Estaba durmiendo plácidamente cuando de pronto empecé a escuchar dos voces en mi sueño.

"Quiero la piedra" escuché una voz delgada "Dame la piedra"

"Está maldita" dijo una voz dura

"Todos ustedes van a morir" volvió a decir esa voz delgada

Me levanté sudando y mi única reacción fue buscar la piedra en mi anillo que tenía en la mano.

Me levanté sintiéndome extraño, era una presión en mi pecho que no me dejaba estar tranquilo. Estaba alistándome cuando noto algo extraño en la parte baja de mi cama.

— ¿Una hoja? — pregunté viendo el pedazo de hoja

— ¡Taehyung baja! — escuché que me llamó Jisoo — ¡Mi mamá quiere hablar contigo! —

— Voy — dije volteando para salir, pero justo en ese momento vi al gato en medio de la puerta — ¿Dónde estuviste gatito? — pregunté cargándolo

— ¡TAEHYUNG BAJA! — gritó esta vez mi mamá

— ¿Sí? — pregunté saliendo

— Min Yoongi a declinado al compromiso, ¿Qué fue lo que hiciste? — preguntó mi mamá jalándome del cabello, haciendo que suelte al gato — ¿Sabes lo que significa esto?, maldita sea, ¿Sabes lo que has hecho maldito estorbo? — preguntó empujándome adentro de mi cuarto — tú eres un error, siempre te lo he dicho, no debiste nacer, tu hermana hubiera sido mejor hija que tú, nunca puedes hacer las cosas bien, eres un maldito inútil —

— Ma-a... — dije llorando por sus palabras

— Escúchame bien engendro, tú no eres mí hijo, eres un desastre y yo no tengo desastres, solo espero que no sea contagioso tu idiotez — dijo para salir, dejándome solo en el cuarto

— Lo-o sien-ento... —

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Estuve buscando a Taehyung toda la mañana pues vi a su prometido alistar sus cosas y eso me pareció raro, si se van arruinarían todo el plan y eso no debe pasar. Taehyung no podía irse hasta darnos los deseos, no puede arruinar todo.

Volví a pasar por el cuarto de Taehyung y escuché unos sollozos que hicieron que me detuviera.

— ¿Taehyung?, ¿Eres tú? — pregunté abriendo su puerta

Cuando entré lo vi en una esquina en el piso, fue algo que hizo que mi corazón doliera así que sin pensarlo me acerqué a él.

— Taehyung, mírame — dije queriendo alzar su rostro, pero no me dejó — Taehyung... — volví a repetir

— E-ella me o-odia —

— ¿Quién Taehyung? — pregunté sobando sus cabellos

— Mi ma-amá —

No supe que decirle pues algo así nunca me había pasado y no soy bueno dando consejos, no soy una persona que de buenos consejos.

— Taehyung, mejor vamos a que te distraigas, he visto que ese enano de tu prometido se va ir — dije haciendo que alce su mirada toda llorosa

Él salió corriendo dejándome, solo en el cuarto, dejándome completamente sorprendido por su rápida acción.

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Salí corriendo a buscar a Yoongi y lo encontré justo por subir a su carruaje.

— ¡Yoongi!, ¡Espera! —

— ¿Qué pasa Taehyung? — preguntó bajando de su carruaje

— ¿Por qué te vas? —

— Taehyung... — dijo acercándose a mí — he visto cosas que no me gustan, por eso me voy, y tú deberías hacer lo mismo, huye por favor — dijo para alejarse de mí

— Pero... — dije sin saber a que se refería

— No confíes en nadie — dijo viéndome fijamente y pude darme cuenta de que sus ojos estaban de otro color, uno color medio dorado

Eso solo significa una cosa.

— ¿En la casa hay otra bruja? —

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Salí del cuarto de Taehyung para ir a buscarlo pues tenía que hablar con él pero en eso lo vi afuera parado mirando a la nada.

— Taehyung, debemos hablar — dije apenas me acerqué a él

— Jungkook, no creo que sea el momento — dijo absorto, sin dejar de ver a la completa nada

— ¿Pasó algo? —

— Hablemos en otro lado — dijo agarrándome de la mano

Fuimos adentro del bosque hasta nuestro lugar especial.

— Extrañaba éste lugar — dije observando el gran árbol y sintiéndome bien pues me trae bonitos recuerdos, aunque luego me acordé de uno no muy bueno

— Creo que en la casa hay otra bruja — dijo apenas me di vuelta para verlo

— ¿Es posible? — él solo asintió

— He tenido sueños raros — dijo él mordiéndose el labio

— No eres el único, yo los tengo todo el tiempo — dije acercándome a él — ¿Ya te he contado la infinidad de veces en las que me he soñado contigo durmiendo a mi lado? — pregunté poniéndolo rojo

— No di-igas esas co-osas —

— Eres tierno —

— Jungkook, estoy hablando de algo serio — dijo con un puchero

— Yo también — dije acercándome mucho más a él — te extraño —

— ¿Pero me tienes a tu lado? — preguntó viéndome extrañado

— Me refiero a que a pasado mucho desde esa vez en tu cuarto — dije empezando a besar su cuello y a hacerle cosquillas

— Ju-ungkook, no quiero — dijo resistiéndose mientras no paraba de reír

Sin duda su risa es uno de los mejores sonidos que he escuchado, luego de sus gemidos claro.

— Sí quieres — dije haciéndole cosquillas

Estaba por empezar a tocar sus piernas pero sentí un arañazo en mis pierna que me hizo quejarme de dolor.

— ¿¡Pero qué!? — exclamé bajando mi vista para ver al gato verme fijamente

— ¿Te lastimó mucho? — preguntó Taehyung agachándose para ver mi herida — uy, tal vez quedé marca —

— Creo que debemos volver —

— Puedo arreglar eso — dijo pasando su mano por la herida y así curarlo

— Fantástico — dije sin poder dejar de observar mi pierna

— Lo aprendí ayer, claro que con heridas profundas no sé si pueda —

— Pero es genial — dije sentándome en el pasto para observar mejor mi pierna — Taehyung, ven, échate — dije echándome para ofrecerle un lado a él, él solo sonrío y se echó

— ¿No te duele cierto? — preguntó viéndome fijamente

— No, pero me duele el pecho — dije oliendo su cabello

— No te preocupes, yo haré que no duela — dijo abrazándome

— Gracias amor — dije sintiéndome completo en ese instante

— ¿Jungkook, tú que sientes cuando estoy a tu lado? —

— Me siento feliz, me siento completamente feliz, me siento bien, es como si le dieras color a mis días tristes — dije abrazándolo más fuerte — tú cambias todo en mí, es increíble cómo en tan poco tiempo pudiste hacerme cambiar mi forma de ver el mundo —

— ¿Tanto así? — preguntó impresionado

— Y mucho más — dije riéndome de su cara — ¿Y tú que sientes cuando estoy a tu lado? — esta vez pregunté yo

— Me gusta la sensación de cosquilleo en el estómago y siento que puedo hacer muchas cosas, todas positivas —

— ¿Taehyung, tú usarías tu poder para un deseo mío? —

— ¿Un deseo? — preguntó viéndome raro

— Nada, mejor olvídalo — dije poniéndome de pie — ¿Nos vamos?, siento un poco de frío —

— Está bien — dijo agarrándome de la mano

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— ¿Cuándo podemos salir? —

— Aún no es tiempo —

— Pero mi señora... —

— Entiende que no, pero muy pronto podrás hacer todo lo que me has contado, no te preocupes, todos los Kim caerán —