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17. Su decisión

Abrió los ojos y respiró hondo.

Lo último que recordaba era a Bellatrix Lestrange lanzar un Avada a Sirius y ella se interpuso, recibiéndolo en su lugar. ¿Había muerto? Si así era, ¿Por qué estaba en aquel lugar y no en el inframundo?

Miró a los lados confundida. Se encontraba en su cama del orfanato, pero estaba segura que esta vez no era un sueño, o pesadilla, como las otras veces. Movió las sábanas para levantarse y poder salir.

Al levantarse notó que su vestimenta había cambiado. Ya no tenía puesto la falda y camisa perteneciente a su casa en Hogwarts, sino un vestido blanco que llegaba hasta sus rodillas

Salió al pasillo.

— ¿Hola? — preguntó — ¿Hay alguien...?

Las palabras murieron en su boca al ver ambas paredes con cuadros de ella en movimiento. Miró cada uno con atención

La pared de la derecha, estaba ella de pequeña. En algunas correteaba por esos mismos pasillos, en otros simplemente se encontraba leyendo algún libro. En la pared de la izquierda, ella estaba en el campamento

Se vio a sí misma reír con Percy y Grover, luchar contra unas benévolas y jugar Captura la bandera. Junto con Nico, mientras jugaban con la perra del infierno

Avanzó con lentitud, no queriendo perder ningún detalle de nada. Al llegar al final, dobló y bajó las escaleras.

No solo era aquellas paredes, era toda la casa.

Cada cosa vivida en su vida, cada momento y decisión que había tomado estaba allí plasmado.

Revivió su baile con Apolo cuando ganaron la guerra, su primer beso con él y como se despedían en el final de su velada.

En otro, observó a Remus y Sirius que bromeaban con ella. Al lado, se encontraba su beso con Charlie. Rio al verlo.

Dio la vuelta para mirar el otro lado; Una pared llena con recuerdos de Harry.

Pasó su dedo lentamente por los marcos de los cuadros, admirando cada momento. Se detuvo frente a su primer practica de vuelo.

Alzó la mano y tocó el recuerdo.

— Te juro, Potter, que si me sueltas te mataré

— No te dejaré caer, Leylah — le sonrió y la ayudó a subir delante suyo para comenzar el vuelo — Confía en mi

Salió del recuerdo y se lo quedó mirando. Con todo lo que estaba pasando, había olvidado ese día.

— Has despertado, al fin

— ¿Mamá? — se dio la vuelta al escucharla. Allí estaba su madre, con su típica túnica oscura y su mirada severa, pero que esta vez parecía suavizarse al mirarla — ¿Dónde estamos? ¿Qué está pasando?

— ¿Recuerdas lo último que pasó?

— Morí— Su madre asintió — Entonces... ¿Esto es algún tipo de limbo o algo así?

— O algo así, sí — Respondió la diosa. Se acercó a su hija. No se veían desde el año pasado, donde ella le había gritado. Nix acaricio su mejilla con cariño — Oh, mi dulce niña, aun no era tu momento.

— No iba a dejar que Sirius muriera, además de ser alguien importante para mí, es la única familia que le queda a Harry

— Tu mayor defecto es tu mayor virtud; Harías lo que sea por alguien a quien amas — dio un paso atrás — Has cambiado el destino de ese hombre, las Moiras estarán enojadas

— Yo estoy enojada con ellas desde que nací — se encogió de hombros — Me han dado un destino complicado

— De hecho, Leylah, tú has escrito tu destino toda tu vida, las Moiras no tienen poder sobre ti

— Espera, ¿Qué? ¿Qué significa eso?

Por lo que sabía, el destino de todos los semidioses, y mortales, estaba prácticamente sellado. Existían profecías que lo probaban

— Se supone que no debo interferir en tu vida — contestó — Pero como no me importa lo que Zeus pueda llegar a decir sobre esto, te lo diré igual. Después de todo tuviste que sacar ese carácter de algún lado

Leylah sonrío de lado al escucharla

— ¿Entonces?

Su madre la guio hasta unos sillones que estaban en la sala continua, esta vez no se detuvo a mirar las paredes con precisión, pero aun así llegó a ver momentos con Nico plasmados en ellas.

Era realmente impresionante ver sus recuerdos tan plasmados.

Tomaron asiento una frente a la otra

— Sabes que los dioses podemos procrear de más de una manera, más allá de la tradicional

— Si, lo sé

— Por milenios he estado reacia a tener hijos con mortales, nunca me han gustado, son criaturas débiles, frágiles y estúpidas

— Así que te has metido con el mago tenebroso más temido de los últimos tiempos — Sacudió su cabeza sin poder creerlo — Suena como un buen plan

— Hace dieciséis años el nombre de tu padre era muy sonado en el inframundo, muchas almas hablaban de él, tuve curiosidad y subí a la tierra para conocerlo — hizo una pausa como si estuviera recordando el momento — Lo que vi me dejó impactada, aquel hombre tenía muchísima oscuridad en su alma.

— ¿Y fue cuando decidiste tenerme?

— Si, de hecho — sonrió — Eras... Eres todo lo que esperaba en una hija.

Leylah sintió una punzada en su corazón, a veces se sentía insuficiente como si nunca llenaría las expectativas de nadie.

— ¿Enserio?

— Por supuesto que sí; Eres lo mejor que he hecho en toda mi inmortalidad, la mejor de mis hijos. Estoy muy orgullosa de ti y en lo que te has convertido con el tiempo

Carraspeo su garganta para no terminar llorando delante de ella — Todavía no sé qué tienen que ver las Moiras en todo esto

— Como sabes, los Dioses podemos tener hijos de diversas maneras. Yo no me acosté con tu padre, solo lo vi un par de veces antes de decidir tenerte.

— Bien, ¿Cómo lo hiciste?

— Tomé un pedazo de su alma y un pedazo de la mía. El resto es historia. — confesó. La Riddle se quedó callada y quieta — Antes de hacerlo, las Moiras me visitaron y me dijeron que no lo hiciera, que estaría condenándote a un destino incierto y que con tu nacimiento muchas cosas cambiarían

— ¿Así que no debería haber nacido? — Negó — ¿Por qué no las escuchaste? ¿Por qué no obedecerles?

— No me importo en aquel momento, no lo entendí. Creí que exageraban, pero a medida que creciste, has cambado el curso de algunas cosas. Zeus quiso matarte cuando se enteró que si naciste a pesar de todas las advertencias

A la semidiosa no sorprendía aquello, Zeus quería matar cualquier cosa que supusiese una amenaza para su reinado.

— Lo que nos lleva a este momento; No has muerto, Leylah. No del todo al menos

— ¿Qué? Una maldición mortal me golpeo, estoy segura que morí

— Una parte de ti si murió esa noche, pero no toda. Tiene que ver con que llevas una parte del alma de tu padre; estas conectada con él. Mientras el viva, tú lo harás.

— ¿Qué parte de mi murió?

— Al matar al niño, tu alma se fraccionó. Esa murió. — tomó sus manos — Escucha, hija, la decisión de volver debe ser tuya.

— ¿Por qué querría volver? — Soltó sus manos y se levantó mirando las paredes — Ya no me queda nada. Perdí a mi familia — Señalo las imágenes de ella en el campamento que se mostraban — Los perdí a ellos

— Pero aun te quedan personas que te quieren, que han estado llorando tu muerte

Nix se levantó y con un movimiento de manos, los cuadros desaparecieron y en su lugar una gran imagen apareció mostrando a sus amigos, Harry, Sirius, Remus y Charlie en diferentes lugares

— Han estado perdidos desde que no estas, cada uno se culpa por tu muerte. Se torturan pensando que si hubieran hecho algo diferente tu todavía estarías con ellos

— ¿Cuánto tiempo ha pasado? — preguntó aun mirando la pared

— Solo un par de semanas, tus amigos volvieron a sus casas para las vacaciones. Es once de junio, tu...

— Mi cumpleaños — susurró, terminando su frase— ¿Esto está pasando ahora?

— Sí, decidieron que hoy harían tu funeral. A pesar de no tener tu cuerpo, quisieron hacerlo igual

Observó a Sirius que se encontraba junto con Remus. Se acercó y lo tocó, tratando de escuchar o ver mejor, como lo había hecho en el recuerdo de Harry. Esta vez fue diferente, apareció dentro, como si estuviera allí. Su madre apareció junto a ella

— Sirius, es hora — el hombre lobo entró a la habitación donde se encontraba el Black, el escritorio estaba repleto de papeles por todos lados y estaba un poco polvoriento. Parecía que nadie lo limpiaba en días

— Dame un momento — pidió terminando de leer un documento

— Te esperaré en el comedor con los demás — Remus salió, y Sirius dejó todo de lado para restregarse los ojos con cansancio

— No ha dormido desde la noche en el ministerio, revive tu muerte en sus sueños así que decidió no dormir para no tener que verlo todas las noches — Acotó su madre

Leylah frunció el ceño y salió de la habitación para el comedor donde se encontraban el resto de la orden. Todos vestían de negro y nadie sonreía. Se fijo en Remus, quien se encontraba sentado al final de la mesa con una expresión que dejaba a la vista lo triste y dolido que estaba. A su lado se encontraba Nymphadora consolándolo

— Ginny, cariño, ¿puedes avisarle a Charlie que nos iremos en minutos? — Molly le pregunto con una sonrisa tensa

— Claro, mamá

La siguió escaleras arriba y se detuvo junto con ella en la primera habitación de la segunda planta

La menor de los Weasley tocó la puerta antes de entrar. El lugar estaba en penumbras cuando entraron

— Charlie — le susurró su hermana, el pelirrojo se removió en la cama — Tal vez debas cambiarte, nos iremos en cualquier momento

— Lo haré — su voz sonó ronca. Tal vez por el llanto o porque recién se levantaba

Con un suspiro Charlie se levantó y tomo sus cosas para dirigirse al baño

— La pasó realmente mal cuando se enteró lo de su novia, bueno ex novia 

— ¿Todos ya saben quién es en realidad?

— Si, la descubrieron haciendo un Imperio a Charlie, lo controlaba la mayoría de las veces. Fue cuando les dijo quién era en realidad, al parecer estaba tan cansada de esconderse que no le importó revelarse

El pelirrojo salió unos minutos después. Lucía un traje negro que le quedaba a la medida, su rostro se encontraba serio y con el ceño fruncido

— Bien, quiero salir de esto — le dijo a su madre ya so no soportando más

— Aun no has visto a Harry

La guio hasta una de las habitaciones donde se encontraba el de lentes observando el álbum que ella le regalo para su cumpleaños

Harry pasó su dedo por la primera fotografía con nostalgia. Era de ellos dos, la primera que la semidiosa había tomado

— Ha estado haciendo eso todas los días, ve las fotografías torturándose. Piensa que si no hubiera apretado la pulsera tu todavía estarías con vida

La Riddle avanzó y se acomodó frente suyo para admirarlo. Tenía ojeras bajo sus ojos y la mirada carecía de brillo

— Harry, Mama pregunta si ya estas listo, saldremos en diez minutos

— Gracias, Ron. Dile a tu madre que bajare en un segundo — Respondió sin quitar la vista de la foto

Potter se levantó y la traspasó para llegar a la puerta. Sintió un escalofrió cuando sus cuerpos chocaron, Harry giró rápidamente para mirar el lugar donde ella estaba parada para luego simplemente sacudir la cabeza e irse

— ¿Harry? — intenta ir tras él, pero la mujer no se lo permite

— No puede verte ni escucharte — dijo

Se quedó mirando la puerta por donde salió

— Sácame de aquí, ya he visto suficiente

La diosa tomo su mano y volvieron a donde estaban anteriormente

— Como dije, puedes volver con ellos ahora— le recordó — Todo lo que tienes que hacer es pasar la puerta

Señaló la puerta de la entrada principal

— ¿Cuál es el costo? Siempre hay uno

— Volver a la vida, y sin un pedazo de tu alma, te marcará. No voy a mentirte, pero eres fuerte y puedes superarlo. Te has caído y levantado varias veces hija, puedes hacerlo

— No sé si pueda. Ya no soy la misma niña que era cuando me enfrente a Cronos, ¿De acuerdo? Estoy más rota que nunca, no sobreviviré a otra guerra

— Si, lo harás— Una tercera voz se une a la conversación

— ¿Apolo? — Caminó hacia él y se lanzó a sus brazos

El dios la apretó fuertemente contra él. Nix desapareció para dejarlos solos, sabiendo de que, si había alguien que convenciera a su hija, seria Apolo

— Debes volver, te necesitan

Negó con la cabeza sin soltarlo

— No puedo hacerlo, yo... No puedo hacerlo

Apolo la separó de él para tomar su rostro entre sus manos

— Todo se solucionará. Percy y Nico te recordaran con el tiempo y tu vivirás lo suficiente como para casarte, tener hijos y envejecer. Te hice una promesa, Amore, y no la romperé. Confía en mí, todo estará bien

Lo miró a los ojos viendo nada más que seguridad — ¿Todo estará bien?

— Lo prometo — Tomó su mano y la guio hasta la puerta— Ahora vuelve con tus amigos y vive

Miró la puerta y luego al dios. Puso su mano en el picaporte y con un suspiro la abrió.

Una luz blanca la envolvió y ella cerró los ojos.

[...]

Apareció en la casa de los Black. Estaba en el pasillo de la entrada, aun vestida con el vestido blanco

Había vuelto a la vida, pero no se sentía diferente. Se preguntó a sí misma si las consecuencias de vivir se mostrarían más tarde.

Camino con lentitud, su cuerpo pesaba más que hacía unos segundos e incluso dolía levemente al caminar

Tuvo que parar dos veces para respirar hondo y poder seguir. Se sentía abrumada, no sabía cómo iban a reaccionar o como iba a explicar lo que estaba sucediendo

El murmullo de voces la guio hasta la sala

No podía creer que tanta gente se hubiera reunido solo para recordarla. Era más de lo que hubiera apostado en el pasado

La puerta se encontraba abierta, y se quedó allí unos momentos admirando a cada uno de los presentes.

Remus y Sirius hablando en voz baja en una esquina.

El trío de oro se encontraba en silencio, con la mirada perdida, pero de vez en cuando se sonreían en señal de apoyo

Ginny y los gemelos parecían los únicos con un poco más de ánimo mientras hablaban entre ellos, pero aun así se notaba la tristeza en sus acciones

Charlie estaba apartado en un rincón con un vaso de alcohol en la mano

Y, por último, los señores Weasley hablaban con Tonks y Moody sobre temas de la orden.

Dio un paso adelante y soltó lo primero que se le vino a la mente

— ¿Por quién lloramos?

Claramente, hacer un chiste no era lo mejor en un momento como ese

Todas cabezas giraron en su dirección. Algunos se quedaron congelados en su lugar, otros, como Moody, siendo un auror, saco su varita y rápidamente la apuntó con ella. Cuando salieron del Shock tenía todas las varitas apuntándola

— ¿Quién eres? — Preguntó furioso Sirius, dando un paso hacia delante

Leylah levantó las manos en señal de paz

— Soy yo, lo juro

— Leylah murió — dijo con ira Remus, pero en sus ojos había dolor

— Sé que lo hice, pero volví — habló rápidamente, movió su mano y las sombras se movieron— Soy yo, lo juro — Repitió sus palabras

Pudo ver los rostros de indecisión en ellos, no estaban seguros de que si creerle o no. A pesar de todo, también noto una pizca de esperanza en ellos

Y, por los Dioses, estaba agradecida de tenerlos en su vida. Porque ya había perdido a una familia, no perdería otra

Harry fue el primero en bajar su varita y caminar hacia ella. Sirius trató de impedirlo, pero él lo esquivó.

Quedaron a unos centímetros de distancia, el solo la miró fijamente a los ojos, buscando algo antes de abrazarla. Lo rodeo con sus brazos en su cintura.

— Te reconocería donde fuera — Se separó para volver a mirarla — Tus ojos, ni siquiera una poción multijugos los igualaría

Le sonrió abiertamente y lo soltó para mirar a los demás. Había llegado la hora de decirles quien era realmente

— Tengo mucho que explicarles

Maratón 4/4 

El ultimo capitulo de la maratón!! y el ultimo de este acto ( aunque aun falta el epilogo)

Espero que los que necesitaron terapia, con este capitulo estén mejor....

Voten y comenten que les pareció. 

Sin nada más que decir....

Nos leemos pronto!!

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