Observaba a Lisa en la lejanía, no quería interrumpirla en ningún momento, en la universidad así era, Jennie solo se acercaba cuando era necesario, cuando veía que su omega requería de su presencia más que nunca, pero ahora no se acercaba, Lisa se encontraba sentada mientras leía un libro, antes la había visto en el mismo lugar, pero ahora las posturas eran distintas.

Mientras que antes podías encontrarla allí, veías el notorio nerviosismo y miedo que sentía con solo la presencia de que otro alfa se acercara a ella, y como parecía encorvarse más en su lugar para evitar que la miraran, pero ahora todo era muy distinto, espalda recata y sin esos hombros encogiéndose para tratar de hacerla más pequeña, sin ocultarse sin la tensión de por medio, ahora se podía ver a una Lisa más relajada.

Sonrió, miró el pequeño regalo que tenía en sus manos, según Nayeon esto le puede llegar a gustar, aunque para Jennie no cree que eso le guste, pero es bueno intentarlo, así que respiró profundo y comenzó a caminar hacia dentro de los jardines para poder ir y hablar con Lisa.

—No sabía que tan linda omega estaría esperándome aquí —Lisa dejó su lectura por unos momentos para mirar al frente, sonrió al mirar de quien se trataba, observó que Jennie tenía sus manos escondidas dentro de los bolsillos de su chamarra.

—Y yo no esperaba llamar la atención de tan atractiva alfa —Jennie sonrió en respuesta y se acercó para por fin tomar asiento al lado de Lisa, la omega colocó un separador dentro de su libro para no perder la página, aunque siempre las memorizaba para no olvidar en dónde se quedó si es que no tiene separador.

—¿De verdad soy tan atractiva? —Jen se mostró sonriendo ladina y mostrando solo una parte de su dentadura—. Debería de irme a las audiciones de ídolos.

—No, no quiero que te vayas y me dejes aquí, alfa —Lisa se mostró levemente molesta al respecto pero solo había hecho que Jennie soltara una suave risa.

—Tranquila, no te abandonaría por solo ir a esas cosas, omega —soltó un largo suspiro y miró hacia el cielo—. Es mi idea o esa nube se ve muy extraña.

Lisa se vio confundida al respecto y por curiosidad levantó la mirada para observar el cielo.

—¿Cuál? —preguntó, pero al fijarse en el cielo había nubes, aunque eran escasas, era casi un cielo perfectamente despejado de las nubes. Sintió como algo era dejado en su regazo de forma rápida y fue entonces que miró hacia Jennie, pero esta se mantenía mirando el cielo, y después miró su regazo, ¿eso era?—. Jennie...

—¡Woa! Parece que alguien te ha dejado un regalo, ¿quién sería? —la extranjera se mostró levemente molesta y la miró entrecerrando sus ojos, pero la coreana solo le mostró una sonrisa—. Ábrelo, espero te guste.

La menor llevó sus manos a aquella pequeña caja para después abrirla, había un anillo allí, sintió sus mejillas comenzar a calentarse al verlo, ¿qué clase de propuesta matrimonial es esta?

—No quiero casarme tan pronto.

—¿Me rechazas? Pero si eres la omega de mi vida, Lili —se quejó Jennie con diversión, la pelinegra no pudo evitar sonreír por tal queja de parte de la alfa.

—Lo consideraré —Jennie se vio feliz con esa respuesta.

—Me tomé la libertad de pedir que le grabaran algo —Lisa se sorprendió al escuchar eso, así que tomó aquel anillo y observó el grabado.

"Mi hermosa omega".

Esas eran las palabras grabadas en el anillo, y Lisa no podía más que sentirse cálida con esas palabras, Jennie siempre menciona lo hermosa que es y lo mucho que la quiere, y este pequeño detalle había sido de lo más dulce que habían hecho por ella.

—ćTe ha gustado? —preguntó con tranquilidad.

—Es hermoso, me encanta. Pero —Jennie la miró—, no tengo un regalo para ti.

—¡Claro que lo tienes! —Lisa se mostró confundida al escuchar eso—. Eres mi regalo, Lili, no necesito algo material, tu sola presencia alegra mi vida, omega, te quiero, Lili.

—Y yo a ti, Nini...