UN CUENTO PARA DORMIR.

Lincoln: ¿ocurre algo?

Rita: ¿necesitas otra vez la "charla"?

Lincoln: no.

Lola: mamá déjalo, el solo estaba siendo lindo conmigo.

Rita: ese precisamente es el problema.

Lincoln: ¿podemos dejarlo para mañana? Hoy tengo entrenamiento.

Rita: entonces será antes de que vayas.

Lincoln: rayos.

Lola: lo siento linky.

Lincoln: tranquila, no es tu culpa.

Las demás hermanas solo se quedaron viendo con incomodidad, pues sabían que tipo de charla tendrían su madre y hermano.

Después de que lola despertase de su coma ambos padres fueron notificados, a ambos se les dibujo una sonrisa en el rostro y partieron de sus trabajos lo más rápido que pudieron hacia el hospital, su princesa al fin había dejado su largo sueño, la alegría y emoción se veía en su rostro, llegaron al hospital, donde fueron recibidos por el doctor, con "buenas" noticias, el solo informo que su hija había despertado, pero con una anomalía, la sonrisa de los padres se borró de sus rostros al escuchar la noticia, pues su hija había perdido todos sus recuerdos, aun si entraban a su habitación ella no los recibiría con los brazos abiertos, si no con miedo y dudas, la madre no pudo contener las lágrimas, su esposo que compartía su pesar, aguanto lo mas que pudo, pues debía demostrar fortaleza ante esta situación.

Mientras tanto en la sala de espera del hospital, habiendo sido completamente ignorado por sus padres, un chico de cabello blanco, lloraba en silencio, si antes se sentía un monstruo por "causar" el accidente de su hermana, ahora se sentía un demonio, ella no solo lo había olvidado a él, seguramente a todos, a su madre, a su padre y sus hermanas, jamás se había sentido tan miserable, y lo peor es que no podía ir con ella, su hermanita, la cual probablemente estaría solo y asustada, el solo quería ir con ella y abrazarla, decirle que no importaba si lo había olvidado, el siempre la amaría, que era su princesa, y leerle los cuentos que a su linda hermanita tanto le encantaban.

Al terminar con la revisión de rutina lola fue llevada nuevamente a su habitación, al parecer todo estaba bien, no había pasado el suficiente tiempo como para que sus músculos comenzaran a estropearse, pero aun así necesitaría algo de tiempo para poder comenzar a caminar con normalidad, su cerebro estaba recuperado y no presentaba secuelas que afectasen su salud, fuera de su falta de memoria ella estaba en un buen estado de salud, después haber regresado solo tardo unos minutos en llegar el doctor, ella al principio creyó que serán mas exámenes, pero no era así, al parecer sus padres estaban impacientes por verla, pero el doctor quiso hablar con ella primero, para que de esa forma la pequeña niña pudiese estar lo mas calmada posible a la hora de conocerlos y evitar futuros percances, el doctor dio la indicación y ambos padres pasaron a la habitación, el hombre de cabello castaño tenia una sonrisa nerviosa, mientras que la mujer rubia aun tenia un poco de su maquillaje corrido, pero aun así, su sonrisa parecía mas sincera que la de su esposo, ambos padres comenzaron a acercarse a su hija con calma, ya que no querían alterarla, la niña solo comenzó a ponerse nerviosa, ¿esos eran sus padres?, La mujer abrió sus brazos y envolvió a la pequeña en un abrazo, ella no supo como reaccionar, así que solo correspondió el abrazo, el hombre no tardo mucho en unirse, las preguntas por parte de la pequeña no se hicieron esperar.

La curiosidad que tenia al no saber absolutamente nada ni de ella misma, era enorme, sus padres solo respondían a sus preguntas, y el conocimiento fue llenando se actualmente "vacío" cerebro, la pequeña rubia descubrió su nombre, edad, que tenia hermanas y un único hermano, fue extraño, pero la mayor parte de su curiosidad se centró en él, esto fue notado por ambos padres, pues la niña se maravillaba al escuchar como su único hermano la trataba como a una reina, aun sin saber que lola solía amenazarlo, ellos creían que su hermano la trataba así por devoción, pues aun si era muy cercano a las menores, siempre mostraba cierto favoritismo por la pequeña princesa.

Los minutos pasaron y el pequeño albino solo decidió irse, ¿a dónde? Ni el mismo lo sabía, solo quería despejar su mente, así que partió hacia lo desconocido, el llego a un pequeño parque, busco un lugar sin gente y sentó a leer, a leer aquella libreta que el había escrito con su propia letra, una libreta llena de cuentos famosos y de su propia inventiva que había creado para su hermanita, solo leyó mientras que recordaba para quien lo había escrito y con que propósito, y mientras más leía, su corazón mas sufría, clamaba a lagrima viva que su dulce princesa regresaba, y solo siguió leyendo, mientras las lagrimas brotaban, y sus memorias lo torturaban, pues con cada palabra leída, un grato recuerdo con su pequeña princesa aparecía por su mente.

Grande fue la sorpresa de los padres al escuchar de su hija, que su hermano ya había estado con ella, pues tan solo hace un par de horas el estuvo en esa misma habitación acompañándola en su soledad, leyéndole un cuento, a una aparente doncella dormida, sin saber que ella había escuchado hasta la ultima palabra de su cuento, también les dijo que quería volver a verlo, pues para ella era una grata compañía, su príncipe de los cuentos, su caballero de blanca armadura, el padre salió a buscar a su hijo, y pregunto a la recepcionista, la cual le informa que el joven al que describía estuvo llorando un rato y se marchó sin más, apenas hace un par de minutos, el padre regreso a la habitación de su hija, solo para informar que su hermano ya se había marchado, ambos padres entendieron de inmediato, si el fue el primero en ver a lola cuando despertó, debió ser un golpe duro para él, saber que ella no lo recordaba, la niña solo se decepciono, pero aun así no quería parecer decaída, así que solo siguieron hablando de sus demás hermanas, descubrió que tenia una hermana gemela, que aparentemente era lo opuesto a ella, pues la joven rubia era lo mas parecido a una princesa, y su hermana idéntica le encanta la suciedad y mugre, también descubrió que todas las hermanas eran diferentes, con gustos completamente ajenos unos a otros, pero aun así todas tenían algo en común, Lincoln, el joven muchachito solo maravillo mas a la joven doncella, que escuchaba como su hermano como alguna especie de caballero ayudaba siempre a todas sus hermanas con total devoción, ella solo se sonrojo al pensar en él, pero... algo que incluso ella puo notar, es que le molestaba el hecho de que su hermano no solo fuera devoto a ella, si no también a sus demás hermanas, ¿acaso estaba celosa? No lo sabía, y lo averiguaría después.

El tiempo siguió su curso, el joven albino había terminado de leer la libreta, se puso firme y se hizo un juramento a si mismo, que aun si ya no era su hermana, él no la volvería a dejar sola en ningún momento de su vida, era su princesa, y la proteger, aun si debía pagar con su propia vida, comenzó a correr hacia el hospital y tenia el tiempo en contra y aun no había terminado el cuento, y el no se iría tranquilo hasta leerle a su hermana un cuento para dormir, acelero el paso lo mas que pudo, incluso estando a punto de ser atropellado mas de dos veces, solo salvándose por los pelos, el siguió corriendo, aun si sus piernas dolían, el cumpliría con las expectativas de su hermana, seria el caballero de armadura blanca que ella tanto alardeaba que era, sus pulmones le dolían, y ya no sentía sus piernas, pero su velocidad jamás disminuyo.

Las horas de visita habían próximas a acabarse ambos padres debían irse, para regresar otro día, al parecer su hija debía quedarse un poco mas de tiempo, para observar que su salud no tuviera cambios graves, así que solo se despidieron de su hija con un abrazo y la promesa de que alguno de los dos regresaría mañana, y salieron de la habitación, lola al quedarse sola en aquella habitación comenzó a sentir miedo, aquella habitación completamente blanca le daba miedo, se sentía sola, abandonada, desprotegida, quería llorar, no sabía por qué, pero la soledad de aquella habitación le daba un mal sabor de boca, no pudo evitar llorar.

Los padres estaban en el estacionamiento del hospital, subiendo al vehículo familiar, cuando vieron una silueta familiar pasar a un lado de ellos, lo reconocieron al instante, esa cabellera blanca solo podría pertenecer a alguien, el muchacho de cabello blanca, que ya conocía la habitación donde estaba su hermanita solo siguió corriendo, hasta que fue detenido por el guardia de seguridad, las horas de visita ya habían terminado y no debía correr por el hospital, pero lo que su cerebro decía es que buscara una forma de pasar, en un acto desesperado hizo la finta de que ya se iba, en cuanto el guardia mira hacia otro lado el muchacho paso corriendo, el guardia apenas y lo vio salió corriendo tras de él, el chico no era muy rápido y era obvio que lo iban a alcanzar en cuestión de segundos, así que comenzó a arrojar lo primero que se pusiera en su camino, de alguna forma logro retrasar lo suficiente al guardia para que este le perdiera de vista, pero aun así no podía confiarse, así que siguió corriendo, hasta que vio la puerta a la que debía entrar, entro y vio a una pequeña niña, llorando, este solo se acerco a ella y la abrazo, esta sensación, la recordaba muy bien, este calor, era único y nunca podría olvidarlo, el estaba aquí, su príncipe había venido a su rescate, la niña solo correspondía el abrazo mientras decía en voz baja "tenia tanto miedo" el chico solo la acerco más a él, se separaron del abrazo, la niña se sentó y el chico se sentó a un lado de ella, y de su mochila saco la libreta.

Lincoln: lo ciento, no termine de leerte tu cuento.

La pequeña solo abrazo el brazo de su hermano, mientras esperaba impaciente que continuara con la lectura, los minutos pasaron y el cuento termino con un final feliz, la niña lloraba con una gran sonrisa en su rostro, el chico solo la tomo del rostro y le dio un gran beso en la frente, la niña un pudo evitar ponerse roja, el chico le deseo dulces sueños, guardo la libreta y se dirigió a la salida, pero no sin antes regalarle una gran y cálida sonrisa a su hermanita, el chico salió lo mas sigilosamente posible, pero apenas dio un paso fuera fue detenido por alguien.

Continuará. . . . . .

Saludos lectores, soy su pony magico musical anunciando que apartir de este punto

Seguirá mi parte del FF, la continuación, por ello, notarán algunas diferencias

Intente adaptar lo mejor posible mi forma de escribir para que se sintiera  igual o no se notara una diferencia muy grande

Sin más que decir chicos, chicas, ponys, nos leemos mañana :3