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—Creo que mejor me consigo otras prendas de ropa.— mencionó Jungkook al verse en el espejo, no sabía si había sido una buena idea haber hecho a Yoongi acompañarlo, pero necesitaba su opinión.

Yoongi estaba a punto de preguntar el por qué, pero al ver a Jungkook lo comprendió, necesitaba tallas un poco más grandes, y era más para futuro, lo podía entender, así que sin más fue a ver algunas prendas de vestir que fueran más holgadas.

—¿Qué te parece esto?— pregunto Yoongi a lo que el omega le miro, el alfa traía algunas playeras holgadas, esas estaban perfectas.

—Son perfectas.— mencionó acercándose a Yoongi para mirarlas.

Jungkook escucho unos murmullos y después pequeñas risas, miro de reojo y allí pudo ver como eran algunas omegas, estaban viendo a Yoongi, pero también a él, parecían estar burlándose, o seguramente se preguntaban lo que hacía aquel alfa con él.

—Ignóralas.— mencionó Yoongi llamando la atención del omega. —Solo son unas tontas.— le sonrió.

Jungkook había comenzado a ser un poco molestado en clases, y es que algunos habían descubierto sobre su embarazo además de que sabían de su lazo roto, no sabía como se había extendido ese rumor, y lo peor era que siempre le mencionaban lo desafortunado que era al no haber podido estar con su alfa, que seguramente él es un omega que no sabe como satisfacer las necesidades de un alfa y que simplemente los aburre y ellos lo desechan como una basura.

—No sé si podré.— mencionó Jungkook cabizbajo.

—Bien, entonces yo me encargo.— hizo que Jungkook sostuviera las prendas de vestir y miro hacía las omegas quienes seguían murmurando. —¡Hey, ustedes!— las omegas se sorprendieron al escucharlo. —Si tienen algo que decirnos dejen de murmurar como brujas escondidas y díganmelo en la cara.

Jungkook no pudo evitar querer reírse por el comentario y la comparación que había hecho Yoongi, y más al ver la cara de ofensa que habían puesto aquellas omegas, quienes estaban a punto de responderle pero Yoongi les soltó un gruñido en advertencia.

—Más les vale que no les vuelva a ver mirándonos o comentando algo con respecto a mi omega, así que será mejor que se larguen.

¿Su omega? Jungkook le miro curioso, ¿en verdad había dicho aquello? Algo se removió dentro suyo, podía sentir a su lobo agradecido y feliz, pero no era solo por el hecho de haber escuchado como le defendía, si no que también era por decir que es su omega, eso había sido lindo, y algo que sinceramente no se esperaba.

Ni siquiera su anterior alfa se había colocado en defensa suya de ese modo Jungkook de vez en cuando era fastidiado por las personas a su alrededor, y se había acostumbrado a esos tratos, ya no les tomaba mucha importancia, después de todo solo eran personas que no sabían que hacer y solo se la pasaban la eternidad fastidiando como si fuese a lo único que venían después de haber nacido.

—Vaya personas que uno se encuentra por aquí.— soltó un bufido, Jungkook no dejaba de mirarlo. —¿Estás mejor?

—Sí, ¿dijiste que soy tu omega?— Yoongi sintió un nudo en su garganta, definitivamente había perdido mucho el control en su persona, ni siquiera se había percatado de que había soltado sin querer aquellas dos palabras.

—L-lamento si eso te llego a molestar...

—No me molesto para nada, Yoongi.— sonrió hacía el alfa. —Me gusta como se escucha.

Bien, el alfa había caído de nuevo en esos encantos que seguramente Jungkook ni siquiera sabía que tiene, demonios, se sentía tan bien la sensación cálida expandirse en su cuerpo de solo escuchar aquella aprobación de parte del omega, que solo quería seguir diciendo que es su omega para poder observar aquellos hermosos ojos brillar y esa preciosa sonrisa suya en su rostro.

—¿Quieres algo de comer?— pregunto el alfa.

—Me encantaría.

—¿Qué es lo que quieres? Creo que por aquí cerca hay restaurantes.

—Me encantaría un helado con algo de queso encima.— Yoongi soltó una pequeña risa, esperaba que algo como eso le sucediera, los antojos son normales, y es divertido escuchar algunos, y otros solo te preguntabas si acaso eran comestibles o si sabrían bien.

—Bien, entonces, vayamos a por ese helado, no quiero que ese bebé salga con cara de helado.

Definitivamente era la primera vez que Jungkook estaba dejando de lado sus pensamientos, dejando ver aquella marca que poco a poco iba desapareciendo de su piel, teniendo aquella confianza que antes creyó haber perdido desde que le habían abandonado de tal forma, Yoongi parecía tener el poder de hacerlo olvidar su pasado y mantenerlo en un presente lleno de sonrisas y calidez, y por más que él no quisiese estar en ese precioso paraíso, no podía evitarlo, le gusta ese paraíso, le gusta no pensar más en problemas, le gusta la compañía de ese alfa.

Le gusta Yoongi, definitivamente le gusta, y su lobo esta de acuerdo.


Tengan buena semana, 2/7

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