Capítulo 13 - Nublado con posibilidades de lluvia

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Suena la alarma general una, dos y hasta tres veces e inmediatamente después, las guardias comienzan a pasar por los pasillos golpeando las puertas de las celdas

— ¡vamos niñas, a levantarse!... ¡arriba, flojas!... ¡hey, Jackson! ¡arriba!... —

lo gritos de las custodias se escuchan por todo el edificio, Lola estaba despierta desde hacía rato, pero siempre aprovechaba el tiempo que podía para estar en la cama, no es que se hubiera vuelto floja, simplemente quería tener todo el descanso posible, en la celda de al lado, Lana todavía roncaba y parecía que ni los golpes en el metal de la reja podrían romper su sueño

— arriba Loud... — dijo la guardia al pasar —... deberías ser más como tu hermana, ella ya está de pie y lista para desayunar —

Lola se rió en voz baja, siempre le decían eso a Lana para querer motivarla, pero la gemela "sucia" sabía que su hermana se levantaría hasta que ella lo hiciera, así que no había prisa, entonces se tomó todo el tiempo posible para desperezarse, dio varias vueltas en la cama y bostezó larga y sonoramente, su compañera de celda la miraba mientras se cepillaba los dientes pensado que de verdad esta chica era un caso; el bostezo sonó por el pasillo y Lola supo que su hermana ya iba a levantarse, entonces dio un salto desde la cama y comenzó a arreglarla, tendió sus sábanas y dobló la manta, luego alisó lo mejor que pudo el uniforme y se cambió, se lavó los dientes con calma , y finalmente, se acercó al lado de la reja donde estaba su hermana y tendió una mano hacia afuera, no tardó mucho para que la mano de Lana también saliera y "chocara los cinco"

— ¡eww! ¡Lana!... ¡espero que esto sea agua! —

— no te preocupes... — respondió la otra con risitas contenidas —... ya no quiero ir a la celda de castigo por tu culpa —

Lola metió la mano mientras dudaba en secarse la mano con la toalla o volver a lavarla, pero su compañera de celda resolvió la cuestión rápidamente oliendo su palma

— es agua —

— gracias, Val —

las gemelas habían progresado bastante con su comportamiento gracias a la terapia, iban regresando poco a poco a lo que solían ser, aunque sin menos mugre por parte de Lana y menos melindres y soberbia por parte de Lola, después de todo, estaban en el reformatorio. Su buen comportamiento también ayudó a que tuvieran algunas cosas de su lado y alcanzaran el favor, gracias a las gestiones de la psicóloga, de poder estar no solo en la misma nave, sino en celdas contiguas, Lola hubiera querido que Lana fuera su compañera de celda, pero eso no fue aprobado ni por la propia especialista, Lola seguía siendo dominante y no era aconsejable que estuvieran juntas porque podría ser una mala influencia en Lana, por lo que hubieron de contentarse con ser vecinas, pero fuera de eso, hacían muchas cosas juntas, aunque la gemela ruda pudo ser más independiente, ahora hacía ejercicio en el patio, trabajaba en los talleres o alguna otra cosa así mientras Lola estaba en consulta o en la biblioteca, porque la ex modelo juvenil ahora era aficionada a la lectura, y aunque la mayoría de lo que leía eran novelones rosas, poco a poco se iba metiendo en los clásicos, pero siempre comían juntas y también tenían otras ocupaciones comunes, en resumen, avanzaban poco a poco a ser más "normales", todo esto mientras esperaban las visitas de Rita.

Cierto día de visita, las gemelas esperaban a su madre, pero el tiempo pasaba y parecía que Rita no llegaría, ambas estaban tristes y Lola comenzó a impacientarse, algunas de sus compañeras les contaban que a veces las familias poco a poco dejan de visitar a sus familiares presos, algunos por vergüenza, otros por agotamiento y los más por falta de interés, un gran temor de la ex modelo era que su familia dejara de interesarse en ella, la ex modelo siempre vivió de la atención de los demás y después de lo vivido en casa de Shirley se dio cuenta de que no estaba preparada para ser relegada, se daba cuenta de lo mal que se había portado y le aterraba que su castigo real fuera ese, ser olvidada; Lana parecía menos preocupada y solo se lamentaba de no poder ver a su madre ya que ella era su único contacto con sus hermanos y el mundo exterior. Cuando casi terminaba el tiempo destinado a las visitas, una guardia se acercó a ellas y les dijo que tenían una llamada, ambas corrieron al teléfono y al llegar, discutieron por el derecho a tomar la llamada, la guardia se hizo presente con un carraspeo y Lana fue quien respondió con un tembloroso

— ¿h-ho-hola? —

— ¿aló? ¿Quién habla? Soy Leni ¿eres tú, Lana? ¿cómo estás, cómo esta Lola? ¿están bien? —

la gemela ruda se extrañó de sobremanera de escuchar a su hermana mayor pero aún más de que la reconociera, tenían al menos dos años sin verse — sí, sí, soy yo, ho-hola hermanita... — Lana sintió que las lágrimas corrían por su cara —... ¿Cómo estás? ¿cómo están todos? —

— estamos bien, gracias, llamo para avisar que mamá no podrá ir a visitarlas, tenemos un gran problema... n-no sé si deba decirles... —

Lola, que estaba pegada al auricular, escuchando, le arrebató el aparato a su hermana y gritó

— ¿Leni? ¿Qué pasó? ¿le pasó algo a mamá? ¡Leni! —

la guardia le llamó la atención a la ex modista y esta tuvo que regresarle el teléfono a su hermana, pero se quedó ahí, con la preocupación reflejada en el rostro

— ¿Le-Leni?... — preguntó Lana con miedo —... ¿sigues ahí? —

— sí, hermanita, a-aquí estoy, no te preocupes... mira, es-estamos muy preocupados porque Lucy... Lucy escapó... e-ella se fue de casa... —

Lana se tapó la boca, no es que fuera a gritar, pero la noticia la sorprendía, Rita les había contado que los Louds de Detroit estaban bien y se les veía contentos ¿qué pudo pasar para que su hermana inmediata tomara esa decisión? incluso Lola estaba incrédula, le parecía muy difícil creer lo que acababa de escuchar, Lucy estaba afuera, libre, tenía casa, comida, escuela... tenía el amor y la atención de sus hermanos, no, simplemente no lo entendía

— Mamá irá a visitarlas en cuanto pueda, por el momento estamos haciendo lo que podemos, la policía sigue buscando y no perdemos la esperanza de que aparezca pronto, per-perdónenme por no ser una mejor hermana... — y la llamada se cortó, las gemelas creyeron escuchar un sollozo del otro lado antes de que Leni colgara. El resto del día fue triste para ellas, estuvieron algo calladas, pero después de comer, ambas tuvieron mejor humor para hablar del caso, ninguna entendía el porqué de la decisión de Lucy, Lana tenía la esperanza de que la encontrarían rápido, Pero Lola pensaba muy distinto, Lucy siempre tuvo el talento para pasar desapercibida, volverse invisible, si ella estaba dispuesta a desaparecer, seguramente lo lograría.

El caso de Lucy se fue enfriando poco a poco y solo la familia y amigos seguían moviéndose, día tras día posteaban en las redes su cara con la ficha de la policía, habían puesto carteles por todo Detroit y en las principales centrales de autobuses, la policía la tenía en sus tablones de avisos e incluso su retrato salió al costado de los cartones de leche y en algunos noticieros locales. La investigación del buró estatal seguía su curso, pero por lo que pudieron averiguar, era más que evidente que Lucy se había ido del país; la oficina de gobierno de Canadá prometió ayuda, pero no tenían ningún reporte todavía y los Loud seguían esperando y rezando para que su hija y hermana apareciera.

Rita pausó casi todas sus visitas, menos la que hacía al sanatorio mental, donde Lisa seguía recuperándose, la mujer sabía que podía dejar de ver a las gemelas una o dos semanas y a Lynn Sr también, pero Lisa era su pequeña y la necesitaba, ambas se necesitaban, la señora Loud se preocupó más que nunca en cuidar a la menor y pasaba el mayor tiempo posible con ella, leyendo, escribiendo y jugando, le contaba cuentos, le hablaba de sus hermanas y hasta le cantaba, Lisa de a poco salía de la niebla de su amnesia y recordaba a las hermanas que la visitaron, preguntaba por ellas y pedía que las demás lo hicieran, quería conocerlas de nuevo, recuperarlas y tal vez, algún día, poder vivir con ellas otra vez.

Cuando fue evidente que Lucy no aparecería tan rápido como ellos hubieran deseado, Rita se resignó y recomenzó sus visitas pausadas, acomodándolas según el orden en que las interrumpió y tocaba el turno de visitar a Lynn. El hombre ya era un empleado de cocina más que un preso, tenía un sueldo y muchos de sus compañeros de encierro lo protegían porque les preparaba postres o platillos especiales a escondidas, cosas tan comunes afuera como una hamburguesa doble con extra queso y papas fritas o una pizza de tres ingredientes eran muy apreciadas por los internos y Lynn aprendió a negociarlas ventajosamente, los mismos guardias entraban en el negocio del mercado negro de comida por dinero, favores e incluso drogas, Lynn no estaba seguro, pero le llegó un rumor sobre que el mismo alcalde de la prisión dejó pasar cierta "mercancía de a pie" a cambio de varias pizzas supremas, se sentía culpable de ser parte de este tipo de crímenes, pero estando encerrado, más valía no ser muy escrupuloso, el dinero que recibía era entregado íntegro a Rita, quien lo iba depositando en una cuenta de banco sin tocar un solo centavo, con el tiempo la mujer aprendió que su familia podía sufrir cualquier tipo de emergencia.

Cuando Rita llegó al área de visitas, Lynn la esperaba ansioso, no había tenido noticias de ella en al menos tres semanas y tampoco recibió llamada alguna así que estaba muy extrañado por ello, ella corrió a abrazarlo y se besaron rápidamente, pero nada más, pese a todo, cierto tipo de contactos estaba prohibido, además de que Rita tenía cierta "incomodidad" con su marido, por lo que ni siquiera accedía a concederle una visita conyugal. Lynn notó que su esposa estaba triste y se le veía desmejorada, algo pasó y él quería saberlo, así que la ayudó a sentarse y cuando estuvieron frente a frente, le preguntó

— Rita, querida, te veo algo triste ¿sucedió algo? —

la mujer rubia se puso algo sombría mientras le tomaba las manos y bajaba la cabeza

— Lynn, Lucy... nuestra niña se fue... huyó de casa de Leni, la policía la ha estado buscando junto con el buró estatal de investigaciones, la rastrearon hasta el norte del estado, pero ya no estaba ahí, todo hace suponer que se fue a Canadá... ¡nuestra hija se fue! ¡primero Lori y ahora Lucy!... (snif)... (snif)... no quiero perder a nadie más, Lynn, ya no quieroooh... buuuuh... —

y sin importarle las reglas, Lynn se sentó junto a su mujer y la abrazó, dejándola llorar en su pecho, el guardia de turno se acercó rápidamente, pero el señor Loud le suplicó con la mirada y le dijo apenas en un susurro que le pagaría el favor, el hombre se retiró a una distancia más o menos prudente y esperó hasta que la señora Loud se calmó, entonces Lynn regresó al otro lado de la mesa

— no sé qué decirte Rita querida, en otras circunstancias hubiera improvisado un discurso optimista e idiota, pero la verdad es que esto me sorprende y me entristece tanto como a ti, me duele pensar en todo lo que les ha pasado a nuestras hijas, y después de estar aquí, las cosas tan espantosas que he escuchado, solo puedo rogar a dios por que estén bien —

Rita siguió sollozando en silencio y Lynn dejó correr sus lágrimas, pero se contuvo de llorar tanto como le fue posible, en la cárcel no era bien visto que los internos lloraran, era un signo de debilidad que no convenía mostrar. El resto de la visita paso tranquilo, Lynn recibió varias cartas de sus hijas y algunos libros de cocina que ya habían sido revisados por los guardias de la entrada, ambos querían ser lo más optimistas posibles, pero estaba por demás, la pena por la "pérdida" de sus hijas se sumaba a la sombra enorme de que Lynn estaría encerrado casi por el resto de su vida, con suerte saldría con setenta y tantos años de edad o quizá más porque estaba seguro de que, sin importar su buena conducta, su comportamiento estúpido en la corte lo había marcado, ningún juez le rebajaría la condena y tendría que cumplirla completa. Y así, consolándose mutuamente y después de las dos horas asignadas, Rita se fue, no sin antes prometer que volvería a la semana siguiente.

Una guitarra se escucha apenas en el garaje de los Loud, el rasgueo es más una improvisación que una melodía definida y una voz ronca tararea al compás marcado por el instrumento, Luna está sentada en un viejo sillón polvoso al lado de una "vanzilla" vieja y oxidada que seguramente ya no se moverá jamás; la castaña espera a su novia, Sam, con todos los nervios del mundo, está decidida a aclarar todas las incógnitas para tomar una decisión definitiva, pero está muy angustiada, Sam se ha ido distanciando estas últimas semanas y Luna no se ha atrevido a preguntarle por qué, sabe que está preparando su ida a la universidad, además de que los señores Sharp tienen a la castaña vetada de su casa y llegaron al extremo de prohibirle a la rubia que la viera, cosa que al principio no cumplió, pero ahora parece que hay una amenaza de quitarle la posibilidad de poder estudiar fuera. Luna se pregunta, afligida, si su querida Samantha al fin se rindió y la dejó de lado, esto la tiene algo desmoralizada, así que pretende distraerse un poco con la música, esa fiel compañera que es de lo poco bueno que le queda de los años felices, cuando la familia era solo una y estaban todos presentes.

La situación de ambas chicas ha cambiado de sobre manera, después de su salida del hospital, Luna trabajó mucho en su recuperación física y mental, hizo todas las terapias hasta que recuperó la movilidad y la única pista de su casi asesinato era un grupo de líneas pálidas que se dibujaban, irregulares y macabras, en su vientre y que, pese al ofrecimiento de los cirujanos, ella no quiso borrar con una cirugía plástica, deseaba que estuvieran ahí, verlas le recordaría su pasado obscuro y serían una advertencia de lo que jamás debía repetir; también asistió a tratamiento psicológico porque tenía que recuperar de alguna forma su auto estima, necesitaba quererse para creer que era merecedora del amor de su madre y sus hermanas, y sobre todo el amor de Sam. Asimismo, Luna se mantuvo limpia de todo tipo de sustancias, tampoco fumaba y aunque se permitía una cerveza de vez en cuando, jamás tuvo una borrachera ni mucho menos, todo esto lo hacía por la única mujer, además de su madre, que estuvo con ella constantemente, quien la cuidó y procuró durante su etapa más negra y su larga temporada en el hospital, ella se lo debía y tal vez aun así la perdería, por eso necesitaba hablar con ella.

Sam llegó a la casa Loud cuando Luna comenzaba a desesperarse, pero al verla el rostro se le iluminó, rápidamente dejó la guitarra a un lado mientras se levantaba del viejo sillón y corrió a saludarla, pero la rubia se mostró algo fría y solo le aceptó un beso en la mejilla, para Luna esto eran malas noticias, entonces decidió que se haría un nudo con las tripas y siguió con su "plan", Sam se sentó en el mismo sillón viejo en el que Luna estuviera antes y la castaña tomó la guitarra y la puso a un lado para sentarse ella

— hola Sam, gracias por venir —

— hola... — respondió Sam, sonaba algo cortante —... perdón por tardarme, estaba hablando con mis padres sobre la universidad y me tomó por sorpresa tu llamada, pero ya estoy aquí ¿de qué querías hablar? —

— Sammy, sé que a mi lado has pasado por mucho, algunas cosas buenas, aunque después de la pelea, casi todo es malo... — la castaña desvió la mirada, esto era difícil —... tú sabes que te amo más que a nada y que mi vida sin ti no estaría completa, entiendo tu enojo y tu precaución hacia mí, yo tampoco me querría si fuera tú... fui de lo más estúpida y vil, traicioné la confianza de mis hermanos y peor, la tuya, no supe frenarme y estuve cegada por el odio y la holgazanería, por la falsa auto compasión, te hice tanto daño desde entonces... —Luna se resiste a llorar —... cuando pensé que todo mejoraría todo se fue al carajo y pasó lo peor... pep-pero tú estuviste ahí todo el tiempo, siempre tratando de corregirme con tu paciencia y tu amor... estoy bien gracias a tus cuidados y tu tiempo perdido es algo que jamás voy a poder recuperar... —

Sam escuchaba a Luna sin apenas mirarla a los ojos, realmente era doloroso escuchar esto, pero la rubia tenía la idea de que la castaña tenía que sacar todo, confesar todas sus faltas era el último paso en la escala de liberación, además de que Sam quería escucharla, era un pequeño gusto que quería darse y pensaba que lo merecía

— S-Samantha... Samantha Sharp... — Luna siguió tras enjugarse una lágrima, la rubia fijó sus ojos en la castaña, ella jamás usó su nombre completo antes —... he hecho todo lo que he podido para reformarme, estoy limpia desde antes de casi morir, no tengo drogas en mi cuerpo y me he olvidado de eso, tengo el mismo tiempo sin fumar y no pienso retomarlo, solo tengo que confesar que me he tomado una o dos cervezas con Lynn y también dejaré eso, te lo juro; tengo un trabajo en línea, n-no pagan mucho, pero es lo suficiente para ahorrarlo para el futuro... estoy en la escuela, aunque ya presenté el examen de adelanto que hizo mi hermana y solo espero los resultados para poder ir a la universidad y poder estar contigo... — Luna hizo una pausa para poder seguir hablando, esto la lastimaba demasiado y no quería continuar pero ya no podía echarse para atrás —... Sam, sé que no he sido ni por mucho la mejor persona, ni para ti ni para nadie, perdí la cabeza y olvidé lo que realmente me importaba, te mentí, te hice meterte en problemas y aun así, siempre estuviste ahí para mí, aconsejándome, ayudándome, ¡queriendome! y yo... yo estaba tan segura de eso que... —

la voz de Luna se quiebra y sus palabras se interrumpen con un sollozo, pero no baja la vista y sigue mirando a su amada rubia —... amor... no sé si todavía puedo decirte así... yo espero poder ganarte de nuevo, espero que una vez más me perdones y permitas que te ame, aunque no lo merezca; como te dije en el hospital, quiero estar contigo más que otra cosa en el mundo, casarnos, irnos de este maldito pueblo y empezar otra vida juntas, pero tú tienes la última palabra y aceptaré lo que decidas —

Sam esta impresionada, jamás pensó que Luna sería tan abierta y que estuviera dispuesta a aceptar todo esto, la rubia se queda callada y Luna está segura de que ni siquiera merece una respuesta, tal vez sea lo mejor, ya hizo sufrir mucho a esta gran chica, la castaña piensa que no es digna ni de que se molestara en responder a su llamada; las lágrimas siguen corriendo, solo que el llanto se ha apagado, Luna baja la cara y se dispone a aceptar su destino, ella no caerá de nuevo en el vicio, sabe que aunque su corazón sea destrozado, ella tiene que seguir el buen camino, si no por si misma, por su madre y sus hermanas, ya que no puede irse del pueblo, trabajará y ayudará con la casa y con lo que sea necesario para que su familia esté bien, ahora es la mayor de los Loud y sabe que aunque Lynn se case y Luan se vaya, ella siempre será quien le sirva de apoyo y consuelo a Rita, ella...

—Luna... — la voz de Sam la regresa a la realidad —... en los meses que estuviste en el hospital tuve mucho tiempo para pensar los pros y los contras de estar ahí, esperando a que despertaras, pasando noches en vela y soportando los regaños y castigos de mis padres; no voy a mentirte, hubo momentos en que estuve a punto de dejarlo todo, pasé noches creyendo que jamás despertarías y no sabía que sería de mí después, otras veces me enojaba al pensar que estaba perdiendo mi tiempo, incluso llegué a pensar que no te merecías que estuviera a tu lado, sufriendo y esperando un milagro, pero jamás me fui, jamás te abandoné porque te amaba, el día que despertaste me sentí tan feliz, no iba a perderte... —

Luna mira cómo cambia el semblante de la rubia de uno calmado a la mirada dura, la expresión casi de enojo

—... sin embargo, no olvidé nada, todo ese tiempo me sirvió de aprendizaje, recordé tus días de borracheras, tus malos modos y el desprecio por quienes nos preocupamos por ti, recordé también cuando te descubrí drogándote y peor, tu soberbia cuando me dijiste que no importaba, que no pasaba nada... nunca olvidaré el día que fui a sacarte de la cárcel, lo que me dijo la guardia y la vergüenza al tener que estar ahí y ver todo lo que sucedía, me juré que jamás pasaría por esa situación de nuevo, sin importar quien fuera, por eso fue que te pedí pruebas, y luego... luego saber que estuviste a punto de morir, que casi te asesinan por tus problemas de drogas... —

Sam se queda callada por un momento, el recuerdo siempre la hace estremecer porque a su mente vienen las imágenes de la televisión, la sangre y Luna en el hospital, inconsciente y de un blanco azulado, dormida hasta quien sabe cuándo...

—... Luna... — continua Sam —... necesito estar segura de que jamás vas a volver a caer en todo eso, y perdón por lo que voy a decirte: tus heridas y tu paso por el hospital no son suficientes, estoy contenta de que tengas tanto tiempo limpia y casi sobria, que ya no fumes, que estés de nuevo en la escuela y que hayas presentado ese examen, solo que nada me garantiza que no recaerás, tengo tanto miedo y desconfianza de lo que pueda pasar en un futuro contigo... mis padres me han estado regañando todo el tiempo, incluso están dispuestos a dejarme sin ir a una buena universidad con tal de que te deje y justo tuve la peor pelea con ellos antes de venir ¿y sabes por qué fue? fue por defenderte, porque sin importar las dudas que yo tenga sobre ti, esto es algo que solo nosotros debemos resolver, ellos no van a decidir si puedo quererte o no y tampoco pueden impedir que yo haga lo que quiera con mi vida, que estudie lo que quiera y donde yo quiera; Luna, sé que te estas esforzando al máximo y lo aprecio, porque lo haces por nosotras, pero déjame decirte algo, no lo hagas por mí, hazlo por ti misma, porque si un día decido que no es suficiente y me voy, tu mundo se puede convertir en un infierno o en el peor de los vacíos y no quiero ser responsable de eso, y tampoco quiero que vayas a cometer una locura... —

la castaña mira a Sam con un gesto de confusión total, ¿Qué diablos está diciendo esta chica? la rubia se acerca a Luna y le toma las manos, la mira de frente y una pequeña sonrisa se dibuja apenas en esa boca que hace apenas un segundo parecía condenarla —... Luna Loud, mí Luna, pequeña Lunita, "Loony Moony" ¡La Maldita, Única, Auténtica y Original Luna "Lunática Louder"! ¡TE AMO!...— Sam ha ido aumentando su tono de voz hasta gritar esto último y Luna la mira, impresionada, lo siguiente es dicho por la rubia con voz temblorosa y emocionada —... te amo, "Lunes", y si tú fuiste capaz de sobrevivir a todo esto, estoy segura de que cumplirás tú promesa, y yo, Samantha Sharp, juro que te voy a cuidar y no voy a dejar que te pase nada, nunca... — y sin apenas darle tiempo a reaccionar, Sam abraza a su novia y la besa, un largo y amoroso beso donde le dice que no tiene de que preocuparse, Luna casi se desmaya, pero corresponde y abraza a la rubia, quien se despega un poco para decirle —... esto no quiere decir que no estás a prueba, te adoro, pero no voy a permitirte nada de eso de nuevo —

Luna pega su frente con ella, y antes de volver a besarla, le dice —... no querría que fuera de otra forma, amor, gracias —

de nuevo el beso las silencia y estarán así por un rato, besándose y fundidas en un abrazo, las lenguas empiezan su tarea de exploración y las caras se tallan en una demostración mutua, aunque algo ruda, de afecto, que comienza a convertirse en algo más hasta que Sam vuelve a romper el contacto para decirle

— o-oye, "Lunes", no quiero parecer débil, pero te he extrañado tanto que mi termostato ya voló en pedazos con solo besarte, yo... e-estoy inundada —

la confesión de Sam hace que Luna ría, pero tiene razón, han estado tanto tiempo separadas y sin poder hacer nada que Luna está a nada de desnudar y comerse a su novia ahí mismo, pero hay muchas razones para no hacerlo, entonces la suelta y se pone de pie, Sam la mira desde el desvencijado sillón, Luna le tiende la mano, diciéndole con un acento afectado y hueco

— ven, amada mía, mi lecho nos aguarda —

Sam suelta una carcajada y le ofrece su mano exagerando la postura

— mi señora, condúceme pues hasta tus aposentos —

Luna la ayuda a levantarse con una caravana y la toma entre sus brazos para besarla de nuevo, una risita rompe el contacto entre ellas y salen del garaje tomadas de la cintura rumbo a la casa. Esa tarde y durante la noche entera, la pareja hablará sobre su futuro, haciendo planes entre beso y beso, harán el amor, reconciliándose, encontrándose de nuevo y sellando un pacto.

El lunes a primera hora, Luna y Luan ya estaban sentadas en la sala con una lap top abierta frente a ellas en la mesita de centro, esperaban con impaciencia los resultados del examen de grado para poder optar a la universidad, ambas habían estudiado mucho, pero la inseguridad y los nervios las tenían temblando, Lynn las miraba divertida mientras se tomaba una soda

— tranquilas, hermanitas... — les decía imitando el tono de voz "bobo" que Leni usaba antes —... estoy "totes" segura de que las dos estarán, como que, del otro lado jajajajajajaja... — Luna hizo una mueca, que daba a entender que la burla no era correcta y Luan solo la miró de reojo, aunque la sonrisa disimulada que la ex deportista le miró en el rostro le dijo que logró calmarlas aunque sea un poco

— ¡venga, chicas! si yo pude pasar ese examen y optar a una buena universidad, ustedes tienen mucho más oportunidad, ambas son más listas que yo y... —

—basta, Lynn... — dijo Luna sin voltear a verla —... eres tan lista como nosotras o tal vez más, además, creo que perdí mucho durante el coma, no recuerdo que la gramática haya sido tan difícil de estudiar antes —

— ¿gramática? ¿de verdad te preocupa la gramática?... — dijo Luan dejándose caer hacia atrás en el sofá mientras sus brazos caían sueltos —... ¡cálculo! ¡eso sí es terrible! todavía no sé cómo diablos Lisa podía hacer todo eso... —

el recuerdo de su pequeña hermana las deja en silencio a las tres, es incómodo pensar en ella y su condición actual, sobre todo porque Lynn no ha podido ir a visitarla todavía y las otras dos no han repetido la visita, al contrario de Leni, quien acompaña a su madre para verla cada fin de semana que va a Royal Woods.

Un tono insistente suena en la lap top, avisando la llegada de un correo y las saca de su silencio, las dos miran la pantalla sin atreverse a abrirlo y Lynn se acerca

— ¡si sigo escuchando ese ruido me volveré loca! ¡denme eso!... — y sin más, toma la computadora y presiona el botón que abre el mensaje —... el Departamento de Educación del Estado de Michigan bla, bla, bla... — lee la chica con desgano —... notifica que Luan Loud, residente de Royal Woods con domicilio en bla, bla, bla... ha aprobado satisfactoriamente el examen de grado con una ¡nota sobresaliente de A!... —

el resto del mensaje no será escuchado porque Luan grita eufórica mientras abraza a Luna, quien le corresponde mientras la felicita, Lynn las mira con una sonrisa enorme, sus hermanas están avanzando al igual que ella, de pronto el ruidito suena de nuevo y la ex deportista mira la pantalla

— ¡llegó otro! ¡llegó otro!... — les dice a las ruidosas detrás de ella y de inmediato ambas se callan, Lynn abre el mensaje y lee —... el Departamento de Educación del Estado de Michigan bla, bla, bla... —

— ¡salta eso Lynn, ¿Luna aprobó? — urge Luan mientras aprieta las manos de su hermana rockera, quien está temblando

—... notifica que Luna Loud, residente de Royal Woods bla, bla, bla... ¡ha aprobado satisfactoriamente el examen de grado con una nota sobresaliente de A+!... —

Lynn salta gritando y se lanza sobre sus hermanas, ella y Luan ríen y gritan eufóricas, pero Luna solo está en silencio, la mirada perdida y las lágrimas corren por su rostro, las otras detienen el escándalo

— ¿Qué pasa, Luna? ¿por qué lloras? ¡pasaste el examen con el máximo grado! ¿no estás feliz? — pregunta Luan

— s-sí... es-estoy muy feliz —dice la pelicorta en un susurro y abraza a sus hermanas mientras llora, Lynn y Luan llaman a su madre para informarle de las buenas nuevas mientras Luna se apresura a llamar a Sam, quien también gritó y la felicitó, luego acordaron reunirse, en ese momento, Luna era la persona más feliz sobre la faz de la tierra.

Esa tarde, Luan llegó a casa de Maggie con una sonrisa tan grande y luminosa, que podría dejar ciego a quien la viera de frente, el examen representaba para ella lo mismo que para sus hermanas: libertad e independencia, la oportunidad de dejar atrás un pasado de dolor y vergüenza, de poder salir de ese lugar donde, pese a los buenos recuerdos, había cierta amargura que las rondaba y un aura sombría las rodeaba constantemente; la castaña sacudió la cabeza para quitarse estas ideas que opacaban su felicidad y entró en casa de Maggie para dar la buena nueva, madre e hija la recibieron alegres y lo estuvieron mucho más cuando Luan les dio les dijo el excelente resultado del examen, ahora podría hacer una carrera universitaria en casi cualquier escuela e incluso, si lo hacía bien, sería candidata a una beca por excelencia académica, la ex comediante soñaba con un lugar lejos de Royal Woods, bueno, tal vez no demasiado lejos, ya que quería visitar a su madre y hermanas al menos una o dos veces al mes, pero Ann Arbor, Toledo, Cleveland o Lansing no quedaban tan lejos e incluso otras ciudades algo más retiradas como Chicago, Milwaukee, Pittsburgh, Cincinnati, Columbus o Indianápolis estaban todavía en el radar para poder visitar a su familia; Luan no paraba de hablar sintiendo que estaba ya con un pie fuera, pero Maggie no parecía estar tan alegre.

Después de que hicieran una mini celebración, la madre de Maggie las dejó solas y de inmediato la pelinegra tomo a Luan de la mano y la llevó hasta su habitación, una vez ahí, la chica gótica se sentó en su cama con la cara baja y ambas se quedaron en silencio por un momento, Luan no entendía lo que pasaba, pero no le gustaba el ambiente

— ¿entonces te vas?... — dijo de pronto Maggie, rompiendo el silencio, Luan no entendió y se quedó callada, lo que hizo que Maggie continuara —... p-pensé que estaríamos juntas... y-yo... yo no entiendo, Luan... ¿ya no me quieres? —

la castaña la miró con extrañeza — Maggie, yo no dije tal cosa, te amo y nunca te dejaría, todo de lo que hablé son solo ideas al aire, no hay nada seguro, yo solo estaba pensando en todas las posibilidades que hay, que tú y yo tenemos, la universidad es el gran reto, una carrera y... —

— ¡pero yo no quiero irme!... — dijo la pelinegra en voz alta —... quiero estar con mamá, ella se quedaría sola, no tenemos a nadie más, solo somos yo y ella y... y tú —

— Maggs, amor, no he dicho que vayas a abandonarla, podemos estudiar en alguna ciudad cercana y venir a visitarla —

— yo no sé porque quieres irte Lu, bu-bueno, creo que lo sé, pero no lo entiendo, aquí está tu madre, tus hermanas, naciste aquí y aquí tienes tu casa... m-me tienes a mi ¿o ya no soy suficiente? —

el tono de la gótica era lastimero, Luan no quería que esto derivara en una tragedia , pero parecía que sería inevitable

— Maggie, por favor entiéndelo... — dijo la castaña queriendo calmar las cosas —... los recuerdos en este lugar son muy dolorosos para mí, lo único bueno que me ha pasado en años eres tú, mis recuerdos felices antes de ti son de la secundaria y eso ya está muy lejano, solo quiero alejarme un poco, conocer otros lugares, experimentar otras cosas y quiero que estés conmigo —

— Luan, mi madre está enferma y no quiero dejarla sola, a mí me parece bien estudiar aquí, tal vez en Troy, Detroit o Ann Arbor, que están cerca y me permiten ir y venir, no me molesta quedarme en este pueblo... yo entiendo que estés incómoda, también entiendo que quieras buscar algo fuera de aquí, siempre te escuché hablar de la televisión, el teatro, Broadway y todo eso... yo no quiero estar entre tú y tus sueños, y si quieres irte, yo no te detendré —

la castaña no sabe qué decir, parece que Maggie se está rindiendo y no logra entenderlo: su madre está enferma, de acuerdo, pero no tiene cáncer o leucemia ni nada tan grave, no está hospitalizada y perfectamente puede estar sola por unos días mientras ambas están en la escuela; Luan comienza a pensar que hay un gran dilema entre ellas y le duele; la castaña siempre estuvo sola y salvo un leve espacio en el que tuvo a Benny, nunca pudo tener una relación, Maggie es una luz en su obscura vida, la quiere, pero no está dispuesta a sacrificar sus sueños... tal vez esto estaba destinado al fracaso desde un inicio... tal vez Maggie es solo una chispa que poco a poco terminará por apagarse

— Maggie, sé por qué no quieres irte, yo misma pienso mucho en mamá y en mis hermanitas, Lana y Lola necesitan nuestra presencia constante para que no se sientan olvidadas; Lisa es aún más delicada porque está recuperando la memoria y sin nuestra presencia creo que todo iría de mal a peor; créeme cuando te diga que entiendo lo que me dices, solo que tampoco siento que deba sacrificar mi vida por cuidar la de ellas, aunque también comprendo que mi situación es muy distinta, Rita tiene a Luna, a Lynn, a Leni y a Lincoln además de a mí, ustedes son solo dos y se necesitan una a la otra, yo... — Luan tiene miedo de decir lo siguiente, pero se siente en la obligación de ser clara —... tú me has ayudado mucho, me diste no solo tu amistad y tu apoyo, también me diste tu amor y tu compañía, y tu madre me dio lo mismo, no quiero ser ingrata ni traicionarte, solo quiero lo mejor para ambas, es solo que deseo hacer tanto, desperdicié gran parte de mi vida por una tontería y... —

— Luan... — Maggie la interrumpe —... a mí no me interesa que es mejor para nosotras ¿de qué me sirve estudiar y lograr "grandes cosas" si pierdo a mi madre? Yo solo quiero que se recupere, saber que está sana, las escuelas no van a desaparecer mañana ni van moverlas a ningún lado, somos jóvenes aún y para mí todo puede esperar el tiempo que sea necesario, pero creo que para ti no y si es necesario que me dejes, me resignaré... te amo, Luan, te amé desde que hiciste inolvidables mis trece años y aunque al fin pude tenerte, no voy a atarte a mí, s-si tu decisión está tomada, puedes irte, y-yo... yo t-te deseo lo mejor... (snif...) (snif...) y... y es-espero que siempre me recuerdes c-con cariño —

Maggie llora, esto es demasiado duro y no cree aguantarlo, la pelinegra se levanta para irse, pero Luan la frena, la toma entre sus brazos y la estrecha mientras le dice

— Maggie, mi amor, creo que estamos haciendo una tormenta de una nubecita gris, yo no he tomado una decisión y no quiero hacer nada que te deje fuera de mi vida, apenas estamos encontrándonos de verdad, tú eres más que la luz de mi camino y no sabría que hacer sin ti, bien dices que podemos esperar, aunque yo he esperado demasiado para encontrarte, o más bien, para que me encontraras, la escuela puede esperar un poco más, mientras tanto, hay que trabajar, ayudaremos a que tu mamá se recupere y luego ya veremos qué hacer con nuestro futuro —

Maggie no se ha calmado lo suficiente, pero Luan no le dará tiempo, solo le planta un gran beso en los labios y la lleva a sentarse de nuevo, la pelinegra irá un poco más allá y la derriba en la cama, entonces se acurruca junto a ella y musita un — gracias, amor — se hace el silencio en la habitación y pasarán algunas horas así. En la noche, la madre de Maggie se extraña del silencio y sube para asomarse a ver qué es lo que estas chicas hacen, las encontrará dormidas estrechamente abrazadas y con una sonrisa en los rostros, la mujer las arropa con una manta y se va, procurando no hacer ruido al cerrar la puerta.

Las visitas de Leni y Lincoln a Royal Woods se hicieron obligatorias para ambos, haber perdido a Lori y a Lucy hacía que ambos se sintieran solos y aunque no contemplaban regresar al pueblo, sí querían que los vínculos que los unían a su familia fueran lo más fuertes posibles; Leni quería hacer visitas a todos quienes por una u otra razón, estaban encerrados, pero la prohibición por parte de Lynn sr. era tajante, jamás querría arriesgar a sus hijas más de lo que ya lo había hecho, y para poder ver a Lana y Lola hacía falta un permiso que tardaba mucho en llegar, por lo que solo seguía acompañando a Rita a visitar a Lisa.

Esa semana casi todos estaban de buen humor, los resultados de los exámenes suponían las oportunidad de recuperar la vida de alguna manera, Lynn ya había aplicado para la Universidad de Michigan y para la estatal de Michigan además de algunas otras, pero la que se perfilaba a ser la elegida era la "Eastern Michigan University"(1) por el programa de "educación en entrenamiento atlético", el cual estaba bien acreditado, aunque también tenía un buen programa deportivo y Lynn ya se frotaba las manos pensando en los equipos en los que podría participar, además, al estar en Ypsilanti, ciudad a una hora en auto desde casa, le permitía ir y venir diario porque no pensaba separarse de Alack de ninguna forma. Luna al principio quería irse a la Academia de Artes de Chicago, pero después de investigar más, ella y Sam solicitaron unirse al Chicago Musical College(2), escuela bastante afamada y con más de 150 años de antigüedad; a pesar de lo exigentes, La rockera Loud confiaba totalmente en su habilidad con varios instrumentos, aunque Sam no estaba muy segura de la suya.

La única sombra sobre la familia Loud en ese momento, fue el anuncio de Luan de que no entraría a la universidad, al menos no ese año, salvo Lynn, todos entendieron lo que la ex comediante explicara sobre el estado de salud de la madre de Maggie, pero la ex deportista estaba enfadada, dejar pasar un año le parecía demasiado y fue muy dura con Luan y su novia, a tal grado, que estuvieron a punto de pelear y Lynn prefirió salir de casa, Rita tenía que ir a ver a Lisa y la ex deportista aprovechó el viaje de su madre, ella y Lincoln eran los que faltaban de visitar a su hermana menor y Lynn vio una oportunidad de escapar de la situación complicada.

Rita, Leni y Lynn llegaron al sanatorio con tiempo de sobra y pensaron que tendrían que esperar para la hora de visita, afortunadamente para ellas, el agente enviado por el gobierno para monitorear el caso de Lisa, salía en ese momento del lugar, saludó a la señora Loud con algo de reservas, pero le dijo que el daría el permiso adicional para que pasar en ese momento.

Lisa estaba dibujando tranquilamente, pero al escuchar la puerta de inmediato soltó todo lo que tenía para correr a los brazos de su madre, su recuperación iba bastante bien y ya sabía los días en que su madre la visitaba, también saludó con mucho cariño a Leni, pero al ver a Lynn se cortó, todavía no era muy abierta a los extraños y se portaba tímida en extremo, Lynn miró a Lisa y se sintió totalmente conmovida, después de tanto tiempo casi no la reconoció, le sorprendía verla tan grande, tan cambiada, solo la cara surcada de cicatrices le dejaba en claro todo el sufrimiento por el que había pasado, intentó abrazarla mientras la llamaba

— ¡Lis! ¡hermanita! —

Pero la niña corrió a los brazos de su madre, escondiendo la cara ahí, se agarraba con fuerza a Rita y se resistía a salir de la seguridad del seno materno a pesar de que Leni la animaba

— Lisa, es Lynn, nuestra hermana, tienes que recordarla, ven, mírala —

Pero ella no hacía caso, Rita trató de tranquilizarla

— Lisa, hijita, tranquila, Lynn no va a hacerte nada, es tu hermana y vino a verte, ella te quiere mucho —

La niña levanta la vista apenas para mirar la sonrisa de Lynn, quien la saluda con la mano, la ve llorar, esperando que ella le corresponda, pero Lisa no la reconoce y no quiere acercarse, algo en ella le da miedo, hay un sentimiento obscuro de algo que la hace retroceder.

Lisa no abandonó el regazo de su madre en todo el tiempo que estuvieron con ella, habló y jugó un poco con Leni, mientras miraba de reojo a Lynn, como esperando que aquella se lanzara sobre de ella si se descuidaba, pero la castaña mayor ya se había rendido, solo estaba sentada en una silla cerca de la puerta y miraba triste a su pequeña hermana ¿por qué el miedo? ¿de verdad no había nada que la hiciera recordarla?

La visita llegó a su fin y todas se despidieron de una Lisa triste que lloriqueaba la falta de su madre y su hermana mayor, cuando la chiquilla le dijo a Rita que por favor trajera a Luan o a Luna para la próxima visita, el corazón de Lynn se rompió definitivamente, se despidió con voz ahogada y corrió por los pasillos del sanatorio hasta llegar afuera y solo entonces lloró a lágrima viva y con grandes lamentos, se sentía tan mal por ser olvidada; Rita y Leni la alcanzaron en poco tiempo y la castaña siguió llorando entre los brazos de Leni mientras su madre las conducía al auto y después conducía hasta llegar a casa.

Lisa se quedó en su habitación con sentimientos encontrados: su madre, Leni, ahora recordaba muchas cosas de ellas y sabía que jamás le harían daño, en cambio esa Lynn, miraba su cara y le venía un temor en automático ¿le hizo algo en el pasado? por más que se esforzaba su cerebro no lograba sacar nada de la niebla del olvido, solo ese sentimiento de miedo.

Lynn escapó en cuanto pudo de casa para irse con Alack, el hombre tuvo que consolar a una desolada mujer que no entendía por qué su hermana no solo no la reconocía, sino que hasta le temía, Sinner fue dulce y comprensivo con ella, estuvieron platicando hasta muy entrada la noche y después el policía llamó a Rita para decirle que Lynn se quedaría a dormir con él.

La semana siguiente, Leni y Lincoln estaban de nuevo en Royal Woods, esta vez el turno sería de Lincoln, Rita tuvo que sacar un permiso especial para él porque aún no era mayor de edad, pero su madre estaba segura de que su hijo sería una presencia muy positiva para la recuperación de Lisa e incluso creyó que había tardado mucho en traerlo, Leni cedió de mala gana su acostumbrado turno para que Luna fuera en su lugar, pero igual llevó a su madre y hermanos hasta el sanatorio con la esperanza de que una vez ahí la dejaran entrar, al llegar los recibieron con la noticia de que Lisa había estado intranquila e irritable, y aunque no recayó ni nada parecido, el especialista no recomendaba que entraran más de las tres personas permitidas como máximo; a Leni se le cayó el alma a los pies, esto significaba que no habría forma de que ella pudiera entrar, milagrosamente, Lisa habló mucho con el psiquiatra del gobierno sobre su hermana mayor y creyeron que su presencia sería buena para calmarla, el doctor a cargo no estaba muy convencido, pero aun así firmó un permiso para que entraran los cuatro.

Las visitas encontraron a Lisa haciendo torres con bloques de madera, al parecer eso era de lo poco que la calmaba en esos días, estaba tan concentrada que no escuchó la puerta abrirse y al darse cuenta de esto, Rita le indicó a sus hijos que no hicieran ruido, entonces ellos se quedaron en el vano de la puerta, esperando que la niña se diera cuenta de su presencia, Lincoln la miraba sin apenas poder creer que esa era su hermanita, el pelo largo y recogido en una cola de caballo alta, la veía delgada de la cara y con el gesto de concentración, los lentes que ahora usaba le cambiaban totalmente el rostro... el chico perdió el aliento al ver las cicatrices, ¿Qué le había pasado? sin pensarlo, Lincoln dio un paso dentro y se arrodilló junto a su hermana, ella miró de reojo al sentir una presencia a su lado y volvió a su juego mientras decía en un tono neutro muy parecido al de Lucy

— hola, hermano mayor ¿necesitas algo? —

por un momento, el tiempo se detuvo en ese lugar, Rita, Luna y Leni no podían creer lo que escucharon y el mismo Lincoln estaba congelado, Lisa detuvo su construcción de la torre y de pronto se volvió para ver a su hermano, quien estaba hincado frente a ella, los brazos a los lados y una cara de asombro enorme

— Lincoln... ¿Lincoln?... ¡LINCOLN!... ¡LINCOLN!... ¡LINKY! ¡LINKY! ¡LINKY!

Lisa gritó mientras se abalanzaba sobre su hermano, el la recibió en un abrazo apretado y ambos rodaron por el suelo mezclando risas y llanto, Lisa no dejaba de decir el nombre cariñoso con el que siempre llamaban a su hermano mientras las lágrimas corrían por su rostro, él apenas podía manejar esta avalancha de afecto, pero era feliz, ella lo reconoció de inmediato, no hubo dudas ni momentos incómodos; Rita y sus hijas lloraban al ver tan tierna escena, pero después de un momento, fue patente que tendrían que levantarlos del suelo y las tres se acercaron, ayudaron a Lincoln a levantarse ya que Lisa estaba prendida a él como una lapa, ella seguía llorando y repitiendo su nombre en voz baja.

condujeron al chico hasta la cama, donde se sentó y a Lisa sobre sus piernas, ella estuvo todavía otro rato entre sus brazos, de pronto alzo la cara para verlo y le dijo

— perdóname, Linky... — esto tomó por sorpresa a todos y se hizo un silencio de nuevo, esta vez de incomodidad, pero Lisa lo rompió rápidamente —... ustedes... yo no quería hacer nada, todo fue como cuando la mala suerte... yo estaba espantada y solo me dejé llevar, Lori... ella no ha venido a verme ¿está enojada todavía? dile que lo siento, que me perdone ¡por favor dile que me perdone! — y volvió a enterrar el rostro en su pecho para llorar, de inmediato Rita la tomo de los brazos de su hijo para acunarla entre los suyos y decirle que no pasaba nada, que ya todo estaba perdonado, Leni le hablaba diciéndole que era cierto y Luna solo le acariciaba la frente tratando de colaborar de alguna manera. Tomó un rato calmarla, pero finalmente sucedió, entonces Lisa se enfrentó a su hermano de nuevo, no lo recordaba todo, pero su rostro y muchas pequeñas escenas estaban claras en su mente, de nuevo fue hacia él y se sentó a su lado, recargándose en su hombro, Lincoln le pasó un brazo por encima de los hombros y la atrajo hacia él, ella lo abrazó

— Linky cuéntame algo de antes, quiero acordarme de todo otra vez —

el chico no estaba seguro de por dónde comenzar, se quedó en silencio un momento y luego sonrió

— había una pequeña niña que no celebraba la navidad porque no creía en santa... —

y le comenzó a narrar una pequeña colección de "cuentos" sobre ella en las navidades, su desagrado por la nieve, su insistencia en explicar todo científicamente y otros detalles de su infancia temprana, Leni y Luna completaban con detalles graciosos cada una de las anécdotas y Rita miraba como el rostro de Lisa se iluminaba poco a poco mientras recordaba ciertas cosas, preguntaba por otras y se reía con las ocurrencias de su familia, de pronto se separó de Lincoln para verlo a los ojos con una sonrisa enorme

— un momento ¿de verdad pasó todo eso? ¿yo no creía en santa? esas Lola y Lana suenan divertidas y muy traviesas... también son nuestras hermanas ¿verdad? me gustaría verlas —

la sonrisa se borró de algunas caras con esta mención, nadie estaba seguro de que decir hasta que Rita salvó la situación

— hija, ellas son tus hermanas, solo que, así como tu estas aquí, ellas también necesitaban estar en un lugar para que les ayudaran, pero en algún momento, cuando salgas, volverás a verlas —

Lisa lo pensó un momento y después asintió, satisfecha, Lincoln y las hermanas recomenzaron las historias, también jugaron y cantaron y la tarde pasó.

Al terminar la visita, Lisa estaba muy triste y aunque no lo quería, tuvo que conformarse con la promesa de que la visitarían a la semana siguiente, una a una las hermanas se despidieron de ella y cuando llegó el turno de Lincoln, él se agachó para abrazarla, lo que Lisa aprovechó para decirle al oído

— vino esa Lynn, pero me dio mucho miedo, ella es mi hermana también ¿o no? ¿acaso hizo algo malo? recuerdo algunas cosas de la pelea, pero a ella no ¿Por qué le tengo miedo? —

— Lis, Lynn es un poco ruda, pero no es mala, solo tiene problemas para mostrar el cariño, si le das una oportunidad, verás que no te arrepientes —

Lisa se quedó pensando en esto mientras Lincoln le besaba la mejilla y luego se soltaron; la última en despedirse de ella fue Rita, que como de costumbre soltaba gruesas lagrimas mientras besaba y abrazaba a su pequeña, diciéndole cuanto la quería y prometiéndole visitarla todo el tiempo, después se dijeron adiós y Lisa se recostó en la cama, ese día fue de muchas emociones y se sentía cansada, después de un rato comenzó a dolerle la cabeza y llamó al doctor, quien atendió la llamada lo más rápido que pudo, cuando llegó, Lisa se quejaba, estaba sudando y su cara se veía de un rojo brillante, al hacerle una revisión descubrió que tenía una fiebre muy alta y comenzaba a delirar, quejándose del dolor de cabeza, el doctor llamó a unos enfermeros y Lisa fue llevada al ala hospitalaria del lugar para tratarla.

Leni y Lincoln estaban a punto de irse cuando llegó la llamada, Lisa estaba grave, nada demasiado preocupante, pero estaría hospitalizada hasta nuevo aviso, todos estaban preocupados y Rita se preparó para ir al hospital, todas querían ir con ella, pero Lynn se impuso, así como veló por sus hermanas cuando estuvieron en coma, así estaría para Lisa; Lincoln no quiso mostrar su tristeza y preocupación y se mantuvo apartado, tal vez las emociones de ese día fueron demasiado para su hermanita y... él no quería llorar, tenía que ser fuerte, Lynn se acercó y lo abrazó por la espalda

— no te preocupes Link, Lisa es fuerte y tú no tienes la culpa de lo que pasa, seguramente es solo una recaída, mamá y yo nos encargaremos de todo y los mantendremos al corriente —

Con esta promesa, Leni y Lincoln se marcharon a Detroit, mientras Rita y Lynn iban a ver a Lisa, Luan y Luna se quedaban en casa por cualquier imprevisto.

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Notas:

1 – escuela pública del Estado de Michigan con especialización en preparar maestros, hice que Lynn postulara a esta escuela por la acreditación del programa de entrenamiento deportivo (Commission on Accreditation of Athletic Training Education), también tienen un buen programa enfocado en sus equipos deportivos.

2 - División de la "Chicago College of Performing Arts", fundada en 1867 y que ha formado a grandes músicos y maestros de música, entre ellos a Silvestre Revueltas, pilar de la música clásica mexicana.

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Nuevo capítulo de esta historia, las nubes de la borrasca todavía tardarán en disiparse para esta familia.

Espero que todavía me sigan leyendo, y por favor comenten, ya saben que sus comentarios me nutren.

¡¡¡COMENTEN, POR PIEDAAAAAD!!!

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