Todo a mi alrededor estaba oscuro, no tenía  idea cuanto tiempo habia pasado desde que estaba en ese lugar,  con el cuerpo entumecido abriéndo mis ojos lentamente,  mi vista se torno oscuro y no distinguía nada, con un silbido que me aturdia en mis oídos, las luces me  encandecían más,  mientras se aclaraba logre ver una silueta.

Eran minutos que parecían  eternos, sentía una voz que me llamaba repetidas veces, más y más se fueron escuchando más cerca como si hubiera estado dentro de una piscina o el mar y tenía los oidos tapados por el agua. 

 —alyssa. Alyssa.. 

Lo escuchaba a lo lejos,  mi nombre... era él,  Mi Nicolai. 

—nico...— pronuncie en un hilo de voz... 

—estás bien— me contestó  aliviado mientras me abrazaba,  escuchaba  su respiración  acelerada  y su corazón  latir con tanta fuerza que  sentiría  como si  iba a estallarse.

Estaba a salvo, estaba  por fin a salvo.

—¿no te lastimaste en ningún sitio?— Preguntó preocupado  limpiándome  el rostro.

Caí  de cuenta en la situación.  Yo estaba bien, pero todo lo que había  ocurrido  jamás  lo iba a olvidar

—a Susan, la atraparon, lo escuche— pausada trate de olvidar como el cuerpo de mi compañera  había  sido arrojado a los aires y desde ese barranco  escuchaba los gritos —no vi.. eso no me vio fue horrible, quiero irme, escapemos.— llorando lo sostuve de la camisa tratando de olvidar ese momento, estaba sucia de barro desde los pies a la cabeza y él  trato de calmarme con varias palmadas en mi espalda. Pero su rostro decía  lo contrarío  a mis deseos

—no podemos irnos juntos, tú tienes que irte, tengo que quedarme a luchar , tengo que acabar con esa porquería.

 — no Nico, no, tenemos que irnos yo lo vi... es horrible, su mirada tiene odio— tropezamdome con las palabras por mi mismo temor trague en seco— No es humano, parece un humano, pero no lo es— delirando lo observe y aun no se doblegaba— ¡, demonios! Tenemos que irnos -  maldije atemorizada.

—no, Yo vine acá a matarlo—  con firmeza me acaricio  el rostro, quitándose la chaqueta  me abrigo. 

Detras de él  tenía  algo que no esperaba, un pequeño rifle y sentí  temor por lo que pensabas hacer. 

 – Nico...— dije asustada, —Nico, no me digas que tienes eso en mente, — su rostro frio y sin expresión  me dolía  —Nico... vámonos tengo miedo, insisti abrazándolo.

 Él me sonrió y me beso la frente tratando  de calmarme

- vamos mi Aly,  vete tú, yo acabare esto..— Dijo él mientras me levantaba y me colocaba en sus brazos, yo lo abrace con fuerza sintiendo su calor, no podía evitar que mis lágrimas brotaron con fuerza por mis mejillas.

— Nicolai, vayámonos, no tenemos nada que perder tenemos que irnos—, le rogué con insistencia.

— Vete tu primero, yo te alcanzaré— respondio 

—No, no... Nico por favor

— Solo vete donde Sendaya, ella te ayudara y te llevara afuera de la escuela ya que hay caminos que solo ella conoce, tienes que irte a desaparecer de este lugar si es posible.

Yo lo veía  y negaba rotundamente con sus palabras

- Yo no me quiero ir sin ti, siento que te vas a morir— confesa entre lágrimas, sacándome de aquél  hueco trató  de calmarme.

— cálmate.. —  bajandome de sus brazos  y apoyándome cerca de un árbol, yo traté  de mover mi pie y lo observe  aun nerviosa por su decisión. 

 — ¿estás bien?¿No te duele nada?.

Negué con la cabeza a sus preguntas, él me tomo de mi mejilla

– te amo, tenlo en cuenta, pero este es mi venganza — me respondió  con algo  de dolor en sus palabras.  

Tomó  el arma y la cargó  ignorandome. 

— !vamos, esta guerra no te pertenece...!— le grite molesta  y su rostro calmado se romoio

– me pertenece, lo sabes— me respondió serio, aquellas palabras  cortante, yo lo mire asustada  por su reacción,  Temia por su vida. 

Sentia un dolor en mi pecho y no quería dejarlo aquí solo.

- entonces a mi igual, porque tú eres mi prometido —dije abrazándolo con fuerza.

— Alyssa vete..— dijo él empujándome hacia el piso  y yo lo vi furiosa — No te quiero ver detrás de mi, lo siento.

-Él se fue y yo lo seguí detrás corriendo  casi cojeando por el dolor de mi pie. 

 — Nico, escucha; el bosque esta sospecho no se escucha nada, paso igual que cuando lo vimos, el bosque estaba en silencio—  detendiendose  miro a su alrededor, escuchamos unas hojas moverse suavemente, el susurro del aire...

Nicolai agarró el arma mirando todo el lugar, estabamos en un sitio  que la calma la había  invadido.  Yo miraba también atenta, retrocediendo hacía  él, yo era los ojos de su espalda, aunque estaba armada con un palo que recogí en el camino sentí las gotas aun caer sobre mi rostro, aun lloviznaba  pero estas gotas eran extrañas, mucho más densas que la lluvia.  

me seque la cara con mi mano y al mirarla quede sobresaltada

—¡¡MALDICIÓN!!— gritando asustada antes que Nicolai se volteara para  regañarme mi miró perplejo.

– ¿que mierdas... es ésta? —Preguntó él mientras me limpiaba la sangre del rostro. 

Esto no era natural,  miramos hacia arriba, sintiendo  como la sangre se deslizaba en mi cara, todo me daba vueltas por el asco y el miedo. 

– Su... Su... san.. — tartamudeo  atemorizada, iba a gritar y Nicolai me colocó la mano en la boca.

 — tienes que irte de este lugar. Creo que está cerca— susurrandome al oído vi su mano temblar nervioso.  No olvidaría jamás aquella cabeza colgando como una piñata. Susan no regresaria y por lo visto tampoco.

Retrocediendo  al girarme  por otro camino observamos en el suelo  marcas de pisadas enormes.

 — ¡demonios! no te puedes quedar, ¡tenemos que irnos!— observe sus ojos y me miraba preocupado—, no te puedo dejar aquí, corres peligro.—, sentía el miedo en sus palabras, pero intentaba verse calmado.

Pero sus  ojos lo delataban.

 — pero..

Tomandome de  la mano suspiro.

—Te tendré que sacar de aquí. 

Esquivando los árboles  corrimos entre el bosque, todo parecía como si no salíamos del lugar, con miedo y una sensacion de pánico  en mi pecho que no me hacía  respirar, posiblemente era la cabeza de Susan que jamás  iba a borrar de mi mente o el hecho que podía perder a Nico. íbamos en círculos y sin salida aprente,  todo estaba en silencio que nos preocupó. 

- Nico, todo está extraño.. No se escucha nada —dije agarrándolo con fuerza del brazo.

Esto está muy extraño, pensé y él sonrió nervioso sosteniendo el arma. Lo sucedido después ocurrió tan rápido, que no podía darme cuenta exactamente como se desarrollaban los hechos, en ese momento mis ojos se nublaron del mismo pánico, escuchaba a lo lejos gritos, eran los gritos de Nicolai diciéndome que corriera, ordenandome que lo dejara.

Aquellos  gritos distorsionados por los mismos nervios. 

 La última imagen que tuve en mis recuerdos fue verlo siendo golpeado por algo enorme de aproximadamente unos dos metros. Aquella cosa enorme de cuerpo  cubierto de pelos parecía un oso.

Aquella bestia  sedienta de sangre  atacaba a Nicolai que intentaba hacer que no me siguiera Nicolai disparó, pero fallo. 

Eschucaba las detonciones y los cartuchos  caer al suelo, él disparó pero el animal lo agarró del brazo e hizo que la escopeta se le cayera lejos. Solo escuchaba mi nombre de sus labios pidiendo que corriera, ignorando sus órdenes  me acerque tomando la  escopeta en mis manos y no sé cómo lo logre.

Un disparo seco fue lo que pude realizar, Nicolai cayo al piso,  y por un lado yo caí horrorizada de rodillas llorando en crisis y aquel animal había caído al suelo, acercandome con los labios temblando  lo observé  con miedo. 

Agarre y dispare las 3 últimas balas más cerca, los 3 tiros fueron hacia el corazón y la cabeza, esperanzada sonreí 

—¿lo mate.?— Pregunte riendo nerviosa, las manos me temblaban al igual que las piernas, mi garganta seca no me hacía dirigir la saliva gruesa que se formaba en mi boca, escuche a Nico respirar con dificultad  a pocos  pasos

—Alyss.—   me llamo y corrí hacia sus brazos, estaba manchado de sangre su camisa.. 

— te..—- intentaba hablarle, pero las lágrimas me ahogaban.

 – no llores, al menos todo término —dijo sonriendome, sus ojos perdían  el brillo y con dolor yo sólo lo trataba de examinar

 - ¿te vas a morir? —Pregunte nerviosa mirándolo allí en mis brazos desangrándose,  no sabía que hacer con mis manos.  Yo  trataba de taparle la herida pero no sabía de donde salía la sangre  y descubri la herida con tanta profundida que le atravesaba el otro lado.

Nicolai me sonrió y acaricio  mi rostro como si guardara en su memoria mis rasgos

- Alyssa, te amo. Se que esto es prohibido, pero te amo... desde el primer momento,— dijo casi sin fuerzas para pronunciar cada palabra.

—Nico..—

llorando, nos besamos con tanta pasión, el olor a sangre y el olor de su colonia era lo último que recordaría de él. No  quería perderlo.

¡No quería!  Quería  salvarlo, pero la sangre que salía  de sus heridas no lograban detenerse., mire sus labios, su nariz, las pecas de sus orejas- 

—prométeme que serás feliz, — respondió  sonriéndome y yo negué nerviosa

—Nico... —dije entre lágrimas —Nico, por favor resiste; yo te voy a sacar de aquí y  tú... vas a salir..- yo..

Tratando de detener el sangrado él me sonrió y  acarició mi rostro.

—abrázame.. — ordenó  en un hilo de voz. 

Abrazandolo  lo por ultima vez me di cuenta que ya no respiraba... 

—nunca te dije que te amo. Te amo idiota, te amo...— confesé entre lágrimas sosteniendo su cuerpo aun tibio.

Las lágrimas me ahogaban. 

Yo quería morirme para poder estar a su lado, solo quería morirme, me levante furiosa y vi aquella bestia que me había quitado a mi Nico. 

—¡ tú maldito ....bastardo!

Acercándome al cadáver de la bestia, lo giré  y levante su rostro para ver quien demonios era ese maldito. 

Sorprendida aparté  sus cabellos que cubrian su rostro, retrocedi de la sorpresa.

"Era él, ...es... no puede ser" — mi mente estaba completamente  confundida.

Su rostro era lleno de vellos y deformado, pero poco a poco le encontraba en verdad ese parecido, me parecía haberlo visto, ese alguien que había visto todos los días en los pasillos de la escuela, sin darme cuenta estuvo siempre presente en nuestras narices.

El misterio  de aquel demonio estuvo alli...  Era él.