habías marchado a otra misión —dijo el hombre más alto de cabello castaño. Jadis frunce el ceño.

— Me sigue pareciendo ridículamente interesante tu capacidad de acercarte a mi, sin vacilar —respondió son hastío.

Braulio lo miró con ojos perezosos. Es verdad, Braulio Curtis siempre se jugaba la vida al dirigirle la palabra a Bianco, pero en cuestiones de seguridad... Tenía todo a su favor.

— Dale con eso — camina hasta quedar a su lado en el barandal de la alcoba— bueno, supongo que a de ser que entre nos, tengo más ventaja por cortesía de nuestro Jefe —lo mira y sonríe levemente señalando el dispositivo implantado en el cuello del más bajo.

Jadis chasquea la lengua.

— Te asesinaré en cuanto tenga la oportunidad

— Me gustaría verte intentarlo algún día —dijo con simpleza y simpatía.

Silencio sepulcral, era un ambiente extraño que rozaba entre lo incómodo, terrorífico y agradable. Una sensación difícil de explicar, pero el riesgo latente y la muerte personificada está justo al lado, Tanto Braulio como Jadis son conscientes de que este último valora ver a la gente dar su último respiro. Qué le interese un carajo si muere o vive, pero también las necesidades sádicas de su compañero ahora están limitadas a desahogarse de las emociones negativas aniquilando Zirus en el proceso.

— Jerico y Zaid volvieron. Dicen que encontraron esto en una de las fábricas del norte, son pertenecientes del Nuclear Chasm —le muestra una carpeta de color amarillo, el/la castañe lo mira fugazmente antes de tomar la carpeta entre sus pequeñas y letales manos— encontraron un archivo antiguo sobre los participantes del experimento de Belial. Incluso hay algunos nombres sobre sustancias químicas extraídas de la mina de Sakun.

Mientras Jadis leía pequeños pedazos del archivo se dio cuenta de algo.

— Aquí dice que la versión beta del proyecto Belial, Resultó defectuoso por exceso de Mercurio —indic Bianco

— Ajá —saca una lata de cerveza de raíz y la toma por pequeños sorbos— el exceso de Mercurio en los tejidos humanos produce varios problemas en el sistema nervioso e inmunitario, el aparato digestivo, los pulmones y riñones, con consecuencias a veces fatales. Un humano cualquiera y menos intacto soportaría un contacto tan directo

— Hm... —al pasar páginas, se topó con varias imágenes horripilantes y desagradables para el ojo normal. Pero no para su persona, Brau hizo una mueca de disgusto ante la falta de tacto de este— creí que información como esta estarían en criptadas en un archivo virtual, en la computadora central de cualquier base. Supongo eran demasiado imbéciles para darse cuenta de lo obvio —cerró el archivo— eso solo muestra que el ADN de este Belial no tenía nada que ver con la que se encontró filtrada en la base

— Así es, lo peor de todo es que ni si quiera puedo analizarla como quisiera. Ese tonto ADN es cambiante, no tarda menos de dos segundos en cambiar de estructura —reniega, mirando con recelo la carpeta.

Jadis lo mira y se lo devuelve.

— Tendrás que buscar la manera y si no lo haces tú, podría hacerlo otro biólogo

— ¡Oye!, Que quede claro cosa verde, es que no es fácil leer una célula tan cambiante. Y si tan sencillo es decirlo y hacerlo, hazlo tu

— Cierra la boca de una vez. Ando con dolor de cabeza —farfulla, frunciendo el entrecejo. Braulio se sobresalta ligeramente, este suspira.

— ¿Como no te va a doler la cabeza? —saca del bolsillo de su chaqueta morada un ópalo verde— demonios Jadis, ¿Acaso debo andar con ópalos como si fueran cigarrillos para que no enloquezcas? —dijo divertido, Jadis lo vio un instante antes de tomar despacio la gema, e inhala el aroma de la gasolina.

Sus músculos se relajan, sus pupilas se dilatan un poco. El dolor cesa.

— Gracias —se da la vuelta, dispuesto a irse a dormir.

— Jadis...

Este se detiene.

— ¿Que hubieras deseado ser... Antes? —no sabía ni él mismo por que le preguntaba algo así. Pero siempre le pareció curioso y tentador ese tipo de interrogantes.

La persona de cabello verdoso gira.

— El hubiera no existe. Mi destino es la silla eléctrica, Braulio —sonríe entre gracia retorcida y lástima. Lástima hacia sí mismo por que, no podía dejar de ser la maldad. Si no los mataba a ellos.

Mataría a otros más.

Los días de Jadis Bianco están contados, pero la gente también debe atesorar sus últimos días. Es una pena reírse de su propia futura muerte, sabía mejor que nadie que el gobierno es otra mierda traicionera, si baja sus defensas aunque sea un poco, tendrá a medio ejército detrás suyo. Su muerte le haría el favor al mundo, tsk, pero él/ella, no le hace favores a nadie.

Fin.

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Hiiii holis, aquí les traigo un One Shot dedicado a une de nuestros protagonistas. Nuestro personaje edgy sin género, Jadis Bianco. Es un pequeño fragmento de lo que es su mentalidad, lo que le pasó en su infancia y cuando llegue el día de presentar la serie, contaré más a fondo y a detalle su infierno en la mansión de los Bianco, por si no quedó claro aquí, Jadis fue abusado sexualmente en tres ocasiones por su primo político Maurizio, hijo de uno de los hijos mayores del Gran padre, patriarca de la familia Bianco, además de que entre sus primos y tíos, asesinaron al hijo mayor de este, Massimo y a la mascota que le regaló de infante.

También quise mostrarles la pequeña relación de Braulio y Jadis, en demás interacciones, solo hay intercambio de palabras, por que obviamente Jadis rechaza que lo toquen por obvias razones, aún así, y siendo así de inestable mentalmente. Siente paz con Braulio y le toma bastante estima. En fin :3

Este es un regalito para: AmanojakuKaya6 por tu cumple querida, espero que te guste UwU.