Toda mi vida me la he vivido idealizando personas, 

Haciendo de un extraño el motivo de mis pensamientos de día, 

Y de noche llenaba páginas enteras de poemas.

Vivía de amor en amor, nunca siendo correspondida,

Jamás llegando tan lejos.

Se quedaban ahí en mi pecho, como amores platónicos,

atracciones pasajeras que llenaban vacíos.

Hasta que un día como jugando, metí a alguien a mi vida

Sin preguntar y sin esperar nada.

No puedo decir que este enamorado pero me quiere.

Me quiere más de lo que yo lo quiero.

Ahí esta la fatalidad de esta historia, 

aunque suena totalmente ridículo.

Nunca correspondida y cuando puedo serlo, 

No lo quiero

Y no hay nadie que me pueda entender,

Tengo un lío en mi cabeza y un nudo en mi corazón.

No quiero que se suelte, no quiero corresponderle, 

Y a veces cedo ante su amor.

No le dedicaré poemas, no escribiré de él,

Porque él ha escrito de mi y de lo que siente, 

Pero yo no tengo nada en el pecho.

Y de que sirve escribir 

Si ya no es de un imposible.