Capítulo 19

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—Creo que mejor me consigo otras prendas de ropa —susurró Lisa al verse en el espejo, no sabía si había sido una buena idea haber hecho a Jennie acompañarla, pero necesitaba su opinión.

Kim estaba a punto de preguntar el por qué, pero al ver a Lisa lo comprendió, necesitaba tallas un poco más grandes y era más para futuro, lo podía entender, así que sin más fue a ver algunas prendas de vestir que fueran más holgadas.

—¿Qué te parece esto? —le preguntó a lo que la omega la miró, la alfa traía algunas playeras holgadas, esas estaban bien.

—Son perfectas —dijo acercándose a la mayor para mirarlas.

Lisa escuchó unos murmullos y después pequeñas risas, miró de reojo y allí pudo ver como eran algunas omegas estaban viendo a Jennie, pero también a ella, parecían estar burlándose o seguramente se preguntaban lo que hacía aquella alfa con ella.

—Ignóralas —mencionó Jen llamando su atención—, solo son unas tontas —le sonrió.

Lisa había comenzado a ser un poco molestada en clases y es que algunos habían descubierto sobre su embarazo, además de que sabían de su lazo roto. No tenía ni la menor idea de cómo se había extendido ese rumor y lo peor era que siempre le mencionaban lo desafortunada que era al no haber podido estar con su alfa, que seguramente era una omega que no sabe cómo satisfacer las necesidades de un alfa y que simplemente los aburre y ellos la desechan como una basura.

—No sé si podré —respondió Lisa cabizbaja.

—Bien, entonces yo me encargo —hizo que la extranjera sostuviera las prendas de vestir y miró hacia las omegas, quienes seguían murmurando—. ¡Hey, ustedes! —estas se sorprendieron al escucharla—. Si tienen algo que decirnos dejen de murmurar como brujas escondidas y díganlo en la cara.

Lisa no pudo evitar querer reírse por el comentario y la comparación que había hecho Jennie y más al ver la cara de ofensa que habían puesto aquellas omegas, quienes estaban a punto de responderle, mas Jennie les soltó un gruñido en advertencia.

—Más les vale que no les vuelva a ver mirándonos o comentando algo con respecto a mi omega, así que será mejor que se larguen.

¿Su omega? Lisa la miró curiosa, ¿en verdad había dicho aquello? Algo se removió dentro suyo, podía sentir a su loba agradecido y feliz, pero no era solo por el hecho de haber escuchado cómo la defendía, si no que también era por decir que es su omega, eso había sido lindo y algo que sinceramente no se esperaba.

Ni siquiera Jisoo se había colocado en defensa suya de ese modo, Lisa de vez en cuando era fastidiada por las personas a su alrededor y se había acostumbrado a esos tratos, ya no les tomaba mucha importancia, después de todo solo eran personas que no sabían qué hacer con sus vidas y se pasaban la eternidad fastidiando como si fuese a lo único que venían después de haber nacido.

—Vaya personas que uno se encuentra por aquí —soltó un bufido, Lisa no dejaba de mirarla—. ¿Estás mejor?

—Sí... ¿Dijiste que soy tu omega? –Jennie sintió un nudo en su garganta, definitivamente había perdido mucho el control en su persona, ni siquiera se había percatado de que había soltado sin querer aquellas dos palabras.

—L-lamento si eso te llegó a molestar...

—No me molestó para nada, Jen —sonrió—. Me gusta como se escucha.

Bien, la castaña había caído de nuevo en esos encantos que seguramente Lisa ni siquiera sabía que tenía. Demonios, se sentía tan bien la sensación cálida expandirse en su cuerpo por escuchar aquella aprobación de parte de la omega, que solo quería seguir diciendo que es su omega para poder observar sus hermosos ojos brillar y esa preciosa sonrisa suya en su rostro.

—¿Quieres algo de comer? –cuestionó la mayor.

—Me encantaría.

—¿Qué es lo que quieres? Creo que por aquí cerca hay restaurantes.

—Me encantaría un helado con algo de chocolate encima —Jennie soltó una pequeña risa, esperaba que algo como eso le sucediera, los antojos son normales y es divertido escuchar algunos, y otros solo te preguntabas si acaso eran comestibles o si sabrían bien.

—Bien, entonces, vayamos a por ese helado, no quiero que ese bebé salga con cara de helado.

Definitivamente era la primera vez que Lisa estaba dejando de lado sus pensamientos, dejando ver aquella marca que poco a poco iba desapareciendo de su piel, teniendo aquella confianza que antes creyó haber perdido desde que la habían abandonado de tal forma. Jennie parecía tener el poder de hacerla olvidar su pasado y mantenerla en un presente llena de sonrisas y calidez, y por más que ella no quisiese estar en ese precioso paraíso, no podía evitarlo, le gusta ese lugar, le gusta no pensar más en problemas, le gusta la compañía de esa alfa.

Le gusta Jennie, definitivamente le gusta, y su loba está de acuerdo.

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