POV. Alec.
Era hora del desayuno, y Max fue el primero en llegar.
— Como te sientes, campeón?— le pregunte.
— Bien! Creo que tal vez podre ir a la boda.— contesto.
— Si no te empeoras mas al rato, entonces si iras a la fiesta de compromiso.—
Llego Magnus, como siempre su lugar estaba a la derecha mía.
— Despertaste a Lana?— pregunte.
— Si, tal vez no tarde en venir.—
Mientras la señora Rochester servía el desayuno, Lana llego.
Tenía un vestido de princesa, rosa y corto, con botas negras y lentes de sol, negros.
— Y eso?— pregunte.
— Es lo que llevare a la fiesta, Papa dijo que utilizara uno que tuviera. Y este me gusto! ¿Max puedes prestarme tu chaqueta de cuero? Así acompletara mi vestuario.—
Mire hacia mi izquierda y Max no podía aguantar la risa, al igual que yo.
— Lana! Ve ahora mismo a quitarte eso.— la regaño Magnus.
— No te gusta papi?— le pregunto ella, en tono malicioso.
— Lana!!!— volvió a gritar.
— No! No me lo quitare!— dijo enojada, arrugando su linda nariz.
— Lana!!!!!!!!— grito de nuevo, golpeando la mesa.
— Margory!!!!!!!!!!!!!— grito ella. — Tela vez deberías de traerle un tranquilizante a Papa, por que esta como perra loca.—
— Lana! Ese lenguaje!— la regañe.
Al otro lado de la mesa Max ya estaba matandoce de risa.
— Bien!!!!— grito ella. — Me largo! ¡Arruinaste mi desayuno, Bane!— empujo el plato y se fue con los brazos cruzados.
— Por que no me apoyaste?— me soltó un golpe Magnus.
— Magnus! Es absurdo que te pelees con una niña de seis años por un vestido.—
— Sabes que? No tengo hambre! — se levantó molesto. — Provecho, Cariño!—
— Gracias!— conteste.
— Hablaba con mi hijo!— espeto.
— Adiós Papa!—
************
Cuando se fue el papa Lightwood, Max fue a la cocina y ahí se encontró a Margory, una mujer muy gentil y pelirroja.
Tomo la malteada de fresa, y sirvió en un tazón, Trix, su cereal favorito de Lana. Los tomo y camino, hasta la puerta blanca con flores.
— Toc, toc... — dijo abriendo la puerta.
Camino y dejo la malteada y el cereal sobre la mesita de te.
Lana aun seguía con la misma ropa y accesorios, solo que esta vez le había aumentado una especie de bufanda, con plumas fucsia.
— Gracias Max!— se lanzo hacia su hermano abrazandolo.
— Vaya que hisiste enfadar a Papa Magnus. —
— Relajante!— hizo un ademán. — Papi no aguantara, y me dará mi vestido.—
— Creí que no lo iban a recoger!—
— Papi lo escondió debajo de su cama. Si no me lo dan ellos, lo tomare yo misma.— empezó a comer su cereal.
— Papa me dijo que podía ir a la fiesta de compromiso.—
— Genial!— chillo Lana, de alegría. — Veras a tus novias, las gemelas Herondale.—
— Son nuestras primas!—
— No de sangre! Y además están locas por ti!—
— Tienen tu edad!—
— Mejor aun! Son jóvenes.—
— Mejor, come!— sugirió Max.
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