Capitulo 19 Libertad

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— ¿Alyssa? ¿Eres ... tú? Realmente... Soy ... ¿yo? Mire mi reflejó y acaricie  el espejo. 

No podía  ser esa persona, tanteandome la piel con delicadeza estaba sorprendida... no podía  ser ella

— estoy.. Horrible— confese horrorizada, cada parte de mi era un desastre, mi rostro, mis manos y mis uñas magulladas ¿Y sí  Dipp no hubiera sido amable... En que estado estaría?, mire mi cabello sin forma todo enredado y con manchas  de sangre. 

Entre mis pocas pertenencias  mire el bisturí que tenía aún conmigo, hubiera querido realmente traer todas mis cosas. Observando  mi horrible reflejo y con el filoso objeto  empece a recortarlo  enloquecida, dejando caer cada mechón  en el lavado  siendo llevado por el agua.   

Recordando  el fleco enredado que cubría  mi rostro, la ropa de laboratorio me la arranqué  y la arroje a la basura.  

¿Y si alguien revisaba la basura?   ¿Pero quién probaba que era mio o de Dipp? 

No sabía  que hacer, yo no tenía ni identificación, ni pasaporte, ni dinero, legalmente estaba .. ¿Muerta? Si, Alyssa Scott  estaba  muerta  para todos.

No tenía nada que me identificara, solo era un cadáver viviente que debía morir... no podía  ir a casa de mi tía  o regresar al colegio, solamente mis ojos se iban de nuevo al espejo mientras tanteaba mi rostro asombrado.

— Yo sere...  soy.. de verdad... ¿soy libre? Tengo que irme de aquí... pero ¿Dónde?— me preguntaba  nerviosa  con las lagrimas en mis ojos.

Tenía  que irme y rapido.

Al salir del baño fui alejándome del centro Vestida diferente un suéter negro y un pantalón negro cubierto. Mire todo a mi alrededor, sentía que todos me miraban pero posiblemente  eran paranoias mía.  Con el rostro cubierto  esquivaba  las camaras de  vigilancia de las calles principales... Y así,  me perdí

— estoy pérdida—  me queje observando la ciudad.  Yo  jamás había recorrido este lugar y simplemente sentía que me encontrarían. Caminando entre las calles sin buscar salida ¿Qué debía hacer? 

Y sin saberlo mis pies me llevaban ya a varios kilómetros,  caminaba y caminaba perdida como si sólo caminando iba a llegar a Moscú.  

Tropezandome con una persona me encogi del miedo. 

¿Ya me habían descubierto? 

Con la frente sudando frío,  me aparté  y me disculpe con debilidad, pero esa persona me sostuvo de la mano y no me dejo ir.

 - ¿Alyssa? ¿Eres tú?—preguntó  una voz femenina y tragué  en seco nerviosa.

—lo siento, pero no soy Alyssa— respondí  tratando de cambiar la voz, pero aquella voz que yo tenía anteriormente ni la recordaba.  Solamente mi  voz era ronca y áspera  incluso sin cambiarla, y tratando de huir la mujer me tomaba con mas fuerza del brazo.

—soy yo cálmate Alyssa ¿no me recuerdas? — dijo insistiendo y yo la aparté  — Soy Jénifer, ven— me susurro tomándome de la mano rápidamente y llevándome arrastrada a su automóvil. 

Mis piernas temblaban  y mi corazon latía  de forma acelerada. Ya que estaba aún sorprendida... ¿soy.. libre?  Esa pregunta  se repetía  una y otra vez.

A salvo   con Jennifer pude respirar aliviada, pero no era tanta la seguridad que sentía  pero era un avance,   ocultandome de los semáforos cada vez que veía uno o pasaba  por una   una zona concurrida,  no sé  cuantas  vueltas dio hasta llegar a su edificio.

Hablandome de como estaba en ese lado de la ciudad por mera  casualidad, me sentía  cómo si por primera vez el destino estaba  de mi lado.  

Así  ella me abrazo  y me llevo hasta su departamento,  tenía  miedo que incluso en el primer contacto  ella se dio cuenta del temor que sentía.  

Acariciando mi rostro  y actuando indefensa  ella trataba de hacerme  sentir en casa,  me sentía  al igual  que un animal  en cautiverio atrapado en una jaula, tenía  miedo de todo y de todos, incluso de mi salvadora.

— sí  te vieras como yo lo hago— dijo con lágrimas en sus ojos,  mientras sus calidas manos delgadas me acariciaban el rostro no pude evitar por fin  llorar. 

Llorando en crisis  no lograba detenerme  y ella me abrazo, dándome  palmadas en mi espalda,

- todo es mi culpa , estuve atrapada... Yo tengo que irme de este lugar te pondré en peligro, tengo que irme — repetía   ansiosa— por mi culpa Nicolai murió, todo es mi culpa...

Mientras ella me calmaba solo repetía  lo mismo una y otra vez, no sé  en que momento me desplome en sus brazos o cómo  despertaba  en baño dentro de la tina sin ropa. 

Yo  en verdad, ¿estaba tan delgada para que ella me levantara?

Cubierta de espuma y  flotando  en el agua caliente,  eso significaba  que ella me había  visto sin ropa.  Vio esa parte  de mi que me avergonazada,  aquel cuerpo asqueroso  lleno de moretones, con mis brazos llenos de cicatrices por los las inyecciones y tenía rasguños marcados en mi cuerpo. En cierta parte por la poca luz de donde estaba no me había dado cuenta de que también tenía marcas de mordiscos en mi cuerpo, y parte de mi pezón estaba destrozado.

¿Cómo  no podía  dejar de senrirme  horrible? 

Mientras Jennifer  solamente me bañaba sin hacer ningún comentario  y espués me envolvió en una toalla y me llevo a la cama en sus brazos, tal vez no me había dado cuenta que ella era bastante fuerte... o yo muy delgada.

—- ven... te ayudare a verte linda.

Yendo al closert y buscaba  en sus gaavetas se sento frente a mi com una pequeña caja, levantando  la vista curiosa me di cuenta que era un kit de tinturas para el cabello  y lo abrió  frente a mi

– ve Aly, este es color negro‐ lo colocó  frente a mi y sonrió  mientras leía  las instrucciones.— al menos es diferente a tu cabello, pero es lo único que tengo aquí, te aseguro  que te ira bien— dijo  con una sonrisa. 

Si,  mi rostro estaba irreconocible, pálida, ojerosa que un  tinte negro era lo mínimo  que me podía  pasar. Pero no podía  negar que Jenifer era una chica amable, ella me trataba con tanto cuidado, tanto que para trasladarme me cargaba ya que mis piernas no resistían  mi peso debido a que mi cuerpo se había  enfriado

— lo siento—dije apenada en un hilo de voz.

— tranquila, en verdad el aerobic me ayudo  a ser fuerte—  bromeó  con una sonrisa tratando de consolarme. Pero no me podía  quedar aqui y dejar que ella también... Sufriera

 - tengo que irme— mi mirada vacía  simplemente  me mostraba  en el espejo un caparazón  con el cabello negro y un vestido color  azul celeste que cubría  mis brazos y mis piernas,  con el maquillaje que ella habia colocado  en mi rostro en un intento  de ocultar mi rostro demacrado, simplemente  me abrazo rodeandome con sus brazos

- tú te vas ... Y yo voy contigo. 

—no te puedo poner en peligro...no puedo poner en peligro a más personas, tengo que irme a  Moscú, lo más rápido posible, por favor.. —le suplique  apartandola, — el único favor que te pido es...—  y bajando la mirada  trate de decir algo que nunca esperaba decir en mi vida. Ella me miraba a la expectativa  y por mas que intentaba pronunciarlo... No lo lograba — préstame algo de dinero por.. Favor. — murmure en voz baja y ella me abrazo con tanto cariño que me hizo  volver a llorar. 

- ve No te sientas  mal Alyssa,  yo estoy en esto antes de que Nicolai se metiera- me afirmó apartando los mechones sobre mi rostro—, usted  señorita se va y yo voy Contigo, así  que ten— dijo mientras iba a su gaveta y sacaba un pasaporte y una identificación  y la vi sorprendida mientras lo recibía 

—¿Qué es esto?

— Esto era una sorpresa que te tenía a Nicolai, son identificaciones falsas, son tuyas-— dijo con una risita pícara — él quería irse contigo de vacaciones no como profesor y alumna, - no sé si me entiendes- ella sonrió con picardía- ... Si no como novios, pero eres menor y yo le quería dar esta sorpresa... ya sabes.. Una sorpresa legal— guiño su ojo con complicidad — aquí  entre nosotras, tengo contactos—  

Al abrirlos vi mi supuesto nombre y mi supuesta  foto  habia engordado por lo visto  en ella, y Jennifer  se dio cuenta de mi rostro al verme con esas enormes mejillas y la nariz algo deformada y leí  el nombre y sentí  un golpe  de melancolía.

— Monserrat Kusanovic Edad.. ¿22? ¿ En serio? ¿Me veo de 22?—  Pregunte sonriendo.

— Sí, — dijo con una sonrisa y luego suspiro, ya sabía  lo que quería  decirme —  pero por lo que veo no funciono mi plan así, que esto esta para este momento si puede servir, así que vámonos,— aplaudio tratando de no mostrar la preocupación  y el dolor que significaba  todo esto. 

Mientras yo observaba esa fotografía, Jennifer  se fue a su clóset  y empezó  a sacar cosas y a lanzarlas  en una maleta, no sabía  que ocurría  pero lo hacía  con tanta velocidad  que me sorprendía. 

— ¿A dónde vas?

- Te llevaré a donde quieras, pero con una condición,  yo te tengo que cuidar— me señaló  cona sonrisa. 

Tenía  que aceptarlo  o sino estaría  bien jodida. 

**** 

Ella era una chica inteligente y su manera de evitar las cosas me sorprendía,  en tan  solo un momento me habia transformado por  ese tinte de cabello  y  unas lentillas marrones como decía  el pasaporte.  Era extraño mi reflejo, en aquel retrovisor  me observaba  sorprendida,  ya que incluso con ese maquillaje  mi piel pálida  resaltó más. 

Y conduciendo  de vuelta  a la ciudad me sujete del asiento  al verla desviar de la señalización  para salir del pueblo.

¿era una trampa? Habia confiado en... y al darme cuenta ella conducía  hasta un negocio enorme de comida, con una hamburguesa  enorme en su fachada yo me gire y la vi nerviosa.


—¿Qué haces? Tenemos que irnos de este lugar— le susurre y ella sonrio ignorandome. 

— tengo hambre, no me iré sin comer y tú menos — y dando la vuelta hacía la ventanilla de autoservicio miramos el menú... todo se veia tan delicioso que solo me daban ganas de pedirlo todo. — ¿ qué quieres?.

 — 3 hamburguesas, 2 papitas grandes, 1 caja de nuggets y una malteada de chocolate — dije en voz  alta.. ¿no fue un pensamiento? Y la escuche  reirse—... un momento, solo una hamburguesa pequeña— dije sonriendo .

—Bueno para mi serán unos nuggets solamente,— me dijo con una sonrisa y en la ventanilla pidió  aquella enorme lista que yo había  dicho.

Por fin me sentía  extrañamente  completa  al ver que salíamos  de aquella maldita ciudad y comía  hasta  reventar,  jamás  había  comido tanto pero tal vez comparada con  la comida que me daba Dipp que era a veces hamburguesas, esto era como comer un pedazo del cielo.

—  está porquería está deliciosa—, dije comiendo desesperadamente,  ella me miro y sonrió mientras me daba palmadas en la cabeza. 

—Desde que llegaste no te había visto sonreír... de esa forma... así—, dijo ella sonriéndome  y yo mire las papas en mis manos 

- Son cosas que ocurren tal vez sea que al estar encerrada ahora valoraba las cosas, no sé o tal vez esté pequeño estímulo me.. no tengo idea—, dije apenada. 

— creó  que sé a lo que quieres llegar. Tranquila 

–  Jennifer tengo que denunciar  todo esto, tengo que ir a  la policía secreta, pero no sé donde queda... ¿por algo es secreta, no?— dije apenada y sonreí  —¿ironías?. 

— Pequeña niña, ¿sabes por qué Nicolai se hizo mi amigo?.

Yo negué con la cabeza y ella simplemente me robó una papa. 

— mi padre era el antiguo director de la policía secreta durante 5 años en Moscù, el problema fue su salud por lo que se retiró,  y aquél  desgraciado se acercó a mí por intereses, ya que Nicolai sabía que la policía estaba comprada, pero la policía secreta no... bueno muchos agentes no— confeso y me encogi al escuchar su nombre nuevamente— me da risa, la verdad lo tenía todo planeado,¿entiendes? Èl lo tenía todo planeado en nuestra juventud.  Cuando él te fue a buscar le dijo a Zendaya que me pasara todos sus archivos, y borrara todo, tuve que correr ese día casi a llevarlo con mi padre si todo salía mal,.... pero todo salió mal, desaparecieron y yo sabía ya que hacer- , todo lo envié a la policía secreta, solo faltaba un testigo, pero nadie sabía nada, no sabíamos como abordarlo. 

Yo la mire sorprendida ¿una testigo?

- tu muerta por el colegio,  según tu muerte  fue a causa de " asfixia  en tú suicidio"- y mo Nico, igual,  pero no encontrábamos sus cuerpos— me explicó  y yo la vi sorprendida ya que todo  eso ocurrió  mientras yo no estaba — fue difícil la verdad pero aquí estás, eres la testigo de todo, y pensar que había alguien cercano a la escuela fue el denuncio todo con pruebas.

— ¿Alguien cercano? —Pregunté  confundida ¿sería mi tía?

- Si, ese alguien te conoce, por lo que tu partida le dolió tanto— dijo ella sonriéndome para consolarme.

 Yo miré la ventana tratando de  buscar  una explicación  pero no la encontraba y solo me recline en el asiento 

— todo esto..¿tendrá algún final?. 

—Lo tendrá, solo tenemos que esperar, tenemos que llegar donde mi contacto, estamos saliendo ya casi de este infierno— me dijo tomando mi mano y yo la miré  temerosa— por lo que pronto estaremos cerca de Moscú, sé de un sitio donde alguien nos va a ayudar— dijo ella mirando por el retrovisor viendo si nadie nos seguía, ella también estaba asustada al igual que yo.

Tantos  kilómetros  y no debajaba de ver si aún  lograba ver la copa de los arboles de aquél  bosque maldito y tomando un desvío  hacía  un camino oculto entre la carretera me levanté  nerviosa del asiento 

—¿A dónde vamos? Pregunté aun con el temor que ella me hubiera engañado

 - Al aeropuerto, tranquila Alyssa, tenemos que buscar a alguien, ¿crees que llegaremos rápido en carro a Moscu? Llegaremos  en casi en 3 días— dijo ella para calmarme.

Siguiendo el camino  nos desviamos  hacia aquél  aeropuerto  nacional,   estacionando el automóvil  me colocó  un sombrero y bajamos tomadas de las manos, tal vez para llenarme de su seguridad. 

Ella se acercó a un vigilante y él nos llevó hacia una oficina donde  subimos varios pisos,  estaba nerviosa  y frente a esa puerta  me di cuenta que el letrero decía  "primera  clase V.I.P.

por lo que ocurriera  allí aseguraría mi futuro. Estaba sudaba y temblando del frio que sentía  h mi respiración estaba a la par con la de Jennifer. Al abrirse la puerta estaba un hombre alto y rubio, de espalda y apreté la mano de Jenni y ella simplemente me susurró que me calmara, corriendo hacia  él,  sentí  un dejavu  completamente  por solo ver a aquél  hombre así  fuera su espalda.

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