Recuperación (Subtrama Final)

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Los soldados estaban dando de todo con tal de derrotar a las máquinas, las máquinas estaban siendo eliminadas, abatidas y derrotadas con mucha facilidad, con los días que llevaban de la semana anterior y las horas de pelear el patrón de ataque y la fuerza de las máquinas fue reducida poco a poco, no había mucho que decir al respecto, simplemente se habían acostumbrado ya a la forma de pelear de esas máquinas, entre algunas trincheras (las cuales estaban a punto de ser reubicadas más adelante gracias a haber conseguido más terreno en la batalla) Blaze junto a unos cuatro comandantes que estaban observando un mapa que tenía unas tres marcas de diferentes colores, encima del mapa habían cuatro de las siete Esmeraldas del Sol, las habían encontrado hacía un par de días y con eso en mano ya era una gran ventaja en cuanto a pelear y derrotar a sus enemigos…

-Muy bien Marcus, tú y la Legión Décimo Tercera van a encargarse de llegar hasta esas ruinas, tendrán que recuperar la Esmeralda de parte de las máquinas del Oeste, el Batallón 23 les dará apoyo, Rex, tú y el resto de la  nueva Legión 501 van a invadir Capital City en el norte, yo los ayudaré en esa batalla con las Esmeraldas del Sol que tenemos, y las Legiones 129 y 300 irán al Este, van a invadir la playa y su ciudad costera para recuperar la otra Esmeralda ¿Entendido?- preguntó Blaze mientras los cuatro comandantes asintieron, se miraron y salieron cada uno por puertas diferentes.

Blaze miró el mapa, observó las Esmeraldas con detenimiento, el brillo de las cuatro gemas se reflejaba en los ojos dorados de la felina, algo decaída las tomó en un saco de cuero que se colocó en medio de su armadura, tomó su casco y salió de la habitación, pensaba demasiado en Silver, en su amigo que estaba aún en este punto inconsciente, el pobre albino estaba demasiado grave, hacía un día y medio que él quedó sin pulso por casi un minuto, en serio dependía la vida de Silver de un hilo, y ella era la principal responsable de él al ser la más cercana de él en esa dimensión, de todo lo que podía hacer solo quedaba recuperar esas Esmeraldas y ayudarlo de la mejor manera posible… al salir el humo y el fuego que salían de las máquinas caídas se extendía hacia el cielo que se veía gris, aún habían muchos problemas con esta invasión que al parecer tenía una relación con las Esmeraldas Sol, al parecer debido a que la energía que emanaban era parecida es que las Esmeraldas Sol reaccionaban como imanes, o algo parecido; algunos soldados con lanzas, picas y alabardas custodiaban las trincheras mientras otros soldados que tenían armas de fuego y espadas largas caminaban entre los pasillos subterráneos para salir al campo de batalla, Blaze había pensado mucho en las heridas de Silver, sabía que si no fuera por su poder telequinético y su fuerza de voluntad y fuerza mental no habría sobrevivido, por eso mismo les pidió a los soldados (que eran todo tipo de seres, desde los que eran del grupo Animalia Sapiens hasta los Homo Sapiens, cada uno con sus habilidades características, como los erizos con su habilidad de enrollarse, los gatos con sus habilidades de gimnasia y los humanos con su inteligencia y gran resistencia física) que usaran armaduras de metal para evitar los cortes y aguijones (aparte de reducir impactos de escombros o golpes colaterales) de las máquinas, para no tener muertes innecesarias; en el exterior los soldados que acompañaba Blaze caminaban en un páramo desolado, sin ningún ser viviente más allá de la vegetación en el lugar, era algo en lo que se acostumbraron durante el resto de la semana pasada que lucharon, encontrar esa soledad ya era común, muy común…

-Entonces, ¿Cuánto falta para librarnos de esta invasión?- preguntó un soldado a sus compañeros.

-Según lo que escuché, ya una gran parte del planeta está libre, todo gracias a las Esmeraldas del Sol- respondió uno.

-Pensé que eran un mito… ya sabes, algo que se inventó la familia real como una leyenda más- dijo otro mientras caminaba lento.

-Pues parece que no lo son, hay rumores de que igual que las Esmeraldas del Sol son reales hay un héroe que no es de aquí que tiene unas gemas parecidas…- dijo otro soldado más.

-¿Qué? ¿De quién hablas?- preguntó una soldado que estaba atenta de lo que decían.

-Un héroe que se hace llamar Sonic, Sonic the Hedgehog, dicen que es tan rápido y tan poderoso que logró rivalizar con la princesa, es más, las gemas que él tenía se hacían llamar como "Piedras del Caos" aunque otros dicen que son "Esmeraldas del Caos", no sé, prácticamente parece una copia de los mitos de Soleana- dijo el soldado en respuesta a su compañera.

-¿Y por qué no crees que sea real?- preguntó la misma soldado.

-Porque es muy conveniente que sean historias muy parecidas- respondió el soldado.

-Esa historia es real, tan real como yo o como la existencia de las mismas Esmeraldas del Sol- respondió Blaze quien estaba escuchando todo, los soldados se miraron sorprendidos y detuvieron su paso.

-¿Es real? ¿No es un mito?- preguntó el soldado escéptico de lo que escuchó.

-Si, Sonic the Hedgehog, es el héroe de otra dimensión, lo conocí hace unos años, es un erizo imparable, determinado en todo, incluso cuando la situación está en contra de él se la peor manera…- respondió Blaze, miró el horizonte, ahora que lo pensaba habían dejado a Sonic a su suerte, solo con sus amigos que posiblemente estarían más desgastados que antes, aún así logró ver Capital City a lo lejos por lo que miró a sus tropas, volteó su mirada a Rex y el comandante solo asintió, ella hizo lo mismo y alzó su puño en el cielo -Ahora mismo vamos a atacar a esas máquinas, vamos a recuperar lo nuestro, estén atentos ante cualquier ataque o movimiento, debemos ser fuertes- dijo Blaze, los soldados prestaron atención e inmediatamente corrieron a la ciudad a máxima velocidad, Blaze hizo lo mismo y usando una de las Esmeraldas se lanzó a pelear arrojando una poderosa llamarada de fuego casi tan caliente como la temperatura exterior del sol, solo que dirigida a la niebla eliminando esta misma de una rápida forma…

*En el Este, con las Legiones 129 y 300*

Las embarcaciones que estaban en el océano se acercaban cada vez más y más a la costa, habían decidido dividir el trabajo en dos partes, la Legión 129 se encargaría de la parte terrestre, desde el Sur, mientras la Legión 300 estaría llegando por la parte marina, así no podrían retirarse de ninguna forma, en fin, el cielo estaba nublado y gris, algunos soldados estaban temerosos de los que fuera a pasar, no sabían cómo sería el resultado de una técnica tan experimental, algunos veteranos miraban a los soldados más jóvenes y los animaban con palabras de aliento, que les permitiera seguir en eso, otros jóvenes estaban emocionados, su entusiasmo era muy grande por estar en una batalla que decidiría el destino de el planeta y posiblemente el universo…

-¡Estamos listos, estamos listos, no vamos a caer!- rompió el silencio un soldado inexperto que era humano mientras sujetaba su fusil de asalto emocionado.

-Calma David, estamos en algo serio- resignado respondió su compañero, las olas del mar estaban golpeando la embarcación.

-Eso lo sé, pero por eso mismo estoy emocionado, imagina como será nuestro registro en los libros de historia- dijo el mismo mirando el cielo, estaba pensando en lo deprimente que se veía, pero al mismo tiempo en lo épico que se vería una batalla grabada en ese momento…

-¡Tierra a la vista, vamos a abordar!- gritó el centinela, los soldados lo miraron emocionados por luchar, hasta que vieron como una ráfaga de disparos lo acribillaron por completo, los soldados al ver eso gritaron del asombro o miedo, chocaron con la arena y la compuerta se abrió, todos salieron corriendo, pero los primeros en salir en su mayoría fueron eliminados con ráfagas de disparos que salían de todos lados, los demás dispararon al origen del ataque y corrieron para cubrirse, otros más se ocultaron en las embarcaciones con tal de tener una forma de cubrirse, eran muchas embarcaciones, toda una Legión en embarcaciones requerían de muchos soldados… David corrió de ahí a una gran velocidad por el miedo de morir tan pronto, se lanzó detrás de un muro, inmediatamente salió una de esas máquinas detrás de ese muro, lo estaba persiguiendo, al ver a tal monstruosidad él solo se quedó tieso, no podía imaginar ver algo tan grotesco en toda su vida, notó como la máquina acercaba sus garras a su cuerpo, dispuesto a cortar el abdomen para dejar caer sus tripas en el suelo, pero no pasó, la máquina fue convertida en un colador por los disparos de energía de el fusil de uno de sus compañeros, la máquina cayó y David se recompuso…

-Gracias compañero… te debo una…- dijo él algo más calmado, ahora que vió la facilidad con la que eran destruidos es que sabía que podía eliminarlos.

-No te quedes ahí, debemos avanzar- respondió una voz femenina detrás de el casco, su apariencia era humana igualmente.

-Si, claro…- se quedó pensando un poco, no esperaba que quien lo hubiera salvada fuera una mujer, esperaba todo menos eso, aunque conocerla no estaría nada mal para él -¿Cuál es tú nombre?- preguntó con inquietud, aparte de querer conocer a la muchacha, la persona que lo salvó merecía un mayor agradecimiento.

-Me llamo Mariana, rápido, sigamos- comenzó a alejarse de ahí mientras David la seguía de cerca.

-David, me llamo David, un gusto Mariana- respondió, escuchó un sonido atrás, volteó su cabeza y observó una máquina más que los iba a atacar, apuntó a la máquina con su rifle de asalto y la destruyó por completo, se sentía más seguro.

-Eso fue impresionante ¿Por qué no hiciste eso antes?- dijo la muchacha mientras corrieron al poblado observando unas explosiones del otro lado.

-Muchas gracias, solo no sabía que hacer…- dijo en respuesta.

-Te entiendo, me imagino que es tu primera batalla- asumió al mismo tiempo que corrían entre el bosque, escucharon explosiones provenientes de la costa, ambos se detuvieron y observaron desde lejos así logrando ver a varias máquinas preparando su ataque a los soldados que poco a poco se acercaban, ocultos entre los edificios.

-Si, es mi primera batalla… debemos ayudar a nuestros compañeros, esa trampa les puede afectar…- dijo mientras preparó su subfusil y guardaba su rifle.

-¡Vamos entonces!- se lanzó de la pequeña pendiente y comenzó a disparar seguida por David que hizo lo mismo disparando a todas esas máquinas destruyendo la trampa, aunque sigilosamente una de las máquinas se acercaba a ellos sin que lo notaran…

Por otro lado la Legión 129 estaba caminando entre el bosque y las casas que habían por ahí, la niebla estaba siendo eliminada poco a poco entre cada ataque dado por los soldados, unas máquinas intentaron disparar a los soldados que entraban en el bosque, pero eran abatidos con facilidad por la cantidad, los disparos formados de energía de las Esmeraldas del Sol eran suficientes con tal de desintegrar a esas abominaciones y de paso restaurar el daño que provocaban, parecía que la energía que emanaban las armas era una forma muy eficiente de eliminarlo, como si fueran lo contrario y una pudiera eliminar a la otra… de cualquier forma la trampa fue destruida por esa intromisión de parte de ambos soldados que lograron desestabilizar a estas máquinas, si bien eran muy rápidas y fuertes la misma energía las debilitaba con suma facilidad…

*Con la Legión Décimo Tercera y el Batallón 23*

Sus guantes metálicos tocaron el polvo de la pared desgastada de piedra, lo movió entre sus dedos metálicos, era muy diferente a cualquier otro elemento que haya visto en su vida, miró a sus compañeros y señaló una entrada que era un agujero en una pared de lo que en su momento fue un castillo, estaba abandonado desde hace centenares, nunca se supo de quién fue, pero debió ser importante por todos los detalles que poseía la estructura… pasaron por el agujero y ambos grupos se dividieron, unos a la derecha y otros a la izquierda, dejando unos veinte soldados custodiando la entrada… ellos siguieron su camino, la tenue niebla junto a la poca luz que había evitaban que los demás vieran el panorama completo, solo escuchaban el metal moverse entre las paredes y los pasillos, causaba terror, mucho terror, pero aún así entrar a ese lugar tan lúgubre era la única manera que podían ellos utilizar para conseguir la Esmeralda del Sol, si bien no todos los soldados eran entrenados para esta situación ellos estaban siendo muy valientes…

-No puedo ver mucho…- decía uno de los soldados mientras caminaba por unos pasillos junto a los demás.

-Ni yo… ni siquiera mi visión nocturna ayuda en algo…- dijo un soldado que aparentaba ser un búho.

-Entonces estamos perdidos…- exclamó otro más que estaba atrás.

-No del todo, puedo escuchar algo en a dos cuartos de distancia, detrás de estas paredes…- otra vez habló el búho que tenía su mirada dirigida a la pared que mencionó.

-¿Por qué no simplemente hacemos explotar ésto?- preguntó su compañero.

-Porque hacer eso alertaría a las máquinas esas de la zona, no solo de este lugar-.

-¿Y crees que nos ayude en algo esa Esmeralda?- preguntó el tercer soldado, ellos tres eran los únicos que hablaban mientras los demás estaban algo asustados y nerviosos.

-No sé, la princesa Blaze es quien sabe eso- dijo otro soldado más.

Un ruido parecido a un gruñido de un tigre se hizo presente en el pasillo, todos detuvieron el paso dejando la habitación en silencio, nadie habló, las respiraciones se hicieron mudas, el silencio era tal que hasta un alfiler podía caer y todos lo escucharían gracias al eco de la edificación, el sudor recorría la frente de los soldados por el miedo que tenían, quedaron congelados, algunos se miraron y otros solo observaban el frente, los más acostumbrados a la pelea observaban cualquier dirección para evitar un ataque sorpresa… el silencio del lugar se extendió por varios minutos, casi diez a quince minutos y nadie dijo nada, todo este silencio fue cortado rápidamente al escuchar una gota de sudor caer al otro lado, provocó un pequeño eco que inmediatamente fue seguido de gritos y disparos, ambos provenientes de los soldados y las máquinas al mismo tiempo del otro lado, era abrumador, así los soldados comenzaron a abrir fuego a las máquinas mirando hacia arriba, dispararon sin descanso, curiosamente si fueron abatidas, su gran velocidad y fuerza era disminuida de gran manera gracias a la energía de esas armas…

Del otro lado la situación no era diferente, la diferencia pequeña era el miedo que sentían en el momento, por unos segundos sintieron su vida pasar por sus ojos al escuchar las garras metálicas arrastrarse por las paredes causando unos rasguños y chispas, todos los soldados se mantenían alerta mientras las ráfagas se mantenían de manera continua, tras unos minutos se detuvieron, tanto por el sobrecalentamiento como por la falta de energía que tenían que recargar, acabaron con cada bestia sin problema alguno, al fin podían descansar…

-Eso estuvo cerca, muy cerca…- su voz temblaba, todo su cuerpo lo hacía.

-Odio a esas máquinas del infierno- tragó su propia saliva y bajó la mirada, observó alrededor y caminó lentamente, los demás lo siguieron avanzando con lentitud y pausa, no deseaban terminar muertos.

-Yo también, masacraron a mi hijo, enfrente de mis propios ojos…- la voz quebrada del soldado reflejaba su tristeza, tenía un rencor y una tristeza enorme que no se podía comparar…

-Nosotros, tú incluído, nos vamos a vengar, por todo lo que nos hicieron…- respondió uno más con odio, no hacia sus compañeros, sino hacia esas abominaciones…

*En el castillo, habitación de Silver*

Y volvemos al castillo, en el castillo la situación estaba más calmada a excepción de un cuarto, pero vayamos por partes, primeramente, los soldados tuvieron una mejor reestructuración, ya había más seguridad y mejor sistemas de evacuación, los recursos de la capital habían permitido que se reconstruyeran algunas cosas, gracias a eso habían más posibilidades de una mejor defensa, los ciudadanos estaban más tranquilos, aunque la mayoría se enlistaron a las tropas con el fin de detener la invasión, las sirvientas tenían un trabajo menos pesado y los asuntos internos se habían solucionado, solo había un problema, Silver, el erizo albino aún no se había recuperado, no del todo, cuando encontraron la primera Esmeralda del Sol, se la llevaron inmediatamente a Silver, Blaze utilizando la energía de las Esmeraldas logró hacer que Silver se recuperara, no tanto pero le dió más tiempo de vida, necesitarían de las siete Esmeraldas si deseaban ayudarlo, tal vez en una forma Burning Silver podría quemar por completo ese líquido extraño que le inyectaron las máquinas para lograr salvarse… una enfermera estaba a su lado descansando por el cansancio que provocaba trabajar día y noche ahí, dormía sin moverse, se notaba el cansancio en sus ojos, de un momento a otro Silver abrió sus ojos dorados los cuales estaban en un color entre dorado y marrón, miró a su alrededor y vió su cuerpo, estaba desastroso, su pelaje estaba marrón y oscuro en algunas partes, su piel seca igualmente en otras partes, volteó a ver el pelaje de su pecho y se veía muy seco y maltratado, su estado de verdad era malo, muy poco de su cuerpo estaba en su estado normal, miró a la enfermera de su lado y al notar que estaba dormida solo cerró los ojos, aún cuando pasó dormido a saber cuánto tiempo él se sentía cansado, exhaló con pesadez e inhaló normalmente, estaba frustrado, era inútil en esa situación, su objetivo era volver al pasado para solucionar el futuro, un futuro que nunca lo afectó por algún motivo, tal vez el poder de las Time Stones lo inmunizo a los cambios temporales, tal vez las Esmeraldas del Caos lo hicieron en algún momento, o tal vez su destino no es vivir en ese tiempo por siempre, tal vez era el vivir en otra era… quien sabe… solo pensó en su misión… y ahora lo recordaba todo, estaba aterrado…

-¡Sonic! ¿Qué habrá pasado con Sonic?- expresó algo asustado y exaltado, no pensó en eso hasta ahora, si Sonic murió su misión fue una falla total, a saber cuánto tiempo habría pasado y nuevamente, qué habrá pasado con Blaze o con sus otros amigos… la enfermera se despertó del susto y cuando vio a Silver despierto tocó la campana para llamar a las enfermeras y unos soldados, era importante que le avisaran a Blaze lo más pronto posible…

Llegaron los antes mencionados, las enfermeras estaban sorprendidas, pensaron que estaría en coma o que no estaría vivo, pero ahí estaba y los soldados estaban atónitos, observar a uno de los héroes que mencionaba Blaze era muy sorprendente, aunque no entendían que tan peligroso podía ser, creían que lo que mencionaban las enfermeras respecto a los poderes de Silver eran una exageración o un problema de el mismo sueño… Silver solo los miraba con molestia y frustración…

-Yo ya les dije que estoy bien, puedo ir a ayudar a Blaze, permítanme ir, han pasado dos semanas, necesito cumplir mi misión- rogó el albino, una enfermera se acercó y comenzó a chequear a Silver.

-No parece que estés bien, además de que aún estás en mal estado- tenía un pañuelo en su rostro, el olor de la putrefacción que tenía Silver era horrible de verdad.

-¿Entonces qué debería hacer? ¿Quedarme aquí sin hacer algo? ¡Hay personas allá afuera sufriendo!- respondió de nuevo algo molesto.

-Lo sabemos, pero la princesa y las enfermeras han sacrificado demasiado por ti, deberías primero darte un baño, comer algo y volver a dormir, así podremos cambiar tus sábanas y almohadas de mejor manera…- respondió la otra enfermera algo cansada.

-Entiendo… al menos díganme que hay agua tibia, no me gustaría resfriarme, además de que el agua caliente me puede hacer mal…-.

-Claro, solo necesitas ir al baño, está en la puerta de atrás, Marth te puede llevar- señaló la enfermera a su compañero, Silver asintió, se intentó poner de pie pero estaba aún muy débil, no podía levantarse, Marth lo ayudó a apoyarse y caminaron juntos hasta la bañera, ahí dejó a Silver, era momento de que el albino tomara un baño después de dos semanas y algo más…

*Con Blaze*

La gata lila corría por toda la ciudad a una enorme velocidad, estaba carbonizando cada máquina sin descanso, los soldados la cubrían y llamaban la atención de las máquinas cercanas, erradicando de mejor manera a las máquinas, el paisaje lúgubre cada vez se tornaba más esperanzador, la luz del sol comenzaba a deslumbrar con fuerza como lo hacía en los días de mayor felicidad del reino antes de ese ataque, ya habían cubierto muchas zonas, pero faltaban varias más, cada una más arruinada y desgastada que la otra, sinceramente era horrible ver tu hogar, tu reino caer y sufrir de tal manera, en serio es horrible… tras correr por algunos edificios rompiendo los cristales por la velocidad Blaze se detuvo en la punta de un edificio, observando la ciudad, no veía nada interesante, hasta que notó un destello desde algo lejos, afinó su mirada y logró ver una estructura metálica a lo lejos, pero estaba en el suelo, parecía ser una Esmeralda el causante del destello, pero aún así no podía dejar a sus soldados a su merced abandonando a todos, al menos tenía que avisar, bajó de un saltó y aterrizó en el suelo, corrió hacia sus altos mandos y los saludó de manera militar, ellos hicieron lo mismo…

-Descansen… al parecer la Esmeralda está al Este, en dirección a el bosque, si lo desean pueden acompañar a sus hombres, estén pendientes de las esquinas y tengan cuidado con precipitarse, yo iré a ese lugar, eliminaré a las máquinas de los alrededores…- dijo Blaze, los altos mandos solo asintieron y vieron como ella desapareció, se miraron entre ellos y corrieron en dirección de cada uno de sus grupos…

-Entonces, estaremos solos hasta que la princesa vuelva… esto no me parece buena idea…- dijo uno con dificultad mientras observaba al norte, parecía que escuchó algo.

-Es una buena idea, solo debemos movernos sin detenernos…-.

-Eso es díficil, y más cuando ves que la ciudad está vacía, parece una ciudad fantasma… solo nosotros,nun puñado de soldados en una ciudad enorme, parece irreal…- observó las calles, eran calladas y vacías, no había nada, solo el sonido del viento en el lugar.

-Como un espacio liminal…- respondió uno más con decepción.

-Eso mismo… si sigo aquí me voy a volver loco…-.

-Yo también, por eso debemos seguir adelante…- escucharon pasos atrás, eran los soldados marchando con fuerza, de otro equipo, estaban marchando con potencia, demostrando que estaban ahí, el sonido metálico de las botas de metal era molesto o relajante, depende de quién lo escuche; con más lentitud avanzaron, a lo lejos escucharon disparos, los otros soldados de la otra parte de la Legión 501 habían encontrado muy posiblemente un enjambre de máquinas (si, estas máquinas se hacían en un enjambre, muy molesto como insectos que vuelan juntos) que al ser detectados eran abatidos rápidamente.

-Parece que somos los que menos máquinas nos encontramos…-.

-Yo… eso puede ser peligroso… tal vez estén preparando una emboscada…-.

-Posiblemente… lo mejor sería colocar un pelotón detrás de nosotros, como ayuda…-.

-¿Y debilitar nuestra formación? Eso no nos podría beneficiar mucho…-.

-Pero cubriríamos más terreno… así podemos tener una segunda opción…-.

-Segunda opción… a costa de la vida de unos soldados…-.

-¡Un sacrificio digno, eso o asesinan a todo el grupo y terminamos fracasando!- exclamó enojado, el alto mando miró eso, analizando más la situación solo asintió, miró a los soldados y los dividió, una menor parte estaría al frente, la mayoría en el medio y otra menor parte parecida a la primera estaría atrás, de último, los dividió de manera que estuvieran nivelados, pero a los más destacados los colocó en medio, en el medio del pelotón… al haber retrasado un poco los otros soldados se adelantaron, las máquinas al ver eso solo se confundieron, esperaban que fueran igualados para matarlos sin mucho esfuerzo, pero ahora que estaban desiguales sus esfuerzos serían mayores, y no tenían la energía para contrarrestar eso…

-Esas bestias inmundas se han desorganizado…- dijo una máquina en un edificio muy lejano, tenía apariencia bípeda, portaba la piel de una persona en su cuerpo, su voz era tosca y mecánica, muy artificial… las demás máquinas vieron eso y golpearon la pared de el edificio (el cual se estaba cayendo por su pésimo estado) por el enojo, aunque solo provocó que toda la estructura se desplomara encima de ellos acabando con esas máquinas, el enojo es peligroso, no permite pensar… de ese edificio salió un humo de color morado, era energía que parecía ser… Energía Negativa… el ruido se escuchó por toda la ciudad, los soldados miraron eso y solo alzaron sus hombros por la confusión, no sabían que había pasado así que mientras no los atacaran todo bien, o eso se supone que debían pensar…

Algunas máquinas más se movían por las calles, intentaron provocar a los soldados pero recibían descargas de energía que las eliminaban, si bien eran peligrosas ahora divididas y débiles no lo eran tanto… solo debían ser contrarrestadas con su contraparte…

*Devuelta al Este*

Los soldados lograron pasar por la playa y la ciudad, ya ese puesto había sido tomado por los soldados, colocaron un pequeño puesto de avanzada en un edificio cercano donde pudieran traer más soldados y organizarlos mejor… Mariana y David se habían adelantado a los demás soldados, desobedecieron órdenes, pero lograron desarmar la emboscada de esas máquinas que iban a eliminar a los soldados, estaban llegando a un punto de otra ciudad donde se podía ver mejor una línea de color rojo salir de un edificio, se dirigía al cielo y partía las nubes como una aguja a la tela, ambos solo miraban eso con asombro, se observaron y miraron atrás, ahí estaba su objetivo, pero claramente sería lo más difícil, necesitarían el apoyo de todos los soldados que ellos pudieran encontrar, sin decir una palabra corrieron un poco atrás, se detuvieron en una pendiente que parecía un acantilado, ahí sería un lugar perfecto para llamar a todos…

-Muy bien, tenemos el objetivo cerca, pero necesitamos llamar a todos lo más pronto posible… ¿Tienes alguna bengala?- preguntó David mientras alistaba un pequeño cañón con algo de pólvora.

-Si, aquí tengo unas, pero no sé si vaya a alertar a esas cosas…- pasó el proyectil mientras vigilaba que no los siguieran.

-No creo, esas cosas están débiles desde que vinimos… tal vez vayan a escapar…- colocó la bengala en el cañón y miró a su compañera, estaba nervioso de lo que pudiera pasar.

-O tal vez nos maten… debemos estar preparados para cualquier cosa- preparó el arma que tenía y asintió en forma de confirmar su decisión, él asintió y disparó haciendo un ruido explosivo por la pólvora y el proyectil se elevó con un movimiento vertical.

-Va a funcionar, estoy seguro- explotó, el cielo se pintó de una nube roja con un destello brillante que ayudó a llamar la atención, los soldados a lo lejos observaron eso y comenzaron a marchar hacia allá, lograron limpiar a la ciudad de todo rastro de la muerte traído por esas abominaciones de el malvado y oscuro Caos… los más cercanos que estaban organizados en pelotones se dirigieron hacia el lugar corriendo, sabían que algo había pasado y la urgencia era alta…

Pasaron los minutos y los soldados llegaron rápido al lugar, varios pelotones vieron como de un edificio más alejado de la ciudad salía ese rayo rojo que solo se podía ver a cierta distancia, miraron a su alrededor y prepararon sus armas pero se detuvieron al escuchar unos pasos detrás miraron ahí a dos soldados, los que los llamaron, sorprendidos se miraron y esperaron a que los otros dos pudieran recuperar el aliento, fácilmente se habrían cansado al tener kilos y kilos de metal en su cuerpo y correr algunos cientos de metros… tras unos minutos los soldados se habían organizado para entrar, mientras que otros más estaban llegando, fácilmente unos cuantos miles, todos organizados mientras los demás se encargaban de sus alrededores, los dos, Mariana y David estaban hablando de lo que podrían hacer…

-Esa es la única opción que tenemos, hay muy poco espacio en la única entrada, debemos entrar unos seguidos de otros, tal vez si algunos están afuera para lograr controlar a los alrededores…- explicó Mariana quien estaba hablando.

-Entiendo, pero aún no me queda claro una cosa- dijo un Oficial mientras la soldado se quedó callada.

-¿Qué cosa es lo que lo entiende?- preguntó David curioso.

-¿Por qué se adelantaron? Las órdenes eran seguir la formación, ustedes hubieran sido más bajas, y no podemos permitir más- acusó con algo de molestia.

-Nosotros nos adelantamos, eso es cierto, pero si no hubiera sido de esa manera entonces hubieran muerto, de todos modos lo importante ahora es destruir a esas cosas, no pelear entre nosotros- dijo David, su tono de voz demostraba que estaba cansado de estar en esa situación, no se parecía a nada como él lo imaginó, no pensó que fuera un asalto a Normandía pero con menos hombres y unas máquinas sanguinarias en su contra…

-Solo porque necesitamos terminar la misión es que no te estoy degradando, después de esto decidiré que pasará con ustedes…- se retiró y comenzó a organizar a los soldados, ambos soldados se miraron, voltearon a ver al edificio y se prepararon para el asalto…

-Cuando termine esto espero volver a hablar contigo, tal vez no en un campo de guerra- dijo Mariana algo cansada.

-Suena bien, aunque espero que sobrevivamos a esta pelea…- respondió el joven preparando su arma, las formaciones se habían realizado y los equipos de contención externa ya estaban posicionados.

-¡Atención!- gritó el superior, los soldados guardaron silencio -¡Prepárense!- volvió a gritar, todos dieron un paso al frente rectos, erguidos y con seguridad -¡Avancen!- entraron, todos siguiendo a su superior, el sonido de los pasos metálicos se oía desde lejos, todos en línea recta subieron las escaleras, al llegar al primer piso una parte de los soldados se quedó ahí, registrando el lugar, y así con todos los demás pisos…

Pasados una hora y media el asalto fue un éxito, perdieron muchos hombres, el edificio colapsó por completo, las máquinas estaban en el suelo, tiradas sin nada que hacer, desactivadas, aunque comenzaron a desintegrarse, pero con todo eso lograron su cometido, recuperaron la Esmeralda del Sol, al fin, la misión fue un éxito, ahora solo faltaban dos misiones más y finalmente todo sería como antes, así con energías renovadas solicitaron una extracción, así lograrían llegar al Reino de Soleana…

*Devuelta con la Legión Décimo tercera y el Batallón 23*

Ambos grupos de la misión se encontraron, llegaron a un gran salón, ahí estaba la Esmeralda del Sol, finalmente podrían volver y restaurar todo el daño, los soldados celebraron, solicitaron una extracción y ambos grupos salieron de las ruinas, el sol brillante de un atardecer hermoso junto al viento refrescante de la tarde les daba a ellos un nuevo aire de optimismo, algo de esperanza, palabra que nunca habían escuchado desde que comenzó toda esa invasión, literalmente era aterrador pensar en como unas máquinas salidas del mismo infierno destrozaron todo un planeta en dos semanas, consumiendo todo…

-¡Al fin, logramos ganar!- gritó un soldado emocionado.

-Mi hijo, lo cumplí, logré vengar tu muerte…- mencionó otro, él lloraba, sabía que eso no lo iba a revivir, pero al menos podría hacerlo sentir mejor, otros soldados lo animaron, con todo esto los dos comandantes miraron eso y hablaron al respecto.

-Parece ser que ellos están aliviados…-.

-Si, me recuerda bastante a otras guerras, pero esto es mejor, sinceramente es algo reconfortante…-.

-Eso si, tendremos que reconstruir cada ciudad…-.

-Pero lograremos hacerlo, eso tenlo por seguro- este superior solo miraba algo que se ganaba en la guerra con muchos años de servicio al ejército, algo que no todos incluídos los ciudadanos… Esperanza.

*Con Blaze*

Blaze caminaba en la estructura metálica, parecía ser la sala de navegación, la gata lila miraba eso hasta que… Crack!! Atrás de ella un cuello se rompió, ella miró atrás y logró ver a Eggman Nega, se preparó para pelear pero él caminó hacia la gata, así notó que la cabeza estaba del lado equivocada, como si hubieran roto su cuello, se re acomodó la cabeza y se movió de manera errática, asustando a Blaze…

-Bla… Bla… Blaze…- dijo el científico con dificultad, no movía la boca, su ropa sucia y rota denotaba que pasó un tiempo así…

-Eggman… ¿Qué pasó?- preguntó Blaze mientras notaba que su pierna derecha estaba atravesada por una varilla de metal oxidada.

-Ayu…ayuda a Sonic… elimina a esta infección del Caos Negativo, avísale…- comenzó a botar sangre de su boca, la verdad estaba sorprendida y aterrada, asqueada también.

-¿Caos… Negativo?- se cuestionó ella mientras miraba alrededor.

-Toma, esto te servirá…- le entregó la Esmeralda del Sol faltante, ella miró eso extrañada, tomó la joya con desconfianza y luego miró a su enemigo, ella solo estaba atenta, por cualquier cosa.

-¿Qué pasó aquí?- cuestionó Blaze.

-Eggman… él me pidió ayuda a mí y su otro yo… volvimos a nuestras dimensiones… cuando llegué una niebla extraña salió junto al portal…- el científico moribundo estaba recordando, con dificultad, pero estaba recordando lo suficiente como para dar una respuesta congruente.

*Un tiempo atrás*

Eggman Nega estaba observando el cielo, había vuelto a la dimensión Sol después de pasar por ese portal, finalmente podría vengarse de todas las humillaciones que sufrió por parte de Blaze, su imaginación volaba al pensar estrategia tras estrategia, sentía una emoción que nunca pensó sentir en alguna ocasión, aún así algo tan bueno para él no podría ser así de duradero durante un largo tiempo, valga la redundancia, los sensores de la nave alertaron a Eggman Nega de unas lecturas extrañas en una niebla algo peculiar, él decidió mandar máquinas exploradoras, pero fueron destruidas, pensó que era Blaze, pero recordó que estaba en la otra dimensión, así que no era Blaze, Marine tampoco podría ser, esa insignificante rata no podía hacer un daño real a una máquina de él, entonces ¿Quién sería? Para sorpresa de él unas extrañas máquinas se alzaron enfrente de su nave y la atacaron, una de ellas se colocó enfrente de Eggman Nega y con un grito aterrador lo atacó…

*Devuelta al presente*

-Ahora estoy condenado… por más que odie decir esto, admito que fue un error unirme a mi otro yo…- dijo el científico arrepentido, estaba a punto de morir, su piel comenzaba a romperse poco a poco, dejando salir sangre.

-Eggman, yo no sé qué decir…- respondió Blaze con dificultad, era su enemigo, pero no merecía ese final, no era tan loco como el otro Eggman.

-No digas nada… cometí muchos errores, y ahora los estoy pagando… solo jura que vas a eliminar a estas máquinas…- dijo Eggman Nega con dificultad, su cabeza comenzó a ensancharse.

-Lo juro… no te fallaré esto…- sacó otra Esmeralda Sol y miró a Nega con dificultad, apuntando al científico con ambas Esmeraldas.

-¿Qué haces?- preguntó el científico antes de explotar entre sangre y gasolina, de la piel del científico salió una máquina de esas que gritó y se lanzó hacia Blaze.

La gata lila utilizó las dos joyas y destruyó a la máquina y la nave con una explosión que se escuchó a dos kilómetros a la redonda, salió de entre los escombros con algo de dificultad -Intenté darte un final digno…- dijo Blaze decaída, aún con eso tenía que volver a su castillo, tal vez Silver estaría bien.

*Horas más tarde, en el castillo de Soleana*

Blaze caminó por el pasillo hasta llegar a la puerta donde estaba Silver, ella esperando que no hubiera muerto abrió la puerta y cuando vio la camilla sin Silver gritó desesperada y asustada, estaba completamente desbaratada, el pensar que había muerto su amigo solo la dejaba peor…

-¡Silver! ¡Enfermeras, guardias ¿Dónde está Silver?!- gritó algo alto y desesperada.

Uno colocó su mano en su hombro y la miró -Princesa, Silver está bien, no se preocupe- dijo tratando de calmarla.

-¿Qué?- abrió los ojos sorprendida, miró arriba y su tristeza contenida se volvió en enojo -¡Silver, casi me matas del susto!- lo miró enojada, se levantó y lo abrazó.

-Tranquila Blaze, tranquila- él correspondió el abrazo, pero inmediatamente recibió una cachetada de parte de la gata lila.

-Esto es por haberme asustado- le dió otra cachetada y lo miró más enojada -Y eso por estar fuera de la cama sin haberte recuperado por completo-.

-Auch… esperaba un saludo más amigable…- dijo algo apenado, sobando su mejilla con algo de dolor, ella solo lo miraba con una ceja alzada y con sus manos en su cintura.

Invocando el poder de las Esmeraldas del Sol, con Silver enfrente ella se transformó en Burning Blaze, al verla en ese estado Silver se quedó atónito, no tenía palabras para describir lo increíble que se veía esa transformación, ella flotaba en el aire con su cabello rojizo y su pelaje elevado, su aura de fuego amenazaba con quemar todo lo que la tocara y su mirada seria estaba imponiendo respeto.

-Increíble, de todo lo que esperaba ver no me esperaba esto…-.

-Silver, es momento que te sane de esta maldición, con el poder de las Esmeraldas del Sol y mi aprobación, te ordeno que seas libre toda corrupción del Caos- señaló al albino el cual recibió unas ráfagas de fuego que lo envolvieron, de él salieron ráfagas negras y sangre podrida, sus heridas se sanaron, su cansancio desapareció, toda la sangre y la energía pérdida se repuso, su pelo volvió a tener color y su cuerpo vitalidad, finalmente las llamas lo consumieron y el mismo fuego lo trajo como Burning Silver, Blaze lo miraba con una sonrisa y al mismo tiempo que Silver miraba eso sorprendido, miraba sus manos y veía como flotaba, él la miró incrédulo y ella asintió.

-Blaze, ésto es increíble, me siento poderoso, me siento invencible, esto se siente… muy familiar…- miró esto algo sorprendido, recuerdos vagos de una forma dorada lo atacaban, viajes a un tiempo pasado lo abrumaron, un futuro consumido por las ascuas del infierno mismo que él protegía, Blaze lo tomó de la mano sacándolo de sus pensamientos él la miró y ella lo miró.

-Se cómo te sientes, así me sentí yo la primera vez que me transformé, y ahora que tienes este poder, te pido que me ayudes a eliminar esta plaga de mi mundo ¿Puedes ayudarme?- preguntó con calma, dejando que su amigo respondiera.

-Si, te ayudaré a acabar con esto, por tu mundo y por mi futuro…- dijo Silver, recordó todo lo que involucraba ésto, si eliminaba esta plaga lograría salvar su futuro volviendo a su mundo.

Ambos sonrieron con optimismo y rápidamente salieron del castillo en dos bolas de fuego que viajaron a la velocidad de la luz, brillando como estrellas fugaces que brindaron una nueva esperanza y un nuevo amanecer al reino de Soleana…

Fin de las subtramas

//Muy bien, este es el final de las subtramas o "rellenos" ahora sí viene el final de esta historia, pronto verán el desenlace final y todo lo que esto conlleva, muchas gracias por esta lectura, de verdad, espero que esperen el siguiente capítulo, nos vemos hasta la próxima//.

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