Capítulo 1

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Anastasia POV

<<Eres hermosa, tienes suerte de ser niña. Mi esposa te quiere tiene planes para ti>>

Despierto con la mueca de sonrisa que siempre tienen los asquerosos de Jackson y su hijo Jack. Soy consciente que no soy hija de Elena ni de Lynch, soy solo un trozo de carne más para ellos. Esta basura humana disfrazada de señores de sociedad son lo más bajo que hay.

Camino para dirigirme a la cocina por algo de comer a escondidas de Elena y Leila la mayor de todas nosotras. Nos dan de comer muy poco para según ellas no perdamos la línea. Nos obligan a tener sesiones largas de ejercicios, clases de cocina y estudio. He visto lo que me espera, he visto como sale Leila, Susana y Karen ellas son mayores que yo. Son damas de compañía, Susana y Karen tienen mucha suerte según ellas porque saben muy bien las reglas, le restriegan a Leila que a ellas les dan los mejores clientes, en cambio a Leila le dan los menos atractivos, ella trasgrede las normas, no alcohol, ni drogas, no sexo, a parte que no ha querido seguir sus estudios universitarios, lo que le resta posibilidades de encontrar buenos clientes, las drogas y el alcohol le han restado belleza.

A mi todavía no me asignan clientes, aunque Hyde quiere ser el primero, le ha ofrecido a Elena una fuerte cantidad de dinero por mi virtud. Palabras de Elena:

<<Eres un animal, sé como la vas a dejar. Aún recuerdo cuando acepté que fueras el primero de Leila. La factura médica fue más alta de lo que pagaste y sabiendo cuanto odiaste a sus padres, ni loca te doy a Anastasia. Sé que habrá un hombre que esté a la altura, de lo que pienso cobrar, por su virginidad>>

Un escalofrío recorre mi cuerpo al recordar sus palabras, escapar no tiene sentido, me encontraran como lo han hecho otras veces, suspiro. Nunca he deseado una familia, desde que tengo memoria, en el orfanato donde me crie hasta los seis años que ya era hora de ir a la escuela me di cuenta de la verdad, nunca tendré una familia, esa idea esta vetada para mi y todas las chicas que vivimos es este asqueroso lugar. De camino paso por el estudio de Lynch y escucho una discusión con Elena.

<<-Me importa una mierda Lynch, Ana es un buen prospecto de Scort, se le da bien cocinar, es muy aplicada en sus estudios, está por entrar a la universidad y mejorará en sus estudios, sabes que hay una lista de espera de posibles clientes que podrán comprar su compañía. No quiero que Hyde la rompa –

-Elena sabes que Hyde es mi socio, él la necesita. Que la tengamos es un bonus que hemos recibido. Jackson no puede reclamar la parte de Steele, si ella no da señales de vida, todo será donado dentro de un año al cumplir Anastasia la mayoría de edad, hasta esta casa de la cual te jactas como tuya será vendida ->>

Mi apellido es Steele, ¿Qué será ese fideicomiso?, muchas veces los he escuchado hablar, solo fragmentos de conversaciones y muchas relacionadas a mí, espero encontrar amigos que me ayuden a encontrar indicios de mi pasado, por eso deseo entrar a la universidad, sé que algún día podré escapar tan lejos que ellos no me encontraran y podré hacer mi vida

Regreso a mi habitación, si poder comer nada, mi apetitito se fue de paseo, para mi desgracia al subir me encuentro a Leila

-¿De dónde vienes? -Ella me mira con desprecio, cree que le voy a quitar su, lugar que ya no será la preferida de Elena.

-Fui por un bocadillo. Tengo hambre -Trato de continuar con mi camino, no obstante, ella se interpone en mi camino.

-Llamaré a Elena, para que te castigue. Desde que llegaste has sido un problema -Me incita, hoy no le daré gusto. Trato de pasar de ella, pero me toma del brazo al tratar de zafarme de ella resbalo, veo mi vida pasar en segundo. Con el grito de Susana de fondo, me dejo abrazar por la oscuridad. Ojalá muriera.

***

El sonido de una máquina retumba en mi cabeza. Como me duele, mi cuerpo me duele.

-¿Podrían apagar el sonido de esa máquina? ¿Por qué no me puedo mover? -Trato de mover mi cuerpo, sin embargo, no puedo.

-Has despertado muñeca -Una dulce voz me habla a un lado. Trato de mover mi cabeza para ver de quien es esa voz más no puedo.

-Quiero que apaguen ese sonido, la cabeza me va a estallar -Me quejo, mis lágrimas escuecen por más que no quiera llorar no puedo, si mi vida ya era una mierda cuando podía moverme ahora será mil veces peor.

-Lo siento nena. No puedo apagar esa máquina. Pero si puedo suministrarte algo para el dolor. Y no puedes moverte por tu seguridad. Al parecer el golpe fue muy fuerte. Tienes tu espalda lastimada ¿Cómo te caíste? – No confío en esta mujer, aunque mi corazón dice que sí. No sé dónde estoy y si ella trabaja para los Lincoln.

-Mi nombre es Grace y el tuyo? -Me debato en contestarle.

-Mi nombre es A... -La puerta se abre de golpe dejando ver a esos dos despreciables.

-Doctora Trevelyan. ¿Cómo está nuestra hija? -Su tono fingido de preocupación me revuelve el estómago. Cierro los ojos no los quiero ver.

-Aún sigue inconsciente. Vine a ver si había despertado por que la alarma sonaba, al parecer tuvo una pesadilla. Ha vuelto a tranquilizarse -Dice la doctora mientras me da un leve apretón a mi brazo. Ella sospecha algo.

-Bueno, volveremos cuando este despierta. Por favor avísenos para, hemos estado muy preocupados por nuestra hija -Este hombre es muy cínico. Oigo la puerta cerrarse. Suspiro aliviada de no verlos.

-Puedes abrir los ojos -La doctora me habla con voz dulce.

-No puedo obligarte a hablar. He visto tu expediente, todos estos accidentes no lo son. Ellos no son tus padres. Conozco a Elena y a Lynch, ellos nunca han tenido hijos. Soy médico, no soy ciega y tampoco soy tonta. Vi tu expresión cuando los oíste entrar -No puedo decirle la verdad.

-Lo siento no puedo -Cierro mis ojos para no verla.

-Tengo una hija de tu edad cómo me gustaría que se conocieran –Con esas palabras se marcha.

La doctora Grace viene a verme todos los días, hasta que comprueba que puedo moverme, no volvió a tocar el tema, la veía observarme de reojo, suspiraba de impotencia.

-Doctora Grace, gracias por cuidarme, la recordaré siempre -La tomo por sorpresa dándole un beso en la mejilla. Ella llora, yo me apresuro a salir de mi habitación, desde muy niña aprendí que llorar no sirve de nada, demuestra que eres débil. Tomo mi bolso y salgo del hospital, como era de esperar el chofer personal de Elena está esperándome, subo al auto en silencio, el hombre me mira por el retrovisor, no dice nada solo me mira. Llegamos a la mansión en silencio, subo por las escaleras hasta la que es mi habitación, debí escuchar a la doctora y pedirle su ayuda. Ahora es tarde estoy de regreso a mi tortura. Es mejor así, si aceptaba su ayuda lo más seguro que pondría en riesgo a su familia.

*********************

Hoy es mi primer día de la universidad, desde el accidente Leila no volvió a meterse conmigo, ahora sale más seguido y con sus citas está pagando mi factura médica, sé que ahora me odia más. Ha dejado las drogas, sin embargo, sigue bebiendo de más. Llego a la universidad, espero que al menos aquí pueda tener un poco de vida. Llego a la ofician de registro, me identifico con el nombre que me han dado Anastasia Lincoln. Ella me entrega mi horario la primera clase inicia dentro de media hora, es una curso de literatura universal. Llego al aula donde recibiré mi primera clase, en el aula ya hay dos chicas, una de cabello negro y otra rubia, ambas hablan animada mente, cuando se percatan de mi presencia sonríen y vienen a mi encuentro.

-¡Hola! Soy Mia Grey -Dice la pelinegra.

-Y yo, Katherine Kavanagh. Pero, puede s decirme Kate -Se presenta la rubia. Ambas son hermosas y derrochan clase por todos lados.

-Anastasia -Les doy una media sonrisa.

-Nunca, te había visto. ¿Eres nueva en la ciudad? -La rubia es muy curiosa.

-Algo, así -Le respondo con una sonrisa.

-Creo que seremos buenas amigas -Dice afirma mía.

Espero no contaminarlas con mi mierda.

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