-Capítulo Diez-

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Capítulo Diez.

Lo siento, no soy suficiente.

🐺🌸🐺

Era extraño estar en la habitación de la que una vez fue de TaeHyung, donde todo estaba arreglado y había algunos dibujos de un niño de cinco años. Algunos más elaborados, como diseños de edificios.

—Dormimos en la misma cama así que está bien está. Y... aquí están las toallas. Puedes entrar primero, yo iré allá abajo para ayudarle a mi padre.

Asintió, despojándose de su suéter y dejándolo en la cama.

—Ah, puedes ponerle seguro.

Se acercó dejando un beso en sus mejillas para sonreírle contento. Había sido un viaje largo y tal vez se sentiría más tranquilo al tomar un baño.

Así que observó, como su mayor salía. Y él, bueno. Solo tomó las toallas para entrar al baño cerrando con seguro como le dijo

—¿Cómo le diré?, si nos quedamos dos días. Al irnos es probable que mi celo se presente. Pero si se adelanta me sentiré incómodo.

Puchereo, sería complicado decirle que pronto llegaría el día. Pero, tal vez podría quedarse todo el día en la cama. Aunque debía considerar a los alfas en casa, la familia de TaeHyung consistía en tres alfas. Aparte del suyo claro está.

Negó, estaría bien. No pasaría nada y todo seria genial.

Suspiró, dejó la toalla en un lugar apropiado y se despojó de sus prendas. Mirando las marcas pequeñas en su clavícula, las mismas que el alfa le hizo en una sesión de besos que parecía gustarle.

Lo amaba, al alfa bonito y grande que lo abrazaba con ternura.

Sonrió, era bonito tenerlo. Sentirse tan amado y él capaz de transmitir ese amor a TaeHyung.

Pasó sus manos por su abdomen, tal vez la idea de los cachorros se esfumaba. Pero no importaba, si tenía a su mayor feliz a su lado besándolo.

Dejando de lado todo, se adentro al baño. Abriendo las llaves de la regadera y dejando que el agua caliente pasará por su cuerpo.

Solo esperaba que fueran unos lindos días.

Sus manitas movían la toalla que secaba su cabello, el mismo azabache y con un pequeño volumen que le encantaba a TaeHyung.

Tenía ahora un pantalón negro, deportivo que le gustaba. Debido a dos cosas, era calientito para el clima frío de la temporada y no era demasiado holgado para parecer un vagabundo.

Sin embargo, la camisa azul que tenía era más suave, y gracias a que era de manga larga no tenía ni un poco de frío.

—Vamos —la voz de TaeHyung atrajo su mirada —. Dios, eres bellísimo.

Se sonrojo, ¿cómo podía llegar y decir eso de la nada cuando solo se había bañado y esperado tranquilamente?, aunque admitía que su aroma a fresia seguía en el ambiente.

—Por los dioses, agradezco a la Luna por darme a un Omega tan lindo.

Sonrió, era divertido escucharlo decir eso. Más si su mayor se acercaba y reemplaza sus manitas para secar su cabello.

—Mamá quiere que nos quedemos una semana.

Oh no, eso era malo. Si se quedaban sería un grandísimo problema, no sólo para él. Sino para su lobo, que empezaba a ponerse algo posesivo sobre el hecho de tener pareja

—No podemos.

—¿Por qué no?, ella se ofreció a llevarte para conocer algunos lugares.

—¿Y tú?, prometiste que el fin de semana te quedarías a darme cariño.

—Iré con mi padre, quiere ofrecerme un puesto en su empresa. Lo siento —JungKook negó, no era su culpa que su celo llegue antes.

Frunció su nariz, ¿cómo le haría?, tal vez se quedaría en casita haciendo un nido en su cama y sin dejar que alguien se acerque. Ni siquiera tenía supresores, no compraba desde que se volvió su novio oficial.

—JungKook, ¿pasa algo?

Se puso nervioso, era difícil. Decirle cuando en su segundo celo que pasó con él solo estuvo en su camita acariciando su pancita y susurrando que estaba bien —. M-Mi, m-mi celo es en dos días —lo soltó, y para su sorpresa TaeHyung tomó una de sus manos.

—Entonces nos iremos en dos días a otro lugar, regresaremos a casa y nos quedaremos en cama todo el día —lo amaba, lo adoraba.

¿Cómo podía arreglar todo en un santiamén?, wow. A veces admiraba mucho a su novio guapo. A su alfa bonito y bueno.

—Ahora ven, hay que cenar. Mi padre quiere conocerte.

Asintió, dejándose guiar hacia el comedor, dejando todo y observando a tres altas ya sentados. Yaelin acomodaba la comida para sonreírle

—Ven, siéntense. Les toca juntos.

Y así fue, obteniendo buenas miradas.

—Omega de ojos lindos, cabello azabache y aroma —olfateo para asentir —. Agradable, el indicado para mi hermano.

—Doun ¿alguien pidió tu opinión? —la voz del alfa que supuso era el hermano mayor, fue lo que llamó su atención

Su mirada seria, porte de hermano defensor y sobre todo la forma sofisticada de comer.

—Hermano mayor, Kim Jae Young.

—Soy JungKook, Jeon JungKook.

—Dime JungKook. ¿Qué le viste a mi hijo?, porque está claro que la familia Kim es atractiva. Sin embargo, debía haber algo más.

JungKook suspiro, no podía decir que en realidad su hijo lo empezó a buscar y a defender de todos. O tal vez si podía.

—Yo no lo busque...

—¿Disculpa?, dices que... ¿mi hijo estaba detrás de ti?

Solo se escuchó como TaeHyung casi se ahogaba y tosía para dejar de comer. Al menos bajo la mirada de sus hermanos.

—Me refiero a que, él empezó a reclamarme de otra forma. Yo solo fui atraído por su aroma, sin olvidar la emoción de mi lobo al tenerlo cerca

—Oh, lo entiendo. Mi hijo te defendió.

—Si, de muchos alfas que en mi Universidad no son muy amigables.

Asintió, había entendido lo que quiso decir. Y al menos no había sonado mal para el padre

—TaeHyung, me alegro por ti. Tu Omega es lindo, tiene ojos únicos, cabello azabache. La piel bonita y sin duda puede que tenga un buen cuerpo. Tal vez es demasiado para ti, pero si ganaste al mejor —opinó el menor de los alfas.

—No hables asi de mi Omega.

—Tranquilo, solo dije que está bien que sea él quien te manipule.

—¡Hey! —JungKook sonrió, no lo manipulaba, pero sería raro hacerlo.

Al menos todo estuvo bien hasta que la mirada de la madre recayó en él. Como cambiaba a seria y su sonrisa desaparecía.

—¿Eres un Omega puro?

No hubo ruido en la mesa, incluso TaeHyung dejó de quejarse y su hermano de reir. ¿Por qué todos se habían quedado callados? ¿Qué había de malo?

—Contesta, si lo eres o no.

—¿Y si lo soy? ¿Qué va hacer? —tenía miedo, no por nada fue difícil enfrentar a su madre.

—¡TaeHyung!, ¡Qué parte de Omegas puros fuera de esta casa no entendiste!

—Oye, JungKook es mi pareja. Que sea puro no significa que lo deje de querer —reclamó.

—Un maldito puro en nuestra familia va a destruir el legado, ¿no lo entiendes?, si uno de los enemigos se mete con mis hijos debe irse.

—Madre, JungKook es mi Omega puro. No puedes decir cosas así cuando es solo una ley de tus ancestros, las cosas han cambiado. Todo es diferente.

—No dejaré que te emparejes con este tipo de Omegas. Puedes casarte con un beta, incluso aceptó a un alfa pero no un Omega puro. ¡Entiéndelo!

—Pero yo amo a TaeHyung, deje a mi familia para poder estar con él. Renuncié a todo sabiendo que estaría solo si me abandona. No puede decidir sobre lo que él quiere.

Si, tenía miedo. Pero no quería perder a TaeHyung. No a su pareja que tanto quería.

—¡No te atrevas a hablarme Omega inútil!

La gota que derramó el vaso, como solo se quedó callado y se sentó. Mordiendo su labio para intentar contener las lágrimas.

Tenía razón, era un Omega inútil. No había duda de ello y lamentablemente ella lo sabía.

—¡No le hables de ese modo!, madre. ¿Por qué eres así?, tus ideologías son malas.

—Escucha, ahora no lo entiendes. Pero si JungKook estando en cinta tiene un descuido pequeño puede quedar estéril y eso significa que no hay familia. Que no sirve y es inútil ante lo único que fue mandado.

—Métete esto en la cabeza, amo a JungKook. Lo amo más que tú y mi familia. Lo amo, aunque digan que no me dará familia, yo les demostrare que si.

Fue directamente a JungKook notando el temblor en su cuerpo y como se estaba lastimando rasguñando su brazo.

—¡Saca a ese Omega inservible de mi casa!, ¡Ahora!

—Si lo sacas a él, te despides de mí. Olvida que tienes un hijo, olvida o recuérdame bien. Porque será al menos una de las últimas veces que me verás.

El rostro de la mujer cambió, uno afligido, triste y preocupado.

Como pudo cargo a JungKook subiendo las escaleras y entrando a la habitación para recostarlo. Un segundo donde el sollozo fue soltado y las fuerzas en sus manos pequeñas comenzaron a golpear su propio abdomen.

TaeHyung negó, tomó las manos pequeñas y lo abrazo. Él lo amaba, no importaba lo demás.

—Cariño, escucha.

—N-No, ti-tienen razón... Soy inútil. No puedo hacer nada bien, perdí a mis padres y no tengo amigos. No sirvo.

—No bebe, tú eres más que las palabras. Eres mi adoración. Eres el Omega dulce que sabe cocinar, incluso soportar el dolor. Eres especial, y yo te amo por eso. No les creas a la gente ignorante. Ellos no entienden.

—Te Amo, Tae. Te amo y mucho —se abrazó, sabiendo que seguía llorando por los gritos.

🐺🌸🐺

Perdóname, no quería nada de esto.

©Obra original por: LyzOrtega15

✏Adaptación por: LinaLoz07

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