Capítulo 2

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3 meses luego del incidente que arruinó su vida (amorosa)

—Felix, ¿sabes en donde dejé mi paleta de sombras? —preguntó Fátima entrando a su habitación—. Faltan veinte minutos para irnos a clases y no la encuentro.

—Si no sabes tú que eres quién utiliza eso, ¿quién más va a saber? —respondió él mirándose en el espejo. Se echó un poco de colonia y se acomodó la playera que llevaba puesta—. ¿No se la habrás prestado a tus amigas?

Para la suerte de Fátima, había conseguido un grupo de amigas el día del baile justo como quería y se mensajeaba con un chico de su clase, el cual Felix no se había aprendido el nombre todavía.

—No, yo no presto mi maquillaje—murmuró—. Veré cómo resuelvo—dijo y se dio la vuelta para marcharse de la habitación.

Ignoró el extraño comportamiento de su hermana gemela y acercó al especio para arreglarse un poco el cabello. No lo iba a admitir, pero desde que conoció a Diana se peinaba un poco más de lo normal, intentaba combinar bien sus atuendos e incluso intentó prestar más atención a las clases para que Diana le pidiera prestado sus apuntes y así podía verla un poquito más.

Aunque esa inocente actitud, hacía que ella lo viese más como un amigo que otra cosa, pero él no sabía eso. Todavía.

—Felix, Fátima, llegaron por ustedes—escuchó el grito de su mamá, Felix tomó su mochila de la cama y bajó hasta la entrada de su casa.

Miles y Jensen se encontraban en el auto, Jensen alzó una de sus brazos agitando su mano en un intento de saludo mientras que Miles estaba apoyado con la cabeza fuera de la ventana mirándolos caminar. Fátima pasó apresurada por su lado y se subió al auto saludando a ambos chicos.

—A paso de tortuga, Felix—habló Miles, Felix rodó los ojos y caminó un poco más rápido hasta llegar con ellos montándose en la parte trasera del auto.

— ¿Estudiaron para el examen de geografía? —preguntó Jensen—. Porque yo no y necesito un repaso flash para aprenderme todo por encimita.

—Haciendo eso no llegarás a nada—le dijo Fátima en un intento de regaño.

—Quiero ser actor, no necesito saber en dónde están ubicadas todas las ciudades del país.

—Sí necesitas—comentó Miles—. Se burlarán de ti si no sabes, en los shows de entrevistas siempre ponen a los actores a estar en juegos, ¿y si te preguntas algo sobre geografía? ¿Dirás que no quisiste estudiarlo en el instituto porque ibas a ser actor?

—A veces me preocupa lo rápido que trabaja tu mente—le contestó Jensen, Felix se rio de eso y prefirió mirar por la ventana.

Al llegar al instituto, vio a Diana sentada en uno de los bancos de la entrada con dos de sus amigas. Fátima se despidió alejándose de ellos para irse con sus amigas y Jensen, Miles y Félix caminaron pasando delante de las chicas.

Diana levantó la mirada y se paró del banco para llamar su atención.

—Hey, Félix—lo llamó, él se detuvo y volteó a verla con una sonrisa. Diana se despidió de sus amigas y caminó hacia ellos, enlazó su brazo con el de él y continuaron caminando—. Muchachos—saludó a Miles y Jensen—. Felix,

— ¿Cómo estás? —le preguntó él, ella asintió.

—Estoy un poco cansada pero nada que no pueda acomodar en mi día—ella sonrió y lo tomó del brazo—. Vamos al salón—le dijo y caminó junto a él.

Miles y Jensen los miraron alejarse para luego caminar detrás de ellos maquinando las próximas burlas con las que podían molestar a su amigo. De igual forma, Félix era un sujeto fácil para molestar.

Más si era sobre temas que desconocía, como el amor.

›››

En la tarde, Miles, Felix y Jensen se encontraban en La Clave de Sol tomando un poco de café mientras que escuchaban a Marie, la cantante y hermana de la novia de Miles, cantar las canciones de Michael Bublé con la voz más melodiosa y angelical posible, dejando al público siempre con ganas de más.

Felix la miraba maravillado, amaba cuando la voz de un artista te atrapaba y te hacía querer seguir escuchándolo.

—Me impresiona esa chica—confesó, era la primera vez que la escuchaba y ya se consideraba fan de ella—. Canta muy bien.

Miles asintió.

—Sí, Marie es genial—le dijo—. Oh, mira quién viene ahí—Felix volteó y se fijó que Diana caminaba hacia ellos.

Ella sonrió al verlos.

— ¡Chicos! ¿Cómo están? —se sentó al lado de Felix, este bajó la cabeza un poco apenado y nervioso por la cercanía.

—Más felices que tú no—comentó Jensen, Diana sonrió.

—Estoy participando en un concurso y estoy ganando—dijo animada, Felix se interesó en ello.

— ¿Sí? ¿Sobre qué es?

—Debo sumar ciertos puntos mientras busco y resuelvo los desafíos sobre el próximo álbum de Julia Daniels—comentó ella—. El ganador se gana dos entradas para el concierto de ella.

— ¿A quién invitarás? —preguntó Miles, Felix la miró atento.

—Mmm, hay un chico en la clase que me gusta—confesó—. No sé si le gusta Julia Daniels, pero me gustaría que fuésemos juntos.

Los tres chicos se miraron entre sí.

— ¿Quién es? —preguntó Jensen, Miles lo codeó para que dejara de ser tan cotilla—. ¿Qué? Lanza la bomba pero no la enciende—miró a Diana—. ¿Soy yo?

Diana se echó a reír.

—Ya desearías—se volteó y miró a Felix, este le sonrió nervioso—. Es un chico de nuestra clase, pero no me siento cómoda diciendo su nombre todavía.

—Traducción: no lo va a decir porque Jensen y yo estamos aquí—comentó Miles, Jensen asintió estando de acuerdo.

—Es cierto—confirmó ella. Miles y Jensen fingieron indignación, ambos miraron a Felix quien sólo se encogió de hombros sin saber qué decir.

—Bien, no necesitas ser tan directa, entendemos completamente—habló Miles, Diana asintió—. Ven Jensen, vamos por algo de comer, Diana no nos quiere aquí.

—Chao chicos—les dijo ella, Jensen se echó a reír y tomó a Miles del brazo para llevarlo a la barra.

Felix no dijo nada, su mirada estaba fija en un punto incierto de la mesa que tenía frente a él, Diana tomó su mano sacándolo de su trance por completo.

—Necesito que me ayudes con eso—comentó ella, Felix lo miró sin entender a qué se estaba refiriendo—. Me gusta Fabricio—confesó, Felix sintió un ardor en su pecho.

—Oh—dijo.

—El día del baile estuve con él antes de conocernos—explicó ella—, no había hablado con él hasta ese día y se sintió increíble.

— ¿El día del baile? —ella asintió.

—Estuve bailando con él una gran parte de la noche, creo que fue por él que bebí de más—rió—, pero fue un rato genial, además, nos conocimos luego de eso.

Felix sonrió, aunque en realidad su mente viajó nuevamente al día del baile, quizás si hubiese hablado más con ella la primera vez en la mesa, ella no habría hablado con Fabricio y fuese él quien tuviera el honor de ir con ella al concierto.

— ¿Cuándo piensas decirle?

—Bueno, no he ganado todavía el concurso—rió ella—. Quiero primero asegurarme de eso, pero me gustaría acerarme más a él, ¿me ayudarías?

Quería decir que no.

—Sí—Diana lo abrazó y se separó rápido de él.

—Además de que nos echa, se quiere llevar a Felix y tenerlo sólo para él—comentó Miles, Jensen negó mirándolos—. Tengan—les entregó a ambos una galleta.

—Oh, son mis favoritas—dijo Felix dándole un mordisco a la galleta de chocolate con maní—. Gracias.

—Jensen las compró—Felix miró a Jensen y le sonrió.

—Creí que te gustarían, recuerdo que estuviste en el baile comiendo de esas galletas—mencionó Jensen sentándose frente a ellos, Miles se sentó a su lado y sacó su celular.

Diana se levantó de la silla y se recogió el cabello en una coleta alta.

—Me debo ir, mi mamá quiere que vayamos a ver ropa—comentó ella—. Felix, te escribo en la noche, ¿vale? —el chico asintió y ella le sonrió—. Nos vemos muchachos—se despidió de ellos para marcharse.

Jensen apoyó sus codos en la mesa y miró a Felix detenidamente hasta que eso logró incomodarlo.

—Deja, no me mires así.

—Ayudarás a la chica que te gusta a salir con el chico que le gusta—comentó Miles—. Amigo, no lo hagas, el que saldrá mal ahí serás tú.

—Pero puedo lograr cambiar algo, quizás si paso mucho tiempo con ella pueda llegar a gustarle—Miles negó.

—La vida no es así—dijo—. Te lo digo por experiencia, si te ve como un amigo es muy difícil que salgas de ahí.

—Tendrías prácticamente iniciar de cero—agregó Jensen.

— ¿Iniciar de cero?

—Y no ser el chico bueno, para las chicas ser el chico bueno te convierte rápidamente en su amigo—dijo Miles—. No quieren al chico bueno, quieren a alguien que las saque de sus casillas a cada momento.

—Y ser coqueto.

—Yo no sé cómo ser coqueto—mencionó Felix con preocupación.

—Entonces deberás aprender a hacerlo.

—Eso o conformarte con ser sólo un amigo para ella.

Felix lo miró, él nunca se había preocupado por gustarle a una chica, pero no quería ser el amigo de Diana para toda su vida.

—Iniciar de cero—repitió lo que Jensen le había dicho—. Puedo hacer eso.

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Capítulo 2 publicado! Todavía falta un poco para que llegue a la esencia de la historia pero espero que vayan entendiendo.

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