08

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08. Un viaje en tren

Voldemort esperaba tranquilamente en el bosque. La mayoría de sus Mortifagos aguardaban las indicaciones detrás suyo, todos en silencio.  Bell caminó hacia su padre luego de recorrer las zonas cercanas de donde estaban

—No hay señales de Potter — Dijo bajando la cabeza — Y Leylah está muerta

—Lo sé — Miró hacia el frente durante un minuto más, luego se dio la vuelta, decepcionado —Realmente creí que vendría

Comenzó a irse y con él, su sequito de seguidores. Todos frenaron cuando se escuchó una rama partiéndose en la oscuridad del bosque. Voldemort giró lentamente para ver a su enemigo

—¡No! —Hagrid, quien estaba atado y de rodillas, gritó asustado — ¡No deberías estar aquí!

Un Mortifago lo calló.

Tom Riddle se acercó solo unos pasos hacia el adolescente para intimidarlo.

—Harry Potter —Comenzó —El niño que vivió vine a morir

Alzó su varita y Nagini se acercó serpenteandohacia su amo. Estas dos acciones deberían asustarlo

Pero Harry no tenía miedo, pues ya había aceptado su destino.

De hecho, Harry casi sentía alivio. Toda una vida llena de desgracias, soledad y peleando una guerra que él no había iniciado. La idea de que su sufrimiento por fin desaparecería era reconfortante

El niño cerró sus ojos y respiró hondo. Se imagino que pronto estaría con sus padres y que Leylah como había prometido, y ella no rompía sus promesas, lo estaría esperando.

—¡Avada Kedavra!

El estallido verde cegó a muchos por un momento, cuando volvieron la vista al frente, Potter y Voldemort, su señor, estaban inconscientes en el suelo

Bell se acercó a su padre y buscó su pulso en el cuello. No suspiró de felicidad al ver que seguía intacto y fuerte

—Está bien, solo inconsciente — les dijo a los demás. Vio a Bellatrix querer acercarse a Potter y la frenó — Nadie toca al niño hasta que mi padre decida que hacer

Eso frenó cualquier movimiento hacia Harry y se quedaron en su lugar. Bell miró a su padre y deseo tener la voluntad de matarlo allí mismo.

Pero no era tan fuerte como pensaba

[...]

Harry no entendía dónde estaba o que había pasado.

¿Esto era morir? Parecía tan... aburrido

Miró el su entorno con confusión hasta que reparo en un objeto tirado en el suelo debajo de un banco. A su alrededor todo era completamente blanco incluso su vestimenta.

Se acercó para poder verlo mejor. Se agachó a su altura.

—No pierdas tu tiempo con eso, no hay esperanzas para él

Giró su cabeza tan rápido que estaba seguro de que, en circunstancias normales, le generaría un calambre en el cuello.

Ahí estaba Leylah, con un vestido completamente blanco y descalza, su cabello suelto caía en delicadas ondas. Sostenía en su mano una urna. La luz detrás suya le daba un aspecto casi angelical.

Harry se acercó despacio temiendo que se desvaneciera. Quedó frente a ella.

—¿Dónde estamos?

—¿Dónde crees que estamos?

—Se parece a la estación Kings Cross, pero mucho más limpia. ¿Porque estamos aquí?

—No lo sé, es tu mente la que nos trajo aquí

Harry frunció el ceño —Si esto está en mi mente, ¿Significa que no es real?

Leylah comenzó a caminar y él la siguió

—Que estemos en tu mente, no significa que no esté pasando realmente —dejó la urna entre medio de ellos cuando se sentaron en un banco

—¿Qué es eso? —Preguntó Harry

—Las cenizas de la parte de Tom que vivía en mi —Le dijo Leylah, bajó la vista para ver el objeto — Era un Horrocrux que debía morir en el momento adecuado. Como tú

—Siempre supe que había algo en mi interior que realmente no me pertenecía. —Miro a su alrededor —Pero al menos morimos sabiendo que hicimos lo correcto

Leylah empujó su hombro con el suyo mostrando una sonrisa

—Realmente no creíste que nos dejaría morir, así como así, ¿Verdad, Potter? Tengo todo un plan

El Potter se enderezó en su lugar

—¿Qué? Estamos muertos. Ya no hay nada que hacer.

—Bueno, estamos en una estación de trenes. Entonces, supongo, ¿Podrías tomarte un tren?

Harry estaba cada vez más confundido —¿Un tren? ¿Y adonde me llevaría?

—A Hogwarts por supuesto. Si decides volver, es tu decisión

— ¿Puedo elegir?

—Por supuesto, nadie puede obligarte a vivir — Se encogió de hombros —En lo personal, me gustaría que regresaras y mataras a Voldemort de una vez por todas

—No voy a volver sin ti. No quiero dejarte sola

— Mientras hablamos, mi madre intenta restaurar mi cuerpo. Esa es la parte de mi plan que puede fallar. Renuncié a un pedazo de mi alma para poder morir con la esperanza de revivir con el pedazo al que renuncié inicialmente. Tengo el alma, falta el cuerpo. Perdería la magia, pero siempre preferí ser una semidiosa

—Tu madre es una Diosa, ¿Por qué habría problema?

—Porque incluso los dioses tienen limitaciones

—No quiero volver a la vida si tu no lo haces. Sería injusto para ti haber sacrificado tanto

—Injusto es que Voldemort gane —Se encogió de hombros —Te necesitan a ti, Harry. A su líder, su rayo de esperanza. No dejes que yo te detenga

El Potter se quedó en silencio, pensante. Finalmente dijo.con voz derrotada

—Voldemort no parará nunca —No fue una pregunta, pero Leylah contestó de todos modos

—No. No lo hará. Matara a todos lo que se opongan, sin piedad. A cada mujer, hombre y niño. Los mortales sufrirán destinos peores que la muerte. Arrasará con todo lo que conocemos—alcanzó sus manos entre las suyas —Como te dije, Harry, no puedo obligarte a vivir. Se de primera mano que la muerte puede ser tentadora. Pero te necesitan.

Harry sollozo y tiro de ella para un abrazo

—Lo haré —Le dijo —No se cómo hacerlo, pero lo haré

Leylah sonrió. Le devolvió el abrazo

—Solo cierra los ojos y respira profundo — Le susurró al oído —Relájate

Harry hizo lo que le dijo. Cerró los ojos, respiro profundo y se dejó llevar.

Una luz blanca inundó todo el ambiente y de repente Harry ya no estaba junto a ella. Tampoco estaba en la estación sino en el inframundo junto a su madre

Bajó los brazos y parpadeo en dirección de la diosa que la miraba desde su trono

—Gracias por dejarme hacer eso —Se levanto del suelo donde había estado —Y por devolverme tu alma

—Renuncie a esa parte hace diecisiete años, te pertenece más a ti que a mi. Por otro lado, tu cuerpo... es un poco más complicado que eso. Reconstruirlo es algo que se me escapa de mis manos

Leylah bajo la mirada — Lo entiendo

—Te devolví el alma para que, por lo menos, tuvieras la posibilidad de entrar a los elíseos o a la isla de los héroes. No quería que fueras condenada al olvido...

—Estoy muy agradecida. He tenido una buena vida —Interrumpe

Nix bajo de su trono y se acercó —Pero, aunque no tengo la habilidad de concederte tu cuerpo, hay alguien que sí. Zeus

—¿Qué? —Preguntó confundida

—Zeus, a pesar de todo, siempre intenta velar por la felicidad de sus hijos. No condenaría a Apolo a una vida humana sin el amor de su vida

—Pero... Creí que odiaba que él estuviera conmigo y que tú me ayudaras

—Es un Dios y los Dioses no deben tener favoritismos. —Le acarició la mejilla —Sin embargo, sabes que todo viene con un precio. No tendrás magia, no habrá más juegos sobre la inmortalidad, la próxima vez que mueras pasaras directamente al juicio final. Y tampoco quiere volver a verte

—¿Nada más? —Estaba sorprendida, era muy fácil para venir de un Dios.

Normalmente, los regalos de los Dioses se pagaban más caro

—Nada más. ¿Qué eliges, hija mía?

Leylah saltó a sus brazos

—La vida, por supuesto —Dijo, se separó —Gracias. Estaré eternamente agradecida contigo

—Con que seas feliz, me basta

Nix sonrió y abrió un portal para ella

—Solo debes caminar a través y llegaras al castillo. Justo a tiempo, porque tu padre también está llegando. Suerte, héroe.

Leylah caminó y fue envuelta por las sombras.

Como dijo su madre estaba en el castillo. Específicamente el gran comedor, donde se encontró con todos los cuerpos heridos y muchos de los muertos.

Desde el fondo del lugar vio salir a todos hacia afuera, donde percibió la voz de su padre gritando

Camino hacia la salida. Esquivando alumnos temerosos que habían optado por quedarse dentro en vez de ir a ver que sucedía

Llegó al patio donde vio a su familia. Ron, Ginny y Hermione lloraban la muerte de Harry, mientras lo veían inerte en los brazos de Hagrid

Charlie y Bill lucían derrotados. Remus y Sirius estaban más enojados que él resto, pues tenían ante sus ojos al asesino de su mejor amigo

Voldemort sonreía proclamando su victoria. Bellatrix reía desquiciadamente y Bell solo estaba callada.

Nadie había reparado en ella todavía. Se quedó en el fondo, viendo el paronama antes de decidir su próximo movimiento

Voldemort habló

—¡Harry Potter está muerto! A partir de hoy su fe estará mejor conmigo — Sonrió y río. Sus mortifagos rieron con él — ¡Harry Potter murió! Llegó el momento de su juramento de lealtad.  ¡Únanse a nosotros o morirán!

Se quedaron en silenció y Lucius dio un paso al frente llamando a su hijo

—Draco... — Todos giraron hacia el niño quien quedó petrificado en su lugar. No esperaba que hicieran eso —Draco

—Draco —Su madre, Narcissa extendió la mano en su dirección — Ven, Draco.

Él no quería hacerlo, miró a sus antiguos compañeros antes de dar un paso al frente dudoso. La Riddle menor se compadeció y decidió que era un buen momento para que repararan en ella

Leylah sacó su espada. El ruido del metal atrajo la atención. Comenzó a caminar hacia delante, escuchando susurros y jadeos a medida que pasaba

Se paró delante de todos. Sus ojos relucieron en dorado mientras hablaba

—No te adelantes a la victoria, papá. Nadie te jurará lealtad todavía — Le sonrió y se encogió de hombros — Primero deberás vencerme.

Holaaa!!! ¿Cómo están?

Lamento que el capitulo sea un poco corto, pero literal se me fue la inspiración a la mitad (Mi cerebro se esta autosabotendo porque no quiere terminar este libro)

Creo que el próximo capitulo ya es el último, además del epilogo...

En fin...

Voten y comenten que les pareció

Nos leemos pronto!!♡♡

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