Capítulo 4

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Cristian POV

Habían pasado casi tres años, desde la desaparición de Ana, el siguiente semestre cuando Mia y Kate regresaron de las vacaciones de medio año esperaban encontrarla nuevamente y preguntarle como estaba, no obstante, eso no sucedió. Preguntaron en registro, ahí lograron averiguar que Ana no regresaría más, alguien había ido por la certificación de sus notas en su nombre

Kate, impulsada por la preocupación y por el cariño hacia Ana, puso una denuncia en la policía, las autoridades se hicieron presentes en el lugar donde ella vivía, ahí le informaron que ella un día simplemente tomo sus cosas y se marchó sin decirle a nadie donde iba; les permitieron entrar y corroborar por ellos mismos que no se encontraba, obviamente no la encontraron. Siempre he querido imaginar que se la llevaron lejos para que no la encontráramos. Realmente no tenemos idea para que la quieren. Mi padre y Lamber suponen que es por el Fideicomiso.

Con respecto a Lamber mi hombre lograron captar una baja en la guardia de Amanda, un día mis hombres la siguieron a un motel donde mantenía en secreto una relación con Jackson Hyde, con esas fotos, videos y audios, Robert logró que le diera el divorcio sin pedir absolutamente nada, sabía que si hacía algún escándalo su apellido y su reputación estarían por los suelos lo que ocasionaría una pérdida de credibilidad en su apellido y no quería perder la posición que tiene su apellido en la sociedad de Seattle.

Por mi parte la vigilancia que mantenía en esa casa fue descubierta por los matones de Lincoln, a regañadientes debí darles la orden de abandonar la zona, por su parte Taylor, logro descubrir dónde estuvieron Raymond y familia antes de abandonar el lugar al ser descubierto, el lugar fue casi demolido, una empresa de construcción ligada a Lincoln y a Hyde había comprado el edificio, casi lo demolieron en totalidad, no obstante, de pronto abandonaron la construcción. Al parecer buscaban algo y no lo encontraron.

En mi búsqueda, había seguido el rastro de una serie de adopciones cullo trámite había sido dudoso y estaba en investigación. El orfanato estaba abandonado, la última administradora había muerto y del personal no había registro de quienes habían trabajado en el lugar, todo apuntaba que los Lincoln habían intervenido.

Por meses estuve distanciado de mi familia, mi empresa había crecido mucho en casi diez años de su fundación, por lo que estaba valorando una subsidiaria en Europa, he viajado a Roma para reunirme con unos empresarios de renombre internacional; reconocidos por tener lo mejores astilleros del mundo.

Oír al viejo Tomasso Santoro, como sus antepasados fundaron su empresa, es de lo más reconfortante, su experiencias son muy inspiradoras y llenas de conocimientos, en la universidad nunca te enseñan estas experiencia.

-Cristian quiero invitarte a una fiesta benéfica. Una vez asistí a una que organizaron tus padres y me encanto la idea, así que la he replicado aquí, será bueno que conozcas a mis socios y de paso tal vez encuentres la ragazza de tus sueños -El hombre me sonríe.

-Grazi, Tomasso. No creo estar preparado para dar ese paso -Le sonrío, no creo que el matrimonio sea para mí.

-Nunca se está preparado al cien por ciento para ello, cuando el amor llega, no toca la puerta, él simplemente entra en tu corazón y ya -Me sonríe su hijo Niccoló.

-No olvides traer una máscara, Cristian. Claro está si deseas asistir -Me despido de ellos, considerando en no asistir a esa gala.

-Señor, ¿Asistirá a la gala o se quedará en el hotel? -Taylor pregunta desde el asiento de copiloto mientras Sawyer conduce.

-No sé, Jason. Vine a hacer negocios no a socializar -Le respondo mirando por la venta a la nada.

-Señor, creo que debería distraerse, trabaja demasiado -Él me sonríe.

Considero las palabras de Tomasso y de Jason, estoy joven y si últimamente viajo demasiado por negocios y sobre todo no he tenido sexo y ya eso me está matando, mis bolas están pidiendo que las descargue.

Después de haber descansado algunas horas, subo al último piso donde se realiza la gala, al parecer Tomasso tenía todo planeado, que me hospedara en el hotel de su hermano y que asista a su gala. El hombre es muy tratable en el ámbito personal, en los negocios es otra cosa totalmente diferente.

Al llegar a la entrada del salón donde se realiza la gala, me recuerdan ponerme la máscara que mi futuro socio me hizo llegar.

-Cristian Grey -Me presento cuando me lo indica.

-El señor Tomasso lo espera -Me informa el encargado de verificar el ingreso de los invitados.

Al llegar a la mesa de los anfitriones soy recibido por la familia Santoro, la cual es muy amplia. No se me escapa las mirada de las mujeres.

-Señora Santoro -Saludo a la esposa de mi casi socio, luego a toda su familia. No se me escapan las miradas lujuriosas de las mujeres más jóvenes, tras sus mascaras.

Tomasso y Niccoló me presentan a algunos socios, no todos son italianos ya de todos los continentes, sin embargo, hay uno que me llama tremendamente la atención es un empresario especialista en construcciones civiles, pero quien más me llama la atención es la mujer que lo acompaña, sus ojos me recuerdan a alguien. Busco y busco en mi memoria y no logro asociar esos ojos con un rostro.

-Cristian, te presento a James Fraser -Nos presenta Tomasso.

-Cristian Grey, señor Fraser -La mujer abre mucho los ojos al presentarme.

-Brian Fraser. Es un gusto. ¿Es familia del señor Carrick Grey? -El hombre pregunta curioso.

-Si, es mi padre. ¿Lo conoce usted?

-Si, su bufete me representó en Estados Unidos por un tiempo -Me suelta la mano, la mujer le dice algo al oído, haciendo que Fraser asienta con la cabeza. La mujer sale del hacia los sanitarios de damas.

La noche transcurre entre propuestas de negocios y vino, la familia Santoro es genial muy unida y protectores de sus mujeres. También me he percatado de la miradas furtivas de la mujer que acompaña a Fraser, ella permanece muy cerca de él, pero nunca se toman de la mano y mucho menos actos de pareja como lo hace Niccoló con su esposa.

-Tomasso, ¿sabes quien es la mujer que acompaña a Fraser? No deja de mirarme -Le pregunto intrigado.

-Mi amigo, el cien por ciento de las mujeres solteras que hay aquí te están mirando. Saben que estás soltero, algunas han querido acercarse... se sienten intimidadas y guardan distancia -No había notado ese detalle.

-Cristian, he escuchado lo que le has preguntado a mi padre. Las chicas como ella, en tu idioma es una Scort o dama de compañía. Es solo eso un compañía. Le pagan por acompañar a quien la contrata, no hay sexo de por medio. Por lo general son mujeres con una educación de un grado universitario alto -Me explica la esposa de Niccoló.

Paso las siguientes horas bebiendo y hablando de negocios, cuando el alcohol ha hecho de las suyas en mi sistema me despido de los anfitriones. Las actividades de los italianos son muy efusivas y no estoy acostumbrado a ello.

En el camino al asesor me encuentro con la mujer misteriosa ella me sonríe, mi cuerpo reacciona a ella y la estampo contra la pared, aprisionándola con mi cuerpo. -Eres una mujer provocadora, no has dejado de mirarme, lo que me ha provocado, me tienes cachondo -Tomo una de sus manos y la posiciono en mi entrepierna.

La muy atrevida, me aprieta provocando que me endurezca más.

-Quiero que me acompañes a mi habitación y me ayudes a solucionar este problema -La beso con violencia, me sorprende que me responde con el mismo ímpetu. Camino al elevador por ella entre mis brazos, mientras nos vamos besando.

-La tensión en el elevador fue una tortura, su pelo de un rubio casi blanco contrasta con el celeste de sus ojos y el lápiz rojo de sus labios.

En mi habitación la desnudo con calma dejándome apreciar su muy cuidado cuerpo. Me cuesta mantenerme en pie, cuando logro desvestirme subo a la cama, ella está bocabajo son sus nalgas en pompa, invitándome a que la tome por detrás. Quien soy yo para negarme a cumplir cuando voluntariamente me lo ofrecen.

La penetro despacio saboreándome cada gemido cada gemido que sale de su boca.

-¿Cómo lo quieres, sube, duro o salvaje? -Ella calla por unos minutos, me detengo hasta obtener una respuesta de parte suya.

-Suabe -Responde con la voz ronca.

-Bien -Me muevo despacio en su interior. La saco casi en su totalidad para luego introducirme en ella, creo que esta desesperada porque mueve su trasero para recibirme.

-No pares -Me ruega, aumento mis envestidas, siendo un poco más rudo. Cuando siento que sus músculos vaginales se tensan acelero mis penetraciones, ella grita de éxtasis, se viene de una manera monumental, no obstante, no dejo de moverme hasta alcanzar mi liberación.

La volteo dejándola de espalda a la cama, deseo ver sus hermosos ojos la próxima vez que la haga venirse, el alcohol no me deja pensar, su rostro se me hace conocido, su cabello es de un rubio casi blanco, con una pequeñas pecas en su pequeña nariz.

Subo sus piernas para que descansen en mis hombros, ella me mira con los ojos vidriosos. La penetro de golpe sacándole un grito de placer, aunque esté ebrio mi libido lejos de disminuir se ha intensificado. La penetro una y otra vez bajo la vista a la unión de nuestros sexo, es algo tan erótico que me impulsa a aumentar el ritmo.

-Siente como me tienes , mujer -Mi miembro se endurece más al sentir otra vez como se tensan sus músculos vaginales. Pasamos la noche poseyéndonos una y otra vez en diferentes posiciones hasta caer exhaustos.

El sonido de mi celular me saca del profundo sueño en que estaba, mi cabeza me esta matando. Aunque me duele la cabeza llamo a Taylor para que me consiga algo para la resaca.

-Pasaste una noche salvaje -Se ríe el idiota y no sé de que habla.

-No recuerdo nada Taylor -Borra su sonrisa estúpida.

-Trajiste a una mujer. Al parecer le hiciste bien el trabajo porque ella no dejaba de...ya sabes -Me mira serio. Trato de recordar, su cuerpo bajo el mío, sobre el mío cabalgándome como amazona, recuerdo su cuerpo, mas no su rostro.

-¡Mierda! Taylor no use condón -Pude haberla embarazado sin darme cuenta.

-¿Quiere que la busque? Cuando supe que tenías compañía, Sawyer y yo intervenimos, las cámaras de seguridad, en efecto estuviste con una mujer. Copiamos el video y borramos esos minutos en los sistemas de seguridad de todo el hotel. El problema que no podemos identificarla ya que en el video no se aprecia su rostro. Tu le soltaste el moño que traía, su cabello o tu cubrían su rostro. Ella se marchó hace como dos horas -Taylor me explica.

-Búscala a como dé lugar -Le ordeno.

Tres días después no dimos con la mujer. Ella no era italiana y mucho menos trabajaba con alguna de las agencias de este país, regresé con un peso en mis hombros y recriminándome lo descuidado que fui. Al menos había firmado el contrato de sociedad, que me brindaría muchas ganancias.

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