Capítulo 12

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¿Había escuchado bien?

¿Acaso escuchó a su querida madre decir que él tendría que llevar a Sakura a la escuela? ¿A la chica pelirrosa con la que se siente sumamente culpable? ¿Si escuchó bien?

—¡Ah! Sasuke, hijo, justo a tiempo. Creo que ya escuchaste que llevaras a Sakura-chan al colegio contigo.

Ah, bueno.

...

¡No, no es bueno!

—¿Qué? ¿Por qué?— Sasuke estaba muy consternado y nervioso.

—Araki-san se irá de viaje por dos semanas y Sasori-chan estará de intercambio en Estados Unidos por un mes. Sakura-chan estará sola durante mucho tiempo, así que le dije que podía quedarse aquí por mientras. Y de pura casualidad ¡van al mismo colegio! Sólo que ella está en primero de bachiller, es un año menor que tú. Pero está en el mismo edificio de Tobikama-chan, así que no te será un problema.

—Pero... Pero... madre yo no...

—No aceptaré un no como respuesta. Ya está decidido. Sakura-chan se quedará aquí y tú la llevaras al colegio. Es mi última palabra.

Sasuke cerró su boca de inmediato ante lo último. "Es mi última palabra." Esa pequeña frase significaba que si no se callaba, un castigo severo se le sería impuesto. Se tensó mucho ante la idea de estar con Sakura, no, de VIVIR con Sakura. Volteó a verla de reojo, y ella no estaba mejor que él. Temblaba ligeramente mientras sus puños se apretaban hasta el punto de volverse blancos. Mordía su labio inferior con fuerza. Era obvio lo que sentía; miedo. 

No quería estar cerca de Sasuke por nada en el mundo. Si tenía planeado aceptar sus disculpas, pero no por eso lo querría cerca o lo trataría como un amigo. Se sentiría segura si su hermano estuviera en la misma casa, pero no sería así. Aunque Itachi le haya parecido simpático y buena persona, no lo conocía bien. Tenía miedo de que de verdad le hiciera algo estando en su "territorio". 

No quería estar en esa casa, pero tampoco podía no estarlo. 

Si le decía a su madre que no quería estar en esa casa, le preguntaría el por qué y tendría que explicarle. Sakura no quería que supiera nada. No querían estresarla ni hacer que se pelee con Mikoto. Se notaba a lenguas que mantenían una buena amistad, y Sakura no quería romperla.

—Madre, ya te dije que puedo cancelar ese viaje. No te preocupes, yo puedo cuidar a Sakura en lo que regresas.— Habló Sasori mientras miraba a la pelirrosa mayor.

—¡Por Dios hijo, no! Es una gran oportunidad para ti. Podrás adquirir nueva experiencia, podrás hacer nuevos amigos y puede que tengas grandes oportunidades de trabajo. ¡Debes aprovechar e ir! Recuerda lo que yo les digo a ti y a tu hermana siempre, "Si hay una buena oportunidad, tómala sin importar el costo". No te preocupes por Sakura, estoy segura que Mikoto-san la cuidará bien.

—Como si fuera mi propia hija.— Sonrió Mikoto. 

Sakura y Sasori no dijeron nada, sólo se mantuvieron callados. Los hermanos Haruno no querían discutir con su madre en frente de los Uchiha, así que no les quedaba más opción. Sasori asintió con lentitud mientras apretaba sus puños con enojo. 

—Bueno, parece ser que ya no necesitaras que te deje a solas con ella.— Itachi le susurró a su hermano con algo de diversión por el futuro infierno que su hermano pasaría por la pelirrosa.

—Cierra la boca...

Luego de esa conversación, los hermanos Uchiha se unieron al almuerzo, el cual estuvo mitad tenso y mitad feliz. Los adultos estaban platicando en el lado derecho de la mesa, con una gran felicidad inundando su lado, mientras que los más menores estaban en el lado izquierdo; comiendo en silencio y con algo de incomodidad. Sasori no paraba de ver fijamente a Sasuke, con una mirada que mataría incluso a un oso pardo. Le estaba diciendo de forma indirecta "hazle algo a mi hermana, y no volverás a despertar ni a renacer en dos milenios." Sasuke ignoraba la mirada o se la devolvía con enojo y superioridad. ¿Quién se creía que era? ¿Quién cree que es como para amenazarlo de esa forma? Ese pelirrojo no era nadie a comparación suya. Nadie importante.

El tiempo transcurrió rápido para algunos, lento para otros. Luego de un almuerzo de una hora, y una platica de unas tres horas, había llegado el momento de que los Haruno se fueran del lugar. Eran las 3 de la tarde y la Haruno mayor debía hacer algunas compras. Araki y Mikoto se despidieron con un fuerte abrazo, y Fugaku con un apretón de manos. Aunque no salió como él quería, pues Araki lo abrazó antes de que pudiera quejarse.

—Bueno, Mikoto-san, mañana vendré a dejar a mi niña. Vendré como a las 10 de la mañana. Espero que no haya ningún problema con la hora.

—Oh pero por supuesto que no, Araki-san. Tú ven a la hora que quieras, yo te recibiré con los brazos abiertos.

—Está bien. Nuevamente, muchas gracias por este gran favor, y nos vemos.— Seguidamente, La pelirrosa mayor se fue; siendo seguida por sus hijos.

Sasuke aprovechó que los Haruno se había ido para hablar con sus padres.

—Mamá, ¿por qué aceptaste que ella se quedara acá? No quiero vivir bajo el mismo techo que... una... ¿ciega? sí, una ciega.— Lo último lo dijo con duda al no saber que decir para encubrir la verdadera razón por la cual no la quería cerca de él.

—¡Sasuke Uchiha! ¿Cómo puedes decir eso? ¡No debes discriminar a nadie por alguna discapacidad! Yo no te crie así.— Mikoto se cruzó de brazos y frunció el ceño con mucho enojo.

—¡No! No la estoy discriminando ni nada por el estilo, es sólo que... ¿no será una carga en esta casa? Es decir, es ciega y más de alguna cosa romperá y será una molestia llevarla a su edificio y-...

—¡No hables más! Sasuke, ella se va a quedar aquí, te guste o no. Mi casa, mis reglas, y mis decisiones. Mientras vivas bajo este techo, aceptaras todas las decisiones que diga. Así que si yo digo que se va a quedar, se va a quedar. Si yo digo que la vas a llevar al colegio, la vas a llevar al colegio, punto.— Sasuke se quedó callado y bajó su vista como un niño regañado.— Ahora, vete a tu habitación. Como castigo, no cenaras hoy.

—Está bien, mamá.— Seguidamente, Sasuke subió a su habitación con algo de enojo, y no salió de ahí en un buen rato.

Sasuke se había quedado toda la tarde en su cuarto, revisando sus redes sociales, viendo videos de risa que no dan risa, jugando juegos gratuitos sin internet, etc. Y aparte de todo eso, había pensado en Sakura. En la futura convivencia y cercanía que tendría de forma inevitable, la incomodidad que nacería cada que ellos dos estuvieran en un mismo lugar, las facciones llenas de miedo cada que estuviera cerca de él, haciéndolo ver como una bestia desalmada. 

—Mierda...— Murmuró Sasuke mientras cerraba sus ojos con fuerza. Necesitaba despejar su mente. Quitarse el delicado rostro de Sakura de su mente. 

Tenía que salir.

No era la primera vez que salía a altas horas de la noche, la mayoría de veces salía a pasear en su auto por toda la ciudad a una velocidad lenta. En el día apreciaba la calle y la velocidad de su auto, mientras que por la noche apreciaba el silencio de la ciudad junto con el frío característico de la noche. Pero había algo extra que lo incitaba a salir. Tenía un presentimiento muy malo. Sentía que si no salía ese día, se lamentaría toda la vida.

Salió con cuidado de su cuarto; viendo si había alguien al rededor, que por cierto no había. De puntillas, se dirigió a la sala y próximamente al garaje. Abrió la puerta de su auto y se adentró rápido. Comenzó a revisar un par de cosas, viendo la guantera y debajo de los asientos. Era un mal habito que tenía. Siempre revisaba su auto por si se le olvidaba algo. Encendió la luz interna del auto y acomodó el retrovisor del centro. Entonces, se dio cuenta de que una sombra lo observaba fijamente.

—¡¡MIERDA!!— Saltó exaltado ante la sombra.

—¿A donde vas, jovencito?

Era Mikoto.

—¿¡Mamá, cómo entraste aquí!?

—Tengo las llaves de repuesto de este auto.— Le mostró las llaves mientras su ceño se mostraba fruncido.

—Oh...

Bueno, eso lo había y a la vez no lo había visto venir.

—Ahora responde, ¿a donde vas?

—Sólo voy a pasear, mamá.

—¿A las 7 de la noche?

—Sí... es una buena hora para salir. 

Mikoto lo miró fijamente, para posteriormente soltar un suspiro pesado. 

—Sasuke, te recuerdo que estás castigado. No te dejaré ir a ningún lado a estas horas.

—Mamá, no es tan tarde. Son sólo las 7 de la noche, casi las 8. Ya no soy un niño, tengo 17 años y sé como cuidarme solo.

—Ya seas un niño o no, sigues estando castigado.

—Mamá, por favor déjame ir. Por lo menos sólo hoy. Yo... tengo un mal presentimiento. Necesito salir. Te ruego que me dejes ir.

Mikoto notó la suplica en el rostro de su hijo, algo que nunca se veía en él. Sasuke no era de pedir cosas, incluso cuando era pequeño, él cada que pedía algo no le costaba mucho conseguirlo. Y si no lo conseguía, encontraba la forma de obtenerlo, pero nunca suplicaba. Ante la nueva imagen de su hijo, Mikoto le dio el permiso de irse.

—Está bien, pero vuelve rápido, ¿sí? No te quiero ver por aquí a las 12 de la madrugada.

—Descuida, mamá. Estaré aquí antes de que te des cuenta.

Seguidamente, Mikoto se bajó del auto y observó en silencio como su hijo menor se iba. Sasuke, cuando tocó la carretera, aceleró un poco su andar. Ese presentimiento lo tenía inquieto. Cada que tenía un mal presentimiento, era relacionado a alguien de su familia o alguien cercano. ¿Será su tío Obito? ¿Tobikama? o ¿tal vez Naruto? Honestamente, Sasuke ha visto a Naruto muy nervioso y con los aires de esconder algo. Aunque le restaba importancia a su actitud, pues siempre pensaba en su situación con Sakura.

Luego de manejar por unos 20 minutos, decidió ir un poco más lento. Su presentimiento seguía presente y su instinto le decía ir más lento. Se había metido a la parte mala de la ciudad. Gente fumando hierva en una esquina, personas teniendo sexo alocado, grupos de putas esparcidos por varios lugares, bares, burdeles, casinos, etc. El famoso "Garbage empire". Era como la parte podrida de todo Tokyo, y a Sasuke le gustaba ir a ese lugar para ciertas cosas. ¡Pero no era a drogarse! El odiaba las drogas... e ignorando la mentira que le dijo a los Haruno, siempre la odiará.

Fue entonces que lo escuchó. Escuchó aquel mal presentimiento. Aquella cosa de la cual se arrepentiría si no salía. Ese grito de lamento femenino.

—¡¡POR FAVOR, ALGUIEN AYUDEME!!

El auto de Sasuke se detuvo en seco y se bajó de inmediato. Le importó muy poco si su preciado coche caro quedaba en medio de la autopista con posibilidades de ser embestido por algún conductor ebrio o drogado, en esos momentos sólo le importaba ir hacía aquel grito. Había reconocido esa voz, pero rogaba con que no fuera ella. Llegó a un callejón oscuro, pero no lo suficiente como para no ver la escena en frente de él.

Una chica estaba tirada en el suelo, con la ropa rasgada, sucia, golpeada, cortada y llorando. En frente de ella, una persona encapuchada estaba tocando sus pechos con rudeza. Esa chica era más que obvio quien era. La reconocería en cualquier lugar por ese cabello tan peculiar.

—¡SAKURA! ¡DEJALA EN PAZ, MALDITO!

De un sólo golpe, Sasuke le lanzó un gran golpe al encapuchado; apartándolo de inmediato de Sakura, quien estaba llorando a mares en el suelo, pero con sorpresa al reconocer la voz de su salvador. 

El azabache volvió a darle otro golpe al encapuchado, y este lo esquivó y devolvió el golpe. Sin duda alguna, era fuerte, pues le rompió el labio de un impacto. Sasuke no se dejaría vencer fácilmente, por lo que devolvió el golpe con mayor intensidad. Ante este golpe, la capucha se dejó caer. El sujeto se dio la vuelta de forma inmediata y se fue corriendo. El Uchiha no logró ver su cara, pero si sus cabellos.

Rojos.

—¡Esto no se quedará así, Uchiha! ¡Te arrepentirás de haberte metido conmigo! ¡Y tu estúpida prima pagará las consecuencias!— No supo reconocer si la voz era de hombre o de mujer, pero estaba repleta de ira. 

¿Su prima? ¿Qué tenía que ver Tobikama en todo eso?

Despejó las dudas emergentes y se dirigió a Sakura. La pelirrosa lloraba fuertemente, temblaba mientras se abrazaba a sí misma con fuerza. Su labio inferior había comenzado a sangrar debido a la fuerza que ejercía con sus dientes en esa área. La chica parecía ida, fuera de sí, traumada.

—¡Sakura! No te preocupes, todo está bien. Ese sujeto ya se fue y ahora estás a salvo.— Sasuke tenía miedo de tocarla, pero lo hizo con la mayor delicadeza posible.

La Haruno se asustó al sentir a Sasuke. Su desconfianza en él seguía ahí, pero debía reaccionar, la acababa de salvar de una asegurada violación y la rescató de su reciente secuestro. Sin más, se lanzó a sus brazos llorando fuertemente.

No podía estarle pasando. Luego de tantos años, él había vuelto. Se lo había encontrado de nuevo. Esa persona de corazón tan podrido y gustos tan retorcidos. Su miedo era completamente inevitable.

—¿Llegó a hacerte algo, Sakura?

—¡ÉL VOLVIÓ!— Sasuke se quedó sorprendido ante el grito repentino.— ¡ÉL VOLVIÓ! ¡ÉL VOLVIÓ! ¡ÉL VOLVIÓ!

Eso era todo lo que Sakura gritaba, y Sasuke no sabía que decir. No sabía que diablos había pasado. Ese mismo día, la había visto sana y salva. Hace apenas unas horas, ella estaba con él y estaba más que bien.

Acarició con lentitud sus brazos y hombros con la intención de que se calmara, pero no funcionó hasta pasados los minutos. Sakura había dejado de gritar debido a su garganta afónica., pero seguía susurrando lo mismo.

"Él volvió."

—¿A-A donde me llevas?" Preguntó con miedo al sentir a Sasuke levantándola.

—Tranquila, iremos a mi auto y-... — El terror en la mirada de Sakura lo hizo detenerse.— Sakura, por favor confía en mi. Escucha, sé que no nos conocimos de la mejor manera, pero te juro que yo nunca quise hacerte algo. Sólo fui un completo idiota y en serio lamento mucho el susto que te di. Estoy siendo sincero contigo. A una chica nunca le haría algo que no quiera, nunca. El beso que te di fue por una estupidez mía, lamento todo. Perdón si no me disculpé bien cuando fui a hablarte. Pero no soy tan mierda como para aprovecharme de ti luego de lo que acabas de pasar. Sólo iremos a mi casa, mis padres, hermano y prima está ahí. Así que por favor, confía en mi.— Era algo que había guardado desde el incidente con ella. ¿Así es como se sentía disculparse con alguien, de forma correcta y sin mentiras tontas de por medio?

—E... Está bien. Confiaré en ti. 

Sasuke sonrió levemente ante esas palabras. La ayudó a levantarse y se dirigió a su auto. La subió al copiloto y luego se subió él al asiento del conductor. Agradecía al cielo por que ella haya confiado en él, porque se le hubiera complicado mucho el convencerla de traerla, porque dejarla ahí nunca habría sido una opción viable para él. Arrancó y se dedicó a salir del "Garbage empire".

Observó de reojo a Sakura, quien a pesar de estar un poco más tranquila, seguía temblando con desconfianza y miedo. Era normal luego de vivir algo así, pero había algo que no entendía.

"Él volvió"

¿A que se refería con eso?

Continuará...

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