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¿Cuánto daño podía causarte alguien que amas?

Muchas veces pareciera que el daño puede ser poco, es una persona a la que se ama con todo el corazón, ¿cómo podría hacerte algo si te quiere? Yoongi pensó que podría estar totalmente libre de todo aquello, libre de la violencia, pero muchas veces el destino tenía preparados los peores caminos que podrías tomar por tus decisiones.

Iniciar sus clases en la licenciatura de filosofía a costa de sus padres había sido una decisión que él había tomado, quizás la primera en la que se arriesgaba a todo, porque su madre quería que fuera un contador como su abuela alfa, pero su padre había mencionado que estaría inclusive mucho más orgulloso de él si es que decidía estudiar leyes, pero Yoongi no estaba interesado en los números y mucho menos en las leyes, él quería otras cosas, cosas que seguramente serían reprobables, amaba leer, le encantaba sobre todo los libros de diferentes pensadores famosos, porque las diversas ideologías y ramas del pensamiento eran simplemente fantásticas, sentía que podía pasarse leyendo horas y horas comparando los pensamientos de diversos filósofos, amando cada una de sus teorías, cada una de sus analogías, el lenguaje filosófico no era para cualquier persona, pero Yoongi se sentía apto para eso.

Cuando ingreso a su facultad nunca pensó que el primer día de clases estaría corriendo por el campus en busca del edificio número cinco de su facultad, jamás pensó que ese día había sido uno muy malo para escoger llevar zapatos en lugar de zapatillas deportivas, jamás pensó que darse el lujo de desayunar lo haría perderse del tiempo, y por, sobre todo, nunca pensó que chocaría con alguien.

—¡Agh, joder! —esas fueron las palabras que escucho por primera vez salir de sus labios, Yoongi había caído de bruces al suelo al igual que el alfa con el que choco—. Demonios amigo.

—L-lo lamento —quizás Yoongi jamás hubiera caído por él si tan sólo no hubiese levantado la mirada.

El alfa utilizaba lente de armazón delgado, sus cabellos estaban largos, casi llegándole por debajo de la barbilla, su rostro cincelado como una perfecta escultura, sus ojos oscuros eran inclusive menos achinados, su piel era blanca, y Yoongi no tardo en notar los tatuajes que sobresalían por su brazo derecho.

—Descuida —el alfa le sonrió, y allí fue cuando el omega sintió que todo estaba perdido para él—, por tu prisa supongo se te hace tarde ¿no?

—Mierda —Yoongi se maldijo en voz baja, a tropezones logro tener el equilibrio suficiente para levantarse—, por favor, discúlpame, no volverá a pasar.

El alfa solamente soltó una risa corta y Yoongi volvió a mirarlo.

—No importa —menciono aquel alfa—, y aunque fuera a pasar de nuevo, no me molesta chocar con omegas lindos.

—Y-yo...

—Soy Jungkook, Jeon Jungkook.

Quien diría que ese nombre sería él que lo hiciera temblar, pero no como él imaginaba.

Jeon Jungkook, estudiante de la facultad de ciencias de la comunicación, un chico alegre, un alfa atractivo al que los omegas siempre veían y admiraban, sus calificaciones eran perfectas y estaba cursando su segundo año cuando Yoongi lo conoció, el omega no tardo en darse cuenta de que toda la universidad conocía a ese alfa, muchos hablaban de él, lo saludaban, lo admiraban, lo idolatraban, lo amaban, y Yoongi no pudo evitar llenarse del mismo amor que todos sentían por ese alfa, solamente que su corazón había decidido que quería a ese alfa, al principio no le asusto la idea, era la primera vez que se enamoraba de verdad, muchos filósofos hablaban siempre del amor, pero casi siempre Yoongi pensaba cosas diferentes, porque el amor quizás no debía ser tan libre, quizás no debía ser tan reciproco, pero no podía evitar pensar en eso.

Enamorarse no estaba en sus planes, mucho menos caer por alguien con tanta popularidad como lo es Jeon Jungkook, pero era inevitable.

—¿Min Yoongi? —la voz ya era conocida para él, y había logrado que todos sus sentidos se estremecieran.

—¿S-sí? —el omega jamás se había sentido tan nervioso como ese día.

—Me alegra no haberme equivocado.

—¿Equivocado?

—Sí —Jungkook le sonrió—, ¿sabes? Deberías ser menos misterioso.

—¿Qué?

El alfa soltó una suave risa.

—Desde que chocaste conmigo no me dijiste tu nombre, pero me di a la tarea de investigar, pero debo admitir que eres inclusive más escurridizo de lo que pensé —Yoongi se sintió avergonzado por sus palabras—, nadie, en verdad nadie, podía decirme tu nombre, es ridículo, pero solamente un chico que dijo que te pregunta sobre las tareas me dijo tu nombre, era el único que lo sabía en realidad.

—Bueno —Yoongi en verdad se sentía mal por eso, pero no es como si le gustase ser el centro de atención de todo el mundo, no como a ese alfa—, supongo que si debería ser más social.

—No importa, lo importante es que logré dar contigo, Min Yoongi de la facultad de filosofía, del primer año.

Jamás se había sentido tan feliz como en aquel día, ese día se entusiasmo mucho por haber sido la razón de búsqueda de ese alfa. Algo que ahora tendría miedo de ser.

Las cosas fueron pasando normal, Jungkook comenzó a ir a la facultad del omega para esperarlo e irse juntos, a veces tenían salidas, iban a bares, a fiestas de otras facultades, iban a estudiar juntos a la biblioteca, les gustaba tener charlas largas por teléfono, poco a poco, Yoongi fue cayendo sin que lo notará, y pronto sintió que todo su mundo solamente era Jeon Jungkook, el alfa lo tenía en sus manos, el primer semestre había concluido, y Yoongi y Jungkook habían celebrado pasando su tiempo juntos en azotea de la biblioteca, viendo la noche estrellada mientras comían un par de donas y bebían café.

—Oye, Yoongi —el omega lo había mirado—, no sé qué pienses sobre lo que estoy a punto de decirte, pero no lo tomes a juego, creo que seré serio por primera vez en toda mi vida.

—¿A qué viene eso, Jungkook?

—Hemos pasado mucho tiempo juntos, y no me desagrada la idea, desde que chocaste conmigo supe que debíamos estar juntos sí o sí —Yoongi sonrió ligeramente—, así que quiero decirte esto —el alfa miro al omega directamente a los ojos—, Min Yoongi, ¿quieres ser mi novio?

—¿N-n-novio? —el alfa asintió y no pudo evitar sonreír divertido por esa reacción—. ¡Sí, por supuesto que sí!

Esa fue la peor decisión que había tomado en su vida, pero claro Yoongi no lo sabía, no hasta que comenzaron los problemas.

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