Capítulo 6 - Los varios abismos

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Pasaron unas semanas en las que la situación de la familia Loud no cambió demasiado, En Detroit, la tensión entre Lori y Lincoln estaba mitigada por la mayor, quien tomó una prudente distancia de su hermano, ella esperaba que Lucy se tranquilizara y retomara su vida normal, y así poder hacer lo mismo, Lincoln lo resintió un poco, pero pensó que era por los periodos de exámenes que todos enfrentaban en esos días; Lucy notó esa distancia y, aunque la vio con buenos ojos, se mantuvo alerta, no le parecía lógico que de pronto todo se hubiese enfriado, aunque rogaba porque fuera real. En Royal Woods, Luna seguía en un coma inducido, los médicos le daban seguimiento a su condición con mucha atención, esperando que la operación fuera exitosa, Luan luchaba por mantenerse sobria mientras evitaba lo más posible a Maggie y Lynn seguía con los negocios sucios.

Finalmente llegó el verano y con ello las vacaciones, Leni se apresuró a pedir las suyas en el trabajo, Albert ya estaba en Hawaii y ella estaba más que lista para ir a visitarlo. Esa tarde, la rubia zumbaba de felicidad, yendo y viniendo por todo el departamento, desgraciadamente el ánimo no era general, Lori tenía vacaciones en la escuela también, pero el equipo de golf había clasificado al torneo estatal y se jugaría la primera semana de vacaciones, por lo que no podría viajar con su hermana, así que pidió un permiso en el trabajo para asistir a dicho torneo sin presiones; Lincoln estaba en la misma posición, era el caddie personal de su hermana y parte del staff de caddies del equipo de Fairway, por lo que tampoco podría ir a ver a Pop-pop; la única que estaba libre era Lucy, quien dudaba mucho en irse de casa y dejar a sus hermanos solos y con el campo libre para dar rienda suelta a sus "bajas pasiones", pero Leni no aceptó un "no" como respuesta por parte de la pelinegra, Lucy iría con ella a Hawaii.

En el aeropuerto la despedida fue emotiva, Leni lloró mucho porque extrañaría a su casi gemela en esas vacaciones y Lori la consoló prometiéndole que el trofeo estatal era seguro y que sería la primera a quien le mandaría una foto con el título de campeona; Lucy le dejó mil y un indicaciones a ambos sobre buen comportamiento, templanza, moderación y hasta castidad, Lori y Lincoln tenían cara de no saber a qué se refería su hermana menor, pero a la mayor le quedó muy en claro que les hacía una advertencia, finalmente sonó la llamada para que se abordara el avión y las chicas entraron a la sala, desde la puerta dijeron adiós por última vez y luego enfilaron por el pasillo. Lori y Lincoln estuvieron un rato ahí parados, viendo a nada en particular y después se miraron

— ¿Qué te parece un helado, Link? —

— me parece excelente —

fueron por la golosina y la comieron en silencio, Lincoln miraba a su hermana de reojo, era hermosa, de pronto se sorprendió imaginando que no era un helado sino su pene el que era lamido por ella y se atragantó, su helado cayó al suelo mientras él tosía, ahogándose, el rostro totalmente rojo, mitad por el ahogamiento y mitad por la idea tan inmoral que le cruzó por la mente, Lori de inmediato lo ayudó mientras le daba golpecitos en la espalda y preguntaba

— ¡por dios, Lincoln ¿estás bien? —

y el chico solo asentía tosiendo aparatosamente y estirando una mano hacia ella para calmarla, pero esa mano se encontró con un conocido en la forma de un seno de Lori, de momento no pasó nada porque el peliblanco dejó de toser y recuperaba el aliento con grandes bocanadas de aire y Lori seguía palmeándole la espalda y lo miraba calmarse, pero después ella sintió que una de sus tetas era oprimida por algo, bajó la mirada para ver la mano de su hermanito en ella y luego sus miradas se encontraron, Lori no gritó, pero se hizo a un lado de inmediato y Lincoln retiro la mano con la misma rapidez, apenas alcanzó a tartamudear — e-e-es-estoy b-bien... p-perdón —y después se quedó callado y le dio la espalda, y así la incomodidad se instaló entre ellos.

el fin de semana estuvo raro para ambos, no se hablaban más que para lo indispensable y siempre tartamudeando o dejando frases incompletas, interrumpiéndose o diciendo cosas que sonaban muy comprometedoras para disculparse de inmediato, pero el domingo en la noche fue el tope, Lori había salido en la mañana junto con unas amigas a recoger los nuevos uniformes para el equipo y después se fueron a pasear, la rubia llegó un poco tarde y algo "alegre", cuando entró al departamento, Lincoln la esperaba en la sala

— ¡hola, Linky! ¿Cómo está mi hermano favorito? —

— hola, Lori ¿estás bien? recuerda que mañana inician los filtros del torneo y... espera un momento ¿estuviste bebiendo? ¡Lori, tienes que estar bien para el torneo! ¿Qué le vas a decir al entrenador si llegas con resaca? ¡eres la capitana del equipo! ¡tienes una gran responsabilidad sob...! —

— ¡ya cállate! ¿acaso crees que no sé lo que es tener una responsabilidad así? ¡yo nací con una responsabilidad mayor! ¡cuidar de todos ustedes!... — Lori arrastraba un poco las palabras, pero las ideas las tenía muy claras —... cada año otra hermana nueva para cuidar, ¡una cada maldito año! ¿tú crees que me preguntaron si me importaba dejar mis juegos o a mis amigas para tener que cuidar a un montón de bebes apestosos y llorones? ¡nadie lo hizo! manejar el equipo de Fairway es una nadería en comparación a lo otro, pero tú jamás vas a entenderlo... no a ese nivel —

Lincoln se quedó callado, jamás escuchó que Lori se quejara de ellos de este modo, entendía que estuviera enojada por ello, pero nunca se quejó

— entonces, ¿nunca nos quisiste? —

— no digas tonterías, Lincoln, claro que los quiero, a todos, no importa lo que haya pasado entre nosotros, los quiero, solo que, cada vez que llegaba uno nuevo era menos atención y más responsabilidades, cambiar pañales, dar mamilas, cuidarlos... ya no podía ver a mis amigas más que en la escuela, pero las pijamadas, los paseos y otras cosas se acabaron porque siempre había un bebe a quien cuidar, ¿tú crees que me volví la sargento mandona porque sí? no encontré otra forma de controlarlos más que esa, y créeme Link, se siente horrible que tus hermanos menores te odien o te tengan miedo, vives enojado y nervioso todo el tiempo, reaccionas con agresividad en automático; nunca le dije a nadie, pero por un tiempo estuve tomando pastillas calmantes a escondidas porque no podía con ustedes — esta revelación deja a Lincoln boquiabierto, jamás pensó que ellos fueran una carga tan pesada —... júrame que jamás le dirás esto a nadie, nunca tuve un problema de adicción, pero me avergüenza decirlo —

— no te preocupes Lori, no le diré a nadie... — el peliblanco se siente fuera de lugar, así que prefiere cambiar de tema —... ¿quieres cenar algo? preparé algo de estofado y aún hay macarrones con queso —

— no Linky, gracias, cenamos con las chicas, creo que iré a descansar, ese trofeo no va a ganarse solo, jejejeje... —

Lori toma la mochila donde vienen los uniformes y se va a su habitación; después de cerrar deja la maleta en una silla y comienza a desnudarse para ponerse la pijama, está cansada y la idea de darse un baño es descartada de inmediato, mañana en la mañana lo hará, pero al quedarse en ropa interior, se levanta y se mira en el espejo — sigo siendo una belleza, ji ji ji... aunque está mal que yo lo diga — se gira y mira su trasero, lo mejor que le pudo heredar su madre, aunque tal vez ha crecido un poco desde la última vez que... recuerda los uniformes y decide probarse el suyo, saca la playera, un polo de un blanco impecable con el monograma de la escuela bordado sobre el corazón y el logotipo de la marca al lado contrario; un chaleco de punto con una línea azul y otra dorada, los colores de Fairway, en las sisas, el cuello y el elástico inferior; la falda blanca tableada, un palmo arriba de medio muslo, también con el monograma bordado a la izquierda y las mismas líneas en el borde inferior, de verdad es lindo. La playera, entra sin problemas, pero la falda le da un poco de dificultades para cerrar, por lo que Lori se preocupa, no le aprieta, pero esta algo justa y mañana podría romperse, por supuesto que llevará una licra debajo, pero aun así sería muy bochornoso, luego se pone el chaleco, este le va a la perfección y resalta sus senos, Lori modela frente al espejo, solo le hacen falta las calcetas hasta la rodilla, pero no se las pondrá en ese momento, ¿para qué?

Lincoln mira desganadamente la televisión, tiene algo de sueño y él también tiene que madrugar mañana para el torneo, por un momento maldice todo el asunto, vaya manera de pasar las vacaciones, aunque ganará un buen dinero y...

— ¡Liiinkyyy!... — una vocecita cantarina sale del pasillo y viene hacia él —¿quieres ver mi uniforme nuevo? me queda muuuy bie-eeen —

y ante sus ojos aparece Lori, uniformada, también lleva el pelo recogido como acostumbra cuando juega, e incluso se ha puesto los zapatos de juego, al parecer sin los spikes y también trae un palo de golf, el que usa como bastón mientras camina erguida, sacando el pecho; el chico apenas puede evitar que su mandíbula caiga ante la aparición, el uniforme la hace ver tan hermosa, se ve imponente toda de blanco, su pecho abulta más aun con ese chaleco ajustado y sus piernas, por dios, los muslos firmes y esas calcetas altas que hacen que ella se vea tan sexy

— ¿entonces qué? ¿me veo bien?... ¿te gusta? —

Lori tiene una sonrisita que deja a las claras que no necesita su aprobación, solo quiere escucharlo confirmar lo que ella ya sabe, es una diosa del golf; el chico asiente mientras trata de disimular una erección furiosa que se ha apoderado de su miembro, Lori se moja los labios al darse cuenta

— solo imagíname mañana, Linky... — dice la rubia paseándose por la sala con el palo al hombro —... iré caminando despreocupadamente por el green mientras tu sostienes la bandera, justo para el golpe de la victoria... —Lori sigue la pantomima como si estuviera midiendo la distancia de su bola al hoyo, se pone de rodillas y se agacha, todo esto dándole la espalda a Lincoln, quien de pronto tiene ante su vista el gran culo de su hermana con la pequeña panty metida entre los cachetes y las nalgas al aire, de nuevo su pene brinca queriendo ser desenfundado e ir al ataque y Lincoln traga grueso, Lori se pone de pie y continúa su representación —... entonces doy el golpe justo yyyy... ¡ADENTRO! ¡GANAMOS, LINKY, GANAMOS! — y saltando, se gira para abrazarlo, restregando sus tetas en la cara del chico, quien no puede hacer otra cosa más que disfrutarlo, luego lo suelta y da otros dos o tres brincos mostrando a veces el trasero o la parte delantera, muy apretada por sus pantys; cuando se cansa y se detiene, la falda se ha atorado el algún mal doblez del tableado y muestra un notorio "camel toe" por la parte delantera, Lori mira a su hermano, totalmente rojo y con los ojos fijos justos en su entrepierna, Lincoln cree que ella gritará, se tapara, lo golpeará o algo peor, solo que no sabe en qué orden, pero ella solo baja la falda con una mano y una gran sonrisa le adorna el rostro

—perdón, Linky, creo que sí estoy un poco tomada, mejor iré a dormir, y no te preocupes, ese torneo es nuestro —

la rubia se va meneando la cadera y Lincoln la mira irse, embobado, pero ella se detiene en el vano del pasillo y se voltea apenas para decirle

— Winky, ¿tiedes uno besito de muenas noches? —

y le manda uno, mientras le giña un ojo, luego se va y la sigue una risilla nada inocente, Lincoln se queda quieto mientras piensa que esas dos semanas sin sus otras hermanas serán demasiado difíciles.

Al día siguiente, una hermosa rubia esta recargada en la pequeña barra de la cocina mientras grita

— ¡Lincoln, apúrate! no quiero llegar apresurada al campo —

El chico llega corriendo y protestando — ¡ya voy, ya voy!... — saca un yogurt del refrigerador y comienza a beberlo —... creo que nuestros almuerzos deberán ser... — en la pequeña barra ya está una mochila azul, que es la lonchera de los días en el campo de golf, todo preparado dentro —... ¿desde cuándo estas levantada? —

— me levanté temprano y estaba algo ansiosa, pero ahora estoy perfectamente, ¿nos vamos? —

Lincoln sonríe, toma la mochila y ambos salen con rumbo al torneo.

El día era soleado y el calor lo hacía pesado, pero Lori, la "diosa de Fairway" como comenzaban a llamarla, jugaba como si nada pudiera hacerla fallar, sus golpes eran fuertes y precisos, técnicamente llevaba un juego que cualquier amateur y hasta uno que otro profesional envidiarían, promediando un par 3 y estando a la cabeza del torneo sin problemas, se notaba su dominio y Lincoln, su caddie, la complementaba de maravilla, sabía exactamente que palo se tenía que usar, aunque siempre preguntaba a la diosa y casi siempre acertaba, por lo demás, el día del caddie era algo difícil, todas las chicas que participaban en el torneo eran unas bellezas y todas estaban en uniformes ceñidos y por demás cortos, las minifaldas levantándose cuando las golfistas se inclinaban y los shorts apretados por los traseros eran todo lo que veía cuando Lori no estaba en turno y aunque también la admiraba a ella cuando jugaba, se obligaba a poner atención para que su hermana no tuviera problemas en el juego. Lori vistió las licras debajo de la falda, pero ni así podía disimular el buen trasero que de vez en cuando era mostrado cuando se agachaba para medir la pendiente del green o la dirección para evitar una trampa de arena, en esos momentos Lincoln intentaba, a veces sin éxito, a mirar a otra parte o a cerrar los ojos y solo escuchaba a la golfista aportando los datos del juego, y en cuanto se callaba, él buscaba el palo que pensaba podía ser el adecuado y se lo ofrecía a su hermana, y así fueron llevando el día, donde Lori quedó en primer lugar indiscutido con un más que excelente 30 bajo par ya que en el clasificatorio se jugaban solo 9 hoyos.

Al final del día, Fairway adelantaba ampliamente a las demás universidades con sus 4 integrantes femeninas y 2 de sus 4 integrantes masculinos dentro de los 15 lugares por categoría para la final y los otros dos muy cerca de lograrlo; Lori y Lincoln estaban muertos de cansancio y en cuanto pudieron, abandonaron el campo de golf para ir a casa, Lori alcanzó a tomar un baño en el club, pero Lincoln tuvo que ocuparse del equipo de todos y e iba tan sucio como podía estarlo un caddie, aunque de todas formas cargó con los palos y la maleta de ropa de su hermana hasta el estacionamiento; en el pequeño auto no había mucho espacio y el olor era muy notorio, pero la rubia evitó decirle nada a su muy apenado hermano, cuando llegaron a casa, el peliblanco corrió para entrar al baño de inmediato, mientras Lori bajaba sus palos y la mochila con su ropa y la de los almuerzos, que ahora estaba vacía, ella dejó los palos en la entrada porque los necesitaría pronto, no jugaría al día siguiente, pero tenía que estar presente para supervisar y ayudar a sus compañeros que no habían clasificado el primer día, luego fue a la cocina, donde vació de recipientes y basura la "lonchera", y después llevó su ropa para lavarla. Ella también estaba agotada y casi funcionaba en automático, así que entró al baño, donde estaba la lavadora, para poner su uniforme a lavar y que estuviera listo para el día siguiente, pero al levantar la vista, la maleta cayó a sus pies, ante su vista estaba su hermano, desnudo, los brazos y la cara algo rojos por el sol y el resto de su piel blanca, aunque no tan pálida como ella lo hubiera supuesto, pero lo que la sorprendió no fue eso sino el gran mástil que él tenía en la mano, no recordaba haberle visto algo así, aunque tenía rato sin verlo desnudo, sí había notado algunas de sus erecciones y no parecían de ese tamaño.

Lincoln estaba congelado; cuando él entró al baño de inmediato se desnudó y abrió la regadera, mientras esperaba el agua caliente, la fría lo ayudó a calmarse, en la mano traía un trofeo que robó de la maleta de Lori, las licras del juego, así que se mojaba el cuerpo mientras tenía la prenda de su hermana pegada a la nariz y se masturbaba con la mano enjabonada, cuando Lori entró, el bajó la mano y trató de esconder las licras pero Lori no vio nada de eso, estaba hipnotizada mirando su herramienta, después de un momento, ambos reaccionaron y Lori le dio la espalda mientras gritaba

— ¡por dios, Lincoln, tápate! ¿por qué no cerraste la cortina? —

— ¿y-y por qué entras si llamar? — el peliblanco aprovechó que Lori estuviera de espaldas para tirar a un rincón las licras

— ¡pensé que estabas en tu habitación!... a-además tú... tú... —

Lori no terminó la frase, dejó ahí la maleta y salió dando un portazo; ya en su habitación, la chica estaba sentada sin apenas creer lo que había visto, ¡era imposible! ¡el miembro de su hermano era enorme! ¿de dónde había salido? dudaba mucho que de su padre, ella tuvo el horror de verlo alguna vez que tonteaban con Rita y no recordaba algo así, ¿sería que Pop-pop...? Lori sacudió la cabeza ¿por qué estaba pensando en esas cosas?

Mientras tanto, y pasado el susto, Lincoln se bañó rápidamente y antes de salir del baño, echó toda la ropa sucia de Lori a la lavadora, puso detergente y la encendió, luego salió corriendo hacia su habitación; la rubia escuchó las puertas y se asomó al pequeño pasillo, el baño estaba vacío y la lavadora estaba llenándose, ella fue y comprobó que todo estuviera bien con la ropa y la cantidad de detergente, un suspiro de alivio salió de su pecho, aunque por supuesto que no podía pasar nada malo, estaba hablando de Lincoln, él sería incapaz de algo así. Lori salió rumbo a la cocina y se preparó un emparedado ligero de cenar, comenzaba a tener sueño y quería ir a la cama lo antes posible, pensó en su hermano y preparó otros dos emparedados más, los dejó en un plato, los tapó con servilletas de papel y luego se fue a su habitación, cuando llegó a su puerta, escuchó unos gemidos apagados que reconoció de inmediato, entonces entró a su cuarto, dejó su plato en su tocador y regreso a pegar la oreja en la puerta de Lincoln

— uuuffff... L-Lo-Lori... uuumm... por di-dios, sííííhhh... ¡Loriii!... —

la rubia se sonrojó furiosamente, era obvio lo que sucedía ahí adentro y ella no pudo evitar imaginarse a Lincoln tumbado, desnudo y sacudiendo ese miembro duro y grande que ella viera hace unos momentos... Lori regreso a su habitación sintiendo ya que su entrepierna estaba mojada e hizo lo único que se le ocurrió, se desnudó y comenzó a sobarse el coño mientras pensaba en lo que sucedía del otro lado del pasillo; Lori ya suspiraba mientras tres dedos de su mano derecha entraban y salían de su hendidura inundada cuando sonó su teléfono, ella maldijo todo lo maldecirle y maniobró con la mano izquierda para contestar

— ¿a-aló? — la voz de Lori sonaba algo rasposa

— ¡hola Loriiii!... — el grito de Leni la hizo sacar la mano del lugar placentero —... ¿cómo estás hermanita? perdón ¿te desperté? Lucy dice que allá ya es algo tarde —

— n-no te preocupes, es que estoy algo cansada, hoy fue el primer día del torneo —

— ¡oh, por dios, es verdad! ¿y cómo te fue? cuéntamelo todo —

La mayor de los Loud tuvo que aguantar el enfado de que le cortaran la "inspiración" y comenzó a platicar con su hermana mientras buscaba con qué limpiarse la entrepierna, tomó una playera usada y se la puso en el coño mientras se sentaba en la cama y le contaba todo a su hermana

—... y casi todo el día fue tranquilo, en realidad no había mucha competencia, salvo por una chica de Toledo, pero aunque es buena, realmente no me preocupa, ¿L-Lincoln? eeeh... ya debe de estar dormido, llegó muerto de cansancio y se bañó, creo que ni siquiera cenó, si Leni le diré que llamaste, saludos a Pop-pop y a Mirtle y a Lucy, chau —

Lori cortó y procedió a ponerse su pijama, Leni le había cortado las ganas y ya ni siquiera quiso comerse su sándwich.

Al día siguiente no hubo mucha interacción entre ellos, Lincoln lucia unas discretas ojeras, pero a Lori le pasaron por alto, de nuevo estaba enfundada en su impecable uniforme y llegó al campo a coordinar el juego del equipo mientras Lincoln vagaba por el campo siguiendo a uno de los jugadores de Fairway que jugaba su clasificación ese día, esta vez no hubo nada que ver para el peliblanco más que el juego y eso lo tuvo tranquilo; cuando el repechaje terminó, ambos jugadores de Fairway lograron el pase y eran el único equipo completo dentro de las finales, lo que los puso felices pero de todas formas, Lori les dio un discurso donde dejaba claro que estaba bien, pero que esto no era suficiente, quería los campeonatos individual y por equipos, se lo debían a su escuela y tenían que hacer hasta lo imposible, todos juraron que dejarían la vida en el campo de juego, pero que saldrían victoriosos.

Y así fue, después del miércoles de descanso, el jueves y viernes Fairway y su equipo fueron imparables, ellos no alcanzaron el primer lugar individual pero con el segundo y tercer lugar fue suficiente para el campeonato masculino por equipos, y las chicas hicieron el 1-2-3, con Lori como la campeona indiscutible; el equipo esperaba solo el anuncio del campeonato estatal por equipos y cuando obviamente anunciaron a Fairway celebraron como si no lo supieran de antemano, Lori brincó a los brazos de Lincoln y en un impulso de locura, lo besó, de inmediato se dio cuenta de lo que había hecho y lo soltó, lo miro a los ojos por un segundo y después se fue apresuradamente, llevando casi a rastras a sus compañeros recoger el trofeo que los nombraba campeones estatales universitarios por equipos y con un boleto directo a los nacionales. Lincoln no se desmayó de milagro por el beso, se sintió genial, aunque luego el peliblanco se espantó un poco ya que no sabía que pasaría después, pero Lori le ahorró el problema de momento, le dijo que se iría a celebrar con todo el equipo y que no la esperara en la noche y se fue, dejándolo con el conflicto y la tristeza.

Lori llegó en la madrugada, realmente la fiesta no duró mucho, todo el equipo se había esforzado tanto que cayeron muy rápido; al entrar escuchó la televisión y pensó que Lincoln todavía estaba despierto, lo llamó sin obtener respuesta y al entrar a la sala lo encontró sentado en el suelo frente a la pantalla, dormido y envuelto en un cobertor ligero, se sonrió maternal hasta que recordó el beso, esto la turbó un poco, pero pensó que solo fue la excitación del momento y ya vería como explicarlo al día siguiente, ella también venía muerta de cansancio, así que apagó la televisión y como pudo, se metió en el ovillo junto a su hermano y lo abrazó, quedándose dormida casi de inmediato.

En Royal Woods, las Loud que quedan en la casa de la familia siguen con mucho interés la evolución de Luna, Rita y Lynn llaman diario al hospital y se turnan para las horas de visita, donde Sam las alcanza, pero hay una persona que está ahí casi siempre, Luan llega en cuanto sale de la escuela y a veces pasa las noches en el lugar, consiguió un trabajo a medio tiempo en la limpieza del centro médico para estar todo el tiempo vigilando a Luna y su avance; su presencia es ya tan conocida en el piso, que las enfermeras le dan a ella el reporte diario de su hermana antes que a los médicos, pero la comediante está perdiendo las ganas de vivir, siempre está callada y su estadía en casa de Maggie es apenas soportada, la castaña apenas duerme mientras horribles pesadillas la atormentan; cada noche revive interminablemente el ataque a su hermana, pero ahora no hay ahora quien le ayude, nadie llega a salvarlas y Luna va muriendo poco a poco mientras mira con ojos acusadores a Luan, cada vez hay más sangre y las heridas graves. Esta noche la pesadilla llega al límite, Luan llega corriendo a donde su hermana yace con los órganos de fuera, en un gran charco de sangre y la señala mientras ruge

— ¡ES TU CULPA LUAN! —

para caer muerta después. El grito de Luan estremece la casa donde la hospedan y de inmediato la puerta se abre para dar paso a Maggie, la pelinegra de inmediato corre para abrazar a su amiga, quien llora descontrolada mientras repite el nombre de su hermana, también llega la madre de Maggie y se dedican a calmar a la castaña; después de un rato y un calmante, Luan juró estar bien y la señora salió de la habitación, Maggie insistía en quedarse con ella pero la castaña no lo permitió, ya la había molestado lo suficiente por esa noche, la pelinegra se retiró con mucho recelo, pero no le quedaba más remedio.

Más tarde, ya en la madrugada, una silueta apresurada abandona la casa; Luan no pudo volver a dormir y prefirió salirse, estaba demasiado espantada y triste para poder permanecer en esa casa, agradecía de sobremanera toda la ayuda que le habían dado, pero sentía que todas las atenciones que le daban eran inmerecidas. la ex comediante caminó unas calles antes de detenerse para sacar de entre su ropa una botella de whisky, la tuvo guardada mucho tiempo, desde que entró a trabajar al hospital, era una especie de amuleto para ayudarla a estar sobria, ya que al verla, recordaba que no pudo donar sangre para Luna por estar borracha, pero ahora ya no importaba nada, así que la destapó y le dio un largo trago antes de bajarla y toser aparatosamente, el alcohol le quemaba la garganta, el esófago y ni hablar del estómago, donde sintió algo peor que el fuego, un segundo trago, un poco más corto que el primero, logró calmar ese ardor de muerte que la mordía, pero con esos dos tragos ya llevaba un tercio de la botella, supo que no sería suficiente para calmar su sed desbocada y siguió deambulando por las desiertas calles del pueblo mientras buscaba donde abastecerse.

Dos o tres horas después, una muy alcoholizada Luan estaba sentada al pie de un árbol en un parquecito a la salida del pueblo, una botella de ron de pésima calidad casi vacía estaba en su mano y ella vomitaba copiosamente entre sus pies, su organismo le suplicó que detuviera este ataque, pero la castaña está determinada a acabar con su vida de la peor manera posible, Luna, o al menos el espíritu vengativo de lo que soñó hace unas horas, se lo exigía. Al salir de su casa de acogida, Luan tenía la firme idea de largarse del pueblo, irse y desaparecer para siempre, pero al comenzar a tomar, ese pensamiento se fue evaporando entre el alcohol y el llanto; no, ella no se merecía seguir viviendo cuando había sido tan mezquina con todos, pensó en Luna, muriendo en el hospital; en las gemelas, obligadas a vivir en la cárcel por el descuido de sus hermanas mayores; en Lori, Leni y Lincoln, corridos de la casa paterna por un chisme sin fundamentos; en Lucy, quien casi vio morir a su abuelo; Albert mismo, al borde de la muerte por culpa de ella y su egoísmo... no hizo falta nada más, Luan se levantó como pudo y siguió bebiendo hasta que las piernas le fallaron y el mundo comenzó a desdibujarse ante sus ojos, el vientre le dolía a muerte y el vómito ya solo sabía a amargura y culpa, se dejó caer hacia un lado, segura de que ya no molestaría a nadie en ese lugar, cuando un gritó la hizo reaccionar

— ¡DIOS MÍO, LUAN! —

ella solo murmuró — ¿m-ma-mamá? —

y se desvaneció con un gesto de tristeza en la cara.

Luan despertó con un horrible sabor en la boca, la luz le hacía doler los ojos y se sentía mareada, sintió dolor en la garganta y algo le estorbaba y raspaba sus dientes, levantó la mano para encontrarse intubada e intentó moverse cuando una mano se apresuró a impedirlo, una voz llorosa le habló

— ¡no Luan! no te muevas... qué bueno que ya despertaste —

volvió los ojos en dirección de la voz para encontrarse con su madre, con Lynn y con Maggie, todas lloraban y le sonrieron débilmente, la pelinegra corrió a avisar al doctor y poco después ya estaba siendo examinada

— está progresando bastante bien, espero la cicatrización siga con ese ritmo y podremos darla de alta en unas semanas —

el doctor se fue y Rita se acercó a Luan

— ¿escuchaste, hija? no te muevas, el doctor dice que debes de tener mucho cuidado... —

Rita no pudo decir más porque el llanto lo impidió, Lynn Jr. estaba a su lado y la llevó a recostarse en una cama al lado de la de su hija, la acompañó hasta que se quedó dormida y luego regresó para hablar con su hermana

— Hola, Lu, tengo que contarte un secreto y creo que no hay mejor momento que este... — Lynn miró a Maggie, quien estaba en la puerta del cuarto de hospital, al parecer esperaba a alguien pues miraba hacia el pasillo —... los que hirieron a Luna están muertos, uno en la calle y el otro en la cárcel, ya puedes estar tranquila; por cierto, yo maté a uno... — ante la sorprendida cara de la enferma, la ex deportista se sonríe y le guiña un ojo —... no te preocupes, ya te contaré —

Al día siguiente le retiraron tubos y sondas a Luan, Maggie era la única presente porque Rita estaba con Luna y Lynn trabajaba, la comediante apenas podía hablar, pero como pudo, le pidió a su amiga que le contara lo que había sucedido

— ay, Luan, estas semanas fueron horribles... — ¿semanas? piensa Luan sorprendida, Maggie continúa — después de que saliste de casa te seguí, yo pensaba que luego de esa pesadilla no te ibas a quedar tranquila y acerté, pero te fuiste tan rápido que tuve que pedir ayuda para buscarte: Lynn, tu mamá y la mía, incluso algunos chicos de la escuela, y cuando te encontramos, estabas vomitando sangre... — aquí la pelinegra corta el relato porque Luan está algo agitada —... cál-cálmate Luan, n-no puedo seguir si te agitas... — el ánimo de la castaña decae, sigue molestando personas, haciéndoles la vida difícil ¿por qué no la dejaron morir? gruesas lágrimas corren por sus mejillas mientras Maggie sigue con su relato —... te trajimos al hospital de inmediato y tuvieron que operarte, ahora tienes un estómago muy delicado, unos metros menos de intestino y el hígado de cristal, pero estás viva, el doctor dice que si te cuidas, puedes regresar a una vida casi normal —

— ¿y para qué?... ¿para qué quiero regresar a una vida normal si solo estoy haciendo que los demás se preocupen? solo soy una molestia inútil... ¡NO SIRVO PARA NADA! ¿POR QUÉ NO ME DEJARON MORIR? ¿POR QUÉ... ¡COF! ¡COF!... ¡CAWJ!.. ¡CAWJ!... —

la débil garganta de Luan se revela y la tos la hace doblarse de dolor, Maggie se apresura a detenerla mientras aquella se agarra el estómago

— ¡por dios, Luan, apenas te operaron! ¡se te abrirán los puntos!... — Maggie se acerca para calmarla, pero el gesto de la otra deja en claro que el dolor es enorme —... deja de torturarte, tu no tuviste la culpa de nada, ni lo de Luna ni lo de tus hermanitas y ya has pagado suficiente por los demás, entiende que eres importante para todos... eres importante para mí... —

— p-pero yo... yo no sé si pueda corresponder a... — Luan apenas susurra —... n-no es porque no... me gustes... s-s-solo es-estoy c-confundida... —

Maggie la abraza y vuelve a besarla, esta vez largamente — tonta, no te estoy pidiendo respuestas, solo déjate querer —

Luan se queja y Maggie se da cuenta de que la ha lastimado

— ¡ENFERMERA, ENFERMERA! —

una mancha obscura al frente de la bata de Luan anuncia el sangrado y cuando la enfermera llega, la regaña

— ¡¿qué diablos están haciendo?! ¡no deben molestar así a la paciente! — el doctor llega casi de inmediato mientras Maggie sale al pasillo para buscar a la señora Loud, quien ya viene luego de ver a Luna.

Luna siguió evolucionando y mejorando, muy despacio dada la gravedad de sus heridas y su muy quebrantada salud, pero increíblemente rompió la cadena que la tenía anclada a la muerte y en los primeros días de otoño, sus ojos se abrieron, despacio y con mucha resistencia, le dolía todo y le costaba trabajo respirar, intentó levantarse pero su estómago protestó, el aparato que marcaba su ritmo cardíaco aceleró su frecuencia y se disparó una alarma que despertó de su sopor a la rubia que dormitaba a su lado; Sam saltó al escuchar los pitidos intermitentes y de inmediato miró a Luna quien luchaba débilmente por incorporarse

— oh, por dios... ¡por dios! ¡POR DIOS! ¡ENFERMERA!... —

los gritos eran innecesarios porque ya entraban un par de enfermeras y el médico de guardia, rápidamente rodearon a la castaña mientras revisaban todos sus signos vitales y las maquinas, Sam fue hecha a un lado en esta bataola, pero aprovechó esto para llamar a Rita, quien tardó apenas unos minutos en llegar, ya que el consultorio dental donde trabajaba no estaba muy lejos del hospital; el Dr. Feinstein no pudo recibir de nuevo a Rita, pero la recomendó a una clínica dental donde se cubrían seguros y donde siempre había mucho trabajo, así la ayuda y experiencia de la señora Loud fueron bien recibidas, ganaba un buen sueldo, aunque esto era a costa de jornadas extenuantes y ese dinero alcanzaba apenas para mantener la casa y a las pequeñas que todavía dependían de ella, afortunadamente el negocio de Lynn no quebró y también recibía una parte por sus acciones en el restaurante, de otra forma hubiera sido imposible pagar las cuentas del hospital de Luna y después Luan, aunque la segunda tenía seguro por trabajar ahí y se le hizo un descuento.

Luna ya estaba des entubada y desconectada de casi todo, ya solo la mantenían con un suero medicado, el electrocardiógrafo y el oxímetro. Cuando Luna se dio cuenta de que tenía una sonda en sus partes privadas estuvo a punto de caer en shock de nuevo, sabía que eso dolería como el carajo para salir, sobre todo después de tanto tiempo de estar ahí. Cuando su madre llegó, la rockera estaba tomando agua poco a poco, paliando una sed que se le antojaba de años, pero desesperaba porque la enfermera no la dejaba tomarla a grandes tragos, sino que le daba sorbos cortos para que su sistema se acostumbrara poco a poco, tomando en cuenta que estuvo meses inconsciente y siendo alimentada por una sonda, sus sistemas no podían recibir nada sin resentirse, ya fuera entrando o saliendo; Rita saludó a su hija de manera muy calmada y apenas tocándola, aunque la herida de la operación ya había cicatrizado, la mujer, que desesperaba por abrazarla, tenía miedo de lastimarla, de nuevo, luna fue quien estiró sus débiles brazos para llamar a su madre y al sentirse envuelta por ella, lloró, y fue horrible para ella darse cuenta de que no tenía lágrimas.

En cuanto Luna estuvo mejor, la trasladaron al cuarto donde estaba su hermana, Luan también se recuperaba, lento, pero seguro, y ambas hermanas se encontraron llevando un paralelo poco agradable; Luna estaba alegre de ver a Luan, pero le extrañó que aquella estuviera tan callada y renuente a hablar, solo la miraba de reojo y suspiraba y Luna juraría que la escucha llorar por la noche.

Lincoln despierta como cada día de la última semana, desnudo, sudoroso y con unos brazos alrededor de su cuello, mira de reojo para ver a su acompañante, una rubia muy hermosa, quien duerme, respirando despacio y rítmicamente, el peliblanco sonríe, ella es tan hermosa...

Después de que Lori ganara el torneo, el resto de las vacaciones fueron todo menos tranquilas, Lincoln, estaba cada vez más enamorado de ella, pero su parte moral seguía diciéndole que era una locura, no importara lo perfecta que fuese, ni su carácter resuelto, su sentido de la justicia y la gran capacidad que tenía para manejar y administrar correctamente todo, su responsabilidad y su capacidad... es que no solo era su belleza y su cuerpo, su sensualidad, no, Lori era esa mujer con la que todo hombre sería feliz y el peliblanco quería ser ese hombre, pero ¿cómo? Por su parte, Lori ya estaba decidida a tener a Lincoln, pero ese último paso era el más difícil aunque ella estaba dispuesta a lo que fuera y así lo hizo.

El día fue como cualquier otro de vacaciones, levantarse tarde, desayunar, estar viendo tele o... pero no, no era como cualquier otro, Lori se levantó más temprano, hizo un buen desayuno, se movía ligera mientras que tarareaba una cancioncita pegajosa y Lincoln no podía quitar sus ojos de ella, enfundada en una playera vieja semitransparente a fuerza de lavadas y que le dejaba ver la silueta de los senos cada vez que estaba al trasluz, además unos short-shorts untados al cuerpo, delineando demasiado bien su trasero y dejando ver la línea inferior de las nalgas, ella mencionaba el calor cada vez que podía y el solo asentía en silencio, luego ella sirvió unos hot cakes con mucha miel y frutos rojos mientras se sentaba frente a su hermano y le sonreía

— ¡buen provecho, Linky! —

él la miró comer cada bocado y ella se movía despacio, con una sensualidad natural, entornando un poco los ojos, lamiendo la miel de la cuchara con la punta de la lengua mientras lo miraba como sin darse cuenta, para luego pasar su lengua por los labios y comentar lo dulce que estaba, morder apenas la punta de una fresa y guiñarle un ojo al mismo tiempo; Lincoln comía en automático y decía que sí haciendo un esfuerzo enorme para no tartamudear o comenzar con el "bah-bah-bah" característico de los Loud, definitivamente lo tenía. Al terminar el desayuno, ella llevó sus platos al fregadero, caminaba despacio, moviendo la cadera descuidadamente, pero marcando mucho el movimiento de vaivén de su trasero, dándole la mejor vista posible al jovencito, que ya estaba bastante excitado

— ¿qué harás hoy, Linky? el día está muy caluroso para salir, ¿no crees?... Link... ¡Lincoln! —

— ¿eh, qué...? ¿ dijiste algo, Lori? —

— digo que el día está muy caluroso pasa salir, ¿tienes algo planeado? —

— eeemmm... n-no, no, la verdad es que me desconecté de mis amigos por el torneo, estuvo pesado y quiero descansar lo más que pueda, ¿tu harás algo? —

— no, también quiero descansar, lo mejor es que tengo un permiso en la oficina gracias al torneo, el campeonato nos dio mucha publicidad y quieren tratar bien a su estrella del momento —

Lori sonríe y le guiña un ojo, ella está a contraluz frente a la ventana de la cocina y la línea de sus grandes tetas se recorta contra la luz del sol, Lincoln esté hechizado con la visión y apenas pone atención, pero recupera el hilo de la conversación apenas

— ah... este... sí, q-que bueno, e-entonces somos tú y yo... qué pena que no podamos ir a ver a Pop-pop, seguro Leni y Lucy estarán disfrutando en grande —

— sí, Leni me llama casi a diario y dice que estar allá es genial, al parecer es la sensación de los marineros en la colonia de oficiales, tal vez tenga suerte y se consiga uno, dicen que ganan buen dinero... — la rubia terminó de lavar sus trastes y pasó junto a su hermano, quien no le despegaba la vista —... cuando termines de comer lava tu plato y tu vaso, por favor, si necesitas algo, estoy en mi habitación —

ella le revolvió el pelo al pasar y se fue ligera, con su paso desgarbado y dando un muy especial movimiento de cadera que Lincoln siguió con deleite; Lori cerró su puerta detrás de sí y se tiró a su cama mientras se reía, el primer paso fue un éxito, el ratón olió el queso y va hacia la trampa.

Lincoln hace zaping en la televisión sin encontrar algo que ver, al parecer es verdad que las televisoras se ponen de acuerdo para retransmitir lo peor de su contenido durante las vacaciones, y ver repeticiones de películas navideñas tampoco es una opción, por lo que el chico está más que aburrido, a esto se suma el calor, los 32 grados que hacen afuera se reflejan bastante dentro del departamento, parece que lloverá en la tarde según el reporte del clima, pero él no lo cree, se escuchan pasos muy suaves en el pasillo y Lincoln voltea y cuando está listo para darle un sermón sobre los peligros de caminar descalza, ella grita y aparece saltando sobre un pie mientras se toma el otro con ambas manos, en lugar de correr a ayudarla, el peliblanco se queda congelado cuando la mira, ella viste una minifalda de mezclilla y una playera holgada, lo que no sería raro si no fuera porque, al levantar la pierna para tomarse el pie golpeado, le muestra la minúscula ropa interior blanca que lleva y cuando llega al sillón y se sienta, se agacha y el escote de la playera se recorre, enseñando los senos desnudos, ya que ella no trae sujetador, un grito lo saca de su contemplación

— ¡Lincoln, maldita sea! ¡ayúdame!... — el corre a su lado, pero tampoco hay mucho que hacer, la rubia solo se queja y se agarra el pie con ambas manos y no deja que el otro pueda ayudarla —... !ve por el alcohol y algodón! ¡trae el botiquín! ¡haz algo! —

el chico corre al baño y regresa de inmediato, ella ya está más tranquila, sigue sentada en el sillón, con la pierna del pie lastimado doblada arriba y sobándose los dedos, Lincoln se da cuenta de que la vista es tentadora, pero prefiere evitar ser tan obvio y llega por un lado, tendiéndole el botiquín a su hermana, ella lo recibe con un — gracias — en voz baja, se queda un rato en silencio y se vuelve a su hermano

— Linky, ayúdame... — el peliblanco la mira como si no entendiera lo que acaban de decirle —... me duele un poco la espalda — le dice ella con un gesto que él interpreta entre molestia y pena, así que se sienta frente a ella con la vista baja y de inmediato saca lo que necesita, un poco de algodón que moja en alcohol y lo pasa por el dedo que se mira algo hinchado y rojo, afortunadamente no hay sangre, aun así, Lori se queja de que le arde, Lincoln alcanza a ver un rasponcito mínimo y se sonríe

— no es nada, te pondré una bandita... — y busca en el botiquín donde encuentra una cajita de banditas de colores con ositos, seguro fue Leni quien los compró, saca uno rosa y se lo pone —... Listo y ya sa... —

Lincoln levanta la vista para ver la cara de su hermana, pero el sermón se olvida cuando se encuentra de frente con el coño de ella, que aunque está cubierto por la panti, tiene el magnetismo suficiente para hipnotizarlo, Lori lo mira por entre sus piernas y se sonríe, pero tampoco le dará demasiado de esto, hay seguir con el plan, entonces saca el celular del bolsillo y esconde la cara detrás del mismo al tiempo que le habla

— gracias, Linky, me dolió mucho, afortunadamente no es nada grave porque tengo que ir a la universidad —

el peliblanco salta y levanta la cabeza al escuchar a su hermana, pero la mira metida en el celular y respira aliviado, seguro que lo mataría si se da cuenta de lo que estaba viendo, él se levanta de inmediato

— e-entonces vas a salir... será mejor que te lleves un suéter y un paraguas, escuche que lloverá —

— ¿con este sol? no lo creo, de todas formas no tardaré mucho... — la rubia se inclina y busca un momento por un costado del sillón, mostrando el gran trasero a su hermanito, quien mira sin recato, aunque está algo avergonzado, parece que Lori anda algo despistada el día de hoy, después de trastear un rato y deleitar a su hermano con la vista, ella se levanta triunfante con un par de tenis bajos en la mano

— ¡sabía que estaban por aquí!... — y se sienta de nuevo en el sillón para ponérselos, agachándose en la maniobra y dejando que el chico le mire las tetas por el amplio cuello de la playera

— Lincoln, por favor cocina algo, ya me cansé de pedir comida y no tenemos tanto dinero tampoco, regreso en unas dos horas, creo que hay ropa en la lavadora, por favor sácala y dóblala —

luego se levanta y se apresura hacia la puerta, grita un — ¡adiós! — que suena lejano y se va; el peliblanco hubiera querido correr a masturbarse, pero estaba consciente de lo que le habían encargado y prefirió distraerse con sus quehaceres.

Después de unas horas, la ropa estaba doblada y en su sitio y Lincoln estaba ocupado en la cocina cuando escuchó los truenos, se dio cuenta de que estaba nublado y que no tardaría en llover

— espero que Lori tenga algo para taparse en el auto, no la vi llevarse nada —

piensa mientras pica verduras para una sopa; no tarda mucho en que la lluvia sigue a los truenos y aunque no es una tormenta, sí está lloviendo bastante tupido; Lincoln termina de hacer una sopa de verduras y carne, una especie de estofado con pasta, cuando escucha la puerta y corre para ver entrar a Lori empapada, el agua le ha aplastado el pelo, que chorrea sobre su cara y escurre por todo su cuerpo, su playera mojada que transparenta y lo deja ver todo, los brazos y las piernas húmedos y desprendiendo vapor, Lori lo mira sonriente, como si hubiera hecho una travesura

— ho-hola, pensé que tenía una sudadera en el auto, pero... pues, no había nada jejeje... ¿me alcanzarías una toalla, Link? —

él corre por el pasillo y regresa con la bata de baño de Lori y una toalla, ella le agradece mientras se envuelve y comienza a secarse el pelo, Lincoln regresa a la cocina para revisar que la comida aun esté caliente, su hermana necesitará un buen plato para entrar en calor

— ¡mmm! ¡huele delicioso! ¿qué es Link? — dice Lori entrando a la cocina

— solo es una sopa de verduras y pasta, le puse algo de carne para darle sabor y quedó un estofado —

dice el chico mientras sirve un plato para su hermana y otro para él, luego se vuelve para poner los platos en la barra y se queda quieto, a nada de tirarlos, Lori está parada en la puerta de la cocina, pero debajo de la bata abierta no hay nada más que su piel erizada por el frío, por lo que el chico de nuevo tiene acceso a todo lo que la rubia tiene para mostrar, los senos redondos y grandes, el estómago plano donde el ombligo destaca en forma de una gota obscura y más abajo, el pubis cubierto de pelo rubio apenas un poco más obscuro que el de la cabeza, recortado en forma triangular y dejando libre la zona de bikini, si Lincoln fuera Clyde, le habría dado un infarto

— ¿qué pasa, Link? ¿me decías algo de la comida? —

dice Lori todavía con la toalla sobre la cabeza, el peliblanco deja los platos a tientas sobre la barra y le da la espalda a su hermana

— Lo-Lori, t-tu bata... —

— ¿sí, que pasa? tuve que quitarme todo de inmediato, estoy calada de frío —

— e-es que... e-está a-abierta y... —

— ¡EEEEEEEEKKK! —

el grito de Lori es agudo mientras la cierra y se va corriendo a su habitación, Lincoln está ya a tope de esta situación, su confusión es total, no sabe que está pasando, pero agradece el poder ver todo lo que ha visto, lo más probable es que no duerma esta noche.

la Rubia regresó casi de inmediato, esta vez con su "pijama": la playera vieja abierta de los lados y el short raído, esta sonrojada y se sienta de inmediato a la barra frente al plato, Lincoln esta frente a ella, del otro lado de la barra

— p-perdón Linky, yo... —

— no te preocupes, Lori, yo... y-yo no vi nada — los nervios del peliblanco son tan evidentes que ella no puede evitar reírse bajito

— vamos, Lincoln, no te creo... a-además, sé que te gustó lo que viste... —

Lincoln levanta la cara para encontrarse con los labios de la rubia en los suyos, la barra dejó de ser un obstáculo para ella que se paró en la silla alta y maniobró muy ágilmente para pasarse del otro lado, Lincoln apenas puede procesar lo que está pasando, pero su hermana mayor no le dará mucho tiempo, pues lo abraza muy apretado, haciéndolo sentir sus atributos frontales y restregándose de forma muy caliente, luego se separa apenas para decirle

— ¿cuánto tiempo has estado soñando con esto, eh? ¿piensas que no te escucho por las noches? jajaja...¿pero qué crees? yo estoy igual, también me he tocado por ti en esas noches, yo también te deseo, Linky... —

y ella no necesitó más para que él se rindiera, aceptó el beso mientras la abrazaba, su lengua entró en contacto con la otra y hubo una batalla de bocas sin dar ni pedir cuartel, las manos recorrían los cuerpos para reconocer lo que se había visto tantas veces y solo entonces tener la certeza de la forma y la posesión; se fueron despacio, chocando con paredes y muebles hasta llegar a la sala, y cayeron en el sofá, ahí todo dejo de importar y ambos se deshicieron de los pocos peros que existieran en su mente.

Lori se desnudó en dos segundos y se mostró plena, Lincoln podía ver ahora sí directamente y sin nada de por medio lo que tantas veces soñó, y ella lo urgió a hacer lo mismo, él chico tardaba por los nervios y la rubia misma fue quien lo desvistió, y ya desnudos fue que las miradas chocaron, el rubor los hacía sudar, pero estaban decididos y comenzaron, Lincoln atacó con hambre las tetas de su hermana, lamiéndolas y mordisqueando despacio los pezones duros mientras intentaba meter su mano en la entrepierna de ella, pero Lori no lo permitió, lo fue manejando para tener el máximo placer mientras sus manos bajaban por el cuerpo del chico hasta llegar a su sexo duro, lo tomó con una mano y comenzó a subir y bajar, apretando un poco para hacerlo sentir mejor y al llegar a la punta, envolverla en su mano y sobarla, sintiendo como él se retorcía y gemía de placer, luego de nuevo hacia abajo, hasta llegar a los testículos canosos, los sobaba despacio y con cuidado y de vuelta hacia arriba, luego se concentró solo en masturbarlo, sintiéndolo crecer y vibrar en sus manos.

Lincoln seguía pegado a las tetas y solo resoplaba y gemía bajito, disfrutando al máximo del trato que le daban, pero quería más, sentía que si explotaba en ese momento ya no tendría oportunidad de nada, entonces se apartó de ella y se puso de pie, su herramienta apuntaba directo hacia la cara de la rubia, quien de inmediato se hincó y comenzó a darle una mamada de nivel profesional, lo recorría completo con la lengua y después se lo metía hasta la garganta, donde lo movía rápidamente y después despacio hacia afuera, chupando ruidosamente y haciendo succión para sacarlo con un "pop" que resonaba por todo el lugar, Lincoln estaba perdido, jamás pensó que tal placer fuera posible y se dejó llevar. Lori se dio cuenta que se vendría pronto y arreció el movimiento con la mano mientras se quedaba solo con el glande en la boca, el chico no pudo aguantar esta caricia y estalló en la lengua de su hermana, disparando su espesa semilla tiro tras tiro hasta llenarle la boca; Lori se sacó la verga de la boca pero no dejó de mover la mano y después de tragarse el semen ruidosamente, miró la cara de Lincoln, quien estaba flojo y con la mirada algo perdida

— ven, Winky, creo que será mejor dar el siguiente paso en mi habitación —

y él se dejó llevar, manso y alelado, ella lo llevaba agarrado del miembro, que seguía duro aun después de haberse corrido y la rubia estaba segura de que podría metérselo casi de inmediato. Así llegaron a la habitación y ella lo tiró a su cama, luego se subió y se estiró a su lado

— Wiiiinkyyyyy... ¡tu Wori tiede ammooodd!... y me lo vas a dar, ¿verdad? por favor Lincoln, te necesito... ven, súbete —

la sola idea de poder entrar en ella hizo que la erección regresara al cien por ciento, entonces Lincoln se subió en ella y de inmediato enfiló la punta a la entrada hirviente, Lori simplemente se abrió, aflojando los músculos y dejándolo entrar de un solo golpe, lo sintió en todo su grosor y longitud golpearle la entrada del útero y gimió su primer orgasmo, luego el inició un mete y saca enloquecido, su velocidad era sorprendente y la rubia no podía bajar de un orgasmo cuando otro ya comenzaba, él era solo su miembro, entrando y saliendo, machacándola hasta el fondo y haciéndola sentir cada milímetro, tocando cada punto y cada nervio que fuera posible, ella gritaba su nombre pidiendo más, exigiendo la llegada al cielo de ambos al mismo tiempo y rugiendo su placer absoluto.

Lincoln no duro mucho tiempo más, escuchar a su hermana de esa forma lo excitó tanto que se hundió hasta el fondo de ella y le llenó la matriz de leche mientras bramaba su nombre sin dejar de impulsarse, y Lori estaba casi inconsciente en tanto que su mente nublada estaba extraviada en el goce absoluto del momento; cuando él ya no pudo más, se derrumbó sobre ella y quedó noqueado, con la cara enterrada entre sus senos, ella fue bajando despacio, regresando a la tierra y sintiéndose feliz de haber logrado al fin lo que tanto anhelaba.

Esto se volvió parte de la rutina de esa semana, se levantaban algo tarde después de estar toda la noche teniendo sexo escandaloso, desayunaban juntos, besándose, se bañaban juntos, hacían los pocos quehaceres caseros lanzándose miradas todo el tiempo, comían casi del mismo plato y se tocaban todo el tiempo, caricias más o menos atrevidas mientras se reían; se amaban libremente, encerrados en su pequeño escondite, sin pensar en que se acababa la semana cuando la llegada de sus hermanas, el trabajo y la escuela romperían esta fantasía.

Así, mientras algunas Loud de Royal Woods se recuperaban e iban para arriba, dos Loud de Detroit parecieran caer en el abismo.

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Aquí está el sexto capítulo de este fanfic, sé que me tardé mucho, pero espero que la longitud y el contenido compensen algo.

Por favor denme sus opiniones, ya saben que su comentarios me nutren

¡¡¡COMENTEN PORFAVOOOOOORRR!!!

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