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06. Snape, cena aburridísima y primer partido

Mcgonagall intercambiaba miradas entre los cuatro y el collar extendido en su escritorio.

Harry, Ron, Hermione y Leylah se encontraban en la oficina de la profesora para declarar lo que habían visto. Por supuesto, que también se encontraba la amiga de Katie

— ¿Está segura de que Katie no tenía esto en su poder cuando entro a las tres escobas? — comenzó interrogando a la niña

— Como dije, se paró para ir al baño y cuando volvió tenía el paquete. Dijo que era importante que lo entregara

— ¿Y te dijo a quién?

— Al profesor Dumbledore

— Muy bien, gracias Leanne, puedes retirarte — la chica asintió y se fue. Minerva los miró casi con frustración — ¿Por qué siempre pasa algo tienen que estar ustedes tres? Y ahora con la incorporación de la señorita Riddle a los problemas 

— Créame, profesora, yo me he hecho esa pregunta por seis años

— Severus — exclamó la profesora, mirando detrás de ellos. ambos charlaron unos minutos y luego el hombre se puso a revisar el collar — ¿Tu qué crees?

— Creo que la señorita Katie tiene suerte de estar viva

— La hechizaron, ¿No es así? Conozco a Katie, no mataría a ninguna mosca. Si le estaba llevando eso a Dumbledore, no lo hacía conscientemente — Harry se adelantó 

— Si, la hechizaron — confirma Minerva

— Fue Malfoy

Hermione, Ron y Leylah lo miran, los tres con confusión en su rostro 

— Esa es una acusación muy seria, Potter — advierte la mayor

— Es cierto — Sigue Snape — ¿Tienes pruebas?

— Solo lo sé — fue todo lo que dijo

¿Es en serio? se preguntó la Riddle. Cuidar a Harry era muy difícil a veces

— ¿Solo lo sabes? Nuevamente nos asombras con tus dones, Potter. Dones con los que cualquier mortal soñaría poseer — el sarcasmo era evidente — Que grandioso debe ser saber ser el elegido, ¿Verdad?

— Les sugiero que vayan a sus dormitorios, todos — Mcgonagall tomó la palabra

Harry suspiró derrotado y se giró hacia la puerta junto sus amigo, Hermione y Ron. Pero Leylah no podía irse sin defenderlo, era algo más fuerte que ella. Casi como si proteger a sus amigos estuviera en su sangre

— Y yo les sugiero escuchar a Harry — habló, se cruzó de brazos mirando a ambos adultos. Aunque su atención se enfocaba más en Severus. El trio se detuvo para escucharla — Elegido o no, Harry ha salvado Hogwarts más veces de las que seguramente recuerden. Y solo guiándose con sus instintos. Así que, si dice que Malfoy tiene algo que ver, entonces investíguenlo — Alzó una ceja, desafiando a que la contradijera — A menos que usted lo proteja solo por ser de su casa

Se dio la vuelta y salió. Sus amigos se miraron ente ellos antes de salir apresurados. Afuera Harry le agradeció

[...]

Tal y como lo había predicho, la cena con Slughorn era un infierno. Casi le hacía desear volver a estar muerta.

Como enviaba a Ron, que se encontraba probablemente en su habitación, libre de anécdotas que, sinceramente, no le importaban a nadie.

Por suerte, todo ya casi terminaba. Solo debían pasar el postre y podía irse. No entendía como el de lentes se las arreglaba para parecer interesado en todo lo que Horace decía o preguntaba a los demás.

Miró el techo, preguntándose a que Dios debía de rezarle para que un meteorito cayera. Probablemente Zeus estaría encantado de acabar con su vida.

— Y dime Cormac, ¿Ves a tu tío Tiberius regularmente?

— Si, señor. De hecho, iré a cazar con él y con el ministro en las vacaciones

— Oh, vaya. No olvides saludarme a ambos — contestó — ¿Y qué tal tu tío, Belby? Para los que no lo saben, el tío de Marcus inventó la poción Matalobos, ¿Está trabajando en algo nuevo?

— No lo sé, él y mi papá no se hablan. Mi padre dice que sus opciones son una basura, y que la única poción que vale la es un trajo al final del día

— Háblanos de ti, Granger. Cuéntanos, ¿Qué hacen tu familia en el mundo de los Muggles?

— Mis padres son dentistas, señor. Cuidan los dientes de las personas — contestó, un poco cohibida por las miradas que todos le lanzaban.

— Fascinante, ¿Y eso se considera una profesión peligrosa?

Leylah quiso reír por los nervios de la castaña, pero Harry le pateó levemente el pie en señal de advertencia. Aunque Potter también tenía una sonrisa en el rostro

— No, aunque una vez un niño, Bobby, mordió a papá. Requirió diez puntadas — soltó una risa al final, pero se calló al ver que nadie se reía. Se concentró en su helado

La puerta se abrió. Ginny pasó y se disculpó por la tardanza. Parecía que había estado llorado.

— Ah, señorita Weasley, pasa

— Miren sus ojos, otra vez discutieron. Ella y Dean — les susurró Hermione

Ginny se acercó a la mesa y antes de que se sentara, Harry se levantó sin decir nada. Solo la miró.

Leylah frunció levemente el ceño, percatándose por primera vez de lo que pasaba entre Harry y la pelirroja. Harry tomó asiento nuevamente a su lado, pero sin quitar su mirada de la chica

Ahora se levantó ella, la noche estaba terminada para Leylah. Agradeció que ambos adolecentes hubieran hecho esa mini escena, así ella podría excusarse 

— Lo siento, señor. Pero debo irme, aun así, fue una estupenda cena

— Oh, está bien, señorita Riddle. ¿Se encuentra bien?

— Si, es solo... La menstruación. — fue lo primero que se le ocurrió 

Carraspeo incomodo — Claro, vaya, vaya.

Agradeció y corrió su silla hacia atrás para poder salir. Lo primero que hizo una vez estuvo en los pasillos fue quitarse los zapatos

[...]

Ron se encontraba caminando hacia el gran comedor con pasos pesados. Hoy era su primer partido como Guardian y estaba asustado.

Se sentó junto con sus amigos y miró su plato con asco.

— ¿Qué tal estuvo?

— ¿Qué cosa?

— Su cena con de ayer

— Muy aburrida, de hecho. A Harry le gustó el postre — contestó Hermione — Slughorn hará una fiesta de navidad y podemos llevar a alguien

— Supongo que llevaras a Cormac, es del club de Slughorn, ¿Cierto?

— No, iba a invitarte a ti

Lavender se apresuró a llegar corriendo y tocar el hombro del pelirrojo

— Buena suerte hoy Ron, sé que estarás brillante — le sonrió y se fue

— Yo renuncio, después de mi partido de hoy que McLaggen se quede mi puesto

— Te ves horrible — le dijo Leylah — ¿Qué pasó con toda la altanería que tenías cuando conseguiste el puesto?

— La perdí — murmuró

— Toma un poco de jugo — le dio una copa Harry

— Hola a todos — La voz de luna al lado suyo la sobresalto, al igual que al resto. La chica era sigilosa cuando quería — Te ves muy mal Ron, ¿Por eso pusiste algo en el vaso? ¿Es un tónico?

Hermione, Ron y Leylah, voltearon a ver a Harry, quien guardó un pequeño frasco en su bolsillo

— Suerte liquida — susurró la castaña — No lo hagas Ron — pero lo hizo de todos modos — Te pueden expulsar por eso

— No sé de qué estás hablando

Hermione la miró buscando ayuda, pero la Riddle simplemente se encogió de hombros

— Yo no vi nada

— Vamos Harry, tenemos que ganar — Se dieron un apretón de manos y se fueron juntos, siendo seguidos por los otros jugadores

— Será divertido — comentó Luna

— Vamos, hay que buscar buenos lugares — la Granger se levantó y las esperó para poder ir las tres juntas

— Me gusta su sombrero, es bonito — le dijo Leylah tomando una tostada para el camino

— Gracias — salieron del comedor y se cruzaron un grupo de tres chicas de Slytherin

— ¡Lovegood! ¡Qué sombrero tan...! — sus palabras murieron al verla a ella, detrás de la niña

— Por favor, continua lo que ibas a decir — le pide cruzándose de brazos Hermione suelta un suspiro, sabiendo que nada de lo que le digiera en ese momento, movería a Leylah de su postura de defensa.

La serpiente mira a sus amigas en busca de apoyo, pero estas corren la mirada y se mueven incomodas

— Solo es que su sobrero es muy...

— ¿Lindo? ¿Divertido? ¿Quieres uno igual? — la ayudó a elegir sus próximas palabras con una sonrisa burlona y una advertencia

Carraspeo — Si, sí. Todo eso... Ya nos vamos — tomó cada mano de sus amigas y las tres corrieron hacia afuera

— No es dije donde lo compré — habló Luna — ¿Cómo va a conseguir uno igual?

— Después yo se los digo — le restó importancia ella, cambiando se postura amenazadora a una simpática — Bien, ahora ¿Cuál es el mejor lugar en las gradas?

Ron lo hacía estupendo. Incluso, después de esquivar las bolas, levantaba los brazos para que lo aplaudieran y aclamaran

Leylah estaba segura de que nunca entendería el Quidditch, pero le gustaba el ambiente que generaba. Toda la casa de Gryffindor se encontraba allí, vitoreando, gritando emocionados y unidos. No importaba si el resto del año todos se llevaran mal con todos, ese era un momento de unión y armonía.

el festejo siguió esa noche en la sala común, pero ella subió rápidamente a su cuarto para poder leer la carta de Apolo

Como desde hacía semanas, el sobre amarillo estaba en su almohada, junto con otro que se encontraba vacío y ella debía de llenar

Lo tomó y abrió, sentándose en su cama

" Amore,

Me encantaría decirte que mi día fue diferente a cualquiera que ya te haya contado, pero la verdad ser un Dios es un poco aburrido. Discutí con Artemisa, paseé en mi auto y fui extremadamente sexi todo el día, nada nuevo

Lo único diferente fue que vi a Mikael un rato, te manda saludos dijo algo de no poder contestar tus cartas

En fin, pasemos a la parte divertida de mi día, cuéntame que has hecho hoy. No olvides los detalles

Espero tu respuesta,

Tu Amore"

Leylah rio y rodó los ojos. Se levantó y se sentó en su escritorio. Tomó una hoja y, agarrando una lapicera rosa con brillos, la misma que Apolo le pido no usar porque era difícil de entender. La siguió usando solo para molestarlo

"Apolo,

Lamento decepcionarte, pero tampoco hay muchas cosas que contarte. Es una escuela, no es tan divertido

La cena de ayer fue muy aburrida, una de las peores que he tenido. Incluso supera la vez que cenamos con Percy, ¿La recuerdas? La vez que intentó apuñalarte por llamarme Amore frente a él. Pensándolo bien, yo si me divertí ese día.

las clases son estúpidas y pierden mi tiempo. Supongo que Remus tenía razón al decirme que no leyera los libros que pedían este año. Mi error

Pero algo peor que las clases, son los profesores. Ellos sí que me hacen replantearme si vale la pena terminar mis estudios.

Hoy hubo un partido y mi casa ganó. Fue divertido, pero no entendí la mitad de lo que pasaba

En fin, como dije, no hay mucho más que decir o quejarme. Salvo, tal vez, del hecho de que no te veo a menudo o de que extraño el campamento.

Me gusta escuchar tu día, por muy igual al resto que sea, aunque eso de que has sido sexi todo el día lo dudo. Si quieres puedes venir aquí y probarme que me equivoco

Piensa en mí oferta,

Tu Amore."

La leyó dos veces y la guardó en el sobre restante. La selló y una vez hecho eso, la carta se elevó y desapareció en un pequeño brillo.

Bajó nuevamente a la sala justo para ver a Ron besándose con Lavender. Hermione se escapó, Harry y ella la siguieron.

Caminaron por los pasillos hasta que escucharon unos sollozos. Harry se adelantó, pero ella lo frenó

— Creo que es mejor si yo voy — le dijo, soltándolo y bajando los primeros escalones hasta poder sentarse a su lado, se quedó en silencio. Hermione fue la primera en hablar

— ¿Lo viste?

— Si — asintió — Es un idiota

la castaña sollozó negando — Yo soy la idiota... Creí.... — volvió a llorar y la abrazó

— No es estúpido enamorarse — la reconfortó acariciando su espalda 

— ¿Cómo lo haces? — preguntó

— ¿Qué cosa?

— Ver a Harry babear por Ginny, ¿Cómo haces para que no te importe? —

Leylah cerró sus ojos con fuerza, sabía que Harry estaba escuchando todo. Sintió que debía defenderse ya que no quería malentendidos y que las cosas fueran incomodas

— Harry y yo solo somos amigos — contestó — Pero, creo que, si incluso me gustara de esa manera, no lo sé, trataría de entenderlo. Si él es feliz, supongo que yo también lo soy.

— Creí que te gustaba... ya que lo besaste

— Quizás un poco, pero ya es pasado — Aclaró — Además, tengo algo también por un pelirrojo. No se que carajo tienen los Weasley  

Harry decidió bajar las escaleras en ese momento, se puso al otro lado de la castaña. Hermione, olvido por un momento sus lágrimas y la miró con curiosidad

— ¿Es Fred?

— ¿Qué? Por supuesto que no — hizo una mueca de asco — Ve un poco más arriba en el árbol familiar

— ¿Charlie? Estuvo muy mal cuando moriste... Por Merlín, ¿Eran novios?

— Los Dioses te oigan, pero no. Charlie no me registra ni un poco, estaba muy celosa el tiempo que salió con Bell — se levantó, sacudió sus pantalones y le tendió la mano — Vamos, asaltaremos la cocina, comeremos helado y hablaremos mal de Ron hasta que te sientas mejor.

Sonrió y tomó su mano. Harry también se levantó y las siguió hasta las cocinas.

Se quedaron allí hasta casi media noche e hicieron lo que ella les había prometido. Comieron helado, hablaron mal de su amigo y trataron de hacerla reír.

Esa noche, ya cuando todos estaban dormidos, la semidiosa daba vueltas en su cama, sin poder conciliar del todo el sueño. 

Sintió un brazo rodear su cintura y se sobresaltó. Se enderezó y se dio vuelta, encontrándose con Apolo sonriendo al lado suyo y acostado

— Me asustaste — le susurró con una mano puesta en su corazón. Agarró su varita y, con un movimiento, cerró las cortinas a su alrededor y puso el encantamiento Muffliato para no despertar a nadie — ¿Qué haces aquí?

— Vine a comprobarte que soy sexi, dado que tenías dudas — Se señalo a sí mismo. Leylah se rio — Ahora que ya está claro que soy hermoso, hay que dormir

Se sacó su camiseta, exponiendo su abdomen marcado y le sonrió con arrogancia dado que ella desvió su mirada

— ¿Era realmente necesario? Estamos en invierno — Apolo tironeo de su brazo y la acomodó en su pecho, con una mano alrededor de su cintura y la otra acariciando su cabello. 

— No escucho quejas reales por tu parte

Sonrió y trazó su estómago con sus dedos, amando como él se estremeció levemente por la sorpresa — Créeme, ninguna queja

Rozó el borde de su pantalón y Apolo contuvo el aliento. La Riddle lo notó y rio levemente. Al final, apoyo su palma cerca de su corazón

— Buenas noches, Amore

— Descansa, yo te cuido — cerró sus ojos y sintió un beso en su frente. 

Leylah y Apolo me dan mil años de vida....

Hola! como están? Espero que bien 

Voten y comenten que les pareció 

Nos leemos pronto!! 

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