II. Future Nostalgia

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CAPÍTULO DOS
FUTURA NOSTALGIA

"Come, come, fly into my palm and collapse. Oh oh, suppose you'll never know. Nobody knows where they might end up, nobody knows"


Klaus había aceptado su petición de volver a Mystic Falls, pero antes de eso debía encargarse de algunas cosas él solo. Por lo que Arielle decidió viajar sola en su coche hasta el pueblo de Virginia. 

—Venga, hombre. Yo no te maté—la voz de Damon llega a sus oídos, mezclada entre quejidos de dolor, mientras se acerca a la puerta principal de su casa—

—No, pero me dejaste en el pozo donde morí de hambre—le recrimina un hombre al cual Arielle no conocía—Y me quedé solo en el Otro Lado hasta que Qetsiyah me recordó mi destino sobrenatural.

Decidida a no llamar su atención, Arielle uso su velocidad vampirica para entrar a la casa por otra de las puertas. Una vez dentro pudo ver al hombre que amenazaba a Damon con una pistola de balas de madera.

—Curar a Silas y luego matarle. Fin de la historía.

Arielle rueda los ojos y se coloca detrás de él, arrancándole el corazón.

—Fin de tu historia—comenta, observando como su cuerpo cae al suelo—

Damon la observa sorprendido y le dedica una sonrisa orgullosa.

—¿Te has cansado de Klaus?—cuestiona con diversión—

—Muy gracioso—rueda los ojos, tirando el corazón al suelo—He venido a la graduación.

—¿Elle?

La aludida se da la vuelta con confusión al oír su nombre.

—¿Lexi?—cuestiona confusa, al verla junto a Stefan—¡Dios mío!

Stefan sonríe y Arielle se lanza a los brazos de la chica, quien la recibe con una sonrisa.

—¿Cómo es posible?—inquiere al separarse del abrazo—

—Bonnie tiro el velo del Otro Lado—le explica Stefan—Ella no es la única que ha vuelto.

Arielle se gira hacia Damon.

—¿Ric?—inquiere, esperanzada. Damon asiente—

—Y Andrew, James...—añade Lexi con felicidad—

—¿Es una broma?—cuestiona sin poder dejar de sonreír—

—No bromearía con eso—le asegura su amiga—Y, oye, tú y yo tenemos una charla pendiente. Sobre ese híbrido Original...

—Si, después de la graduación hablaré con todos. ¿Cuánto durará esto?

—Hasta está noche—le responde Damon con algo de fastidio—Y espero, hermanita, que lo que quieras decirnos sea que te has cansado de él.

—¿Te has cansado tú de Elena?—le pregunta, cruzándose de brazos—

—Vale—suspira, frustrado—Me calló.

—Gracias.


—Volver de entre los muertos por segunda vez no está tan mal—asegura Andrew mientras caminan por el bosque—De hecho es divertido, son como unas vacaciones en las que puedes hablar con tus seres queridos.

—No bromees con eso—le pide ella con frustración—

—Lo siento—se disculpa—

—Así que William ha encontrado la paz—murmura Arielle empujando una piedra con sus pies—

—No le hemos visto por el pueblo y estoy seguro de que él habría venido a verte si siguiera en el Otro Lado.

—Es una pena, quería despedirme.

—Ya lo hiciste—le asegura él, guardando sus manos en los bolsillos de su chaqueta—Cuando volvimos hace unos meses.

—Desaparecisteis—le recuerda con tristeza—

—Puede que él solo necesitará ese día—comenta con tranquilidad—¿Vas a contarles a tus hermanos la novedad?

—¿Me seguiste a Nueva Orleans?—cuestiona, incrédula—

—No tengo muchas más cosas que hacer en el Otro Lado que espiar a mi mejor amiga. Además tú y Klaus sois lo más parecido a la televisión que tengo.

—Muy gracioso—se queja, empujándole del hombro de forma amistosa—

Ambos sonríen y observan el bosque, donde entre los árboles por fin son capaces de deslumbrar la casa de Luna.

—Deberías quitarte ese anillo—comenta Andrew al ver a Thomas y Marie en la puerta de la casa—Solo te está dando problemas.

—Bueno es mi castigo por enamorarme del tío que mató a mi mejor amigo.

—Uno no elige de quien se enamora, y Klaus está empezando a caerme bien.

—¿En serio?—eleva sus cejas, formando una sonrisa en sus labios—

—Te hace feliz. Con eso me vale.

Arielle rueda los ojos y observa como la puerta de la casa se abre revelando a James y a Luna. Los ojos azules del chico conectan con los de ella al instante y sin pensarlo ambos se acercan para abrazarse.

—Aún no me creo que estéis todos aquí—murmura en medio del abrazo—

—No es que no te lo creas, es que te fastidia lo que podamos decirte de Klaus—se burla James al separase—

—No es cierto—se queja, empujándole con una sonrisa—

—Está bien. Todos lo sabemos.

—¿Saber el qué?—cuestiona, confusa—

—La novedad que le vas a contar a tus hermanos y que hará que Klaus muera—le responde Luna con diversión—

—Sabemos que estás embarazada—aclara James—Y estamos muy felices por ti.

—Y tanto, recuerdo que siempre quisiste tener hijos—comenta su mejor amigo—

—Yo solo espero que sea una pequeña Arielle y no un pequeño Klaus. O el mundo se irá a mierda—comenta Marie con diversión—

Todos sueltan una carcajada, incluida Arielle. Que hubiese un mini Klaus sería un desastre. Pero es que hasta el propio Klaus prefería una niña, una que fuera igual de preciosa e inteligente que Arielle.

—¿Has vuelto por la graduación?—le pregunta Thomas—

—Si, y para despedirme bien de todos—admite Arielle—

—Entonces deberíais ir yendo, o llegareis tarde—les dice James—

—¿No vendréis?

—Es raro que alguien muerto aparca de la nada—comenta con una sonrisa—Y así puedo pasar tiempo con mi hermana.

Arielle asiente y abraza a ambos hermanos Gómez con fuerza.

—Os echaré de menos—les dice con tristeza—

—Yo me iré del pueblo, pero siempre estaré a sólo una llamada de distancia si me necesitas—señala Luna—

—Y yo estaré siempre a tu lado—le asegura James con una sonrisa—Excepto en los momentos íntimos, de eso paso.

Sus palabras le sacan una sonrisa a Arielle, quien no tarda en apretar más su abrazo antes de separarse.

Thomas le dedica una sonrisa y junto a Marie y Andrew se alejan de la casa. El teléfono de Arielle comienza a vibrar con insistencia por lo que ella lo coge para leer los mensajes de su hermano Stefan.

"Damon tiene veneno de hombre lobo en el cuerpo. Necesita sangre de Klaus o morirá"


—Klaus, no es momento de que pases de mi—se queja Arielle por el contestador de su llamada—Te voy a llamar cada cinco minutos hasta que vengas y le sabes a vida a mi hermano.

Cuelga el teléfono y mira a Thomas, quien le dedica una sonrisa tranquilizadora. Ambos caminaban hacia Caroline y Bonnie con sus togas puestas.

—Hola—saluda Thomas al llegar junto a su hermana—Ya hemos llegado.

—Oh, Arielle me legro de verte—sonríe Caroline—

—Hola, chicas—saluda Matt, llegando a su lado—

—¿Dónde estabas?—inquiere Caroline con nerviosismo—

—Haciendo planes, evitando morir a manos de un cazador de vampiros—responde como si nada—

—¿Dónde está Elena?—pregunta Bonnie—Ella no puede faltar.

—Estoy aquí—anuncia, llegando junto a Stefan—

—No me lo puedo creer—habla Caroline con una sonrisa—Estamos todos aquí. Estamos todos juntos.

—Bonnie Bennet, ¿estás llorando?—inquiere Arielle, observándola—

—Tú te vas del pueblo y todos iréis a la universidad—responde con tristeza—

—Nos vamos a ir todos—le corrige Caroline—

—A mi se me ha pasado el plazo—comenta Elena—Estaba ocupada siendo un monstruo.

—Ser vampiro tiene sus ventajas. Podéis ir a dónde queráis—les sonríe Arielle—

—Si, y... y elegir a nuestros compañeros—anuncia Caroline con una sonrisa—Conseguiremos una habitación triple para las tres.

—Es un gran momento—sonríe Bonnie—

—Oh, abrazo en grupo—pide Caroline—

Todos asienten felices y se unen al abrazo.

—No, no. Yo no doy abrazos—se queja Stefan—

—Déjate de tonterías—se queja Arielle, abrazándole—

Stefan sonríe con molestia, abrazándola.


Con sus diplomas y por fin graduados de forma oficial, Arielle, Caroline, Elena, Thomas y Stefan se reunieron detrás de las gradas.

—Me encantaría poder largarme de aquí antes de que Vaughn vuelve a la vida. Pero Damon no quiere tomase la Cura. La quiere para Elena—explica Alaric a través del teléfono—

—Aguanta un poco más—le pide Stefan—Arielle está insistiendo con Klaus.

La chica suspira frustrada y cuelga su móvil cuando Klaus sigue sin contestar a sus llamadas.

—Stefan, ya no hay tiempo para llamaditas de emergencia—se queja Ric—¿Qué quieres? ¿Que me quede aquí a verle morir? ¿O que le oblige a tomar la Cura? Stefan.

Los oídos de todos comienzan a pitar, obligándoles a tapar sus orejas con sus manos mientras sueltan quejas de dolor. El grupo de brujos que Arielle había matado días atrás se encontraba detrás de ellos, provocando aquello.

—¿Nos recuerdas, Arielle?—le pregunta una de las brujas—

Pero, entonces su cabeza cae de su cuerpo cuando algo la golpea. El hechizo se detiene y Arielle se da la vuelta, encontrándose con Klaus.

—Tengo de sobra para todos—comenta el hibrido con una sonrisa—¿Quién es el siguiente? Puedo pasarme así todo el día.

Stefan, Elena, Caroline y Thomas le miran con confusión mientras Arielle le dedica una sonrisa. Sabía que no le fallaría.


Una vez Klaus había curado a Damon, todos se habían reunido en la casa Salvatore. Pero Arielle y Klaus se encontraban fuera, pensado la manera de contarles a todos lo de su embarazo.

—¿Cómo has llegado tan rápido?—le pregunta Arielle—Teniendo en cuenta que no respondías a mis llamadas.

—Ya estaba de camino, pero Elijah no me ha dejado ni un segundo, hablándome sobre cómo Hayley está frustrada por vuestro vínculo.

—Bueno, Marie dice que va a venir a Nueva Orleans. Ella puede intentar ayudarnos. No es una bruja de ahí así que... podrá hacer magia, ¿no?

—No lo sé, amor—admite, sacando una tarjeta de su traje—Recibí tu tarjeta de graduación. Creo que Stefan me la mando.

—Bueno, al menos uno de ellos lo va asimilando—comenta con una sonrisa—

—Y supongo que esperas dinero.

—Eso. O una mini nevera—sonríe—Ahora tengo antojos y no solo de sangre. La comida humana también me apetece. Sería practica.

—Creo que el hecho de que Tyler pueda volver al pueblo con sus amigos será un mejor regalo de graduación—señala, sorprendiéndola—La mini nevera me parece un poco vulgar para un evento como este.

—¿Lo dices en serio?

—Por supuesto. Se lo que te importan. William me no ha explicado.

—¿William?—cuestiona con confusión—

—Nada más llegue al pueblo me acribilló a razones por las que debería dejarle volver. Y no paraba de nombrarte—explica con tranquilidad—Le importas.

—Y él a mi—asegura—

—Te sigue queriendo—murmura, mirándola a los ojos—Pero él es tu primer amor. Yo pretendo ser el último.

Una sonrisa sale de sus labios cuando Klaus se acerca a ella para depositar un delicado beso en su mejilla.

—Enhorabuena, Arielle—susurra en su oído—

Ella sonríe y le sujeta de las mejillas para poder besarle en los labios.

—Tú eres el amor de mi vida. Eres la persona que me ha hecho quererme lo suficiente como para vivir mi vida y no la de otra persona. Eres mi último amor.


—No está bien espiar a la gente—se queja Stefan mientras Arielle y Klaus se adentran en la casa—

—Me queda poco tiempo—se justifica Lexi—No me libres de la poca diversión que tengo.

Arielle sonríe levemente, acercándose a su hermano.

—¿Podemos hablar?—inquiere, llamando la atención de todos los presentes—

—Claro—le responde su hermano pequeño—

—¿Alguien a visto a Jeremy?—cuestiona Elena bajando al salón junto a Damon—

—Acaba de llegar, está fuera—le responde Arielle—Dice que quiere despedirse antes de ir a despedirse de Bonnie.

—Gracias—responde Elena, saliendo de la casa—

—Bien, hermanita, cuéntanos—la anima Damon, sentándose en el sofá al lado de Alaric, quien le entrega un vaso de bourbon—

—Bueno, todos estáis al tanto del hechizo que me hace medio humana, ¿no?—pregunta, recibiendo un asentimiento por parte de todos—Bueno, ese hechizo se activó la noche que Silas despertó. Y esa misma noche... Klaus y yo...

—No entres en detalles—se queja Damon con una mueca de asco—

—Y por favor ve al grano—le pide Stefan—Porque creo que estoy apunto de arrepentirme de haberte apoyado con vuestra relación.

Arielle asiente y le dedica una rápida mirada a Klaus.

—No pueden matarme—le asegura él—Yo tengo la estaca.

—Cierto—suspira—Bueno. Eh...

—No, no lo digas—le pide Damon al darse cuenta de todo—Porque lo que creo que vas a decir va a provocar que torture a ese bastardo y que tú te enfades tanto conmigo que no me perdonarás ni en mil años. Y eres mi hermanita...

—Damon—le interrumpe—Necesito decirlo. Pero no puedes hacerle nada, porque es algo de dos personas y ninguno se aprovechó del otro. Fue decisión de ambos acostarnos.

—No, no, no, no—niega, frustrado—No me digas que el bastado te ha dejado embarazada de un mini Mikaelson.

—Eso es imposible, Klaus un vampiro—recuerda Stefan con una mueca—

—Es un híbrido—corrige Alaric—También es un lobo.

—Y si Arielle se hubiese acostado con otro, ese tío ya estaría muerto—señala Lexi—

—¡James!—exclama Damon—No es que me cayese bien, pero...

—James ya estaba muerto la noche que despertó Silas—le recuerda Arielle—Y es mi amigo.

Damon suspira y observa a su hermana.

—Arielle, ¿estás embarazada?—le pregunta sin rodeos—

La chica le mira a la ojos y asiente con lentitud, asustada por su reacción. Damon la observa con detenimiento y de un segundo a otro se coloca delante de Klaus.

—Como le hagas algo...

—Damon—le llama Alaric—No la cages. Vas a tener una sobrina o un sobrino.

El peli negro se gira para mirar a su mejor amigo antes de agudizar su oído. El latido de su hermana y del bebé llega a sus oídos.

—Siempre quise tener hijos—le recuerda Arielle—Y los voy a tener con la persona a la que quiero.

—Voy a ser tío—murmura, acercándose a ella—

—Si.

—¿De un hijo de Klaus Mikaelson?—cuestiona con una mueca de indignación—

—No, de un hijo de Arielle—le corrige Stefan, colocándose a su lado—Nuestra hermana.

—¡Y de Klaus!—exclama—Una cosa no quita a la otra.

—Y tú nunca cambiarás—se queja su hermana—Podrías alegrarte, ¿no?

—Estoy alegre—asegura con una mueca—¿No lo ves?

—Eres un idiota, Damon—sonríe, lanzándose a sus brazos para abrazarle—

—Espera—le pide, sujetándola de los hombros para mirarla a los ojos—No puedes irte a Nueva Orleans. Cuidaremos de ti, ese bebé es de nuestra sangre. Un Salvatore.

—¿Ahora es un Salvatore?—cuestiona Alaric, confuso—Hasta hace un segundo te quejabas porque era de Klaus.

—Ric, no te metas en problemas familiares—le pide con fastidio—

El aludido suspira y sonríe por la forma de ser de su mejor amigo.

—Voy a irme a Nueva Orleans—asegura Arielle—Por varias razones. Uno, estoy harta de este estupido pueblo. Dos, es una ciudad preciosa. Tres, allí podré deshacerme de la bruja que me persigue. Y cuatro, dejaréis de molestarme.

—Muy graciosa—se queja, antes de mirar a Klaus—Espero que sea niña.

—Y yo, créeme—le asegura él, dedicándole una sonrisa a Arielle—Porque será igual de hermosa y lista que su madre.

—Agh, buscaros un hotel—se queja Damon, separándose de su hermana—O no, mejor no. No os toqueis en los nueve meses de embarazo.

—Ya y tú no te enamores de la novia de Stefan—le pide Arielle, cruzándose de brazos—O espera, eso es imposible.

—Muy graciosa—se queja con una mueca—

—¿Qué quieres? Es tu hermana—señala Lexi—El sarcasmo va en vuestro ADN.

—Pero la inteligencia parece que no—comenta Klaus con una sonrisa de diversión—

Damon bufa frustrado y se deja caer en el sofá con una mueca de molestia.




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