Drakon POV

Ingresar al hospital no fue muy difícil y eso me molestó, los hermanos de Eyra podrían hacerlo como nosotros y terminar lo que habían venido a hacer. Con nuestras batas de médicos robadas, pasamos por el mostrador de recepción del piso de cuidados intensivos. Le sonreímos a las enfermeras y estas babean como tontas, sin preguntar ¿quiénes somos?

Llegando a la sala de cuidados intensivos, nos cambiamos de ropa, para resguardar la salud de las personas que están en esta área, buscamos los nombres en las tabletas que cuelgan al pie de cada cama, mis hombres me hacen señas, entiendo que las han encontrado.

Las han dejado bien golpeadas, desde ya estas mujeres tienen mi respeto, están luchando por sus vidas a pesar de los golpes que han recibido. Me acerco al oído de Dania.

-Tu hija Eyra, esta con vida. La cuido por ti. Debes recuperarte, ella anhela verte de nuevo, así como a Creta. De ahora en adelante yo me encargaré de cuidarlas -La beso en la frente, esta mujer me recuerda a mi madre. Mi dirijo a Creta.

-¡Hola, Creta! Mi nombre es Drakon. Tu hermana está viva, ella te espera. Recupérate pronto y te llevaré con ella. Sabes espero que ella sea mía por toda la eternidad y espero que estés de acuerdo con ello -También le doy un beso en la frente.

-Caballeros, ¿Quiénes son ustedes? -Me levanto, me giro para mirar a la persona que nos está hablando.

-Mi nombre es Dr. Night y ellos son Dr. Mikelsen y Dr. Luker. Conocimos a Creta en la universidad. Supimos que Dania y ella fueron agredidas, quisimos venir a verlas. ¿Saben algo de Eyra? -Espero no olvidar los apellidos. Le pregunto a la mujer por Eyra para que me crea, aunque yo sé don de esta la hermana de Creta.

-No, no lo sé. En la casa solo estaban ellas -La mujer las mira con pesar.

-Esperemos que la encuentren. La policía no sabe nada del caso. Lo más seguro que quedará así, ellas no tienen más familia. Vendremos mañana de nuevo a ver como siguen -Le digo a la mujer algo que ya todos conocen.

Nos despedimos de la doctora que aún nos mira con desconfianza. Regresamos a la casa donde vivía Eyra. Nos quedaremos aquí por si esos desgraciados vuelven. Dos días después de nuestra primera visita, nos sorprendemos al encontrar a ambas mujeres despiertas y las han enviado a la sección de mujeres, le digo a mis hombres que vigilen, por suerte están en una habitación para dos.

-Buenos días, bellas damas -Ellas me miran preocupadas.

-Buenos, días -Responden ambas.

-Sé que no me conocen, pero deben confiar en mí. Sé donde está Eyra, ella está bien, la rescaté de las garras de su padre, también la golpearon mucho, el viejo la iba a lanzar a un río, estaba inconsciente y atada de manos. Los que no aparecen son los hermanos -A ellas se les humedecen los ojos.

-No estás mintiendo? -Jamás lo haría.

-No, no lo hago. Ella las cree muertas, yo le prometí buscarlas. No estaba seguro de que lo estuvieran, sin embargo, algo en mi cabeza me decía que las buscara y miren, no me equivoque. Eyra estará muy feliz de saber que viven -Les sonrío.

-Tu fuiste el que me hablo cuando estaba inconsciente. ¿Es cierto lo que me dijiste? -Creta me pregunta sonrojándose.

-Si, Eyra no lo sabe, pero a mi regreso se lo diré. Quiero que vayan conmigo cuando les den el alta. Donde vivimos hay suficiente espacio para ustedes -Le expreso mis intenciones.

-No, creo no queremos abusar de su gentileza -Interviene Dania.

-No molestaran, Eyra estará muy feliz -Debo de convencerlas de lo contrario Eyra querrá irse con ellas.

-Podríamos ir, por un tiempo -Concede mi futura suegra.

-Bien, debo de regresar o ella se preocupará. Vendremos en tres días, si les han dado el alto las llevaré -Me despido de ellas feliz porque ya podré hablar con Eyra y decirle lo que realmente soy y donde esta. Si quiero que esto funcione debo ser honesto con ella.

***

Al regresar a mi reino me informan que Eyra ya casi está recuperada, hoy ha decidido dar un recorrido, por el castillo, lo que aprovecho para ir a bañarme, quiero estar presentable cunado le dé la noticia.

Al llegar al salón la miro, es tan hermosa que no sé que haría si se marchara, se sonroja al darse cuenta de que la estoy mirando, ya es hora de irle demostrando mis sentimientos hacia ella, la hago consciente de que se ha sonrojado y que sea yo el que lo haya provocado, la beso en la comisura de la boda, aunque desearía besarla con pasión y hacerla mía, por lo que la abrazo; ella me corresponde. Se disculpa por no sé que cosa, se tapa la cara por vergüenza creo yo y me da rabia de que se este disculpando por cualquier estupidez. Separo sus manos de su rostro.

Le reprocho el que se avergüence, me sincero contándole lo que provoca en mí, que espero pronto poder demostrarlo, siempre y cuando ella me lo permita, la tomo en mis brazos, me han dicho que ha caminado toda la mañana, no quiero que sobre se esfuerce. Ella me mira, creo que trata de ver dentro de mí.

La llevo a su habitación, con la fe puesta en un futuro muy cercano poder llevarla a mi habitación y que de ahí nunca salga, las pocas veces que he estado con una mujer nunca me había provocado tanto como ahora.

-Lo que te voy a decir tienes que tomártelo con calma -Le advierto.

Le cuento todo lo relacionado con su familia y que regresaré por ellas en unos días, que pueden quedarse aquí, por su seguridad ya que no han encontrado a sus hermanos y que mientras eso no suceda ellas están en peligro, le cuento que así padre lo encontraron muerto, bueno eso ya lo sabía porque fui yo quien lo mato.

Me preocupo cuando veo su rostro, será que tienen miedo de que ellos me hagan daño, no se imagina lo que puedo hacer y hago ver que su felicidad debe centrarse en que Creta y Dania están con vida. Sonrío arrogantemente si ellos vienen por ellas yo seré quien le haga sufrir.

-Drakon, ¿por qué haces todo esto? ¿qué esperas de mí? -Ella me mira a los ojos Los cuales brillan por el deseo.

-Eyra, te diré que aquí es totalmente diferente de dónde vienes. Nuestras costumbres, nuestra forma de vida todo es diferente a lo que has visto. Hace mucho tiempo vengo soñando con una mujer, ella será mi compañera de vida, mi todo. Nuestros destinos están trasados. De ella espero todo -Tomo su mano y la pongo en mi pecho, una corriente eléctrica recorre todo mi cuerpo, mi corazón se acelera.

Elle se abre conmigo y me cuenta que ella también ha estado soñando con alguien, espero ser yo, le sonrío.

-En nuestra cultura o creencia los dioses nos crean una pareja para cada ser. Una pareja predestinada. Cuando la encontramos no dejamos que se balla, nos volvemos muy protectores con nuestra pareja y los demás dejan de existir para ellos-Le explico en que consiste el encontrar nuestra pareja, en ves de ver asombro en sus ojos lo que veo es decepción.

Eyra me pregunta si yo he encontrado a mi pareja predestina, le respondo afirmativamente diciéndole que es la mujer más bella que he conocido. Mi miedo se acrecienta cuando me dice que se ve ha marchar para no crea discordia entre mi pareja y yo, es cuando descifro sus gestos ella siente cosas por mi y cree que esa mujer vendrá a ocupar el lugar que le corresponde.

Al verla tomar dirección al closet la tomo de la muñecas para que se detenga, le susurro al oído que se está haciendo ideas erróneas, entiendo de cierto modo que no pregunte quien es ella. Está protegiéndose del dolor. La giro sobre sus pies, mi dragón quiere tomar el control y tomarla, sin embargo, no puedo permitirlo la primera vez. Ella mira mis ojos noto sorpresa en su mirada, debo de sacarla de su miseria y explicarle por que mis ojos brillan como lo hacen. Su cara está muy cerca de la mía anhelo besarla. Pero me enfurece cuando dice que va ha pagarme por lo que he hecho por ella.

-Sabes estás aquí porque tue eres ella. Mi pareja predestinada y no dejaré que te marches de mi lado. Menos sabiendo que tus hermanos andan por ahí sueltos y podrían hacerte daño -Mi dragón se apodera de mí, la desnudo en un abrir y cerrar de ojos, dejándola sin aliento cando la lanzo sobre su cama.

-¿Qué haces? -Pregunta sin aliento.

-Te demostraré cuan mía eres. He esperado por ti durante mucho tiempo -Comienzo a desvestirme rápidamente bajo su atenta mirada. Se lame los labios cuando estoy completamente desnudo y eso me pone muy duro. Tomo sus labios apoderándome de ellos con violento ímpetu, ella responde a mi ataque con la misma intensidad, nuestras manos nos recorren mutuamente.

-¡Mía! -Dice mi dragón cuando nuestros sexos están alineados.

-Siempre -Afirma. Tomo el control de mi cuerpo, es nuestra primera vez, quiero que lo recuerde siempre como el mejor momento de su vida.

-Voy a ser dulce contigo, Eyra. No sabes cuanto había soñado con tenerte así. Te prometo que no habrá nadie más que tu -Entro en ella despacio, me quedo congelado cuando siento la prueba de su pureza. De mis ojos salen lágrimas, sintiéndome no merecedor de este regalo. Ninguna mujer me había concedido ese honor.

-¿Qué sucede? -Pregunta preocupada al ver mis lágrimas.

-Estás lágrimas, son de felicidad. No me siento merecedor del regalo que hoy me darás, no obstante, te juro en este momento que nunca te deshonrare, que este momento se guardará en mi memoria -Continuo mi camino hasta romper esa barrera, ambos lloramos; ella por el dolor físico y yo por el honor de ser el primero.

-Te entrego todo de mi Drakon. No me explico como sucedió, pero te amo y no quiero estar con nadie más que contigo –Mi felicidad es infinita.

-Yo también te amo. Siempre te he amado -

Ella se apodera de mi boca y como un sumiso me entrego a ella, la única mujer que ha domado a mi dragón.