1.Saludo

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Me llamo Olivia Jhons, actualmente tengo 23 años, la herencia de mi madre fue el ser escritora, amante de los libros, una buena cantidad de dinero y una hermosa casa lo suficientemente alejada de la ciudad para no preocuparme por el ruido excesivo y lo suficientemente cerca para poder tomar el transporte público. Desde que tengo memoria siempre fuimos mi madre y yo aunque mi padre aun me envía dinero, él vive en Japón en este momento, si no mal recuerdo.

Esta historia no es de comedia, o de cómo me enamore de un chico a los 15 años y nos hicimos novios a los 3 meses. Esta historia empezó desde hace más de 5 años, no fue una vida perfecta, pero al menos me casaré con el hombre de mi vida dentro de unos meses.

Cuando todo esto empezó tenía 18 años, estaba en el último año de preparatoria.

-Mamá, ya me voy- grité desde el primer piso.

-Ya voy- escuché a mi madre arrastrando sus pantunflas por el pasillo, hasta que llegó a mi y me abrazó -Cuídate mucho mi niña hermosa- me dio un beso en la frente.

-Gracias mamá, tú también cuídate, te amo- dije mientras me iba.

Salí por el portón principal que se cerraba detrás de mi, caminaba unos metros con el sol del amanecer en mi espalda, escuché la bocina del autobús y corri para alcanzarlo. Genial, primer día y ya estaba corriendo trás el autobus.

Llegue al instituto, los 3 pisos de edificio color rojo oscuro se hacían presentes ante mi.
----------
*Sonido de celular*
-Buenos dias- contestó Leo, el chico que me vuelve un poco loca desde que tengo 9 años.

-¿Cómo amaneciste?- contesté de inmediato.
-----------

Salí del chat y guarde mi celular, empecé a caminar hacia mi piso, al más alto, no hay elevador aquí, claramente, subía las escaleras mientras un grupo de muchachos pasó corriendo al lado y uno de ellos me empujó y casi caigo al vacío si no hubiera sostenido con fuerza el pasamanos y si no fuera por un chico que me sostenía del brazo.

-¡No seas imbecil, Tom!- dijo ayudándome a pararme en el escalón.

-Gracias- dije con voz baja y seguí caminando.

Camine por varias secciones hasta el final del pasillo, revisando las listas para ver en cual me habían ubicado la primera hora, busqué y busque y no estaba, en buen momento me encontré a una profesora que me conocía desde antes.

-Disculpe profesora,- dije llamando su atención -¿Sabe donde será la primera hora de último año?

-Oh, si, hubieron cambios en el horario de ustedes y será en el 2B del segundo piso- dijo revisando sus hojas.

-Muchas gracias- dije mientras caminaba otra vez a las escaleras. Baje al segundo piso y llegué al salón 2B.

-Buenos dias- dije llamando la atención del profesor Brown que estaba en la sección-¿Puedo pasar?

-Adelante- dijo haciéndome pasar.

Mire al grupo de chicos que me había empujado en las escaleras y al chico que me había ayudado, me senté en la parte media de la fila junto a la ventana.

El acto de bienvenida y presentacion de horario había sido igual de aburrido que todos los años anteriores.

Durante el receso me junté con las compañeras mas cercanas que habia creado en los 4 años anteriores en el instituto, ellas reían y hablaban entre ellas, de momentos trataba de hacer comentarios para entrar en ambiente, pero hablando sinceramente, siempre que estaba con ellas, sentia que sobraba. Considerando que era el primer dia de nuestro último año en el instituto, el sentimiento no era mas gratificante que años anteriores.

----------

*Sonido de celular*

-Estoy bien- Contestó Leo, quizas como unas dos horas despues de que le habia enviado el mensaje.

-Me alegro por ti.

-¿Estas bien, verdad?

-Si, por supuesto- contesté mientras me sentaba en una esquina de la mesa donde las chicas y yo usualmente nos sentabamos a tomar la merienda.

-Genial, ¿Qué estas haciendo?- me emociona cuando hace preguntas sobre mi dia y siento que se preocupa por mi.

-Ahora mismo estoy en receso, comiendo. ¿Tú que haces?- una sonrisa se dibujó en mi rostro.

-Que bien, yo estoy llegando a la universidad, tendremos que hablar mas tarde, adiós- y en seguida salió del chat.

-Ten un buen dia :3- salí del chat también.

----------

-¿Qué pasa?- dijo Fernanda, una de las chicas mas cercanas a mi, solemos irnos juntas a casa, ella vive a unas casas de la mia, asi que siempre aprovechamos para irnos juntas.

Ella a diferencia de mi, es mas pequeña de estatura, su piel es palida y suave, su cabello muy negro y demasiado liso para cualquier liga para el cabello, sus ojos negros aunque realmente podriamos decir que no cumplen por completo su función, al igual que los mios, ella sufre de miopia, yo sufro hipermetropia, es una competencia mas o menos pareja. Por otro lado, su voz es fina, bastante femenina comparada con la mia.

-¿Qué pasa de qué?- le pregunté saliendo de mis pensamientos.

-Primero estabas sonriendo y de pronto cambiaste completamente.- dijo con cara curiosa.

-Supongo que no es nada, o al menos nada diferente a lo de siempre.

-Es Leo, ¿verdad?- preguntó mientras buscaba algo en su celular.

Creo que Fer es una gran chica, pero ese es su defecto, no puedo hablar con ella, siempre que estamos llevando una conversación ella usa su celular, no entiendo porque, digo, hablar es mucho mas sencillo que estar con el celular buscando algo al mismo tiempo que hablas ¿no?, la mente se separa en dos.

-Si, pero es bueno, está en la universidad ahorita.- dije seria.

-Pero sigue siendo cortante, ¿verdad?

-No es cortante, se mantiene ocupado.

-Nadie esta tan ocupado como para no dedicarle nada de tiempo a la persona que le interesa, Olivia.

-Supongo que él es así, siempre ha sido asi.- dije con algo de tristeza -Pero tiene sus momentos dulces e increibles.

-Pues si, pero eso no significa que solo pueda ser romántico un momento cada ¿Cuanto?¿Cada año?- dijo con tono enojada.

-¿Estás enojada ahora?- pregunté confundida.

-Pues si porque siempre vuelves a caer con ese estúpido, ya deberías dejarlo ir, no te merece.- dijo casi gritandome.

En ese momento sonó la campana del instituto, teniamos que regresar al salón.

-Es una buena persona, se que puedo sacar lo mejor de él.- dije mientras caminabamos.

El resto del dia fueron clases que basicamente eran pruebas diagnosticas para evaluar nuestro conocimiento previo de temas que pudimos haber olvidado ya, no hubieron muchas cosas interesantes, a diferencia que, ya que estabamos todas las secciones de ultimo año en un auditorio con todos nuestros profesores, ellos hacian las pruebas y llamaban por lista, conocía a la mayoría de los que estudiaban el último año aunque estuvieran en distintas secciones. Mientras estaba concentrada realizando mis pruebas, escuche los nombres de los alumnos nuevos, 3 de los chicos que corría hoy en la mañana, otros dos estaban en el 5toC. Los nombres de mis nuevos compañeros, a mi parecer no habia escuchado sus nombres antes.

Tom Wesl, el castaño que me habia empujado en la escalera por la mañana, su cabello aparte de castaño era largo, cubria sus orejas palidas, su piel mucho mas palida que la piel de Fernanda, de altura demasiado alta, delgado, al menos el uniforme del instituto lo hacia lucir aceptable, supongo que sus labios era lo unico que parecia resaltar mas que el fisico delgado, estos son rosados y gruesos,  con algunas grietas, quizas no les da mucho cuidado o fuma mucho.

Dan Stan, el chico que me ayudó a no rodar por las escaleras, pelinegro, un poco hondulado, piel clara, estatura quizas de 1.90, sonreia mucho mientras lo presentaban, sus labios delgados, aunque sus dientes se veian perfectos, tiene muchos lunares en su rostro y ojos cafés, su cuerpo es delgado pero pareciera moldeado por ejercicio constante, a diferencia de su amigo, su uniforme estaba desaliñado, su cabello un poco desarreglado, parecia haber sido revuelto a proposito.

Y el ultimo de ellos que esta en mi sección, Fernando Lin, quizas el que menos llama mi atención, por lo menos, es de estatura pequeña, quizas de mi tamaño, 1.68, su piel es morena, su cabello totalmente desarreglado, tenia cicatricez en su rostro, algunas manchas oscuras como si se hubiera quemado de alguna forma, sus ojos son achinados, negros, y sus labios completamente delgados, cerrados y rectos, sin ninguna expresión. 

El resto del dia continuaron presentando más estudiantes, no puse mucha atención, me concentré en terminar mis pruebas y entregarlas, queria ir a casa.

-Fer- llamé a mi amiga que esta a mi lado.

-¿Qué?- respondió sacando la cabeza de su celular.

-¿Nos vamos ya?- dije entregando mis respuestas a una asistente de los profesores.

-Si, no terminé todo, pero esto no vale puntos.- dijo sin importancia.

Bajabamos al primer piso cuando otra vez pasaron los chicos nuevos, esta vez era el grupo completo, bajaban riendose, Fer y yo solo nos veiamos entre nosotras sin decir nada.

-Dale idiota, hazlo.- Dijo Dan mientras empujaba a Tom hacia nosotras.

Tom algo enojado caminó hacia nosotras, -Me disculpo por haberte empujado en la mañana.- me dijo.

Me quedé sin palabras para responderle y miré a Fernanda, ella igual me veía asombrada. -Está bien, no hay problema- dije saliendo rapido del bloqueo mental que tuve.

Tom se fue, pude escuchar como maldecía a Dan por haberlo enviado, él y Fernando se fueron de ahí dejando a Dan.

-Soy Dan,- dijo con una sonrisa extendiendo su mano hacia nosotras, primero a mi y despues a Fernanda - aunque supongo que ya lo sabían- dijo mientras estrechabamos su mano.

-Un gusto- dijo Fer con una sonrisa.

-Igual, si, ya sabiamos- dije seria.

-Oh, ya veo quien es la seria de las dos- dijo divertida.

-En efecto, ella es helada.- Dijo Fer.

-No lo negaré.- dije mientras Dan nos me veia con una sonrisa amplia. -¿Porqué ries?

-Las mujeres serias despues son las más empalagosas- continuó con su sonrisa.

-Ella es asi solo con un idiota que ni le pone atención- dijo Fer.

-¡Amor!- Escuchamos un grito desde el fondo del pasillo, una chica con un cabello negro, largo y honludado se acercaba a Dan, en cuanto llegó a él se le colgó del cuello mientras él la abrazaba. -¿Cómo estás...

-Vamonos.- dije a Fernanda tomandola del brazo y sacandola de ahi, ellos continuaron con su amorio detras de nosotras mientras caminabamos hacia la carretera. -¿Caminamos?- le pregunté una vez que llegamos.

-Si, así aprovecho para contarte sobre Jostin.

Todo el camino a su casa me contó sobre ese chico que tiene tiempo hablando y algo asi como lo que tengo con Leo, según ella me dijo, saldrian el sabado en una especie de cita, asi que me parece genial que ella por fin esté conociendo a una persona, no ha tenido mucha suerte cuando se trata de amor y hombres.

Mientras caminaba hacia mi casa, mi celular sonó.

----------

-Estoy en mi receso de una hora.- escribió Leo.

-Genial, compra algo para que almuerces.- Respondí mientras abria la puerta de mi casa.

-Mas bien quisiera verte.- mi corazón se aceleró en cuanto leí ese mensaje.

-¿Si?.

-Si, ¿Puedes venir?

-Bueno, no le comenté a mi mamá que iría a otro lugar despues del instituto.

-Está bien si no quieres.- en seguida sentí una tristeza invadiendo mi cuerpo.

-Si quiero ir, tomaré un taxi.

-Perfecto :)

----------

En seguida tomé un taxi y me dirigí a la Universidad de medicina, unos grandes y azules edificios se hacían presentes mientras llegaba en el taxi, aun tenia el uniforme del instituto, solo me quité el saco que tenia el logo del instituto, pagué el taxi y me bajé. Corrí hacia el area de medicina general, el suele sentarse a comer en una de las mesas del comedor cercano a su area. De pronto lo miré, su cabello mas o menos castaño, camisa roja vino mangalarga, su espalda se marcaba bastante bien a pesar que la compostura de su cuerpo es bastante delgada, estaba con otra chica, una rubia con falda bastante corta, mi sangre ardió, la chica claramente estaba en proceso de coqueteo. Ella se levantó cuando él le entregó su cuaderno, se fue de ahi, entonces me acerqué.

-Hola.- dije deteniendome a su lado.

-Hola, por fin llegas.- dijo con una sonrisa. -Siéntate.- dijo indicandome el lugar a lado suyo. -¿Cómo estás?- dijo mirándome con esos perfectos ojos cafés que brillan tanto cuando me mira, esto es justo lo que Fer no entiende, él es diferente cuando está conmigo, es cierto que ha cometido errores en el pasado, pero nada se compara a lo dulce que es cuando estamos juntos.

-Estoy bien.- dije sonriendo, tenia el corazón palpitando a mil.

-Me alegra mucho.- dijo sonriendo y viendome directamente.

-Gracias.- mi rostro no podía dejar de sonreir, ese poder que ejerce sobre mis emociones, es impresionante.

-Te ves muy bien de uniforme.- dijo mientras hacía pegar su frente con la mía.

-También te ves muy bien...- dije casi derretida, joder, que bien se siente estar bajos sus encantos, claramente sabe como tenerme en sus manos.

-Sal conmigo el sábado.- dijo directamente.

-Sabes que mi mamá no me dejará salir.- dije triste.

-Bueno, tienes 18 años ya, debería empezar a darte algo de libertad, ¿no crees?

-Supongo.- pensé en todos lo problemas que tendría si le pedía salir con Leo, a ella no le agrada Leo, pero en serio quiero salir con él. -¿Donde quieres ir?- pregunté nerviosa.

-Ya lo verás, solo confirmame, ¿Si?- me dijo sonriendo.

-Veré que puedo hacer, no te preocupes.- Si antes de venia acá le habia escrito a mi madre que saldría a comprar unas cosas para la cena, ¿Qué tan dificil sería inventar una excusa para este sabado?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro