Capítulo 4

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Drakon POV

Que Celene me increpara por la presencia de Eyra, era inaceptable. Si bien había sido mi amante y tenido algunos privilegios ya se terminaron. He encontrado a mi pareja, ya no necesito a ninguna otra.

Voy conociendo su personalidad, es curiosa. Sentí el cambio en su respiración al despertar por mi discusión con Celene, así que esperé a que se fuera para reírme un rato. Fue cómico verla sonrojada por verse descubierta.

No obstante, también me molestó que se este disculpando por cualquier tontera, pronto tendrá que entender que ella tiene el poder sobre mi gente, más eso será cuando le cuente quien es ella realmente para mí.

Eyra tiene muchas preguntas por hacer y yo estaré dispuesto a contestarlas, al memos la mayoría de ellas. Todavía no esta preparada para saber dónde exactamente está y que somos mi gente y yo, lo que si debe saber es que aquí estará segura de cualquiera que le quiera hacer daño.

Me dirijo a la cocina, ahí me encuentro con Nael mi mayordomo y hombre de confianza.

-¿Esta la comida de Eyra? -Él me sonríe.

-Ya la vana a servir -Me confirma.

-Bien, iré por Alastor. Es hora de que los presente -Mi amigo asiente con la cabeza, me marcho en busca de mi consejero. Quien se encuentra en su oficina.

-Alastor, acompáñame. Eyra ha despertado y quero presentarte -Asiente con la cabeza y se levanta del escritorio. En el camino nos encontramos a Nael quien trae la bandeja con la comida de Eyra. Llegamos a la habitación y las palabras que escucho no me agradan para nada. Interrumpo la conversación.

-¡¿Por qué demonios estás aquí?! ¿No te quedó claro lo que te dije? -Esta ninfa se ha buscado el castigo que le impondré.

-Alastor, quiero que la manden a trabajar a los campos. Ha desobedecido una orden directa -Celene me mira con terror, nunca ha trabajado en el campo, de hecho, lo odia. Mi concejero se acerca.

-Vamos, has desobedecido a tu señor. Tendrás que cumplir con lo que ha mandado.

Alastor se lleva a Celene, para que cumpla con mi orden.

Me disculpo con mi futura reina, por el mal rato que le ocasiono Celene. Después que Eyra termina toda su comida, comienza con su sesión de preguntas, algunas la contesto a medias, como dije antes no esta preparada para saber toda la verdad. La conversación se lleva a cabo bajo la atenta mirada de mis dos hombres de confianza.

Sé que está preocupada por dos mujeres que en sueños ella llama, deben ser importantes, claro que omití el decirle que he matado a su padre. Lo que dejé de él será poco para identificar, claro está si la fauna deja algo que sirva, lo que me extraño es que había dos hombres más. No los olí cuando llegué, debe ser que no estaban en el área. Me preocupa que la busquen al no encontrar su cadáver. Debo encontrarlos y deshacerme de ellos.

Eyra me cuenta como fue sus primeros años de vida y mi dragón ruge por dentro por lo que ah tenido que pasar, al verla llorar corro a tomarle las manos para que se sienta segura, una corriente eléctrica recorre mi cuerpo cuando las tomo.

Me habla de la mujer que las mujeres que la han adoptado y como cree que sus hermanos las han matado, algo en mi interior me dice que hay posibilidades que estén vivas. Ella no vio cadáveres para que crea en su teoría. Tomo una decisión iré a buscar a esas mujeres, Eyra me da la dirección es unos kilómetros de donde la encontré, si percibo el olor de sus hermanos puede ser que de con la casa donde ella vivía.

-Alastor, Nael, les encargo a Eyra, iré con dos de mis guerreros a la ciudad donde Eyra vivía, puede que de con ellas y sus hermanos. Si ellas están vivas trataré de hacer que vengan conmigo así tu estarás más tranquila -Ella me mira con esperanza y con temor. Eso lamentablemente no puedo evitarlo. Si ambas mujeres han muerto o alguna de ellas, JURO que los haré sufrir. Su padre tuvo suerte de morir rápido.

Me marcho tranquilo sabiendo que mis dos hombres de confianza cuidarán de Eyra mientras yo no esté, localizo y mis dos mejores guerreros, les informo a donde nos dirigimos, ellos asiente, para luego dejar que salgan nuestros dragones.

Volamos hasta encontrar la frontera con el mundo humano, al cruzar nos dirigimos a una pequeña cueva donde guardamos ropa y no andar desnudos.

-Son como unos cinco kilómetros caminando hasta la cuidad más cercana -Le digo a mis hombres. Caminamos por la carretera hasta que llegamos a la ciudad, agudizo mis sentidos, no percibo el olor de los hombres, caminamos hasta que leo en un vehículo Policía, estoy tentado a preguntar por las mujeres, dudo. Las preguntas después de la mía no me augura nada bueno.

Los hombres nos miran, con sospecha por nuestro tamaño y apariencia. Mi olfato no me lleva muy lejos, el olor proviene de una casa que se ve como abandonad, sin embargo, hay personas caminando por la acera.

-Disculpe -Le digo a un hombre que pasa por el lugar

-¿Qué puedo hacer por usted, joven? -Pregunta el hombre. Trato de recordar los nombres de las mujeres

-¿Sabe donde puede encontrar a Dania y a Creta? Esa es su casa, pero está como si nadie la hubiese habitado en algún tiempo -Lo miro a la cara sin intimidarlo

-¿Es familia de ellas? Ya unos tipos estuvieron preguntado por ellas diciendo que son familia y ambas están en el hospital y Eyra está desaparecida -EL hombre me mira acusatoriamente, pero yo cierro mis puños para contener a mi dragón, es así como llegaron a ellas y al menos están vivas.

-Somos familia de Eyra. Dania la ha criado como suya desde niña. El padre de Eyra era el esposo de mi tía. El culpa a Eyra por su muerte en el parto. Esto lo supimos hace poco, así que los buscamos a ellos para hacerlos pagar por lo que han hecho -Le cuento esto para que se abra a mí.

-Espero que los encuentre, la policía no ha podido hacerlo. A Dania y a Creta las pueden encontrar en el hospital a tres bloques de aquí – Le agradezco al hombre y nos marchamos al hospital. Me preocupa que esos hombre sepan esta información y hayan tratado de terminar lo que no lograron en su casa.

Con determinación caminamos al hospital, fraguando un plan para poder ver a las dos mujeres y ver la posibilidad de llevarlas con nosotros.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro