Capítulo 3

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Despierto increíblemente bien,el Sol sube y me sonríe por la ventana,hoy el Universo decidió hacerme sentir genial,estoy calentita y protegida. Mis manos acarician algo muy suave y peludo...espera ¿peludo?,ahora que lo pienso oigo una respiración y no es MI respiración. Me sorprendo a mi misma con un cuerpo encima,y resulta que yo estaba acariciándole la cabeza...cierto,había olvidado al borracho de Frank sobre mí (¿cómo es posible olvidar tal peso?).

Sí,definitivamente dormir de esta manera no es tan malo,pero por más que desee quedarme así un buen rato más debo despertarlo si no quiero meterme y meterlo...meternos en problemas. Así que susurro su nombre y le sacudo el hombro,tendría que golpearlo por habérseme caído encima,pero parece tan dulce con esa sonrisa en los labios,algo me dice que pasó buena noche a pesar del sopor de la borrachera.

Se queja y remueve hasta que abre los ojos.

-¿Cómo dormiste?-le pregunto igual que una madre, conteniendo la risa.

Se incorpora lentamente mientras se rasca la cabeza.

-Increíble...aunque la cabeza me mata.-entonces sus ojos rojizos se abren de par en par y salta de la cama haciéndola rechinar. Yo por mi parte me siento y estallo de risa.-¡¿qué pasó?!,¡¿qué pasó?!-se mira el torso desnudo y luego a mí perplejo-Oh, no me digas que nosotros...oh no,¡no,no,no!,¡ yo no soy esa clase de hombre,¿qué carajos hice?!.¡Diablos!-se toma los pelos de la cabeza y tironea desesperado (queda completamente descartado que es un violador).

Cuando mi risa cesa procuro calmarlo:

-Tranquilo,no pasó nada-niego con una sonrisa-solo llamaste a casa ebrio y te traje hasta aquí. Accidentalmente te me desmayaste encima...cosas que pasan.-me encojo de hombros sin cambiar mi expresión.

Él aún desconfía,y creo que tiene algo de razón,si yo despertara arriba de un hombre sin blusa y además no recordara nada posiblemente tendría un ataque de nervios o algo así.

-Oye Einstein,estoy vestida,¿ves?-me señalo con ambas manos...todavía estoy de jeans y camisa.

Su mirada se detiene en mí y asiente.

-Cielos,tienes razón-luego agrega-lo siento por...bueno,todo lo que cause.-su expresión se torna preocupada otra vez-Dime por favor que no hice algo de lo que me arrepentiré luego,porque no recuerdo nada.

Veo hacia un lado pensativa:

-Bueno...yo ser tú no iría más a la "Laguna negra" a no ser que quisiera matarme.

-Ok...¿algo más?

-No tienes camisa porque la-bajo la cabeza para ocultar mi sonrisa-vomitaste.

Levanta su rostro hacia arriba y cierra los ojos.

-Genial...

-Y además te metiste con el guardaespaldas del lugar...algo que tenía que ver con tu trasero .

Enarquea una ceja:

-¿Mi trasero?

Tuerzo la boca:

-Más bien tu culo.

Él me imita sin dejar de mirarme:

-Bien...sin detalles por favor.

Levanto mi pulgar de forma aprobatoria y le guiño un ojo.

-No por mi parte cariño...vamos a la cocina,preparé nuestro desayuno matrimonial.

Me volteo y él me sigue:

-Creo que lo mejor es que yo haga mis súper panqueques de disculpas,y no acepto un no por respuesta.

Llegamos a la cocina y le veo el rostro.

-Pero...todavía tienes cara de perro,sin ofender. Y la verdad es que no confío en cocineros con mala pinta.

Me dedica una sonrisa:

-Dame una aspirina y no querrás dejarme ir.

Decido que lo mejor es permitirle cocinar,después de todo estuvo metiendo su rostro en mi "zonita" toda la noche,es un buen canje.

Le doy una aspirina con un vaso de agua el cual agradece.

-Emm...Lily-me gusta como suena mi nombre con su voz,como un susurro animoso-si no es mucha molestia,¿podrías darme una camisa?,como que siento frío y la verdad es que no sé si sea buena idea cocinar así.

Salgo de mis pensamientos abruptamente.

-Claro...veré que consigo.

Voy al cuarto de mi tía y le pido permiso a mi tío de forma mental...él nos dejó cuando era más pequeña pero ella aún no ha querido tirar su ropa,digamos que le trae surte. Supongo que para el tío no será un problema,él siempre me decía "Lily,si un día un chico viene a esta casa,no le prestes mis camisas de domingo a no ser que te quiera lo suficiente como para usarlas o sea absolutamente necesario".
Eso se debía a que mamá terminó con tres de sus novios porque mi tío les prestó una de sus horrorosas camisas y fueron víctimas de acoso social por parte de...bueno,todo el mundo. El punto es que papá la aceptó,así que podría funcionar como una cábala. Pero no digo que le preste una porque lo quiera,¡no!,es simplemente cortesía de mi parte...¿verdad?

Abro el armario y allí están,camisa roja con margaritas,azul con delfines,verde con hojitas,gris con...¿pingüinos? ,en serio tío ¿en que estabas pensando? Veamos...quiero algo que sea varonil y bastante simple,sus ojos son brillantes y azules,su nariz larga y redondeada,labios semi-gruesos bastante...sensuales (¡cierra tu maldita boca!,aunque...es cierto).Si sus ojos no estuviesen tan rojos la de los delfines sería genial,pero como ahora no es la mejor opción me inclino por una amarilla con espirales,al menos combinará con su cabello.

Por fin me dirijo a la cocina conforme con mi elección. Frank está reuniendo los ingredientes de las gavetas en la mesada,se ve que al menos ha hecho panqueques una docena de veces en su vida.

Detiene su mirada en mí y luego en la camisa amarilla,no puedo evitar sonrojarme por la vergüenza.

-Sí...eh...es lo que tengo.

Sonríe y se encoje de hombros.

-Está bien,tiene un...-inclina la cabeza-no se qué que la hace original.

Sonrío por su respuesta,¿ves tío? todavía existen chicos guapos que les gustan tus camisas,espero que estés orgulloso...

-Ya por haber dicho eso te anotas un punto.-se la tiro al pecho y él la atrapa con facilidad,se la coloca cubriendo nuevamente sus músculos (no es un Chuck Norris pero para mí está más que bien).

Una vez íntegro en lo que se refiere a vestimenta,comienza a prepararnos panqueques con una maestría impresionante,hasta los da vuelta y todo en la sartén.

Yo me encargo del jugo de naranja,normalmente tomo chocolate con leche pero no creo que le guste,siempre escuché que a los hombres no se les da chocolate con leche,anda a saber porqué.

Me siento a su lado mientras termina de hacer los últimos.

-Oye...¿Cuántos años tienes,Frank?

Se extraña por la pregunta pero luego sonríe:

-Diecinueve,¿qué hay de ti?

Muevo las piernas de arriba a abajo.

-Dieciocho.

Nos ponemos a la mesa para comer nuestros panqueques con miel.

-Por Dios,es como si la perfección hubiese escupido en mi cara.-no dejo de llenarme con los trozos de la dulce masa esponjosa que este chico sabe hacer tan bien.

Se ríe por la comparación y yo me recuerdo mentalmente que soy una estúpida por decir eso.

-Me alegra que te gusten,por cierto,el jugo de naranja está muy bueno.-me invita a hacer un brindis y acepto,chocando los vasos. Bebemos hasta el fondo.

-Gracias,pero es un insulto al lado de estos panqueques,podría besarte ahora...-mis palabras quedan suspendidas en el aire con una incomodidad suprema (urgentemente debo tomar clases de como callarme en el momento preciso),pero por suerte no parece haberlo notado,porque se ríe.

-Eres muy fácil de complacer.

Le doy una media sonrisa:

-Ni lo creas tanto,ni lo creas.

Terminamos y lavamos la vajilla,la verdad es que lo hace mejor que yo,tiene práctica en esto de la cocina.

Y es momento de que se vaya,aunque en el fondo de mi mente quiero que se quede,que duerma conmigo otra vez,que me sonría...es como si mi cerebro hubiese impreso a fuego su presencia,solo con un par de horas de estar con él ya deseo permanecer a su lado,pero no soy capaz de decir nada por miedo que a que arruine las cosas,pues si hay algo peor que esta confusión consumiéndote,es que no sea correspondida...y honestamente no quiero caer en esa tonta desesperación de "por favor,correspóndeme, préstame atención" no quiero,es humillante.

-Prometo devolverte la camisa en cuanto pueda.

-Sí,haré lo mismo con la tuya cuando se termine de secar.

Pero tal vez me olvide de dársela.

-Gracias por todo Lily...y,lo siento,de verdad.-me ve con ojos de gatito irresistible,como el que acaba de arañar las cortinas sin darse cuenta.

-No te preocupes,fue un placer,si necesitas cualquier cosa...bueno,se ve que tienes mi número bien puesto...-le tiendo su celular,el cual no pude cargar por el accidente de la cama.

Noto que se sonroja un poco y se rasca la nuca.

-Sí,claro,gracias.

Le abro la puerta para que se vaya cuando una figura fantasmal parece: MI TÍA.












Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro