VI. La curiosidad mató a la bestia

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" 울고 있어"



Con mi capa cubriendo mi cabeza y mi máscara bien puesta salí de mi castillo. Salí a buscarte.

Caminé a través de los desamparados jardines, ríos y senderos, con la única intención de volverte a ver.

De tener el privilegio de mirar tu ser una vez más. No pedía nada más.

Caminé y caminé, sin embargo no te encontré.

Quería mostrarte tantas cosas, quería enseñarte los más bellos paisajes y los más escondidos valles.
Quería contarte tantas cosas, quería mostrarte tantas flores como fueran posibles y decirte mis más recónditos pensamientos.
Pero no te encontré.

Decidí buscarte en el pueblo, pero parecía que no había nadie. Había toque de queda.

Giré mi cuerpo y detrás de mí yacía un pequeño altar con flores por doquier.

Mis flores.

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