Capítulo 4

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Su presa no estaba lejos.

Sakura caminaba con tranquilidad y lentitud; golpeando el suelo y los objetos a su paso. "¿Por qué hace eso?" Se pregunta Sasuke constantemente. Estaba golpeando todo a su paso con ese bastón y lo hacía con una sonrisa, ¿Qué diablos le pasaba a esa chica? 

Ya llevaba siguiéndola al rededor de 8 minutos, y todavía no encontraba el momento exacto para actuar. Siempre era que, o había mucha gente o no había lugar en donde hacerlo. Pero hubo un momento perfecto. Estaba pasando por una calle desolada y, cruzó justo al lado de un callejón. Sasuke aprovechó eso y la empujó dentro de él. 

La pelirrosa soltó un grito ante tal repentino acto. Sasuke le tapó la boca con su mano para callarla. La colocó contra la pared y la miró fijamente. Sakura no dejaba de temblar mientras agarraba con fuerza su bastón. El Uchiha supo lo que la chica iba a hacer, así que, anticipando su movimiento, le quitó el bastón blanco y lo lanzó lejos.

—No te atrevas a gritar. —Le murmuró cerca de su oído con voz extremadamente ronca; teniendo la clara intención de intimidarla, algo que consiguió.

Sakura se quedó inmóvil y asintió. Sasuke le quitó la mano de su boca y la observó fijamente. La chica comenzó a respirar de forma fuerte mientras sus hombros subían y bajaban de forma constante. Sasuke tomaba ese comportamiento nervioso como parte de sus "sentimientos" hacía él; parte de sus provocaciones al ignorarlo. 

—¿Y bien?— La ronca voz de Sasuke hizo temblar aun más a Sakura.

—Yo... ¿Q-Qué me... vas a hacer?

—Lo que me has pedido a gritos desde aquella vez. —Se acercó más a ella, haciendo que su aliento golpee en la cara de ella; eso solo la puso más nerviosa.

—No... N-No sé de que me... h-hablas. Yo no... q-quiero nada de ti.

La pelirrosa soltó un chillido ante el fuerte golpe que Sasuke dio con su mano en la pared. Terminó acorralándola por completo.

—No te quieras hacer la interesante. Me provocaste al chocarte conmigo y luego ignorarme. Querías llamas mi atención, ¿no? Pues ya la tienes por completo.

—¿Chocas contigo? ¿T-Tú eres con quien me choqué hoy? P-Pero si te pedí perdón.

—Yo no hablo de esa chocada, yo hablo de otra.

—¿O-Otra? No sé d-de que me estás hablando.

—Y sigues haciéndote la especial... Ya tuve suficiente.—Murmuró con cansancio.

—¿E-Eh?

El azabache tomó con fuerza el mentón de la chica y luego lo acercó a él. Sakura ni siquiera pudo reaccionar cuando ya tenía sus labios sobre los suyos. Se quedó estática por unos cuantos momentos debido a la sorpresa, pero luego se alteró mucho. Comenzó a forcejear con Sasuke, pero este no la dejaba ir. 

—Por fa... par...— A penas y podía hablar. Los labios de Sasuke no la dejaban ni siquiera respirar bien.

Sasuke, aprovechando que había abierto su boca, introdujo su lengua. El beso estaba lleno de salvajismo y erotismo. Sasuke lo disfrutaba un poco, pero Sakura no. No podía sacarse a Sasuke de encima y eso la aterraba mucho. 

¿Qué me va a hacer? ¿Me hará daño? ¿Me va a... ? No, por favor no. No podré resistir algo igual de nuevo.— Pensó mientras sus lagrimas comenzaban a acumularse. 

Luego de varios segundos más, Sasuke dejó los labios de la pelirrosa y la observó nuevamente. Estaba confundido y molesto, ¿Por qué temblaba? ¿Por qué estaba aterrada? ¿Qué acaso no quería recibir las consecuencias de seducirlo de la peor forma: ignorándolo?

—¿Qué pasa? ¿No era esto lo que malditas querías?

—Por favor...

—Y ya quítate estos malditos lentes oscuros, que no te hacen ver más genial.— No lo negaría, solo se los quitaría para ver el color de sus ojos.

—Por favor... Por favor... Por favor... Por favor...

Sasuke estaba por decirle que dejara de decir eso, pero se sorprendió mucho al ver sus ojos.

—Por favor... no me hagas nada.— Las lagrimas retenidas comenzaron a bajar de forma lenta por sus mejillas. 

—Oye, ¿tú eres... ?

Sasuke no sabía que decir al ver esos ojos. Eran de un color verde jade, pero... eran diferentes. El Uchiha se alejó de ella, y Sakura al sentir eso, aprovechó para irse corriendo; dejando atrás el bastón y a Sasuke, quien seguía sorprendido.

—¿... ciega?

No sabía como reaccionar. ¿Ella era ciega? ¿No podía verlo? Además de sus ojos, una gran cicatriz lo puso algo tenso. Esa cicatriz se veía muy dolorosa. Era un poco extraña, pues recorría parte de su frente y pasaba por sus dos ojos; siendo esa, posiblemente, la razón de su ceguera. 

Sasuke se quedó parado en el mismo callejón durante un par de minutos. Observaba fijamente el lugar por el cual se había ido corriendo esa joven de cabello tan llamativo. Desvió su vista al bastón blanquecino que aquella chica siempre llevaba consigo. Lo recogió del sucio suelo y lo observó por unos momentos.

Estaba metido en sus pensamientos. ¿Qué debería hacer ahora? El descubrir tal discapacidad no estaba entre sus planes. Su plan era besarla, que ella dejara de hacerse la importante y confesarle su amor por él, hacerse el de rogar, pero al final, llevarla a un motel. Aunque ahora todo tenía sentido.

Lentes oscuros, un bastón y, por lo que puede deducir, se tropieza con las personas a menudo. Esos eran los indicios claros de que estaba ciega. Por eso Temari se disculpó rápidamente con ella al saber de su condición; su compañera rubia era dura con todos menos con sus amigos y con los que tenían alguna discapacidad, eran como su debilidad. 

El sonido de su celular lo sacó de sus pensamientos. Sacó el dispositivo de su bolsillo y vio el contacto. Era Naruto. Entonces recordó a Tobikama y que tenía que ir a recogerla rápido, pues no podía estar tanto tiempo en la casa de los Uzumaki; el líder odia a los Uchiha.

—¿Dobe?— Contestó la llamada.

—¡Teme! ¡Ya ven a recoger a Tobikama!

—¿Por qué? ¿Ya te cansaste de ella? Te lo dije, es un dolor de cabeza extremo.— Sasuke se vio un poco extrañado, ya que Naruto no le dijo "Tobikama-chan".

—No es que no la aguante, es solo que... ella ya no quiere estar aquí.

—¿Eh?— Sasuke se sorprendió mucho. Tobikama ha estado varias veces en la casa Uzumaki, y al final, ella es la que nunca se quiere ir; era necesario ir a sacarla a la fuerza. ¿Pero ahora? ¿Por qué se quería ir de la casa?— ¿Por qué se quiere ir?

—Teme, solo ven rápido, ella... está llorando.

¿Llorando? ¿La molesta, hiperactiva, parlanchina, con un vocabulario extenso de malas palabras y por veces seria Tobikama? ¿Esa misma? ¿Su prima menor?

—Voy para allá.

Sasuke colgó la llamada y se fue rápido hacía su auto. Se subió y fijó rumbo a la mansión de los Uzumaki. Iba tan rápido como la ley se lo permitía. No podía creerlo, en serio. Tobikama no era de las que lloraba por nada. Ha visto muerte de personajes en sus caricaturas japonesas, y no llora, solo siente empatía y algo de tristeza, pero no llora. Tampoco puede ser por un golpe, ella ha recibido golpes altamente letales en su cabeza, y lo máximo que ha llegado a decir es un "papi, me duele mucho" con sus lagrimas muy bien retenidas.

La menor de los Uchiha nunca se ha querido mostrar débil. Debía ser alguien digna de portar el apellido de los Uchiha, a pesar de no ser de sangre. Por eso, sin tener en cuenta las travesuras extremas que hace, siempre ha sacado las mejores notas de su colegio, se ha mantenido positiva ante toda situación, sabe apoyar a las personas que lo necesitan, entre otras cosas.

No supo cuando, pero Sasuke ya estaba en frente de la gran mansión blanca con toques rojos. Los guardias, al reconocerlo, le abrieron las rejas; dándole entrada al palacio de los Uzumaki. Se bajó del auto con rapidez, y se dirigió a la entrada de la mansión. Ni siquiera tocó la puerta cuando su amigo Naruto ya le había abierto.

—Menos mal que ya estas aquí, teme.— Naruto se miraba nervioso, afligido por algo.

—¿Dónde está?— Preguntó el azabache mientras entraba al hogar de su amigo. 

Al entrar logró divisarla. Estaba sentada en una esquina de la casa. Abrazaba sus piernas con fuerza mientras lloraba de forma incontrolable. Temblaba ligeramente mientras agarraba su celular como si su vida dependiera de eso. 

—Tobikama.— Sasuke la llamó y se acercó sin dudar a ella.

La chica se volteó a verlo, y sin pensarlo dos veces, se lanzó a abrazarlo.— ¡¡Sasuke!! 

El azabache solo colocó su mano en la cabeza de la niña. La cargó con facilidad, ya que su peso y altura era igual a la de una niña de 8 años. Comenzó a acariciar su cabello negro con suavidad, y luego se volteó a ver a Naruto serio.

—¿Qué pasó?

—N-No lo sé. Cuando llegamos ella se fue directamente con mi prima.

—¿Con Karin?

—Sí. Y hace apenas unos 15 minutos, Tobikama-chan entró a la sala llorando. Se fue para la esquina y no se ha movido desde entonces.

—¿Y donde está Karin?

—Ella está en su cuarto. No ha salido de ahí desde hace un buen rato.

Sasuke lo miró fijamente, y luego soltó un suspiro.

—Bien, ya nos vamos. Nos vemos mañana, Naruto. Y... gracias por el favor.

El rubio asintió con una sonrisa algo forzada. El Uchiha tomó la mochila de Tobikama, la cual reposaba en uno de los sofás de la sala, y luego se fue. Al llegar a su auto colocó la mochila de Tobikama adelante, y a ella atrás. La niña no quería irse adelante.

El transcurso iba demasiado tranquilo y silencioso. Sasuke miraba el retrovisor con preocupación al ver que la niña no se movía para nada. Si no la escuchara sollozar, creería que estaba muerta. Sasuke se enfureció mucho. Odiaba verla así, y más porque era la primera vez que la veía de esa forma. ¿En serio había algo capaz de poner a Tobikama así? Si ese algo tenía nombre o apellido, juraba que lo masacraría a golpes. 

Sabía que era algo o alguien de la casa Uzumaki, ¿pero quien?

Llegaron a la mansión Uchiha, y se adentraron aun estando en silencio. Las sirvientas los recibieron tomando sus mochilas. Sasuke miraba de reojo a la pequeña Uchiha, dudando en si hablarle o no. Sus conversaciones siempre eran entre gritos e insultos, no eran de "oye, ¿Cómo estás? ¿todo bien? ¿pasó algo en la casa Uzumaki? ¿tengo que matar a alguien?"

—To-...

—¡¡Se murió el gatito de Karin-san!!— Gritó de la nada la azabache. 

—¿Eh?

—¡¡Sasuke tonto!! ¡¡El gatito recién nacido de Karin-san se murió waaa!!— Comenzó a llorar de forma dramática.

Así que era eso. 

A Sasuke le bajó una gota de sudor por su mejilla mientras miraba incrédulo a la niña Uchiha. Tobikama se había lanzado al suelo llorando de forma demasiado dramática. 

—¡Deja de hacer escandalo, babosa!

—¡Oblígame!

Ambos se mandaron miradas amenazantes. Sasuke solo chasqueó su lengua con enojo, y luego de eso fue de la sala. Se había preocupado por nada. Pero es que Tobikama si se miraba muy dolida, triste... traumada. No podía creer que todo eso había sido por un estúpido gato. 

Soltó un suspiro cansado.

Ahora debía pensar en Sakura. Debido al escandalo que armó Tobikama, se había olvidado por completo de ella. ¿Qué debía hacer con ella?

Continuará...

Hice lo mejor que pude. Espero que les guste.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro