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06. Clase "anti defensa"

Bostezo por tercera vez en menos de cinco minutos. Sus ojos pesaban y tenía ojeras debajo de ellos.

— Ten — Hermione le pasó una taza de café — No sé cómo puedes estar tan cansada, fuiste la primera en irte a dormir.

Luego de ir a la sala común, ella se encontraba tan cansada como en ese momento, por lo que había decidido irse a la cama mucho más temprano que los demás por lo que no se enteró de la pelea de Harry y Seamus hasta esa mañana cuando Ginny se lo Contó.

Todavía no había hablado con él porque era temprano, pero estaba empezando a notar que parecía mucho más enojado de lo que nunca lo había visto. Conocía esa sensación a la perfección, el sentir que estar a la defensiva era mucho mejor que te vieran vulnerable, el pensar que todos estaban en tu contra porque de alguna manera sabias que todos en realidad lo estaban. Y como conocía ese sentimiento, no quería que Harry lo sintiera.

Pero no sabía cómo quitárselo, todavía lidiaba con el suyo propio.

— Nuestra primera clase es Defensa contra las artes oscuras — siguió hablando la castaña a su lado, tratando de animarla. Leylah se quejó por lo bajo — Creí que era tu clase favorita

— Era mi clase favorita cuando la impartía Remus — contestó — Después de él, los profesores solo parecen empeorar — Apoyó su cabeza contra la mesa — Mi clase favorita a partir de ahora será adivinación, al menos puedo dormir es su clase

En ese momento, Ron y Harry se sentaron delante suyo. El primero empezó a comer con muy poca delicadeza

— ¿Qué le sucede? — preguntó el pelirrojo asintiendo a hacia ella y hablando con la boca llena

— No quiere ir a DCLAO... O eso creo

El de lentes la miro con el ceño fruncido — Creí que era tu clase favorita

— Pues, ya no más — contestó con la voz ahogada entre la madera.

Potter agarra una tostada, le unta mermelada de fresa y se la acerca al rostro

— Toma — Se la da y ella la agarra con un suspiro cansado, sentándose correctamente en el banco — Debes desayunar algo o te pondrás gruñona 

— ¿Más que de costumbre? — pregunta Ron divertido

— Ja ja, mira cómo me rio, Weasley — entrecierra sus ojos hacia el chico mientras mordía y masticaba la comida

Estuvieron media hora más allí hasta que Hermione los apuró porque ya iban tarde.

En el salón se sentó junto a la castaña igual que cada vez que tenían alguna clase juntas. Mientras esperaban a su nueva profesora, los alumnos se divertían con un ave creada por una alumna de Gryffindor. La paloma volaba arriba del cabeza de los chicos y algunos trataban de jugar con ella.

El ambiente divertido termino cuando el ave se prendió fuego y se consumió. Leylah miro detrás suyo para encontrarse con Umbridge de pie con una sonrisa que ella describiría como maquiavélica

— Buenos días niños — comenzó a caminar por el pasillo para llegar al frente de la clase — Titulo Indispensable de Magia Ordinaria; Mejor conocido como T.I.M.O — Volvió a sonreír — Estudien mucho y serán recompensados, fracasen en esto y las consecuencias podrían ser severas

— Que motivador... — Susurró

Con un movimiento de su varita, los libros detrás de la profesora empezaron a moverse y repartirse a cada uno. Leylah leyó el titulo con el ceño fruncido

— Su intrusión previa en esta materia ha sido terriblemente inconstante, pero afortunadamente desde ahora seguirán un curso de magia defensiva aprobada por el ministerio cuidadosamente estructurado — Hermione levantó la mano pidiendo la palabra — ¿Sí?

— Aquí no hay nada sobre cómo usar hechizos de defensa

— ¿Hechizos de defensa? — rio — No sé para qué necesitarías hechizos de defensa en mi clase

— ¿No usaremos magia?

— Van a aprender hechizos de defensa de una manera segura y sin riesgos

— Es una broma, ¿Verdad? — Preguntó incrédula — No sobreviviremos solo con la teoría

— Exacto — apoyó Harry — Si nos atacan sería un gran riesgo

— Deben levantar la mano para hablar en mi clase. En la opinión del ministerio el conocimiento teórico para que pasen sus exámenes, que después de todo es para lo que sirve el colegio

— ¿Y cómo nos preparará para lo que existe en el exterior? — el de lentes tomó nuevamente la palabra

— No hay nada en el exterior, querido ¿Quién te imaginas que atacaría a niños como tú?

— Oh no lo sé. Tal vez Lord Voldemort — el sarcasmo en su voz no pasó desapercibido para nadie.

La clase quedo en silencio.

— Les explicaré, claramente les han dicho que cierto mago tenebroso esta al asecho nuevamente, eso es una mentira

— ¡No es una mentira, lo he visto, luche contra él!

— ¡Esta castigado, señor Potter!

— Según usted Cedric Diggory murió por que sí — Sigue cuestionando sin importarle su castigo

— La muerte de Cedric Diggory fue un accidente trágico

— ¡Fue un homicidio! ¡Voldemort lo hizo, usted lo sabe!

— ¡Basta! Basta... Lo veré luego señor Potter, en mi oficina

La risa que lanzó al final le puso los pelos de puntas a Leylah por lo que decidió intervenir para no dejar solo a Harry con esa mujer.

Se levantó de su silla golpeando con ambas manos su mesa, haciendo que toda la atención recayera sobre ella

— ¿Qué hay de los Mortifagos? Incluso si Voldemort no está de regreso, que si lo está, aún quedan Mortifagos sueltos

Umbridge apretó su mandíbula — Debe levantar la...

Ella la interrumpió— Sin ir más lejos, en el curso pasado Barty Crouch Jr. se escapó de Azkaban — La semidiosa frunció el ceño fingiendo pensarlo — No, él no escapo. Fue nuestro propio ministro quien lo sacó de ahí, mostrando no solo la corrupción y estupidez de nuestros líderes, si no también que tan fácil es pasar por encima de todos ustedes 

— Señorita Riddle... — advirtió

— Pero eso no se termina ahí, él se escapó de su propio padre y se infiltro aquí, en Hogwarts ¿O me equivoco? — los alumnos miraron a su profesora esperando una respuesta

— Se esta ganado un castigo, señorita Riddle — sentenció

Por un momento, Leylah quedó paralizada por las palabras que uso, eran similares a las de Marcel. Sacudió la cabeza para despejarse y le contestó

— ¿Por qué? ¿Por decir la verdad? — levantó una ceja en su dirección y luego se encogió de hombros — Supongo que a nuestro gobierno no le gusta que nos expresemos libremente

— ¡Esta castigada! ¡Ahora siéntese!

La Riddle obedeció, había cumplido con su objetivo; No dejar solo a Harry con esa mujer

[...]

Al final nada fue como lo esperó; Harry y ella fueron castigados por separado.

Caminaba sin mucho entusiasmo a la oficina de su profesora cuando al doblar por un pasillo se chocó a un alumno quien la agarró antes de que tocara el suelo

— Debes ir con cuidado, Leylah — La voz de Aarón la obligó a levantar la cabeza. Él ya se encontraba sonriéndole de forma amigable.

— Hola, Aarón — se removió entre sus brazos para librarse y dar un paso atrás — Voy tarde a mi castigo, permiso

— Déjame acompañarte — Se ofreció sin darle muchas opciones a negarse — ¿Primer día y ya castigada?

Se encogió de hombros medio divertida — No puedo evitarlo

El Ravenclaw se rio.

Después de la desastrosa cita que habían tenido, solamente habían hablado un par de veces y es que ella se sentía un poco incomoda con su presencia ya que estaba un poco arrepentida por haber salido ese día con él.

No había querido darle falsas esperanzas al chico, el cual le había escrito en el verano varias cartas donde la invitaba a su casa o donde le expresaba lo mucho que la extrañaba. Le incomodaba, sí, mayormente porque no eran tan cercanos para lo que él le demostraba y realmente no sabía si Aarón entendía que no le interesaba una relación. 

Él le siguió hablando, le comentó su verano, su estadía en la casa del campo de sus abuelos, el cómo le afectaba el hecho de no haber podido ver a sus amigos Muggles y un par de cosas más a las que ni siquiera se molestó en prestar atención.

Sus pensamientos estaban en cierto chico con anteojos al cual no había visto desde que él entro a su castigo, hacia unas dos horas.

— Llegamos — Anuncia ya frente a la puerta de madera

— Gracias por acompañarme — le sonrió y dio un paso hacia la puerta, pero la mano de Aarón la detiene de tocar la madera

— De hecho, Leylah, quería preguntarte algo — le da un asentimiento para que continúe — ¿Quieres ir a Hogsmeade conmigo el próximo fin de semana? Prometo no salir corriendo como la última vez

Ella se desenreda de su agarre sutilmente

— Tengo planes para este fin de semana — miente rápidamente

— ¿En serio? ¿Qué debes hacer?

Mierda. Piensa, piensa...

—Harry me enseñara a jugar Quidditch — dice lo primero que se le ocurre y al verlo abrir la boca para contestar, se apresura a agregar — Pero te avisare si cambio mis planes, nos vemos

Abre la puerta y la cierra detrás suyo, apoyándose sobre ella y suspirando

Un carraspeo la devolvió a la realidad.

Umbridge la miraba con el ceño fruncido y la boca ligeramente apretada en señal de disgusto. Se levanto de su escritorio y se posó delante suyo

— ¿Qué son esas maneras de entrar?

— Lo siento, es que estoy tan ansiosa por pasar tiempo con usted que no medí mi emoción — se despegó de la puerta con una sonrisa falsa — ¿Cuál será mi castigo?

La sonrisa volvió a su cara — Escribirá unas líneas para mí. Tome asiento, querida

Leylah se sentó desconfiada en el único banco que había en aquella oficina. En cuanto estuvo sentada observó, con horror, la forma en la que estaba decorada el lugar.

Todo era rosa y había decenas de gatos en las paredes. Casi pudo sentir ganas de vomitar

— Usará esta pluma y no se preocupe por la tinta, no la necesita

Le entregó la pluma y la tomó. Ya había un pergamino el cual debía usar

— ¿Qué debo escribir?

— ¿Qué le parece, No debo decir mentiras? Las veces que sean necesarias para que se le graben

Leylah rodó los ojos, pero prefirió callarse. En cambio, comenzó a escribir, mientras más rápido lo hiciera, más rápido se iría 

Dolores camino por la oficina con pasos triunfales

Comenzó a escribir lentamente y, para cuando termino de escribir la primera línea, empezó a sentir un ardor en su mano izquierda.

Dejo de escribir cuando el ardor se hizo más intenso, alzó brazo para examinarlo.

Desde el comienzo de la muñeca hasta casi cerca de los nudillos, aparecía la misma frase que había plasmado en la hoja.

Soltó la pluma bruscamente cuando el ardor se hizo casi insoportable

¿Eso mismo le había hecho a Harry? Dioses, esperaba que no.

Umbridge la miró desde arriba — ¿Algún problema, querida?

La miro con el ceño fruncido preguntándose como podía ser tan cínica

Se levantó de su asiento sorprendiéndome, tomó su mochila y se encaminó a la puerta

— ¿A dónde cree que va, señorita Riddle?

Frenó sus pasos, pero no voltio

— Dijo que hasta que se me quedara grabado, ¿Recuerda?

Azotó la puerta cuando salió

[...]

La sala común estaba repleta de niños de primer año probando los productos Weasley.

Leylah recorrió la habitación con la mirada hasta que la posó en el trío de oro quien estaban los tres sentados en el sillón.

Se encaminó hacia ellos lo más rápido que sus pies le permitieron.

— Muéstrame tu mano — ni siquiera los saludo, simplemente se dirigió al de lentes arrodillándose — Ahora, Harry.

Él titubeo y ella con muy poca paciencia se la tomó. Exactamente la misma frase que ella tenía, en el mismo lugar.

Respiró pesadamente, sintiéndose muy enojada al momento

— No es nada

— Debes decirle a Dumbledore — opina Hermione observándolo preocupada

— Dumbledore tiene mucho que pensar en este momento, además no le daré la satisfacción a Umbridge

Se zafó del agarre de la semidiosa y siguió leyendo

— Al diablo con Umbridge, si nuestros padres se entraran...

— Sabes bien que no tengo padres, Ron — se quedaron en silencio

— La mataré — habló por fin ella. Alzó su mirada y los tres pudieron observar cómo sus ojos resplandecían de dorado en vez de su tono natural azulado

Se levantó dispuesta a ir a su encuentro

— No te metas en esto, Leylah — contestó Potter tomando sus cosas y levantándose — No necesito que me cuides

Esas palabras hicieron que frenara y lo mirara, sus ojos ya del color normal

— ¿Qué no me meta? ¿Te está torturando y pretendes no hacer nada?

— Exacto y tu respetaras mi decisión.

Lo vio irse escaleras arriba.

— ¿Qué harás? — Preguntó Hermione

— Nada — avanzó hacia su dormitorio— Por ahora

[...]

Su herida seguía ardiendo y le picaba.

Apagó el agua de la ducha y se envolvió en una bata roja con el símbolo de su casa en él.Salió del baño y se dejó caer en su cama. Sus compañeras debían de estar aun en el gran comedor; cenando.

Un brillo resplandeciente de su mesa de luz le llamó la atención. Se acomodó de manera que pudiera ver lo que era

Una pequeña caja amarilla brillante estaba allí. La tomó con cuidado y la abrió.

Lo primero que vio fue una notita que decía lo siguiente:

"Cuídate,

—A "


Abajo de eso, un pequeño frasco con lo que parecía ser una crema.

Sonrió levemente abriendo el frasco y tomando un poco con sus dedos. Los deslizo contra la herida viendo, y sintiendo, como esta rápidamente dejaba de arderle y empezaba a cicatrizar y desaparecer.

— Gracias, amore — Susurró a la nada, pero sabiendo que la estaba escuchando. 

Hola! ¿Cómo están? Esta tiene que ser la actualización más temprana que he hecho hasta ahora...

Espero que les haya gustado. Por cierto, se me ocurrió que puedo contestar las preguntas que tengan en cuanto a la historia. Así que si tienen dudas déjenlas acá y en el próximo capitulo las contestaré. 

Voten y comenten si les gusto. 

Nos leemos en la próxima!!

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