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Capítulo 10

En el sentido literal de la palabra, renacer significa volver a nacer. No obstante, científicamente eso no es posible, o al menos no que se haya comprobado. Pero la gente toma dicho vocablo como "recobrar fuerzas". Su origen, está en engendrar, nacer, hacer y por supuesto, transformarse. Renacer es una palabra tan poderosa como la vida misma. Por eso cuando alguien siente que renace, se está rehaciendo, se está transformando.

El teniente coronel Mew Maximilian Suppasit era un hombre nuevo. Sí, no estaba al cien por ciento curado de su trastorno, y probablemente jamás lo estaría, pero había aprendido a manejarlo de una manera tan efectiva que cada vez lidiaba menos con los episodios de ansiedad y estrés que se presentaban en su vida. Incluso había estado expuesto a sonidos fuertes durante el campamento, pero su instructor y sus amigos, le habían enseñado algunas técnicas para contrarrestar el malestar que le provocaban dichos sonidos.

La maravillosa experiencia de participar en el proyecto Odyssey de la WWP había cambiado su vida por completo. Atrás habían quedado los días en los que la oscuridad era lo único que podía ver a su alrededor. Ahora, cuando su día empezaba a tornarse gris, sabía lo que debía hacer para alejar las sombrías nubes y plantarle cara al problema. No estaba mal sentirse triste, le habían dicho, pero aprendió a salir de ese estado y a no permanecer más tiempo del necesario en ese lugar.

No había palabras para describir todo lo que había vivido en el campamento de Odyssey. Todos lo llamaban retiro, solo él y su grupo de amigos se referían a su estancia en aquel lugar como campamento de verano en invierno, lo cual era una broma entre ellos.

Además de Michael, Josh, Bill y Sean, Mew había conocido a muchos más veteranos con quienes había compartido su experiencia, sus sentimientos y sus emociones. Había hecho más amigos, pero con los primeros cuatro tenía una conexión especial.

- ¿Le vas a soltar la bomba a tu novio? - preguntó Sean cuando iban al bodegón el último domingo antes de volver a casa.

- Gulf ya ha trabajado para el proyecto Odyssey antes, así que es seguro que conozca de la noche de las estrellas brillantes - comentó Mew.

- Sí, pero aún no lo has invitado formalmente, y además no sabe todo lo que has conseguido en este lugar - animó Sean.

- Claro que Gulf será mi invitado la última noche que pasemos en este lugar - afirmó Mew - pero no le diré nada más, quiero que todo sea una sorpresa -

- Ya quiero conocer a tu novio, solo he escuchado maravillas de él desde que te conocí hermano - Sean no había escuchado una sola vez que Mew se expresara mal de Gulf, y siempre podía notar el semblante de hombre enamorado que se dibujaba en su rostro cada vez que su amigo hablaba de su pareja.

- Menos mal que ya estás casado, sino, ni de chiste te dejaría conocer a mí Gulf - bromeó Mew golpeando juguetonamente el hombro del moreno.

- Quien lo diría, hermano, eres un hombre posesivo - Sean abrió la puerta del bodegón y ambos se instalaron en una cabina telefónica para hacer su respectiva llamada semanal.

- ¿Diga? - la voz somnolienta de Gulf se escuchaba al otro lado de la línea.

- Hola bebé, ¿Acaso te he despertado? - Mew notó lo extraño que se escuchaba la voz de su novio.

- ¡Mew! - gritó de emoción pero inmediatamente la tos le impidió seguir hablando.

- ¿Qué sucede Gulf, está todo bien? - el militar se preocupó cuando escuchó que su novio no podía detener su malestar.

- Hola mi amor, está todo en orden, solo que hoy he despertado con algo de catarro y tos seca, nada grave no te preocupes - expresó el médico.

- Gulf, ¡Dios bebé! Lamento tanto no estar contigo - Mew daría cualquier cosa con tal de estar en casa en ese momento.

- No es nada, en serio amor - Gulf se incorporó en su cama sintiéndose mejor al escuchar la voz de Mew - ya me he tomado un par de pastillas y descansaré todo el día para recuperar energía -

- ¿Por qué no le dices a tu tío que te acompañe? - cuestionó el militar - no tengo problema con que vaya a casa a cuidar de ti bebé, me sentiría mucho más tranquilo si alguien está cuidando de ti mientras no estoy -

- Amor... - la forma en la que Gulf lo llamó le hizo pensar al teniente que su novio estaba a punto de decirle algo importante y que no se esperaba.

- ¿Qué ocurre? -

- Te he hablado en varias ocasiones de mi tío, sabes que él fue el que me crío después de la muerte de mis padres, y créeme cuando te digo que nunca ha sido mi intención no presentártelo u omitir quién es, es solo que no se ha presentado la oportunidad de hacerlo - comentó Gulf tratando de prevenir un enojo en Mew.

- Lo conozco ¿Cierto? - se adelantó el militar - vas a decirme que conozco a esa persona y que es alguien importante, tal vez un artista, un deportista o un empresario millonario de Silicon Valley ¿No es así? -

- Sí, lo conoces, pero no es nadie el medio artístico ni un empresario reconocido - respondió Gulf - mi tío es tu jefe inmediato, el general Jackson Miller - confesó y esperó la reacción de Mew.

- ¿Jackson Miller es tu tío? - Mew no lo podía creer y la forma en la que lo había preguntado denotaba una verídica incredulidad - pero... -

- Miller era el apellido de mi madre antes de que se casase con papá, el tío Jackson es su hermano - explicó el médico.

El silencio se prolongó entre ellos. Gulf no quería que Mew se molestase. No le había "ocultado" la información a propósito. Pero las circunstancias no se habían presentado favorables para soltar tal información. La condición médica de Mew siempre había sido prioridad y ninguno de los dos había ahondado en su información familiar más allá de una forma superficial.

- Di algo Mew - pidió Gulf al no escuchar nada por parte del militar.

- Estoy sorprendido bebé - expresó Mew después de un momento - mi jefe es tu tío, jamás lo hubiese imaginado, el general Miller no era muy adepto de hablar de su familia, así que sus subordinados no teníamos idea de lo que era su vida fuera del fuerte -

- Pero no estás molesto ¿Verdad? - Gulf se sintió un poco más animado al no percibir molestia por parte de su novio.

- No, no, lamento si te di esa impresión, solo me tomó desprevenido, hasta cierto punto es comprensible ya que nuestra relación no empezó de una forma ortodoxa y encima llevamos relativamente poco tiempo juntos - se excusó Mew - ¿Y él sabe lo nuestro? -

- No tuve que decirle que estaba interesado en ti, el tío Jackson lo notó en el instante en el que fui a reclamarle el motivo de haberte enviado a la guerra cuando aquello no te correspondía - declaró el médico.

- ¿De verdad fuiste a reclamarle eso bebé? ¡Oh Dios mío! ¿Desde entonces estás interesado en mí? - aquella declaración sacudió el corazón de Mew.

- Te lo dije, sentí una conexión contigo desde el segundo uno que te vi - fue la sincera respuesta del menor.

- También lo supe desde el primer momento - correspondió Mew - supe que tú eras la persona que estaba esperando -

- Mi amor, te escuchó muy diferente, más abierto, más tranquilo, más feliz y no tienes idea de lo contento que estoy al poder ser testigo de ese maravilloso cambio - declaró Gulf pues era evidente que Mew había cambiado para bien.

- Sabes que eres más que un simple testigo de mi mejoría, has sido el principal motor para que yo pueda seguir adelante, y desde que nos conocemos has estado ahí para darme las palabras de aliento que tanto necesito - dijo el teniente con ternura - bebé, sé que sabes de la noche de las estrellas brillantes -

- Sí - habló Gulf.

- Quiero que me hagas el enorme honor de venir conmigo para compartir esa última noche de mi retiro - pidió Mew - no quiero compartir con nadie más esta experiencia, quiero que seas tú él que esté a mi lado ese día ¿Qué dices? -

Antes de que Gulf pudiera dar su respuesta, el llanto le ganó a las palabras. La noche de las estrellas brillantes era una velada alrededor de una fogata en donde los veteranos de guerra cerraban un ciclo en compañía de una persona que consideraban cercana a ellos. Podía ser algún familiar, algún amigo o la pareja. No había restricción en ese aspecto, pero si tenían la indicación de que debía ser una persona que en realidad fuera muy importante en sus vidas y con la que quisieran compartir el final de aquel ciclo.

Que Mew lo escogiera para compartir aquella experiencia con él, hizo que su corazón se sintiera conmovido porque a pesar de conocerse de poco tiempo atrás, Mew lo colocaba por encima de muchas personas más que convivían o convivieron con él.

- ¿Estás seguro que soy la persona que quieres a tu lado esa noche? - Gulf había participado en dicho evento como instructor y sabía el significado tan especial que tenía para cada uno de los veteranos.

- Ni siquiera he tenido que pensarlo bebé - respondió Mew - ¿Estarás conmigo el próximo sábado? -

- Estaré ahí mi amor, será un gran privilegio compartir contigo ese momento tan especial para ti - expresó Gulf - llegaré el sábado por la tarde, espera por mí -

- Aquí estaré con los brazos abiertos - dijo Mew absolutamente feliz de saber que solo faltaban seis días para ver a su novio - ahora, llama por favor al general Miller y pídele que vaya a casa a cuidar de ti, cualquier emergencia dile que se comunique conmigo, no quiero empezar a usar sus influencias de tío político para beneficiarme, pero se trata de ti y no me importa - Gulf soltó una carcajada que le provocó un nuevo ataque de tos.

- Me encanta que estemos tan comprometidos con lo nuestro que ya hablamos como si estuviéramos casad... - Gulf se tapó la boca pues de ninguna manera quería presionar a Mew con el tema del matrimonio. Su novio estaba viviendo un proceso de recuperación y debía tener eso como prioridad.

- Nos casaremos Gulf - comentó Mew dejando que Gulf escuchase la felicidad que le provocaba decirlo - también he pensado eso y por lo que veo que tú también bebé, así que no lo saques de tus planes, yo me convertiré en tu marido y tú en mi esposo - le aseguró Mew.

- ¿En serio quieres casarte conmigo? - preguntó el médico con un nudo en la garganta.

- Esa es mi siguiente misión bebé - respondió el militar y Gulf supo que decía la verdad.

*

El catarro de Gulf pareció curarse como por arte de magia ese mismo domingo que Mew había hablado con él por teléfono. De igual forma se comunicó con su tío para informarle sobre su estado de salud y para decirle que iría con Mew a la noche de las estrellas brillantes. Así mismo, el general Miller le anunció que él también estaría presente en el discurso de despedida ya que, además de Mew, tenía a varios oficiales de su cuadrilla en dicho campamento y era un invitado de honor del presídium.

Gulf no cabía en su felicidad porque ya faltaba muy poco tiempo para volver a ver a Mew y porque estaría con él en una evento muy importante de su vida. Quería que el tiempo avanzase lo más rápido posible y que el sábado llegase en un abrir y cerrar de ojos, pero las cosas no funcionaban de esa manera. Así que mientras esperaba por el tan ansiado día, prepararía la casa para la llegada del quien sería su futuro esposo.

- Pronto veremos a papá ¿No te da gusto Hazard? - el gato estaba dormido en la cama de sus padres cuidando de un ya no tan enfermo Gulf, y cuando escuchó su nombre maulló su respuesta. La cual era un sí, según Gulf - Mew y yo vamos a casarnos y los tres formaremos una hermosa familia - volvió a hablar el médico y el felino volvió a maullar estirándose más sobre la cama - y ese lugar que ocupas ahora pequeño dios gato, lo estará ocupando tu otro papá dentro de poco, así que tendrás que volver a tu cama - Hazard le dedicó una mirada de "ya veremos" y volvió a dormirse.

En respuesta al comportamiento de su gato, Gulf se rio a carcajadas y se tapó el rostro emocionado. Estaba feliz. Estaba enamorado. Y había encontrado al hombre que lo amaba tal cual era.

- ¡Te amo Mew! - gritó con la alegría brotando de sus poros y volvió a sonreír. No sabía que podía ser tan feliz, al menos no hasta ese momento.

*

No habría manera alguna de negar que se encontraba ansioso y nervioso. Gulf le había avisado que cerca de las once de la mañana estaría saliendo de casa con rumbo a Cloudland. Gracias a que era el último día, los veteranos tenían libertad de usar las cabinas telefónicas en cualquier momento. Así que Mew había aprovechado esa oportunidad para llamar a Gulf muy temprano por la mañana y ponerse de acuerdo con su llegada al campamento.

A la una y media de la tarde ya estaba haciendo guardia en la puerta principal del recinto esperando divisar el vehículo de su amado novio. Josh y Sean le hacían compañía ya que sus familiares llegarían más tarde, mientras que los acompañantes de Bill y Michael habían arribado al campamento por la mañana y ya disfrutaban de las pequeñas zonas de descanso que se encontraban a lo largo del lugar.

- Así que mi tatarabuelo es considerado la oveja negra de la familia porque perteneció al ejército confederado y estaba a favor de la esclavitud, pero su esposa... - Josh estaba relatando la vida de sus antepasados cuando Mew se levantó del escalón en el que permanecía sentado en parte prestando atención a su amigo, en parte alerta ante la llegada de Gulf, cuando un coche que él conocía muy bien entró en el terreno del parque.

- ¡Dios!, mi familia ya llegó - susurró Mew y emprendió una carrera hacia el automóvil de Gulf.

- Yo solo veo un chico conduciendo - le dijo Josh a Sean con extrañeza.

- Es su novio - indicó Sean - él es su familia ahora - sonrió el moreno al ver a su amigo rodear el vehículo abrir la puerta del piloto y literalmente sacar al "adorable chico" del coche para rodearlo con sus fuertes brazos.

- Estaba ansioso por que llegaras, moría de ganas de estrecharte contra mí y sentir tu calor bebé, te he echado tanto de menos, estoy muy feliz de que por fin estés aquí - Mew susurraba al oído de Gulf mientras escondía su rostro en el cuello de éste.

- Ya estamos juntos, la espera terminó - comentó Gulf correspondiendo a aquel abrazo. Él también había extrañado como un loco a su adorado militar.

Mew se separó un poco de él y tomó su rostro entre sus manos para besarlo con una pasión casi desmedida. No le importó que estaba a las afueras del campamento y que todo mundo los podía ver. Él necesitaba de aquel beso tanto como el oxígeno que requería para respirar. No había forma alguna de que se pudiera contener o al menos eso creía hasta que escuchó la voz de su amigo Sean.

- Hermano, no quisiera interrumpir tan romántico reencuentro pero una bola de pelos color blanco con ligeras manchas marrones ha salido del carro del chico adorable - Gulf y Mew se separaron y el médico limpió el rastro de las lágrimas de felicidad que habían empezado a mojar sus mejillas.

- Ten cuidado con decirle bola de pelos, estás hablando de mi hijo Hazard - le indicó Mew a su amigo sin ocultar una sonrisa - Sean, te presentó a Gulf Kanawut, mi novio - rodeó la cintura del médico y lo encaminó hacia su amigo que se rascaba la nuca intentado disculparse por haber llamado a la bola de pelos, "bola de pelos".

- Gusto en conocerte chico adorable - indicó Sean estirando la mano para saludar a Gulf - y lamento lo de Hazard, no me lo tomes a mal, me gustan esas bolas de... digo, me gustan los gatos, es divertidísimo pasar tiempo con ellos -

- No te preocupes Sean, yo también lo he llamado bola de pelos en algún momento - confesó Gulf.

- Bebé, no puedes dirigirte a nuestro hijo de esa forma - Mew reprendió a su novio y éste lo observó con cariño y se refugió en los brazos de su novio.

- ¿Saben? Creo que los dejaré solos, ya habrá oportunidad de que hablemos todos más tarde, dale la bienvenida a Gulf como es debido hermano, iré a hacerle compañía a Josh - Sean se alejó de la pareja para darles privacidad.

- Lo siento, es que estoy tan feliz de verte otra vez y estar a tu lado - comentó Gulf entre lágrimas - además, has dicho que Hazard es nuestro hijo y yo... -

- No tienes porque disculparte bebé, Sean entiende que necesitamos nuestro espacio, es solo que él estaba muy emocionado de poder conocer por fin al hombre del que tanto le he hablado - Mew consoló a su novio que seguía en sus brazos.

- ¿Les has hablado a tus amigos de mí? - Gulf se separó un poco de los brazos del militar para poder verlo a los ojos.

- Por supuesto, ¿De quién más podría hablarles? - Mew se acercó a los labios de su novio y depositó un tierno beso en ellos - no pude dejar de pensar en ti en ningún momento, todo en lo que podía pensar era en ti así que ellos - señaló hacia donde estaban Sean y Josh quienes ya habían logrado atrapar a Hazard - tuvieron que aguantarme todo este tiempo diciendo "Gulf esto, Gulf lo otro, Gulf aquí, Gulf allá" - la sonrisa que tenía Mew en el rostro era algo que Gulf no había tenido la oportunidad de observar y se sentía como hechizado por ella.

- ¡Por Dios amor!, tus amigos seguramente deben de aborrecerme en estos momentos - bromeó el psiquiatra.

- No digas eso bebé, ellos querían conocerte - Mew cerró la puerta del coche y entrelazó su mano con la de Gulf - pero como dijo Sean, ya tendremos oportunidad de presentar a nuestros acompañantes más tarde, sus parientes no han llegado todavía así que acompáñame, quiero mostrarte algo -

En cuanto Hazard notó que sus padres caminaban lejos de él, saltó del regazo de Sean y los siguió maullando. Los amigos de Mew soltaron una carcajada al ver al "hijo" de su amigo ir corriendo detrás de sus papás humanos. Sin duda, los tres formaban una hermosa y singular familia.

Mew y Gulf caminaban tomados de la mano sonriendo como los enamorados que eran. Gulf pudo notar que su novio era un hombre diferente. Se le veía mucho más feliz, con un semblante pacífico y una sonrisa brillante. Pero seguía siendo el mismo Mew del que se había enamorado. Un hombre maravilloso con el corazón más hermoso y bondadoso del mundo.

- El tío Jackson vendrá por la tarde a la ceremonia del cierre del campamento - informó Gulf mientras era llevado al campo de equitación - oye no me digas que... -

- Tú dijiste que había un equipo de equitación en este lugar y entonces quise aprender a montar a caballo por ti, quería darte esta sorpresa bebé - Mew lo interrumpió llevándolo directamente al campo cercado en donde estaban ya varios caballos.

Cuando estuvieron al pie de la valla, el militar le pidió que lo esperara mientras él brincaba la cerca y se dirigía a un hermoso corcel color blanco con varias manchas marrones tapizando su lomo. Era un animal hermoso, y uno de los más dóciles de aquel lugar.

Hazard sin pensarlo se introdujo en el campo de equitación y se acercó a dos caballos que pastaban y que de inmediato le prestaron atención al felino olfateándolo y tratando de lamerlo mientras que el gato se acicalaba contra ellos.

Con asombro, Gulf observó como Mew se acercó al caballo y lo montó de manera elegante y distinguida. Ante sus ojos, era un atractivo caballero que estaba loco por él y el sentimiento era correspondido. Con la gracia de un jinete experimentado, Mew llegó hasta él y con la misma habilidad y desenvoltura con la que se había trepado al equino, bajó muy cerca de él.

- Este es Neptuno - Mew señaló al caballo del que acababa de bajar - me ha permitido montarlo durante todo un mes y me ha ayudado con mis síntomas de ansiedad - Gulf estiró su mano para acariciar la cabeza de Neptuno.

- Hola Neptuno, gracias por ayudar a mi novio en proceso de recuperación, eres un caballo hermoso - el animal relinchó feliz ante las palabras de Gulf.

- No lo digas delante de mí bebé, puedo ponerme celoso - Mew le sonrió a Gulf mostrándole los dientes y entonces estiró su mano a él - ven, salta la cerca -

- ¿Qué? - Gulf no tenía idea de lo que planeaba su novio.

- Salta la cerca - repitió el militar - te daré un paseo en Neptuno -

- Pero Mew... -

- Por favor, confía en mí -

Pero Gulf ya confiaba en Mew. El teniente ni siquiera tenía que pedirlo. Incluso Mew muchas veces lo dijo, Gulf confiaba en él mucho más que sí mismo. Así que el médico saltó la valla, y caballerosamente Mew lo ayudó a montar al animal. Luego, con pericia, él se subió y se colocó detrás de su novio.

- Gracias por venir - le susurró Mew al oído mientras lo abrazaba por la cintura pendiente de no soltar las riendas - extrañaba tanto sentir tu cuerpo junto al mío y tu inconfundible aroma a vainilla que me vuelve loco -

- No tanto como yo te extrañé a ti - Gulf se recargó completamente en el cuerpo del militar y cerró los ojos dejándose envolver por la calidez de su presencia.

- Quiero que sepas que he cambiado bebé, ahora soy un mejor hombre que está dispuesto a hacerte muy feliz - comentó Mew rozando su nariz contra el cuello de Gulf - y mi amor por ti también ha cambiado, ahora sé que te amo más que a nada en el mundo y que contigo quiero pasar el resto de nuestras vidas -

Gulf ya le había dicho que lo amaba, pero ésta, era la primera vez que Mew lo decía. Y no es que no lo amará desde antes, lo hacía, solo que quería ser merecedor de poder decir esas dos palabras sin que nada ensombreciera ese sentimiento que nacía desde lo más profundo de su corazón.

Para Mew, Gulf significaba su mundo entero, su razón de vivir. Aquel deslumbrante y hermoso rayito de luz que había iluminado su vida y le había mostrado el camino para seguir adelante. Gulf Kanawut le había salvado la vida y le había brindado la oportunidad de encontrar nuevamente el amor y las ganas de vivir. Gulf, era ese bote salvavidas en medio de su naufragio existencial, esa ancla que lo mantenía a flote evitando que se perdiera a la deriva, ese paracaídas que lo protegía de una caída libre en los lugares más profundos de su dolor.

No había duda ni incertidumbre, tampoco vacilación o titubeo. Lo amaba y quería estar a su lado para siempre. Hasta que la muerte de alguno de los dos hiciera una pausa momentánea en su relación para después volverse a encontrar en la otra vida. Aunque esperaba que para eso faltase muchísimo tiempo.

- Tomas las riendas bebé - Mew le indicó a Gulf y éste se sobresaltó un poco.

- Pero no sé conducir un caballo amor - expresó el médico con nerviosismo.

- Solo toma las riendas, Neptuno ya sabe lo que debe hacer - Mew tomó las manos de su novio y le indicó como debía agarrar las riendas del caballo - así, sujétalas de este modo - siguió dando instrucciones.

- Mew, esto me pone un poco nervioso - comentó el menor - me recuerda a cuando el tío Jackson me enseñó a conducir -

- Solo será un momento bebé, lo prometo -

Gulf sintió como el militar se movía detrás de él pero no quitó su mirada de la unión que sus manos hacían sobre las riendas de Neptuno. Temía hacer un mal movimiento y que el caballo tomara carrera haciéndolos caer a ambos. Una caída así, podría resultar mortal.

- Eso es todo amor, ya conseguí lo que quería - informó Mew.

- ¿Qué era lo que querías? ¿Ponerme a prueba? - bromeó el médico.

- No - respondió Mew colocando su barbilla sobre el hombro de Gulf - necesitaba conseguir esto -

En ese momento, y sin soltar del todo las riendas de Neptuno, Mew tomó la mano derecha de Gulf y con cuidado colocó un hermoso anillo de oro blanco sobre el dedo anular de Gulf.

- M... Mew - susurró Gulf al ver la acción de su novio.

- Tu anillo tiene la letra "G" grabada y el mío la letra "M" - señaló el militar y Gulf levantó su mano para poder apreciar mejor aquel detalle - cuando nos casemos, tu argolla de matrimonio llevará le letra "M" y la mía tendrá la letra "G" - entrelazó sus manos con la de su novio y besó su mejilla con amor - y entonces seremos "MG" para toda la vida -

- ¡Oh, Mew! Te amo tanto - Gulf giró un poco su cuerpo y atrajo los labios de Mew para besarlo.

Para él, había sido la propuesta de matrimonio más romántica y bonita que se había podido imaginar. Ni siquiera tuvo que decir que sí porque era evidente la respuesta que le daría a su novio. Por supuesto que se casaría con Mew. Y no podía esperar para llevar en su dedo aquel símbolo que sería siempre de ellos. "MG".

*

Después de su paseo a caballo, Mew y Gulf se dirigieron hacia la sala de reuniones del campamento. Hazard quiso permanecer dormido encima de un caballo y el instructor de equitación prometió cuidarlo y llevarlo con ellos cuando el gato quisiese irse. Ambos aceptaron, después de todo el felino siempre hacía lo que quería y por qué también llevaba consigo un chip de rastreo para poder localizarlo en cualquier momento.

El resto de la tarde, Mew presentó a Gulf con sus amigos, y éstos a su vez presentaron a las personas que los acompañarían durante el cierre del programa Odyssey. Michael y Bill habían invitado a sus esposas que se mostraban orgullosas ante del cambio positivo que veían en sus maridos. Josh le había pedido a su madre que estuviese presente, después de todo, la mujer había dedicado su vida entera al cuidado de su amado hijo.

Y Sean, "su hermano", había pedido que le llevasen a Michael, su hijo de siete años el cual sentía que su padre ya no lo amaba. Y su encuentro fue tan emotivo que Mew tuvo que refugiarse en los brazos de su novio mientras lloraba en silencio. Él entendía el dolor de Sean, entendía en realidad el dolor de todos los veteranos que habían tenido la obligación de servir en la guerra y que después de un largo proceso de recuperación, se reencontraban con sus seres queridos solo para recordarles que el amor que sentían por ellos seguían intacto.

Después del discurso de despedida por parte de los miembros del presídium. Gulf llevó a Mew con el general Jackson Miller para presentarlo formalmente como su prometido. El general se sorprendió al escuchar la noticia de que ambos se habían comprometido en matrimonio, pero se sintió feliz por ellos y les pidió que ambos fueran a su casa el fin de semana para pasar tiempo con ellos y planear la boda pues era su responsabilidad hacerlo. Además, quería conocer mejor a Mew fuera el ámbito laboral.

- General, probablemente no sea el lugar indicado para hacerlo pero me gustaría informarle que me daré de baja del ejército - anunció Mew antes de que el general partiera del campamento para regresar a cumplir sus obligaciones. Gulf observó a su futuro esposo y le regaló una sonrisa indicándole que apoyaba su decisión.

- Creo que, has tomado la mejor decisión - aseguró el tío de Gulf - no me gustaría ver la angustia en el semblante de mi sobrino al saber que sigues trabajando para el ejército - confesó el militar - por ahora disfruten de esta noche, ya nos encargaremos de los trámites para tu baja del ejército -

- Gracias general - le dijo Mew con una gran sonrisa dibujada en el rostro.

- Nada de general, a partir de hora dime Jackson, eres el futuro de esposo de mi sobrino y también futuro ex soldado, así que nada de formalismos -

Los tres hombres sonrieron y después se dirigieron a la salida para despedir al general que volvía en calidad de urgente al fuerte McPherson en East Point.

*

A las ocho en punto, veteranos y sus acompañantes, así como los instructores, se reunieron alrededor de la fogata. Debido a que eran muchas personas, se habían dividido en varios grupos. "Mew y su pandilla", habían quedado en la misma agrupación lo que les permitía sentirse mucho más a gusto y relajados.

Durante la reunión nocturna, los veteranos relataban sus anécdotas de guerra con una perspectiva mucho muy diferente a como la contaban con anterioridad. De esa manera, sus familiares y amigos podían entender mejor la situación a sabiendas de que el veterano al que acompañaban esa noche había luchado con terribles monstruos internos y había encontrado la manera de salir adelante.

Además, como era lo típico, asaban malvaviscos y cantaban canciones que animaban el ambiente que en ese momento eran risas y diversión. Mew se encontraba sentado en el tronco de un árbol y había tendido una manta sobre el suelo para que Gulf estuviera entre sus piernas y poder abrazarlo todo el tiempo.

No dejaba de acariciar sus orejas, sus mejillas y su cabello. Nunca había estado tan feliz en su vida pues no solo estaba al lado el hombre que amaba, sino que también se encontraba rodeado de amigos a los cuales, sabía que conservaría por el resto de su vida.

- Ha llegado el momento de que los veteranos agradezcan a sus familiares y amigos por todo el apoyo recibido - comento Carl, el instructor que estuvo a cargo del grupo de Mew - ¿Hay alguien que quiera empezar la ronda? -

Mew no lo pensó dos veces y besó la mejilla de Gulf antes de ponerse de pie al centro del círculo que formaban todos.

- Empezaré yo - indicó Mew sin apartar su mirada de Gulf - antes de iniciar, quiero darles la noticia de que le he pedido matrimonio a mi novio y él ha dicho que sí - aplausos y felicitaciones se dejaron escuchar haciendo que la pareja sonriera de oreja a oreja y con orgullo Gulf levantó su mano mostrando el anillo -

- ¡Así se hace hermano! - gritó Sean emocionado mientras levantaba sus pulgares en señal de aprobación.

- Bebé - pronunció Mew con ternura - sé que probablemente en algún momento no era la persona idónea para amarte - Gulf negó con la cabeza pues Mew se equivocaba con ese pensamiento - no estaba al cien por ciento y mi vida era un caos al cual no quería arrastrarte - Mew no apartaba sus ojos de los ojos de su novio, quería que supiera que le estaba hablando con el corazón en la mano - pero te convertiste en el motor de que me facilita mantenerme de pie, y cuando me dijeron que debía ver a un especialista para mejorar mi condición de vida, jamás imaginé que al encontrarte mi vida entera cambiaría - todos observaban con ternura como Mew le hablaba a su pareja - hoy es un día donde me doy cuenta de que sin ti, no sería tan feliz como lo estoy siendo en estos momentos. Yo era un hombre con miedo y buscaba compañía, alguien que no me dejara caer en la profunda oscuridad, y te encontré -

- Mew... - las lágrimas de Gulf empezaron a recorrer sus mejillas.

- Tú siempre fuiste y serás mi destino Lo sabes, ¿Verdad? - Gulf asintió ante la pregunta de su novio - has estado a mi lado para darme los mejores consejos y eres esa razón que me hace ver con claridad las respuestas que necesito para superar las dificultades que se presentan en mi camino. Si no fuera por ti, no hubiera tenido las fuerzas necesarias para resolver tantas cosas en mi vida - Mew caminó hasta Gulf y se arrodilló delante de él para seguir hablándole - tengo muchos sueños que quiero lograr en mi vida, y aunque también tengo dudas y miedo de fallar y de fallarte, sé que estarás siempre a mi lado porque tienes mucha confianza en mi persona y solo por eso me considero el hombre más afortunado, pensar en ti y en mí y en nuestra vida juntos es motivo suficiente para dar gracias a la vida por esta segunda oportunidad y por haber puesto en mi camino a una persona tan maravillosa con la que nunca me cansaré de compartir cada día de mi vida, te amo Gulf Kanawut y gracias por todo mi amor -

Mew tomó el rostro de su novio en entre sus manos y lo besó en los labios logrando nuevamente los aplausos entre los presentes. Luego, lo ayudó a ponerse de pie y otro instructor le dio la señal a Mew que estaba esperando.

- ¿A dónde vamos? - cuestionó Gulf aun conmovido por el discurso de su novio.

- Tendremos nuestra propia fogata personal cerca del acantilado, veremos la luna, las estrellas y las luciérnagas que hacen acto de presencia esta noche - respondió Mew llevando de la mano a su prometido a un lugar apartado donde había preparado todo para una linda y romántica velada.

- Gracias Jhonny - dijo Mew cuando el instructor los llevó al sitio donde ya todo estaba preparado.

- No es nada, que pasen una linda noche - el joven se fue y los dejó solos bajo luz de dos lámparas con luz tenue que permitían que las estrellas y las luciérnagas pudieran apreciarse en todo su esplendor.

- Gracias por amarme tanto Mew - susurró Gulf acurrándose contra el cuerpo del militar para que éste lo envolviera entre sus brazos.

- Gracias a ti por dejarme amarte - replicó el mayor apretando dulcemente el cuerpo de su novio contra el suyo.

- ¿Qué es lo que haremos de aquí en delante amor? - cuestionó Gulf disfrutando la calidez de estar en los brazos de Mew.

- Espera - el militar sacó una hoja de su bolsillo y se la entregó a Gulf - toma, esta es la lista de mis siguientes misiones - el médico sonrió y lo miró con escepticismo. Luego abrió la hoja y Mew se colocó detrás de él para abrazarlo y que pudiera leer el listado.

Misión uno. Llevar a Gulf a conocer a mi familia.

Misión dos. Comprar una nueva casa para ambos.

Misión tres. Casarme con Gulf.

Misión cuatro. Montar un campo de equitación para ayudar a personas con trastornos mentales.

Misión cinco. Ampliar la familia. Y...

La última misión. Hacer a Gulf el hombre más feliz del planeta.

FIN.

Gracias a todos lo que leyeron esta historia. Agradezco también a todos los que dejaron sus opiniones y comentarios. Leo todos aunque en ocasiones no tengo la oportunidad de responderlos.

Espero que hayan disfrutado de La última misión. Por favor esperen por mí, volveré con más historias MewGulf, ya estoy trabajando en ello.

No dejen de creer en los chicos, ellos volverán a casa.

Nos leemos en la siguiente historia.

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