CAPÍTULO TRES

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Yugyeom y Lisa tenían una expresión preocupada en sus rostros, mirando a Jungkook derrotado en el pupitre del salón. Solo se encontraban ellos tres, y como era la última clase del día no tenían ganas de salir de ahí. Al menos no el último de ellos.

—Vamos, Kook. No pudo haberte ido tan mal —dijo Yugyeom, moviendo la cabeza de su amigo, con este dejándose con la expresión desolada.

—Solo pude contestar tres preguntas... y no sé si estén bien —murmuró el chico, mirando a los otros dos para hacerles entender su pesar—. Diez preguntas, y solo contesté tres. ¿En serio crees que no me fue mal?

Lisa lo miró con pena, y acarició sus suaves hebras. —¿Qué sucedió, eh? Eres el mejor del salón, además de que Taehyung siempre te está explicando cuando no entiendes algo.

Ese era el problema, que en esa ocasión Taehyung no le había explicado todo, y lo poco que pudo enseñarle era lo que había escrito en aquellas tres preguntas del examen. Intentó estudiar por su cuenta, buscando información en internet o vídeos por Youtube, pero en serio aquella materia era su kriptonita.

—La verdad es que Taehyung no pudo esta vez —dijo, y sus amigos lo miraron con asombro. ¿Tan extraño era que su novio no lo ayudara? Levantó la cabeza, sentándose correctamente y suspiró—. Hace tres días fui a su casa para que me explicara todo y al principio sí lo estaba haciendo, pero luego apareció Tzuyu y se llevó toda su atención. Volví a mi departamento, e intenté estudiar por mi parte, pero no fue igual.

—¿Y ella no sabía que tú y Taehyung estaban en algo? —preguntó Yugyeom.

Jungkook asintió, rascando su cuello. —Nos vio estudiar, pero igual comenzó a preguntar lo que no entendía y Taehyung se distrajo explicándole todo. Me sentí tal molesto en aquel momento que preferí irme de ahí.

—Es una bruja... —siseó Lisa—. ¿Lo está haciendo a propósito, no? Debes darte cuenta —Jungkook asintió avergonzado—. Mierda, Jeon. Sé que no quieres entrar en detalles con Taehyung, pero en serio necesitas sacar a esa tipa de su casa.

—¿Qué otras cosas ves que hace? Siento que hay más.

Jungkook hizo una mueca. —Ella me trata bien, es decir, no es grosera y siempre intenta charlar conmigo, pero cuando está Taehyung cerca es muy... ¿Apegada? No lo sé explicar bien.

—No respeta que estás ahí y que Taehyung es tu novio —Jungkook asintió a lo dicho por Yugyeom—. Debes hablarlo con Taehyung. Quizás no la saque en ese instante de su casa, pero al menos puede pedirle que mantenga distancia.

—En serio habla con Taehyung. Esa chica se toma confianzas que no debería. ¿Qué si fue amiga cercada de Kim? No se ven en años y las cosas cambiaron.

Jungkook pensó en las palabras de sus amigos, y tenían razón, pero aún le daba algo de temor decirle ese tipo de cosas a Taehyung. ¿Y si le molestaba? ¿O le disgustaba el hecho de que no podía convivir con su amiga? No quería discutir con él, y la confianza que sentían el uno por el otro era inmensa, así que el hecho de pensar que Taehyung sintiera que su confianza no era suficiente lo hacía echarse para atrás.

—Yo... ¿No creen que es apresurado? —dijo, y los otros dos lo miraron curiosos—. Es decir, Tzuyu no tiene ni dos semanas viviendo en casa de Taehyung y ya yo voy con mis quejas. A lo que quiero llegar es que puedo esperar un poco más, y cuando ya vea que las cosas sobrepasan los límites hablaré con él.

Yugyeom y Lisa se miraron, ambos con una mueca en el rostro, pero decidieron no ir en contra de Jungkook.

Jungkook se despidió de Lisa y de Yugyeom cuando estos se fueron, dejándolo en aquel banco de la universidad. Aún no tenía ganas de ir a su casa, así que planeaba quedarse un poco más en la instituto. Además que no había hablado con Taehyung, y probablemente este no fuese a buscarlo.

Tomó su celular, revisando con calma sus redes para distraerse. Aún estaba en su mente el hecho de que había salido muy mal en el examen. Quizás para otras personas no era la gran cosa, pero Jungkook desde que había empezado a estudiar no había salido tan mal como sabía que saldría, y eso lo tenía sumamente desanimado.

La bocina de un auto que conocía a la perfección llamó su atención, y alzó sus cejas con genuino asombro cuando notó que el auto de Taehyung estaba en la entrada de la universidad, esperando por él. Parpadeó un par de veces, saliendo de su estupor, y de manera vacilante se levantó y se encaminó hasta el vehículo para luego abrir la puerta del copiloto y entrar en el.

Taehyung al verlo, notó de inmediato el rostro tan decaído del menor, y no dudo en girarse hasta él para mirarlo directamente. Por suerte, a esa hora quedaban pocos estudiantes en la universidad, así que podía relajarse un poco.

—¿Qué sucede? ¿Por qué estás así? —preguntó preocupado, tomando del rostro a Jungkook.

El chico desvió la mirada, separándose del contacto. —He salido mal en el examen de laboral. Solo respondí tres preguntas.

—Bueno, pero de cinco eso está bien, ¿No?

—Eran diez en total.

—Oh... —Taehyung hizo una mueca, y miró con culpa a Jungkook—. Es mi culpa, no te expliqué bien. Lo siento tanto, bebé. Debes estar furioso conmigo.

Jungkook solo se encogió de hombros. —No te preocupes, Tae. Al final es mi culpa por no entender cuando la profesora lo explica. No puedes estar toda la vida encima de mi para ayudarme, yo también debo resolver solo.

La leve sonrisa en los labios de Jungkook era tan falsa que Taehyung no tuvo que ser adivino para notarlo. Llevó su mano hasta la mejilla del menor y comenzó a acariciarla con suavidad. —Una nota no define tu inteligencia, Jungkook, y quiero que eso lo tengas muy en claro. Yo también salí mal en montones de exámenes, pero aún así mira donde logré llegar. Eres un chico impresionante, y estoy seguro que mejorarás para la próxima. Y sí, tal vez no sea mi obligación ayudarte, pero soy feliz haciéndolo, porque soy tu pareja y me gusta cuando te sirvo de apoyo. No solo estoy para pasar un rato agradable juntos, sino que también estoy para cuando me necesites.

—Gracias, Tae —dijo Jungkook, y se lanzó a los brazos del mayor, quien lo recibió en un fuerte abrazo.

—En serio lamento mucho no haberte ayudado como debía, pero te prometo que para la próxima nos enfocaremos en estudiar lo mejor que podamos —dejó un beso en la cabeza de Jungkook—. No dejes que esta mala racha te afecte. Saldrás adelante, y yo estaré ahí para ayudarte a lograrlo.

Jungkook se separó y unió sus labios con los de Taehyung en un cálido beso. Aún se sentía triste por lo de su nota, pero Taehyung subió sus ánimos con sus alentadoras palabras.

—Te prepararé algo delicioso para almorzar, ¿Sí? —dijo Taehyung una vez se separaron—. Me encargaré de que te sientas mejor.

—Quédate ahí mientras yo cocino —indicó el mayor a Jungkook, pidiéndole que se sentara en el banco de la cocina.

—Puedo ayudarte, no tengo problema en hacerlo.

Taehyung negó. —Voy a consentirte, así que quédate sentado y ya.

Jungkook no insistió más, tomando asiento en el lugar indicado. Miró a Taehyung sacar los ingredientes y demás instrumentos que utilizaría para comenzar con su labor. El mayor subió las mangas de su camisa de vestir por encima de sus codos, y desabotonó sus primeros tres botones, se colocó un delantal negro y se concentró en colocarle los condimentos necesarios a la carne que estaba preparando.

La escena delante de Jungkook era... atractiva, y se encontró a sí mismo embelesado viendo a Taehyung moverse por la cocina con libertad y conocimiento.

Mordió su labio, de pronto tuvo el deseo de ser él a quien Taehyung tocara. Ya había pasado un tiempo en que ambos tuvieron un encuentro íntimo, y vamos, que Jungkook era un adulto joven, muy joven, con sus hormonas algo alborotadas y con la imagen que tenía de su novio siendo un sexy cocinero no hacía más que encenderlas.

—Tae —llamó con voz baja, recibiendo un sonido por parte de Taehyung, quien le indicaba sin palabras que lo estaba escuchando—. ¿Y Tzuyu?

—Salió desde temprano, me dijo que volvía más tarde —respondió, siguiendo con su labor de cortar las verduras.

Perfecto, pensó Jungkook, quien dejó salir una sonrisa triunfante en su rostro. Se apoyó en la isla de la cocina, y miró a Taehyung desde esa posición. —Hyung...

Taehyung detuvo sus movimientos, y alzó la mirada hasta Jungkook, enarcando una ceja por dicho llamado. Su pequeño novio nunca lo llamaba "hyung", ya que le gustaba más cuando se refería a él con un apodo cariñoso o su nombre, pero escucharlo llamarlo de ese modo siempre causaba una tensión en él, y es que Jungkook pronunciaba aquella palabra con cierto tonito que lo cautivaba por completo.

—¿Sí, amor? —murmuró con su voz un poco más baja de lo normal.

Jungkook sonrió. —Dijo que iba a consentirme, hyung, hacerme sentir mejor...

—¿Ah sí? Te estoy cocinando, creo que eso entra en la categoría de consentirte.

El chico abultó sus labios, y se sentó derecho, mirando directamente los ojos de Taehyung, quien pudo notarlos algo brillantes y más oscuros de lo normal.

—Intente algo más, hyung.

Taehyung limpió sus manos en el delantal que traía puesto y se acercó hasta Jungkook de forma lenta, siendo observado por el menor. En un rápido movimento lo tomó por debajo de sus brazos y lo subió a la encimera, y se metió entre sus piernas, las cuales no tardaron mucho en rodear su cintura, juntándolos aún más. Taehyung paseó su nariz por el cuello del menor con lentitud, pasando por su mejilla hasta estar por fin frente a frente, rozando sus labios antes de atacarlos en un demandante beso.

Jungkook no se quedó atrás, respondiendo el beso con el mismo entusiasmo, y abrazándose al cuello de Taehyung para evitar que se separara. Las manos del mayor se pasearon por la espalda del contrario, hasta llegar a su cintura en donde dio un apretón y lo acercó más a sí, rozando débilmente sus erecciones que empezaban a ponerse firmes.

Taehyung separó sus labios para atacar su cuello, donde chupó, besó y mordió a su antojo cada punto exacto que sabía que enloquecería a su novio, y no se equivocó tanto en cuanto pudo escuchar los jadeos entrecortados del bonito muchacho.

Metió sus manos por dentro de la camisa de Jungkook, acariciando su piel con adoración, y regresó a sus labios para seguir besándolo.

—¡Oh, por Dios! ¡Ya estoy aquí, no sigan!

Un grito los asustó a ambos, y se separaron sobresaltados, mirando a Tzuyu que se encontraba de pie en la entrada de la cocina. Taehyung se separó de inmediato de Jungkook, y este último bajó del mesón con rapidez.

—T-Tzuyu, lo sentimos mucho —se disculpó Taehyung, con la cara llena de vergüenza.

Jungkook solo mantenía su rostro bajo, sin querer mirarla a los ojos. Se sentía sumamente apenado, y era una situación incómoda.

—No, tranquilos —dijo Tzuyu, y se llevó una mano al pecho, desviando la mirada con las mejillas acaloradas—. Solo me sorprendieron. Nunca pensé encontrarlos... así.

Taehyung asintió, y rascó su nuca. —Estaba cocinando antes.

—Oh, ¿Qué hacías? —preguntó, acercándose a la cocina. Estaba intentando desviar la situación, y Jungkook le agradeció por eso.

—Carne, verduras y arroz. La comida favorita de Jungkook.

Los dos mayores comenzaron a hablar, dejando de lado a Jungkook, quien solo se volvió a sentar intentando dejar pasar el incómodo momento que habían vivido. Habían estado tan inmersión el uno con el otro que no escucharon la puerta abrirse ni los pasos de Tzuyu hasta la cocina. ¿Y si los hubiese encontrado en peores condiciones? ¡Que vergüenza!

Sus mejillas se encontraban rojas, pero ya no eran por la calentura. Apoyó su mejilla contra su puño y miró a los otros dos, haciendo una mueca por la escena; Taehyung cocinando y Tzuyu prácticamente encima de él, diciéndole cómo le gustaba a ella ese platillo. ¿Qué acaso no había escuchado que era su comida favorita? Era obvio que Taehyung iba a prepararla a su gusto, no al de ella, pero no contó con que el mayor hiciera caso a una de sus peticiones para complacerla.

A este punto Taehyung también estaba logrando hacerlo enfadar. ¿Por qué era incapaz de decirle que no? Ya sentía que era suficiente con que Tzuyu no lo respetara para que tampoco su novio lo haga.

—Ya la comida está lista, iré a cambiarme para almorzar juntos —anunció Taehyung, y salió de la cocina, dejando solo a los otros dos.

Jungkook miró a Tzuyu ordenar la cocina, para luego sentarse a su lado, regalándole una sonrisa. —Oye, Jungkook, hay algo que me gustaría preguntarte. ¿A tus padres no les molesta que estés tanto tiempo aquí? Digo, porque desde que estoy aquí te he visto más en el departamento y solo vas a tu casa a dormir. Tienes padres muy liberales —comentó con gracia, y rió al final.

Jungkook tragó saliva, sintiendo muchísima vergüenza. Nunca lo había visto de ese modo, pero ahora que ella lo mencionó le dio pena. ¿Por qué lo hacía sentir de ese modo?

—Vivo solo. Mis padres viven en Busan, mi ciudad natal, y yo vine aquí a Seul para poder estudiar en la universidad que me otorgó la beca completa.

La joven alzó las cejas, y apoyó su barbilla contra su puño. —Ah, es que eres becado.

A Jungkook nunca le avergonzó decir que tenía una beca completa, más bien era algo que le enorgullecía ya que se la ganó gracias a sus impecables notas de la secundaria, pero la forma en que Tzuyu dijo que era becado lo hizo sentir inseguro, inferior, y apenado de sí mismo, como si era poca cosa, como si no era nadie.

—Ahora sí, a comer —dijo Taehyung en cuanto llegó, dejando un beso en la cabeza de Jungkook.

Sirvió los platos de cada uno y se sentó en la mesa, comenzando a comer. Tzuyu no tardó en entablar una conversación con él, quien respondía con naturaleza, sin notar la mirada baja y decaída de Jungkook, quien se sentía acomplejado y fuera de lugar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro