- No tienes nada, la verdad te ves bien ese color te queda, — Nicolai se quedo pensativo observandome — vamos chiquita. — me llamó mientras me tomaba del brazo, caminamos hacía el estacionamiento en medio de una especie de tension sexual que no entendía porqué carajos me sentía asi.
Entramos en su auto y él manejo hacía a un lugar donde no esperaba ir.
- ¿Burgerland? Pregunté riéndome asombrada.
-¿Nunca habías venido, acaso? no soy experto en comprar comida pero este es el mejor sitio, creo que del país.— dijo orgulloso y mi rostro de sorpresa se borró por un una risa que fue acompañada por la de él— La pediremos para llevar te quiero llevar a un sitio especial— dijo con una sonrisa, yo asentí y al momento de pedir la orden, pedimos 2 hamburguesas grandes con 2 papitas con extra papitas, ademas de nuggets y dos malteadas de chocolate luego de esto él condujo por el centro muy decidido a dónde sería nuestro nuevo destino.
-¿A donde vamos?— Pregunté curiosa viendo el paisaje apoyada de la ventana mientras comía mis papitas.
-Una sorpresa,... Asi que deja de comerte las papas— me golpeó la mano y se dirigió aparentemente lo que era un parque.
– ¿comeremos en un parque?
- Si, la verdad, pero...— Luego que se estacionó y sacando la comida me observo — Vamos te va a gustar a donde iremos -dijo mientras me daba algunas bolsas con nuestra lujosa cena y buscando en la parte trasera sacó una manta
¿ venía preparado para esto? Pensé sorprendida y él solo sonrió.
Llevando la manta y yo una parte de la comida, fui detrás siguiéndolo a 3 pasos de distancia, pasando a través de arboles y varios arbustos, él apartaba las ramas hasta llegar, a un claro que gracias a la luz de unos faros que reflejaban un estanque hermoso iluminado con la luz de la luna, arruyados por el sonido de varias cigarras.
—ven siéntate, —dijo mientras sacaba la sabana y la tendió, yo me agache a su lado ayudandolo a arreglarla , y para mi sorpresa vi a mi alrededor varias luciérnagas que revoloteaban entre nosotros.
- Son hermosas,— susurre mirando a mi alrededor por esa naturaleza que jamás había visto, llena de vida y de colores a pesar de estar en la noche sentía como si las hadas me observaban.
-¿ No las habías visto? Cierto, el terreno del colegio es demasiado frió, por eso en ese lugar no las ves, — se respondió a si mismo y yo trate de tomar una en la mano y se fue volando, tomándome de la mano sonrió — ven mira como la luna refleja su brillo en el lago, este era mi lugar favorito cuando estaba adolescente—, dijo sonriendo mientras caminaba por el alrededor.
Después de eso nos sentamos y yo estaba arreglando la comida para nuestro festín, acomodaba las hamburguesas..a un lado muy cerca de mi, se sento y miro la suya
– te regalare los pepinillos, dije mientras los sacaba y sonrió sorprendido.
- A mi tampoco me gustan, yo te lo pensaba regalar a ti —nos miramos sorprendidos y reimos al mismo tiempo.
Yo mire sus ojos hipnotizada, brillaban con la luna y se veían tan oscuros tan...Misterioso... y...
¡Mierda! ¿ pero que demonios pensaba? Nicolai es mi profesor, mas que mi profesor era mi jefe. Pero... ¿lo podia considerar un.. amigo?...
- ¿vivías en este lugar? ¿Estudiaste en la academia? )pregunté tratando de no pensar en esas ideas absurdas que rondaban en mi mente.
—Bueno, mi novia... ella estudio allí yo venia en las vacaciones ella era muy especial... — contestó mientras miraba el lago, y pude notar algo de melancolía en su mirada y su tono de voz...
—¿Terminaron mal? Pregunte curiosa..
—No,- no, ella desapareció de mi vida, de la vida de todos, fue extraño,— respondió mientras volvía a comer.. – vamos, hay que comer — dijo agarrando la hamburguesa y dándole un gran mordisco para no hablar mas, yo ya había terminado de sacarle los pepinillos y le coloqué las papitas dentro, he hizo que dibujara una sonrisa en su rostro.
– diablos estas desgraciadas si son buenas,— exclame sorprendida por el sabor..
-Cuidado con ese lenguaje, niñita. — me regaño afinando la palabra "niñita" del final. .
- No soy niñita, ¡La diferencia de edad entre nosotros no están grande!
- Suena algo pervertido, pero si es grande, porque ya cuando tu naciste yo tenia 11 años, entonces ves la diferencia entre nosotros si es grande..— dijo mientras me golpeaba con un dedo en la frente..
-Oye... eso molesta — me quejé haciendo puchero.- me voy a comer tus papitas, malo— le amanece mientras se las quitaba y me levantaba corriendo de alli.
-Vamos, tráela.. yo no me voy a parar para ir por ti NI-ÑI-TA!— me llamó acentuando la ultima frase de nuevo.
-No puedes porque yo soy joven y soy mas veloz—, dije sacándole la lengua mientras corría para alejarme de él, Nicolai se levantó y empezó a correr detrás de mi,.
— ven acá mocosa, — me llamó desafiándome y lo esquive varias veces hasta que me atrapó tomándome del brazo y me empujo hacia él con tanta fuerza, que tropezamos cayendo encima del césped..
– ¿te lastime? Pregunté preocupada. —Lo siento se me cayeron algunas — me disculpe recogiéndo las papas de su pecho, él sonrió y soltó una carcajada.
Sentí como su respiración estaba cerca de mi, sus manos, su calor, su mirada que te hacia temblar -
- Me las cobrare- me amenazó mientras me besaba la frente sorpresivamente...
- Te puse un hechizo, con este hechizo tendrás que entregarme tus tareas mas rápido y antes que los demás, y tienes que ser niña buena — dijo riéndose, y mis labios temblaron.
—¿ qué habia pasado? Pense sorprendida.
— Me hubiera gustado mucho conocerte antes.— confesé y luego entre en realidad
¡demonios!¿ eso salió de mí?,¡No puede ser! Yo no pude haber dicho eso.
Así como habia confesado mis sentimientos en voz alta, Nicolai me abrazó con fuerza sin dejarme ir..
—Lo sé, lo siento por no poder protegerte como quisiera, ser mayor que tu me pone en desventaja y a la vez tengo cierta ventaja que tu noviecito no tiene, pero la verdad hay mas desventajas que ventajas , porque las ventajas son ventajas y demonios.. — dijo tenso y nervioso,por primera vez lo veía tartamudeando y diciendo cosas sin sentido-
—Él no es mi novio, — le rectifique sonrojada evitando reírme..
– lo sé-
Hubo un silencio incomodo, donde nuestra respiración estaba coordinada, nos mirábamos fijamente a los ojos y él decidió romper esa "tensión sexual"
—Vamos a terminar de comer, que estas pesada..— dijo sonriendo mientras me tomaba de la cintura, y caí en cuenta de que estaba encima de mi profesor.
Levantándome rápidamente sonrojada me senté a su lado y él cómo si fuera una mascota, revolvió mi cabello como si fuera un cachorro y continuamos comiendo.
En ese entonces Nicolai rompió el silencio y me habló mas, acerca de sus aspectos personales. Un poco de su universidad, de cómo fueron sus exámenes y yo hable de mi primaria de cómo me dio sarampión de niña, y fue chistoso que tuvieramos eso en común ya que a él también le había dado en la universidad. Hablando varias cosas absurdas, después de comer nos acostamos en la sabana mirando las estrellas.
- Amo cuando las noches están iluminadas, recuerdo cuando en algún momento era feliz y miraba las estrellas buscando una estrella fugaz... creo que esos deseos tontos no sirvieron de nada— confese melancólica.
—¿Qué deseabas?
- te vas a reir pero... deseaba con Conseguir mi príncipe azul,— y jugué con mis dedos —desperdiciaba el mismo deseo tonto en algo inútil, que no me sirvió...— confesé apenada riéndome.
- Si te sirvió, si quieres yo puedo ser tu príncipe, no tengo titulo de nobleza pero en buscaminas soy el rey— dijo sonriendo de forma coqueta y mire sus ojos brillaban de manera hermosa yo no podía evitar sonrojarme mire al cielo.
– mira una estrella.. le señalé con asombro al ver la estrella fugaz encima de nosotros
- Estrellita deseo que la chica que este a mi lado consiga su felicidad.. — dijo en voz baja pero aun asi la pude escuchar.
- Estrellita estrellita deseo que el chico que este a mi lado deje de ser tan presumido— le recé riendo... él me miro y me saco la lengua.— la verdad desee que este momento jamás terminara,— estos momentos a su lado.. sentía como si me estuviera enamorando me daba miedo, será en verdad este sentimiento, este dolor en el pecho, ¿es amor?
¿Me atraía mi profesor?
Regresamos al hotel y me acosté a dormir, Nicolai se fue de la habitación para dormir en la calle , así pasaron los días fueron entretenidos. En el último día de vacaciones con Jennifer, ella nos había invitado a una pequeña fiesta con unos amigos, yo me coloqué un vestido negro de encajes y cuello v con mangas largas de encaje dejando mi cabello suelto y unos pequeños tacones de 3 cm Jennifer decidió maquillarme, aunque me sentía incomoda al verme en el espejo no me podía reconocer.
—¿Esa soy yo? Me pregunté mirando mi reflejo, Jennifer me había delineado los ojos y los labios color rojo...— me veo extraña. ¿ dónde están mis ojeras ?— le pregunté haciendo una mueca observando mi rostro que se veía como una porcelana.
- Si, te ves mayor con maquillaje, te ves de 20 pero deberíamos hacer algo con tu cabello,— dijo ella y decidió colocarle un broche brillante en forma de flor, como toque final.
- gracias —
Ella me guiño el ojo sonriendo, y me abrazó con cariño.
—vamos,-niña— dijo mientras salíamos de la habitación a la sala, allí lo vi, usaba una camisa negra de botones y un chaleco color gris con un pantalón negro, se veía extraño..
—¿Por qué no te vistes mejor? Le reclamo Jennifer mirándolo con los brazos cruzados.
—¿Tengo que ir acaso como un muñeco de torta? Es una simple fiesta, no una boda. Además solo a ti se te ocurre invitarnos a una fiesta blanco y negro.— le respondió hundiéndose entre hombros, ella era la única que vestía entre nosotros un vestido blanco de un solo hombro ceñido a su cuerpo.
—Pero será divertido — confesé en voz baja Nicolai me sonrió
– bueno, veré personas que no veía desde hace años, la verdad lo dudo,— me dijo mientras pasaba sus dedos a través de su cabello yo me sorprendí, él se fue primero..
- él aún no supera que su novia desapareciera de ese internado horrible donde estas estudiando, ella era la numero uno de su clase, y él venia siempre para este tipo de días libres cuando ella vivía, bueno en el pueblo pero esa vez en unas vacaciones de navidades él vino y ella no se encontraba, su familia se había mudado sin ninguna explicación y solo le dijeron que los rumores contaban que ella se había perdido un día en el bosque, que había huido con un chico, pero la verdad no se cual la hipótesis correcta desde siempre existen esos rumores de esa escuela, desaparecen los chicos y todos es por huir, mudarse sin saber a donde o simplemente nada ellos no existieron jamás,— me confesó y la mire sorprendida por eso.. ¿eso era el motivo de su motivación? – no existieron.... Y él se entero de todo esto por una chica, creo que Zendaya o algo así..— me susurró y me llevé las manos para cubrirme la boca.
- La profesora, es cierto. Zendaya estudió en ese lugar.
Y los pasos de Nicolai se hicieron mas cercanos y levanté la mirada.
— ¿Por qué tardan tanto? ¡Demonios! vamos a llegar tarde a esa reunión que nos obligas ir,—se quejó molestó...
-Ya vamos para allá—lo calmo mientras me guiñaba el ojo, en complicidad.
—¿de que tanto hablaban usteddes.?¿Se puede saber?
– No, no sabrás, vamos que se nos hace tarde— le evadió mientras me tomaba del brazo y corríamos a la salida dejándolo atrás.
........
Al llegar al lugar donde según Jennifer sería la fiesta, estaba sorprendida al ver esa enorme mansión de paredes de cristal. En la entrada el valet recibió las llaves del automóvil de Nicolai, y entramos a la fiesta. Al verlo a simple vista se notaba que era un lugar exclusivo música de jazz en el fondo, con parejas bebiendo, mesas llenas de adornos y botellas caras, todo parecía algo de lo mas exclusivo, y según era como Jennifer había dicho: todos vestían blanco y negro.
— Acá vienen conocidos— dijo Jennifer mientras golpeaba con el codo a Nicolai, él hizo un gesto de disgusto al ver a los dos hombres mas bajos que éste acercarse, uno con lentes y el otro tenía el cabello color rojo lo que lo podía ver que los dos vestían de blanco.
Y no podía dejar de ver que el hombre de lentes tenía una nariz tan curvada como un gancho.
- Hola Nico, veo que por fin saliste de ese laboratorio—:.. bromeó el de lentes casi sentía la aspereza en su voz.
-¿Por fin construiste a tu Frankenstein? —Preguntó el pelirrojo riéndose al verme, pasando un mesonero cerca de nosotros, Nicolai lo llamó y tomó una copa de champán con su sonrisa bastante forzada.
– por lo que veo, ustedes siguen siendo los mismos casados resentidos, Richard veo que estas mas calvo y Justin, ¡demonios! ese cabello rojo se te ve mas extraño parece como si fueras un pequeño Wesley... — y ellos rieron hipócritamente a la par con Nicolai.
- Por lo visto el doctor trajo una novia, ¿es humana?— preguntó el de lentes que por lo visto se llamaba Richard mientras me extendía la mano para saludarme..
- Si, lo único muerto en este lugar es tu matrimonio, — sonrió él a lo que los hombres tragaron en seco, podía escuchar las carcajadas de Jennifer detrás de mi, girandome, ella se cubrió la boca con su bolso de mano-
- Ustedes como siempre tan amables... ¿Richard vino tu mujer? Creo que me dijo que quería ver conmigo lo que compraremos para el próximo verano para el recital.. — intervino Jennifer luego de calmarse.
-ella esta en el fondo, con las mujeres de la gala.. — respondió.
-¿aun sigue con la bruja? Pregunto Nicolai sonriendo mientras dejaba a un lado la copa.
- Sí, y su legión de brujas pronto terminaran convirtiendo este pueblo en una versión moderna del pueblo de Salerm— bromeo el pelirrojo.. yo miraba en silencio este incomodo encuentro de insultos disfrazados de "cariño"
Y yo pensaba que la gente al cumplir los 20 maduraban.
-por lo visto, es extraño que te vea con una chica tan bonita.. dijo el pelirrojo
- demasiado bonita, para ser tu novia.... ¿Sera que te vas a casar con ella?—preguntó el otro curioso.
-¿ mi Nico se casara? — exclamó llena de sorpresa una señora mayor que pasaba..— ¿Con esta niña?— Pregunto sorprendida señalándome.
-ella, no es lo que piensan— reaccionó Nicolai, antes de que yo pudiera hablar a lo que Jennifer lo interrumpe.
-es que aun no pueden comprometerse, él esta esperando a que termine sus estudios.—. dijo Jennifer sonriendo..
- claro los estudios de la universidad son muy importantes,— dijo la señora orgullosa y yo levante la ceja ¿Universidad? — por fin le conozco una novia y con este nivel de hermosura, no perdiste tiempo pequeño Nico — me señaló con una sonrisa.
Me disculpe y sentí el codo de Nicolai en mi costado.
–Alyssa.. —me susurró sonrojado.
- tan bellos, los dejaremos solos, vamos mocosos— dijo la señora mientras se llevaba a los hombres a empujones,quedado otra vez casi los 3 solos.
- ¡un placer conocerte Señorita Alyssa!— se despidieron los chicos riéndose.
- que molestos—. agregó Nicolai mientras se aflojaba un botón de su camisa.
—¿Te fijaste amado Nico,? hacen una hermosa pareja— dijo Jennifer riéndose.
- gracias a madame Gillen que nos quitó de encima a esos mocosos.. — respondió aliviado Nicolai mientras pasaba su mano por su cabello.
Yo lo observaba de reojo y sonríe nerviosa..
– y ahora es lo que faltan encuentros— me dijo Jennifer mientras sacaba su teléfono..— ven, tomemos un recuerdo de esto— Sonrió mientras nos tomaba una foto a los dos, ya teníamos suficientes fotos de los días anteriores, yo tenia en mi bolso mi cámara y la saqué emocionada.
- me gusta el lugar, la luz es hermosa— enfocaba a Jennifer con la camara y ella me sonrio con su telerono en la mano y su bolso en otra hizo una pose colocando los labios hacía afuera.
- a mi también, pero es mejor sin tantas personas‐ respondio Nicolai y yo levanté la mirada sonrojada por su sonrisa.
- me ha encantado todas las fotos que he tomado estos días, jamás habia visto sitios tan bonitos y glamorosos como el hotel donde estamos, gracias... profesor
— si quieres agradecer, ven y agradécemelo con un baile —dijo él mientras tomaba mi mano, yo le di la cámara a Jennifer, y ella la tomó rápidamente y nos sonrió.
- tengo que decírtelo .... no se bailar ni cantar, no van en mis habilidades — le respondí avergonzada. .
- yo tampoco se bailar muy bien, yo soy bueno es con los microscopios no con los pies — bromeó
Haciendome reír por ese mal chiste y me llevó al centro de la pista, sonando un vals suave de fondo . Levanté la mirada y en ese momento no sabía que hacer, él me colocó su mano en mi cintura y me llevó mi mano a su hombro
— Siente el ritmo el compás y un dos tres, y un dos tres— me susurró mientras me llevaba por la cintura, yo lo mire sorprendida deslizandome a un lado.
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