Capítulo 9

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Brian POV

Encontrar a Anastasia me había costado una eternidad, el maldito de Lynch la tenía escondida en esa mansión del infierno, la preparaba para el matadero, había hecho una promesa, la encontraría y la protegería, sin embargo, la encontré tarde, el maldito de Lincoln le había hecho daño y la había enviado al hospital, debí de armarme de toda mi fuerza de voluntad para no matarlo, debe de vivir un infierno antes de morir.

Mi estupidez fue más grande al cegarme por mi sed de venganza, le prometí algo que no pude cumplir, también la deje a merced de Grey. Ahora está como un desquiciado buscándola. Esto no puede suceder, debe de mantenerse lejos de ella, por ello no me preocupe por que Phillip se fuera con ella, sé que el la cuidaría.

Ya que a Carrick nunca le llegaron las pruebas en contra de Lynch, debo de obtener otras, he contratado los servicios de las chicas que utiliza, lógicamente ellas no saben de los negocios del maldito, pero si me han brindado información de como llegaron a la mansión y como las preparan para ser damas de compañía y como venden la virginidad de cada joven, eso me asquea.

Ver a Ana del brazo de McGregor, me disgustó, creí que trataría de llevar una vida normal, me equivoque. Le reproché a Phillip, él muy desgraciado, dijo que no había manera de sacarle a Ana la idea de enviar por su cuenta a esos hijos de puta a la cárcel, ratificándome nuevamente que él la protegería.

-Señor, hay un auto que sigue al auto de la señorita Rose -Me incorporo en mi asiento. Los había seguido, para asegurarme que Sam no abusara de ella, ahora estoy más seguro que fue lo más acertado.

-Obstrúyele el camino, nadie de los que desean dañarla deben saber dónde vive -Así lo hace por suerte el auto es blindado y puede soportar hasta el golpe de un tanque. No me tomaran desprevenido una segunda vez.

-Salgamos, sígueme el juego -Ambos salimos.

-¿Están bien? -Pregunto fingiendo

-Lo siento me pareció ver a un animal -Miente mi chofer. El vidrio del conductor baja dejando ver una cara que creí nunca volver a ver, Jason Taylor.

-Me hare cargo de los daños -Digo hablando a la ventana que no deja ver a Cristian Grey.

-No es necesario, señor -Me replica Taylor.

-Fue nuestro error -Contradigo, tengo que retrasarlos lo más que puedo.

-Vámonos Taylor -Él hombre me hace señas de que me aparte. Volvemos al auto, nos tomamos nuestro tiempo. Se devuelven sabiendo que no los alcanzaran.

***

-Buenos días, señor Fraser -Mi secretaria me recibe con su agenda en la mano.

-¿Qué hay para hoy? -Indago.

-Ahorita... -Me mira nerviosa.

-El señor Hyde, está en su oficina con su hijo. Le dije que no podía... -La detengo.

-Sé lo hijo de puta que es, tráenos café. Por favor y que no nos interrumpan -Camino a mi oficina.

-Qué seas mi socio, no te da el derecho de pisotear a mis empleados. Levántate de mi escritorio -El hijo de puta sonríe.

-Si no fueras el único que ha querido trabajar conmigo te mandaría a la mierda -Me increpa.

-¿Por qué será? -Preguntó con fingida ingenuidad.

-Está bien. Venimos por dos razones -Toma asiento al lado de su maldito hijo, supe que trato de violar a Ana y eso pronto me lo voy a cobrar.

-Una, como va la adquisición de los materiales para las bodegas que te pedí. Y la otra, es si sabes ¿Quién es la joven que acompañaba a McGregor? -Mierda y más mierda.

-¿Se puede saber tu interés? es una mujer que podría ser tu hija y no es tu gusto a ti te van las peli rojas -Le digo molesto.

-No es a mi papá al que le interesa, es a mi -Cierro los puños debajo del escritorio.

Deseo cortarle el cuello al maldito.

-No, no sé quien es -Lo digo con la mayor fingida convicción.

-Creí que sí, me pareció haberla visto contigo en la última gala en la mansión de los Grey – Me encojo de hombros.

-Nunca indago en ellas, mas allá de lo necesario. No les pregunto como se llaman y no tengo memoria cunado se van -Le restó importancia al asunto.

-Es una lástima, me gustaría contar con sus servicios -Hace un gesto obsceno que me da asco.

-Tu amigo Lynch tiene una empresa de chicas que brindan esos servicios -Jack niega despacio riendo.

-Quiero a esta, las de Lynch ya me aburren. Quiero algo nuevo -Maldito sonríe, que yo lo haré el día que vaya a la cárcel.

-Los materiales estarán en tres días y al día siguiente se iniciará la construcción de las bodegas -Cambio el tema o me lanzaré a la yugular de Jack.

-Bien me alegra saberlo -Dice Jackson.

-Ahora déjenme trabajar y no vuelvan a venir sin avisar -Me pongo a trabajar sin mirarlos, se marchan burlándose de mí. Cada conversación con ellos es grabada, así como mis reuniones fuera de aquí .

Trabajo una horas, a ratos mi pensamiento va en dirección a Ana. Recibo dos veces al día informes su estado. Recuerdo que Phillip me debe un informe, que me cuestione por que ese informe no llego. Algo me está ocultando.

-Señor, Adam Walker, desea verle -Hoy no es mi día.

-Hazlo Pazar -Al toro por los cuernos.

Taylor POV

Buscar a Anastasia no ha sido fácil, el orfanato donde la mandaron ya no existe, información que la mucama de los Lincoln no me dio, ahora será más difícil encontrarla. Sé que Cristian, Carrick y Lamber creen que es una joven que está en manos de Elena y Lynch, pero, no estoy seguro para que tener una niña que puede destruirlos, de todos modos, sé que ya se hicieron con el fideicomiso de Anastasia y lograron desaparecer todo lo relacionado con el testamento de Raymond.

De todos modos, esa joven ya no está en la mansión de donde tienen a esas chicas, la rastree hasta este hospital, donde logre que una enfermera me diera alguna información.

-Tome, no me busque más. Estoy poniendo la vida de mi familia y la mía en riesgo, esas personas son peligrosas -Me entrega un sobre y se marcha.

En el sobre hay dos expedientes con el nombre de la misma persona, Ana Lincoln. El primero describe una serie de atenciones por accidentes, durante toda la adolescencia, la maltrataron. Lo que no se me pasa tampoco es que fue atendida por la doctora Grey. Todos los accidentes fueron extraños, ¿Por qué no hizo la denuncia? Eso quedará para después. El otro también es de Ana, lo que leo me revuelve el estómago, fotos de golpeada. Leo el informe "VIOLACION" Leo el nombre del doctor, salgo del auto, para ir en busca del maldito doctor, me indican donde está su consultorio, veo salir a una mujer y aprovecho que está solo.

-¿Quién fue el causante de esto? -Le pongo las fotos en el escritorio. Luego saco mi arma.

-Nada de mentirme. Esto es suficiente para enviarlo a la cárcel, el informe lo firmo usted y sabía que era menor de edad -El hombre ve mi arma, tiembla de miedo, sí, que me tema.

-Fue Lincoln, el mismo la trajo. El muy hijo de puta estaba más preocupado por lo que Elena podría hacerle a él por esto -Señala las fotos.

-¿Sabes donde la tienen? -Él niega.

-Alguien la ayudo a huir. Suena hipócrita, pero, me alegre que logrará escapar. Debió a ver vivido un infierno con ellos. Su historial médico demuestra repetidas visitas a emergencias –

-Debería de matarte. Sería fácil, no obstante, dejaré que tu consciencia te haga mierda -Salgo hecho una furia, siento que avanzo a paso de caracol.

Cristian no deja de seguir a una joven me tiene de las bolas porque no puedo seguir con mi investigación. Estoy tras la pista de una llamada que recibió Carrick, alguien preguntando por la tumba de los Steele. La única interesada en esa información debe ser Anastasia, por suerte Cristian me ha enviado a vigilar el mausoleo de la familia Steele.

Un auto llega como cualquier otro, una joven baja acompañada de un tipo que parece jugador de futbol americano, él la lleva tomada del brazo, como si la estuviera sosteniendo. Tomo mis binoculares, se han detenido en el mausoleo. Miro a la pareja, el viento le quita el pañuelo que tenía en la cabeza, dejando ver su rostro. Es ella, es Anastasia.

Al fin la he encontrado y soy consciente que la mujer que tiene como loco a mi jefe es la niña que he estado buscando.

Un gruñido sale de mi boca; se la ha follado y se lo he permitido, ¡MALDITO SEA!, los espero, no pasan mucho rato cuando salen, Anastasia va llorando. Al fin a encontrado la tumba de sus padres. Los sigo a una distancia prudencial, llegan a un hospital, donde entran juntos. Ese tipo será su pareja, decido seguirlos, las enfermeras están tan absortas en sus asuntos que ni se dan cuenta que he entrado sin autorización.

Ingresan en un consultorio, la puerta está un poco abierta, escucho atentamente lo que, hablan, no me esta gustando la razón por la que han venido y lo que escucho después me deja desencajado. Decido esperarlos para seguirlos, debo saber dónde vive.

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