Capítulo 8

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Eyra POV

-Nael, ¿Por qué nadie me había hablado de Darlon? -Interrogo porque estoy molesta.

-Son dos señorita Eyra. Son Darlon y Dramón. No se le comento nada porque ellos fueron acusados de traición y luego de matar a nuestros amados reyes. Es por ello por lo que nadie habla de ellos -Confiesa.

-Hay que decirle a Drakon -Inquiero.

-Usted no puede decir nada. Usted no debería haberlo conocido. Yo hablaré con el señor Drakon. El problema es que querrá pruebas y no las tenemos. El señor no creerá en la palabra del señor Darlon -

-Darlon dijo que querían quitarme del camino. Hay que dejarlos que me ataquen. Demostrarle a Drakon que sus hermanos son traidores -Drakon confía mucho en Alastor.

-Nael, debemos planear algo para que la máscara de Alastor se le caiga delante de Drakon -El mayordomo me mira analizando mi idea.

-Eso no va a ser fácil. El señor Drakon, así como su padre confiaban ciegamente en él. Será muy difícil -La negatividad de este hombre me saca de mis casillas

-Ahí estas preciosa - La voz de Drakon me hace callar. Me volteo lentamente.

-Hola -Es lo único que puedo decir.

-He estado buscándote -Me besa en los labios.

-Si, iba al estudio por la computadora. Estaba pensando en retomar mis clases. Quiero plantearles la posibilidad de hacerlo en línea, mientras encuentran...ya tú sabes a quienes -Bajo mi cabeza todavía tengo miedo de que ellos me encuentren y esta vez cumplan con lo que se han propuesto a hacer.

-Me alegro de que desees retomar tu vida, te apoyaré en todo lo que esté en mis manos -Le sonrío.

-Voy a tomarme un baño, estaba entrenando. Debo de hablar con los chicos que deje en el hospital y saber el estado de Creta y Dania. Habrá que traerlas si están bien -Le sonrío.

-Gracias, gracias por aparecer en el momento más oscuro de mi vida. Gracias por cuidar de Dania y Creta -Le doy un pequeño beso.

-Yo lamento no haber llegado antes y evitarte todo ese sufrimiento. Ahora me gustaría que me acompañes en la ducha y me ayudes a solucionar un problema que tengo -Drakon restriega su masculinidad con mi vientre, ese hecho me causa descargas eléctricas en mi cuerpo.

-En cantada de ayudarlo señor North -El me carga en brazos y nos lleva a la ducha. Drakon rasga mi ropa y en un abrir y cerrar de ojos nos estamos amando como si el tiempo se fuera a terminar. Cuando ya estamos saciados y limpios, nos dirigimos cada uno a lo que había dejado pendiente. Espero que mi madre y hermana ya estén bien y deseen venirse a vivir a este lugar les va a gustar.

Al terminar logró contactarme con el director de la carrera, quien me informa que si podemos retomar las clases de manera virtual. Me sugirió que hablara con los profesores de las lecciones del siguiente semestre. Me sorprendió saber que se había enterado de lo sucedido, por lo que nos ayudaría con el anterior semestre.

Una buena noticia para Creta y para mí. Camino por los jardines del castillo, ya cada vez siento más confianza, me alegra ver a las personas trabajar y dejar este lugar hermoso. Aun algunos me ven con recelo, no se atreven a mirarme, sus piro pesadamente por lo que decido regresar.

-Te tengo buenas noticias -Drakon acelera sus pasos para encontrarme en el camino.

-¡Así! Dime -Me emociono. Me cuelgo de su cuello.

-Le he hablado a los chicos. Me han dicho que mañana les darán el alta médica a Creta y a Dania. Así que mañana las tendrás aquí.

Lo beso con pasión demostrándole de esa manera mi agradecimiento, Drakon me levanta en brazos y comienza a girar conmigo. Hasta que un carraspeo nos detiene.

-Señor, quisiera recordarle el protocolo relacionado con sus actos delante de la servidumbre -Me mira con ira. No sé que le he hecho a este hombre, poque siempre me ve con ira y tal vez odio. ¿Cómo Drakon no lo nota?

-Deja de fastidiar Alastor. Que todo el clan se entere de una vez que el Rey Drakon ha sido flechado por cupido. Que esta hermosa mujer se robo mi corazón -Me besa delante de este hombre y el se pone rojo de ira.

-Señor, no quiero dudar de los dioses y sus designios. Recuerde la naturaleza de la señorita Eyra. Eso puede crear problemas con la población y sobre todo sus enemigos lo verán como un rey débil -Drakon me suelta, lo siento temblar de la ira. Por un momento me parece que sus ojos cambian de color, parpadeo para borrar esa imagen tonta creada por mi imaginación.

-¿Crees que soy débil? Mi futura esposa no me hace débil. Tu fuiste uno de los que me dijo que buscara a mi pareja y eso he hecho. Cuida tu lengua, podría pensar que estás en mi contra -Drakon me toma en brazos y me lleva a nuestra habitación.

En el dormitorio lo veo caminar de un lado a otro, mordiendo palabras entre dientes. Es la primera vez que lo veo tan enojado.

-Drakon. ¿Quiero preguntarte algo? Sé que estas enojado en este momento, sin embargo, ya es hora de que haga esa pregunta ya que desde que vine a este lugar he oído que por "mí naturaleza" no soy digna de ser tu esposa -Drakon se detiene de golpe. Sus ojos brillan.

-No escuche a esos retrógrados y mente cuadrada. Eres la mujer que los dioses escogieron para mí, nuestros destinos están unidos por la eternidad. Más allá de que el destino nos uniera, yo te amo, te veía en sueños, sin saber que eres el amor de mi vida y ahora que te tengo no podrás marcharte. Lucharé con cualquiera que desee ir en contra de lo que yo siento y mataré a quien te haga daño -Sus palabras de dejan en Shock, yo lo amo, si, si lo amo. Nunca imaginé que despertaría sentimientos en alguien como Drakon.

-Yo te amo Drakon. Yo nunca esperé encontrar a alguien que me amará como lo haces tú, estoy aquí y frente de ti -Él al escuchar mis palabras me toma entre sus brazos. Nos arranamos la ropa en tiempo récord y comenzamos a amarnos.

Me despierto muy cansada, Drakon y yo tuvimos un maratón de sexo el día de ayer y hoy no doy para mucho, mi futuro esposo no está en la cama así que voy a buscarlo, debe estar entrenando, esos músculos necesitan mucho trabajo si se quieren mantener.

-Señorita Eyra -Nael llama mi atención.

-Buen día, Nael. ¿Has visto a Drakon? -Lo miro esperando su respuesta.

-Primero que todo, me ha encomendado, que le lleve personalmente su desayuno. Él salió temprano, dijo que iría por su madre y hermana -El fiel mayordomo me sonríe.

-No estas bromeando, ¿verdad? -Me mira ofendido.

-Yo jamás hago bromas y menos una como esa. La jóvenes del servicio se están encargando de arreglar dos habitaciones para ellas -Es una excelente noticia.

-Quiero involucrarme en esa actividad -Doy saltitos de emoción.

-Después que tome su desayuno. De lo contrario el señor me castigará -Él sonríe.

-Espero que estes bromeado con lo del castigo, porque si Drakon lo hace yo le daré una lección que nunca olvidará -Lo haría.

-Lo siento no lo dije en serio. El señor no acostumbra a golpear a nadie. Solo cuando entrena o si debe de defender a nuestra gente -Se nota preocupado.

Caminamos al comedor donde él se encarga él mismo de servirme el desayuno. Como a velocidad luz y me dirijo a las habitaciones donde vivirán Dania y Creta, mientras encuentran a nuestros agresores.

Para el media tarde estaba muy nerviosa, nada que llegaban. El pobre Nael, estaba que perdía los estribos conmigo, me había negado a tomar el almuerzo, los nervios me cerraron el estómago.

-Por favor, señorita Eyra. Coma algo -Suspiro profundo.

-Bien, tráeme por favor un plato de frutas -Nael trae un plato de frutas bastante surtido, me lo como muy rápido. Cuando he regresado a la entrada del castillo logro divisar una miniván, ¡Han llegado!

-¡Han llegado! -Grito al viento, ahora soy más feliz. Las personas que más amo están a mi lado. Sin importar lo que me depara el futuro.


Este capítulo se lo dedico a Ari, una de mis queridas Cerecitas rebelde 

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